Hoy (24 de julio en el calendario juliano) se recuerda a Santa Cristina. De un sitio ortodoxo tomamos la biografía de esta santa.
Cristina fue «hija de un gobernante de la ciudad de Tiro, en Líbano. Sus padres eran paganos, pero, por la providencia de Dios, la llamaron con un nombre que predecía su futuro: el de ser cristiana. No había en la ciudad, entre las doncellas, persona más bella que ella. Su padre, deseando de que conserve su virginidad, construyó una vivienda especial para ella, colocando allí unos ídolos y ordenándole que ella los venere. Viviendo en la soledad, Cristina admiraba el cielo estrellado, e igual que Santa Bárbara, llegó a la conclusión de que tiene que existir un solo Creador. Dios hizo que ella conociera a unos cristianos, los cuales le explicaron sobre la fe cristiana, y ella creyó en Jesucristo. Después de esto, Cristina, con gran indignación, destruyó a los ídolos en su casa y por esta razón, por orden de su padre, fue sometida a diferentes torturas. Ella fue golpeada sin compasión, su cuerpo era cortado con cuchillos filosos, la quemaban con fuego, la tiraron en un hoyo con serpientes venenosas, etc. Finalmente los verdugos la traspasaron con lanzas y espadas. Esta fue la forma como la santa mártir Cristina sufrió por Cristo en el año 300. Su conmemoración, especialmente se festeja en el Oriente».
La imagen de Santa Cristina forma parte de un gran mural en la iglesia ortodoxa San Jorge del Patriarcado de Antioquía en el barrio de Palermo.