22 de junio de 2025

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

En el actual ciclo C, la Primera Lectura de la Solemnidad de Corpus Christi es el relato de la breve y misteriosa aparición de Melquisedec (Génesis  14, 18-20):

En aquellos días:

Melquisedec, rey de Salém, que era sacerdote de Dios, el Altísimo, hizo traer pan y vino, y bendijo a Abrám, diciendo:

«¡Bendito sea Abrám de parte de Dios, el Altísimo, creador del cielo y de la tierra! ¡Bendito sea Dios, el Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!»

Y Abrám le dio el diezmo de todo.




El episodio está representado en el nártex de la iglesia de la Sagrada Eucaristía, en el barrio de Palermo.

Al pie de la pintura puede leerse, en latín, una frase adaptada de la perícopa: 

Sacerdos Dei altissimi ­ Melchisedech panem et vinum obtulit.


Esa versión del texto que hoy se proclama evoca también la mención que de Melquisedec hace el Canon Romano:

Supra quae propítio ac seréno vultu respícere dignéris: et accépta habére, sícuti accépta habére dignátus es múnera púeri tui iusti Abel, et sacrifícium Patriárchae nostri Abrahae, et quod tibi óbtulit summus sacérdos tuus Melchísedech, sanctum sacrifícium, immaculátam hóstiam.

La traducción al español no le hace justicia a la versión original:

Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste los dones del justo Abel, el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe, y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec. 

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