30 de junio de 2025

30 de junio: Conmemoración de San Pablo

Como sabemos, San Pedro y San Pablo son honrados conjuntamente en la Solemnidad del 29 de junio, y además cada uno tiene por separado su propia celebración, ambas con categoría de Fiesta: la Cátedra de San Pedro (18 de enero) y la Conversión de San Pablo (25 de enero). Sin embargo, en la Liturgia tradicional (expresada en el Misal Romano de 1962) y en algunos calendarios particulares, como en el de los barnabitas, en la fecha de hoy se celebra la conmemoración del apóstol San Pablo.

Nos ha parecido interesante señalar aquí la explicación que da el Misal Diario para América del padre Azcárate sobre esta celebración:


También queremos compartir fragmentos de la Liturgia de hoy según el Misal anterior a las reformas postconciliares.

El Introito y la Oración Colecta:



Y la Primera Lectura, tomada de la Carta a los Gálatas (1, 11-20):
Quiero que sepan, hermanos, que la Buena Noticia que les prediqué no es cosa de los hombres, porque  yo no la recibí ni aprendí de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.

Seguramente ustedes oyeron hablar de mi conducta anterior en el Judaísmo: cómo perseguía con furor a la Iglesia de Dios y la arrasaba, y cómo aventajaba en el Judaísmo a muchos compatriotas de mi edad, en mi exceso de celo por las tradiciones paternas.

Pero cuando Dios, que me eligió desde el seno de mi madre y me llamó por medio de su gracia, se complació en revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos, de inmediato, sin consultar a ningún hombre y sin subir a Jerusalén para ver a los que eran Apóstoles antes que yo, me fui a Arabia y después regresé a Damasco.

Tres años más tarde, fui desde allí a Jerusalén para visitar a Pedro, y estuve con él quince días. No vi a ningún otro Apóstol, sino solamente a Santiago, el hermano del Señor.

En esto que les escribo, Dios es testigo de que no miento.


La imagen de San Pablo que ilustra esta entrada se venera en la Catedral de Buenos Aires. El Apóstol de los Gentiles es representado con su atributo iconográfico habitual, la espada, instrumento de su martirio a la vez que evocación de «la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios», como el mismo Pablo dice en Efesios 6, 17.

28 de junio de 2025

Inmaculado Corazón de María

Celebramos la Memoria del Corazón Inmaculado de María, significativamente ubicada al día siguiente de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

«En un cierto sentido, la celebración del Inmaculado Corazón de María es algo reciente, propio de la Iglesia moderna, aunque hunde sus raíces en el mismo Evangelio. Como fiesta litúrgica, fue aprobada oficialmente para toda la Iglesia latina en 1944 por Su Santidad Pío XII. Un importante impulsor de esta devoción, en el siglo XIX, fue San Antonio María Claret, como había hecho antes San Juan Eudes, en el siglo XVII. Trazos previos se pueden encontrar en diversos momentos anteriores, como en un antiguo texto griego, atribuido en algún momento a San Gregorio Taumaturgo, donde se dice al comentar un pasaje de San Lucas: “Este corazón es el vaso sagrado de todos los misterios”.

Hay varias páginas de los evangelios que nos dan pie a meditar sobre el Inmaculado Corazón de María y que, por eso mismo, guardan una honda sabiduría y suscitan importantes resonancias para nuestras vidas. Las más significativas las encontramos en los relatos de la infancia de Jesús, que recoge el evangelio de Lucas. (...) 

En primer lugar, al acabar el relato del nacimiento de Jesús, se nos dice que “María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc 2, 19). Tras el episodio del Niño perdido y hallado en el Templo, durante la celebración de la primera Pascua de Jesús, encontramos una frase semejante: “Su madre conservaba cuidadosamente todo esto en su corazón” (Lc 2, 51). Inmediatamente, se subraya que “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres” (Lc 2, 52). El corazón de la Madre es capaz de acoger todo lo que acontece, de conservarlo primorosamente, de meditarlo con calma, de evitar que se pierdan los recuerdos; y, de esta manera, ella es capaz de adentrarse en el misterio de la Vida, el misterio de la Realidad, el misterio del Dios encarnado. Con razón dijo Benedicto XVI en su visita al santuario de Etzelsbach el 23 de septiembre de 2011: “Sabemos que el corazón es también el órgano de la sensibilidad más profunda para el otro, así como de la íntima compasión. En el Corazón de María encuentra cabida el amor que su divino Hijo quiere ofrecer al mundo”».

Este comentario de Fernando Chica Arellano fue publicado en la página web de la Diócesis de Jaén. La imagen, por su parte, es un mosaico en el templo parroquial porteño consagrado al Purísimo Corazón de María. Es la primera vez que visitamos ese templo en este blog, pese a que tomamos la foto en noviembre de 2017.

26 de junio de 2025

26 de junio: San Josemaría Escrivá de Balaguer

Hoy se cumple medio siglo de la muerte de Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado en 2002 por Juan Pablo II. Hace unos meses se cumplieron asimismo 100 años de su ordenación sacerdotal, celebrada el 28 de marzo de 1925.



San Josemaría Escrivá nació en Barbastro en 1902. Tras estudiar en los seminarios de Logroño y Zaragoza fue ordenado  sacerdote; luego pasó a Madrid para estudiar derecho. Fundó, el 2 de octubre de 1928, el Opus Dei para la santificación de las personas en sus deberes cotidianos. En 1930 fundó la sección femenina del Opus Dei y en 1943 la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. En 1946 se trasladó a Roma. Extendió su obra por el mundo, desarrollando una amplísima labor apostólica por muchos sitios; entre ellos, estuvo en Buenos Aires a mediados de 1974. Escribió varias obras de espiritualidad. Murió en Roma hace hoy 50 años. 



Una imagen de San Josemaría y una placa que incluye sus datos biográficos básicos y una pequeña reliquia se venera en la iglesia salteña de San Juan Bautista de la Merced. Tomamos las fotos en julio de 2019.

23 de junio de 2025

Lunes de la Semana XII Durante el Año

En el Oficio de Lectura del Lunes XII Durante el Año se lee hoy (en el leccionario par-impar) este fragmento del libro de los Jueces (16,4-6.16-31):

En aquellos días, se enamoró Sansón de una mujer del torrente Sorec, llamada Dalila.

Los príncipes de los filisteos subieron a verla y le dijeron:

«Sedúcelo y averigua en qué reside su enorme fuerza y con qué se le podría atar para doblegarlo. Nosotros te daremos doce kilos y medio de plata cada uno».

Dalila dijo a Sansón:

«Aclárame en qué reside tu enorme fuerza y con qué se te había de atar para doblegarte».

Y como le asediase todos los días con sus palabras y le importunara tanto, su espíritu se abatió.

Entonces le puso al descubierto su corazón y le dijo:

«La navaja no ha pasado por mi cabeza, pues soy nazir de Dios desde el seno de mi madre. Si me raparan, mi fuerza se alejaría de mí. Me debilitaría y vendría a ser como cualquier hombre».

Dalila se dio cuenta de que le había abierto completamente el corazón y mandó llamar a los príncipes filisteos:

«Subid, porque esta vez me ha abierto completamente el corazón».

Los príncipes filisteos subieron allá, llevando la plata en sus manos.

Lo adormeció sobre sus rodillas y llamó a un hombre que le rapó las siete guedejas de su cabeza. Entonces comenzó a debilitarse y su fuerza se alejó de él.

Dalila le gritó:

«Los filisteos sobre ti, Sansón».

Él se despertó de su sueño, pensando:

«Saldré como las otras veces y me libraré de ellos».

No sabía que el Señor se había alejado de él. Los filisteos lo apresaron y le sacaron los ojos. Le bajaron a Gaza y lo ataron con una doble cadena de bronce. En la cárcel estuvo dando vueltas a la muela. Ahora bien, después que lo hubieron rapado, el cabello de su cabeza comenzó a crecer.

Los príncipes de los filisteos se congregaron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón y para hacer un festejo. Decían:

«Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo».

Cuando lo vio la gente, alababan a su dios diciendo:

«Nuestro dios ha entregado en nuestras manos al enemigo, que asolaba nuestro territorio y multiplicaba nuestros muertos».

Cuando ya tenían el corazón alegre, dijeron:

«Llamad a Sansón para que nos divierta».

Llamaron a Sansón de la cárcel y bailó ante ellos. Luego lo colocaron entre las columnas.

Sansón dijo al lazarillo:

«Déjame tocar las columnas sobre las que se asienta el templo, para que pueda apoyarme en ellas».

El templo estaba lleno de hombres y mujeres. Se encontraban allí todos los príncipes filisteos. En la azotea había unos tres mil hombres y mujeres, viendo los juegos de Sansón.

Entonces Sansón invocó al Señor:

«Dueño y Señor mío, acuérdate de mí y dame fuerzas solo esta vez, oh Dios, para que de un solo golpe pueda vengarme de los filisteos, por lo de mis dos ojos».

Sansón palpó las dos columnas centrales sobre las que se asentaba el templo y se apoyó sobre ellas, en una con la derecha y en la otra con la izquierda. Entonces gritó:

«Muera yo también con los filisteos».

Empujó con fuerza, y el templo se desplomó sobre los príncipes y sobre toda la gente que había en él. Los que mató al morir fueron más que los que había matado en vida.

Sus hermanos y toda la casa paterna bajaron a recogerlo y lo subieron a enterrar entre Sorá y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoj. Sansón había juzgado a Israel veinte años.

 


Sansón y Dalila, protagonistas de este célebre pasaje, están representados en una escultura en el Museo de la Virgen del Valle, que depende de la Catedral de Catamarca. Hoy visitamos por primera vez en este blog ese museo de arte religioso.

22 de junio de 2025

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

En el actual ciclo C, la Primera Lectura de la Solemnidad de Corpus Christi es el relato de la breve y misteriosa aparición de Melquisedec (Génesis  14, 18-20):

En aquellos días:

Melquisedec, rey de Salém, que era sacerdote de Dios, el Altísimo, hizo traer pan y vino, y bendijo a Abrám, diciendo:

«¡Bendito sea Abrám de parte de Dios, el Altísimo, creador del cielo y de la tierra! ¡Bendito sea Dios, el Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!»

Y Abrám le dio el diezmo de todo.




El episodio está representado en el nártex de la iglesia de la Sagrada Eucaristía, en el barrio de Palermo.

Al pie de la pintura puede leerse, en latín, una frase adaptada de la perícopa: 

Sacerdos Dei altissimi ­ Melchisedech panem et vinum obtulit.


Esa versión del texto que hoy se proclama evoca también la mención que de Melquisedec hace el Canon Romano:

Supra quae propítio ac seréno vultu respícere dignéris: et accépta habére, sícuti accépta habére dignátus es múnera púeri tui iusti Abel, et sacrifícium Patriárchae nostri Abrahae, et quod tibi óbtulit summus sacérdos tuus Melchísedech, sanctum sacrifícium, immaculátam hóstiam.

La traducción al español no le hace justicia a la versión original:

Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste los dones del justo Abel, el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe, y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec. 

18 de junio de 2025

18 de junio: San Gregorio Barbarigo

Mis padres eran miembros de la Congregación Mariana. En mi casa se conservaba, como una reliquia que luego heredé, un "diploma de las Congregaciones Marianas", de expreso carácter «histórico-apologético». En él se pretendía «dar artísticamente una idea de la grandeza de la institución, del brillo y esplendor del espíritu de piedad, actividad y celo que caracterizan su gloriosa historia».


El diploma muestra en el centro a la Virgen María rodeada de santos y personajes célebres vinculados con las Congregaciones Marianas, así como de figuras alegóricas y diversos textos.




Uno de los santos representados -en este caso por haber sido congregante mariano- es Gregorio Barbarigo, cuya Memoria se celebra hoy. Así lo elogia el Martirologio Romano:

«En Padua, en el territorio de Venecia, San Gregorio Barbarigo, obispo, que instituyó un seminario para clérigos, enseñó el catecismo a los niños en su propio dialecto, celebró un sínodo, mantuvo coloquios con su clero y abrió muchas escuelas, mostrándose liberal con todos y exigente consigo mismo».

Gregorio nació en Venecia en 1625 en una familia de antiguo y noble linaje. Recibió una sólida educación intelectual y religiosa en su su ciudad natal. Apenas tenía 20 años cuando el gobierno veneciano lo eligió como acompañante de su embajador al Congreso de Münster, donde se firmó el Tratado de Westfalia, que puso fin a la Guerra de Treinta Años. Durante su estancia en Münster, Barbarigo trabó amistad con el nuncio apostólico, Fabio Chigi, futuro papa Alejandro VII. Influido por Chigi, se orientó al sacerdocio; completó sus estudios en Padua.

En 1657, Alejandro VII lo nombró Obispo de Bérgamo; en 1660 lo hizo cardenal; cuatro años más tarde fue trasladado como Obispo de Padua.

Su labor pastoral  fue notable. Se destacó por su prodigalidad, benignidad y  piedad; fomentó la cultura y la educación. Murió pacíficamente el 15 de junio de 1697. 

Fue beatificado en 1761 y canonizado por Juan XXIII el 26 de mayo de 1960.

15 de junio de 2025

Solemnidad de la Santísima Trinidad

 


La iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Palermo, fue edificada en 1890 y restaurada tras un incendio ocurrido en 1927.  En su forma actual, en la parte superior del ábside hay una pintura que representa a la Santísima Trinidad en la forma comúnmente llamada Thronum Gratiae.

Siguiendo la composición tradicional, el Thronum Gratiae del templo que hoy visitamos  incluye a Dios Padre entronizado y coronado, con las piernas ligeramente abiertas, que toma en sus manos los dos brazos del travesaño horizontal de la Cruz, en la que está Cristo crucificado. El Espíritu Santo está representado entre ambos, en forma de paloma. Se ven a ambos lados de la cabeza del Padre las letras griegas Alfa y Omega. Todo el conjunto está inscripto dentro de una mandorla.


Por ambos flancos se ven sendos grupos de ángeles radiantes  (se observan nueve de cada lado, suponemos que representando a los nueve coros angélicos) en actitud de adoración. Un ángel de cada lado sostiene una cinta con la palabra "Sanctus".


Terminamos nuestra entrada con la última frase de la Segunda Lectura de hoy (2 Cor 8, 14-17)

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo permanezcan con todos ustedes.

14 de junio de 2025

Santa María "en sábado"

El Museo de Arte Sacro de la Fundación Nicolás Darío Latourette Bo, ubicado en la ciudad de Asunción, expone esta imagen de la Virgen María:




Se trata, como puede leerse, de una talla en madera del siglo XVIII.

Con esta imagen, que tomamos en enero de 2024, nos unimos a esta nueva Memoria de Santa María "en sábado".

11 de junio de 2025

11 de junio: San Bernabé

Una sola vez en la vida de este blog (aquí) nos ocupamos de San Bernabé, uno de los poquísimos a quienes, fuera de los Doce, la tradición litúrgica de la Iglesia llama "apóstoles".

Ocurre que, pese a la importancia que tuvo su labor evangelizadora junto a San Pablo, Bernabé no tiene un lugar destacado en la piedad popular, como expresamente lo señala J. Pascher en su obra "El año litúrgico": el santo «no goza de gran atención entre el pueblo». Por ello no es tan frecuente encontrar su imagen en nuestras iglesias.

El único templo porteño en que hasta ahora encontramos a San Bernabé es la hermosa Basílica de Nuestra Señora de la Piedad. Tomamos esta primera foto en 2016:


En su catequesis durante la audiencia general del 31 de enero de 2007 el papa Benedicto XVI se refirió a San Bernabé:

Prosiguiendo nuestro viaje entre los protagonistas de los orígenes cristianos, hoy dedicamos nuestra atención a otros colaboradores de San Pablo. Tenemos que reconocer que el Apóstol es un ejemplo elocuente de hombre abierto a la colaboración: en la Iglesia no quiere hacerlo todo él solo, sino que se sirve de numerosos y diversos compañeros. No podemos detenernos a considerar todos estos valiosos ayudantes, pues son muchos. (...) Hoy, entre todo este conjunto de colaboradores y colaboradoras de San Pablo, centramos nuestra atención en tres de estas personas que desempeñaron un papel particularmente significativo en la evangelización de los orígenes: Bernabé, Silas y Apolo.

"Bernabé", que significa "hijo de la exhortación" (Hch 4, 36) o "hijo del consuelo", es el sobrenombre de un judío levita oriundo de Chipre. Habiéndose establecido en Jerusalén, fue uno de los primeros en abrazar el cristianismo, tras la resurrección del Señor. Con gran generosidad vendió un campo de su propiedad y entregó el dinero a los Apóstoles para las necesidades de la Iglesia (cf. Hch 4, 37). Se hizo garante de la conversión de Saulo ante la comunidad cristiana de Jerusalén, que todavía desconfiaba de su antiguo perseguidor (cf. Hch 9, 27). Enviado a Antioquía de Siria, fue a buscar a Pablo, en Tarso, donde se había retirado, y con él pasó un año entero, dedicándose a la evangelización de esa importante ciudad, en cuya Iglesia Bernabé era conocido como profeta y doctor (cf. Hch 13, 1).

Así, Bernabé, en el momento de las primeras conversiones de los paganos, comprendió que había llegado la hora de Saulo, el cual se había retirado a Tarso, su ciudad. Fue a buscarlo allí. En ese momento importante, en cierta forma, devolvió a Pablo a la Iglesia; en este sentido, le entregó una vez más al Apóstol de las Gentes. La Iglesia de Antioquía envió a Bernabé en misión, junto a Pablo, realizando lo que se suele llamar el primer viaje misionero del Apóstol. En realidad, fue un viaje misionero de Bernabé, pues él era el verdadero responsable, al que Pablo se sumó como colaborador, recorriendo las regiones de Chipre y Anatolia centro-sur, en la actual Turquía, con las ciudades de Atalía, Perge, Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe (cf. Hch 13-14). Junto a Pablo, acudió después al así llamado concilio de Jerusalén, donde, después de un profundo examen de la cuestión, los Apóstoles con los ancianos decidieron separar de la identidad cristiana la práctica de la circuncisión (cf. Hch 15, 1-35). Sólo así, al final, permitieron oficialmente que fuera posible la Iglesia de los paganos, una Iglesia sin circuncisión: somos hijos de Abraham solamente por la fe en Cristo.

Los dos, Pablo y Bernabé, se enfrentaron más tarde, al inicio del segundo viaje misionero, porque Bernabé quería tomar como compañero a Juan Marcos, mientras que Pablo no quería, dado que el joven se había separado de ellos durante el viaje anterior (cf. Hch 13, 13; 15, 36-40). Por tanto, también entre los santos existen contrastes, discordias, controversias. Esto me parece muy consolador, pues vemos que los santos no "han caído del cielo". Son hombres como nosotros, incluso con problemas complicados. La santidad no consiste en no equivocarse o no pecar nunca. La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disponibilidad para volver a comenzar, y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón.

De este modo, Pablo, que había sido más bien duro y severo con Marcos, al final se vuelve a encontrar con él. En las últimas cartas de San Pablo, a Filemón y en la segunda a Timoteo, Marcos aparece precisamente como "mi colaborador". Por consiguiente, lo que nos hace santos no es el no habernos equivocado nunca, sino la capacidad de perdón y reconciliación. Y todos podemos aprender este camino de santidad.

En todo caso, Bernabé, con Juan Marcos, se dirigió a Chipre (cf. Hch 15, 39) alrededor del año 49. A partir de entonces se pierden sus huellas. Tertuliano le atribuye la carta a los Hebreos, lo cual es verosímil, pues, siendo de la tribu de Leví, Bernabé podía estar interesado en el tema del sacerdocio. Y la carta a los Hebreos nos interpreta de manera extraordinaria el sacerdocio de Jesús.

(...)

Luego el Papa se refiere a Silas y a Apolo, y finalmente añade:

Estos tres hombres brillan en el firmamento de los testigos del Evangelio por una característica común, además de por las características propias de cada uno. En común, además del origen judío, tienen la entrega a Jesucristo y al Evangelio, así como el hecho de que los tres fueron colaboradores del apóstol San Pablo. En esta misión evangelizadora original encontraron el sentido de su vida y de este modo se nos presentan como modelos luminosos de desinterés y generosidad.

Por último, pensemos una vez más en la frase de San Pablo: tanto Apolo como yo somos ministros de Jesús, cada uno a su manera, pues es Dios quien da el crecimiento. Esto vale también hoy para todos, tanto para el Papa como para los cardenales, los obispos, los sacerdotes y los laicos. Todos somos humildes ministros de Jesús. Servimos al Evangelio en la medida en que podemos, según nuestros dones, y pedimos a Dios que él haga crecer hoy su Evangelio, su Iglesia.

9 de junio de 2025

9 de junio: San Efrén

 

Entre los numerosos santos que aparecen en el mural de los santos del Patriarcado de Antioquía, en la iglesia San Jorge, se encuentra San Efrén el Sirio, a quien así elogia hoy el Martirologio Romano:

«San Efrén, diácono y Doctor de la Iglesia, que primero ejerció en Nísibe, su patria, el ministerio de la predicación y la enseñanza de la doctrina, y más tarde, al invadir Nísibe los persas, se trasladó a Edesa, en Osroene, donde inició una escuela teológica con los discípulos que le habían seguido, en la que ejerció su ministerio con la palabra y los escritos. Fue célebre por su austeridad de vida y la riqueza de su doctrina, y por los exquisitos himnos que también compuso mereció ser llamado "cítara del Espíritu Santo"».

En nuestra entrada del 9 de junio de 2021, con palabras de Benedicto XVI, nos ocupamos de la vida y obra de San Efrén. Hoy, en cambio, aprovechando que en este día también se celebra la Memoria de María, Madre de la Iglesia, transcribiremos fragmentos de un cántico admirable que en honor de María compuso el sabio poeta.

1. Entona himnos, cítara mía, en alabanza de la Virgen María; eleva tu voz y modula el cántico admirable de esta virgen, hija de David, que dio a luz a la Vida.
3. Engañó el hijo a la serpiente y la pisoteó, e hizo olvidar a Eva el veneno que le había inoculado el mortífero dragón, quien, mediante la mentira aquella la había hundido en el infierno.
16. María es el vellocino sobre el cual descendió del Padre la lluvia de bendición, con cuyas gotas fue asperjado Adán. Y volvió a la vida, y se levantó del sepulcro el que había sido sepultado en el infierno por sus enemigos.
20. Esta Virgen se convirtió en Madre, y conservó intacta su virginidad: siendo virgen lleva en su seno al niño y es Madre de Dios, esclava suya y obra de su sabiduría. 
23. El Verbo de Dios descendió del alto cielo y habitó en la doncella; ésta lo concibió y lo dio a luz. Todo lo referente a esta casta virgen sobrepasa cuanto profieran los labios de cuantos hablan de ella.
27. María lleva el fuego entre sus dedos y con sus brazos abraza la llama. El incendio que la alimentaba asía sus pechos; ella daba su leche al que alimenta a todos los seres. ¿Quién podrá hablar dignamente de ella?
29. El hijo de la tierra trajo al mundo las enfermedades y los dolores y abrió la puerta a la muerte que, entrando, encadenó al mundo. Pero el Hijo de María asumió los dolores del mundo y le hizo el don de la vida.
30. María, conservando intacta su virginidad, como tierra bendita no arada, hizo germinar en su seno el árbol de la vida; gracias a su misericordia todos cuantos comen de él, viven.
37. María, fuente pura, concibió en su seno al torrente de vida, que descendió al mundo vivificando a todos los muertos que, por él, renacieron.
38. María es el templo puro en el que se hospeda Dios, el huésped eterno; en ella se realizó de un modo admirable el misterio por el cual el hombre se hace Dios y Adán es llamado hijo por el Padre.
40. María es la vid que brotó de la raíz bendita de David, cuyos ramos produjeron el racimo de sangre viviente. Adán bebió ese vino, se levantó y volvió al Edén.
44. ¡Oíd las alabanzas en el carro de triunfo de Dios, y los cánticos de la Virgen Madre! ¡En el carro de triunfo, su poder, y en María, su amor! El querubín alaba con temor, la virgen madre acaricia.
45. La voz de la vida es enviada por Ti, oh, Altísimo, al reino de los muertos y dice a Eva: "Una hija tuya, permaneciendo virgen, dio a luz a un hijo que pagó tu deuda".
51. Bendita eres, María, hija de David; y bendito es el fruto que nos diste. Alabado sea el Padre que envió a su Hijo para nuestra redención y bendito el Espíritu Paráclito que nos enseñó este misterio. Alabado sea su nombre.

San Efrén, Carmina Sogita 1 (selección)

6 de junio de 2025

6 de junio: San Marcelino Champagnat

 

San Marcelino Champagnat "debuta" hoy en este blog, así como el templo parroquial del Santo Cristo, donde tomamos las fotos de esta entrada.

Marcelino Benito José Champagnat nació en 1789, en los convulsionados tiempos de la Revolución Francesa. En 1805 ingresó en el seminario menor de VerrièreEn 1815, un nuevo seminarista, Jean Claude Courveille, les comunicó a algunos compañeros su proyecto de una sociedad de religiosos  llamada "Sociedad de María". Marcelino Champagnat, entre otros, se unió a la idea. Más tarde Marcelino incorporó al proyecto su idea de los Hermanos para la educación cristiana y la alfabetización de los niños de las zonas rurales.

El 22 de julio de 1816, junto con Colin, Courveille y otros 50 compañeros, Marcelino fue ordenado sacerdote a los 27 años. Al día siguiente los 12 signatarios de la promesa de constituir la Sociedad de María, capitaneados por el promotor de la idea, P. Courveille, fueron al santuario de Ntra. Sra. de Fourvière, donde participaron de la misa, se consagraron a María y prometieron solemnemente dedicarse a establecer la mencionada Sociedad.

Marcelino fue destinado a una parroquia rural, donde desarrolló un intenso y fecundo apostolado.

El 2 de enero de 1817 fundó la congregación de los Hermanos Maristas  o  Hermanitos de María. ​

En noviembre de 1818 fundó la primera escuela en su pueblo natal, Marlhes, y al año siguiente en su parroquia, La Valla. En el lapso de los siguientes 22 años, hasta su muerte, fundó más de 40 escuelas, en las que se educaron unos 7000 alumnos. En el mismo lapso, la congregación por él fundada tenía unos dejó 280 hermanos, sin contar los casi 50 que ya habían fallecido.



Murió en 1840. Fue beatificado en 1955 y canonizado en 1999 por Juan Pablo II, quien dijo en esa ocasión:

«¿No ardía nuestro corazón mientras nos explicaba las Escrituras?». Este deseo ardiente de Dios que tenían los discípulos de Emaús se manifestó vivamente en Marcelino Champagnat, que fue un sacerdote conquistado por el amor de Jesús y de María. Gracias a su fe inquebrantable, permaneció fiel a Cristo, incluso en medio de las dificultades, en un mundo a menudo sin el sentido de Dios. También nosotros estamos llamados a fortalecernos con la contemplación de Cristo resucitado, siguiendo el ejemplo de la Virgen María.

San Marcelino anunció el Evangelio con un corazón ardiente. Fue sensible a las necesidades espirituales y educativas de su época, especialmente a la ignorancia religiosa y a las situaciones de abandono que vivía particularmente la juventud. Su sentido pastoral es ejemplar para los sacerdotes: llamados a proclamar la buena nueva, también deben ser verdaderos educadores para los jóvenes, que buscan un sentido a su existencia, acompañando a cada uno en su camino y explicándoles las Escrituras. El padre Champagnat es, asimismo, un modelo para los padres y los educadores: les ayuda a contemplar con esperanza a los jóvenes y a amarlos con un amor total, que favorece una verdadera formación humana, moral y espiritual.

Marcelino Champagnat nos invita, además, a ser misioneros, para dar a conocer y hacer amar a Jesucristo, como lo hicieron los Hermanos Maristas incluso en Asia y Oceanía. Con María como guía y Madre, el cristiano es misionero y servidor de los hombres. Pidamos al Señor un corazón tan ardiente como el de Marcelino Champagnat, para reconocerlo y ser sus testigos.


3 de junio de 2025

Martes de la VII Semana de Pascua

Las Primeras Lecturas de las misas feriales del Tiempo Pascual estan tomadas del libro de los Hechos de los Apóstoles. Hoy, Martes de la Séptima Semana de Pascua, se proclama este fragmento (Hech 20, 17-27), del cual remarcamos una frase por los motivos que se develarán al ver la imagen:

«Pablo, desde Mileto, mandó llamar a los presbíteros de la Iglesia de Efeso. Cuando estos llegaron, Pablo les dijo:

"Ya saben cómo me he comportado siempre con ustedes desde el primer día que puse el pie en la provincia de Asia. He servido al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas, en medio de las pruebas a que fui sometido por las insidias de los judíos. Ustedes saben que no he omitido nada que pudiera serles útil; les prediqué y les enseñé tanto en público como en privado, instando a judíos y a paganos a convertirse a Dios y a creer en nuestro Señor Jesús. Y ahora, como encadenado por el Espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que me sucederá allí. Sólo sé que, de ciudad en ciudad, el Espíritu Santo me va advirtiendo cuántas cadenas y tribulaciones me esperan. Pero poco me importa la vida, mientras pueda cumplir mi carrera y la misión que recibí del Señor Jesús: la de dar testimonio de la Buena Noticia de la gracia de Dios.

Y ahora sé que ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino, no volverán a verme. Por eso hoy declaro delante de todos que no tengo nada que reprocharme respecto de ustedes. Porque no hemos omitido nada para anunciarles plenamente los designios de Dios"».


La frase destacada (Hech 20, 19) es transcripta así en algunas Biblias en lengua inglesa: "Serving the Lord with all humility of mind, and with many tears, and temptations, which befell me by the lying in wait of the Jews". La expresión "Serving the Lord with all humility of mind" está escrita en el vitral que ilustra esta entrada, que pertenece a la Iglesia Presbiteriana San Andrés, que hoy visitamos por primera vez.

Leemos en Art Bible este comentario (traducción del inglés proporcionada por Google):

«El versículo Hechos 20:19 en la  versión King James de la Biblia dice: "Sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas y pruebas que me sobrevinieron por las asechanzas de los judíos". Este versículo lo pronuncia el apóstol Pablo mientras reflexiona sobre su ministerio y los desafíos que enfrentó al servir al Señor.

(...) Pablo enfatiza la importancia de servir al Señor con humildad de mente, reconociendo su propia debilidad y dependencia de Dios. Esta humildad se contrasta con las lágrimas y las tentaciones que soportó, demostrando las pruebas y dificultades que a menudo acompañan una vida de fe. A pesar de estos desafíos, Pablo se mantuvo firme en su compromiso de servir al Señor, mostrando resiliencia y perseverancia frente a la adversidad.

El contexto de este versículo es importante para entender su significado. Pablo está hablando a los ancianos de la iglesia de Éfeso, preparándose para dejarlos y viajar a Jerusalén. Sabe que enfrentará más persecución y dificultades, pero está decidido a seguir predicando el evangelio y cumpliendo su llamado. En este contexto, las palabras de Pablo transmiten un sentido de urgencia y determinación, ya que implora a los ancianos a permanecer fieles y vigilantes en su propio ministerio.

(...) En un mundo donde el orgullo y la confianza en uno mismo suelen ser valorados, el énfasis de Pablo en la humildad sirve como recordatorio de la verdadera fuente de poder y eficacia en el servicio cristiano. Las lágrimas y las tentaciones que menciona simbolizan las pruebas y tribulaciones que los creyentes pueden enfrentar mientras buscan seguir a Cristo. Estos desafíos pueden tomar muchas formas, incluyendo la persecución, la duda y las luchas internas, pero el ejemplo de Pablo anima a los creyentes a permanecer firmes en su fe a pesar de estos obstáculos.

En general, Hechos 20:19 es un poderoso recordatorio de las exigencias y las recompensas de una vida dedicada a servir al Señor. (...) En un mundo que a menudo valora la autosuficiencia y el éxito, el mensaje de este versículo es tan relevante y desafiante hoy como lo fue en la época del apóstol Pablo».

1 de junio de 2025

Domingo VII de Pascua

En el Ciclo C, la Segunda Lectura de la misa del Séptimo Domingo de Pascua (en los lugares en que no está  ocupado por la Solemnidad de la Ascensión)   dice así:

Yo, Juan, escuché una voz que me decía:

Pronto regresaré trayendo mi recompensa, para dar a cada uno según sus obras. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin. ¡Felices los que lavan sus vestiduras para tener derecho a participar del árbol de la vida y a entrar por las puertas de la Ciudad!

Yo Jesús, he enviado a mi mensajero para dar testimonio de estas cosas a las Iglesias. Yo soy el Retoño de David y su descendencia, la Estrella radiante.

El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!», y el que escucha debe decir: «¡Ven!». Que venga el que tiene sed, y el que quiera, que beba gratuitamente del agua de la vida.

El que garantiza estas cosas afirma: «¡Sí, volveré pronto!».

¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!

(Apoc 22, 12-14.16-17.20) 

Las palabras en negrita están representadas en la pintura del techo de la Basílica de la Inmaculada Concepción, de Concepción del Uruguay.