31 de agosto de 2023

31 de agosto: Santos José de Arimatea y Nicodemo

El Martirologio trae hoy la «conmemoración de los santos José de Arimatea y Nicodemo, que recogieron el cuerpo de Jesús bajado de la cruz y, envolviéndolo en una sábana, lo pusieron en el sepulcro. José, noble senador y discípulo del Señor, esperaba el reino de Dios, y Nicodemo, que era fariseo y principal entre los judíos, había ido de noche a ver a Jesús para preguntarle acerca de su misión y luego le defendió ante de pontífices y fariseos que buscaban su detención».

En un cuadro titulado "Descendimiento de la cruz", exhibido en el templo parroquial de Nuestra Señora de Loreto, se ve a ambos santos -junto a otros personajes bíblicos- ayudando a bajar del madero el cuerpo exánime del Señor.


Nicodemo es nombrado sólo en el Evangelio de Juan, en tres ocasiones:

1) Aparece por primera vez en el capítulo  3, en el célebre diálogo con Jesús acerca de "nacer de nuevo":
Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos. Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Maestro, sabemos que tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él».  Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios».  Nicodemo le preguntó: «¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y volver a nacer?». Jesús le respondió: «Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace de Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: «Ustedes tienen que renacer de lo alto». El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu».  «¿Cómo es posible todo esto?», le volvió a preguntar Nicodemo. Jesús le respondió: «¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas? (...)».
(Jn 3, 1-10).

2) En el capítulo 7, después de la polémica acerca de la figura de Jesús, algunos quieren prenderlo y juzgarlo, pero Nicodemo interviene y defiende a Jesús:

Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: «Este es verdaderamente el Profeta». Otros decían: «Este es el Mesías». Pero otros preguntaban: «¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era David?».  Y por causa de él, se produjo una división entre la gente.

Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él. Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: «¿Por qué no lo trajeron?». Ellos respondieron: «Nadie habló jamás como este hombre». Los fariseos respondieron: «¿También ustedes se dejaron engañar? ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él? En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita».

Nicodemo, uno de ellos, que había ido a ver a Jesús, les dijo: «¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?». Le respondieron: «¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta».

(Jn 7, 40-52)

3) En el capítulo 19, tras la muerte de Jesús, Nicodemo hace su última aparición, que es la que recoge la pintura que hoy compartimos:

José de Arimatea, que era discípulo de Jesús –pero secretamente, por temor a los judíos– pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a retirarlo.  Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo una mezcla de mirra y áloe, que pesaba unos treinta kilos. Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas, agregándole la mezcla de perfumes, según la costumbre de sepultar que tienen los judíos.
(Jn 19, 38-40)

Por su parte, José de Arimatea es nombrado por los cuatro Evangelistas, siempre en el marco de la muerte y sepultura de Jesús:

Mt 27, 57-60: «Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús, y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran. Entonces José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue».

Mc 15, 42-46:  «Era día de Preparación, es decir, vísperas de sábado. Por eso, al atardecer, José de Arimatea –miembro notable del Sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios– tuvo la audacia de presentarse ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto. Informado por el centurión, entregó el cadáver a José. Este compró una sábana, bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro».

Lc 23, 50-54: «Llegó entonces un miembro del Consejo, llamado José, hombre recto y justo,  que había disentido con las decisiones y actitudes de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. Fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.  Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie había sido sepultado. Era el día de la Preparación, y ya comenzaba el sábado».

Jn 19, 38: «Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús –pero secretamente, por temor a los judíos– pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a retirarlo».

27 de agosto de 2023

Domingo XXI Durante el Año

El vitral que vemos a continuación (de la iglesia mercedina consagrada a San Patricio) representa, como reza al pie, la  "Institución de la Confesión".


Según la mayoría de las fuentes consultadas, el Sacramento de la Penitencia fue instituido por Jesucristo en la tarde de Pascua, cuando al soplar sobre los Apóstoles les dijo: «Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan» (Jn 20, 22-23). Pero no parece ser esa la escena representada, pues Cristo Resucitado suele aparecer vestido de blanco y mostrando sus llagas gloriosas. 

Por ello presumimos que el vitral muestra en realidad el momento del "anuncio" del sacramento, que se distingue de la "institución", tal como lo muestra esta cuadro ¹:

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica (1444): «Al hacer partícipes a los Apóstoles de su propio poder de perdonar los pecados, el Señor les da también la autoridad de reconciliar a los pecadores con la Iglesia. Esta dimensión eclesial de su tarea se expresa particularmente en las palabras solemnes de Cristo a Simón Pedro: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16,19). "Consta que también el colegio de los Apóstoles, unido a su cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro (cf. Mt 18,18; 28,16-20)" (Lumen Gentium, 22)».


El fragmento del capítulo 16 del Evangelio de San Mateo que es citado en el párrafo del Catecismo que hemos transcripto forma parte de la lectura evangélica del Domingo XXI del Tiempo Ordinario en el Ciclo A (Mt  16, 13-20):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

—«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

—«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

—«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

—«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió:

—«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.


¹  Andrés Dossin: "Vivir con Cristo" (Paulinas, 1963)

25 de agosto de 2023

25 de agosto: San Luis, Rey de Francia

 

La imagen no es buena, pero sabemos que se trata de un rey por la corona que lleva, y que es un santo porque tiene aureola. Las lises de sus vestiduras y el cojín en el que sostiene lo que parece ser la Corona de Espinas de Jesús, indican que el santo representado en este vitral es San Luis IX de Francia.

Dice hoy el Martirologio:

«San Luis IX, rey de Francia, que, tanto en tiempo de paz como durante las guerras interpuestas en defensa del cristianismo, se distinguió excepcionalmente por su activa fe y por la justicia en el gobierno, el amor a los pobres y la constancia en las adversidades. Tuvo once hijos en su matrimonio, a los que educó de una manera inmejorable y piadosa, y gastó sus bienes y fuerzas, y su vida misma, en la adoración de la cruz, la corona de espinas y el sepulcro del Señor, hasta que, mientras estaba acampado cerca de Túnez, en la costa de África del Norte, murió contagiado de peste († 1270).»

Las fotos las tomamos en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de la avenida Rivadavia en marzo de 2018.



Oración Colecta:

Dios nuestro, que hiciste pasar a San Luis
de las solicitudes del gobierno temporal
a la gloria del Reino de los cielos,
concédenos, por su intercesión,
que en todas las ocupaciones temporales,
busquemos siempre tu reino eterno.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

21 de agosto de 2023

Lunes de la Semana XX Durante el Año

El Evangelio de la misa de hoy, lunes de la Semana XX del Tiempo Ordinario en año impar, corresponde al episodio del llamado "joven rico" (Mateo 19, 16-22):

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:

—«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?».

Jesús le contestó:

—«¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos».

Él le preguntó:

—«¿Cuáles?».

Jesús le contestó:

—«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».

El muchacho le dijo:

—«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?».

Jesús le contestó:

—«Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres —así tendrás un tesoro en el cielo— y luego vente conmigo».

Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.


Bellamente está representado el episodio en el cielorraso de la iglesia del Salvador. 

Este joven ha permanecido anónimo -dijo Benedicto XVI el 15 de octubre de 2006-; si hubiera respondido positivamente a la invitación de Jesús, se habría convertido en su discípulo y probablemente los evangelistas habrían registrado su nombre. Este hecho permite vislumbrar (...) [que] si el hombre pone su seguridad en las riquezas de este mundo no alcanza el sentido pleno de la vida y la verdadera alegría; por el contrario, si, fiándose de la palabra de Dios, renuncia a sí mismo y a sus bienes por el reino de los cielos, aparentemente pierde mucho, pero en realidad lo gana todo.

19 de agosto de 2023

19 de agosto: San Ezequiel Moreno Díaz

Celebramos hoy a «San Ezequiel Moreno Díaz, obispo de Pasto, en Colombia, de la Orden de Agustinos Recoletos, que dedicó toda su vida a anunciar el Evangelio, tanto en las Islas Filipinas como en América del Sur, y falleció en Monteagudo, lugar de Navarra, en España»


Fue canonizado  por San Juan Pablo II en el contexto de la celebración de los Quinientos Años de la Evangelización de América. El Pontífice dijo en aquella ocasión que Ezequiel Moreno «en su vida y obra apostólica compendia admirablemente los elementos centrales de la efemérides que celebramos»

En la reseña de su vida santa , añadió el Papa,

aparecen España, Filipinas y América Latina como los lugares en que desarrolló su incansable labor misionera este hijo insigne de la Orden Agustina Recoleta. Como obispo de Pasto, en Colombia, se sintió particularmente urgido por el celo apostólico que (...)  hace exclamar a san Pablo: “¿Cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique?” (Rm 10, 14).

 

[San Ezequiel] se nos presenta ante todo como modelo de evangelizador, cuyo incontenible deseo de anunciar a Cristo guió todos los pasos de su vida. En Casanare, Arauca, Pasto, Santafé de Bogotá y tantos otros lugares se entregó sin reserva a la predicación, al sacramento de la reconciliación, a la catequesis, a la asistencia a los enfermos. Su inquebrantable fe en Dios, alimentada en todo momento por una intensa vida interior, fue la gran fuerza que le sostuvo en su dedicación al servicio de todos, en particular de los más pobres y abandonados. Como Pastor profundamente espiritual y vigilante, dio vida a diversas asociaciones religiosas; y a donde no podía llegar en persona procuraba hacerse presente mediante la publicación, el periódico, la carta particular.

San Ezequiel Moreno, con su vida y obra de evangelizador, es modelo para los Pastores, especialmente de América Latina, que bajo la guía del Espíritu quieren responder con nuevo ardor, nuevos métodos y nueva expresión a los grandes desafíos con que se enfrenta la Iglesia latinoamericana, la cual, llamada a la santidad, que es la más preciada riqueza del cristianismo, ha de proclamar sin descanso a “Jesucristo ayer, hoy y siempre” (Hb 13, 8). El Señor Jesús, que fue anunciado por primera vez a los pueblos de este continente hace quinientos años, nos trae la salvación, pues sólo Él tiene palabras de vida eterna (cf. Jn., 6, 69). “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Ibíd., 3, 16). Es el Dios que ama al hombre hasta entregar su vida por él. Es el Dios encarnado, que muere y resucita. ¡Es el Dios Amor!

Dado que él mismo padeció cáncer, es invocado como patrono de quienes sufren esa enfermedad, y de los enfermos en general. Eso explica la oración que aparece junto a su imagen, en la iglesia de la Consolación.


16 de agosto de 2023

16 de agosto: Beata Petra de San José

Hoy señala el Martirologio: «En Barcelona, en España, Beata Petra de San José (Ana Josefa) Pérez Florido, virgen, que ofreció con alegría un cuidado asiduo a los ancianos abandonados y fundó la Congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña, para atención de los pobres».



Ana Josefa nació en 1845 en el Valle de Abdalajís (Málaga). Cuando era joven rompió su noviazgo al sentirse llamada por Cristo, pero la oposición de su padre impidió que ingresara en la vida religiosa. Se unió entonces a otras jóvenes para vivir en la vida cotidiana en su propio pueblo su entrega al Señor, en la oración y en las obras de caridad.

Al morir su padre ingresó con sus compañeras en la naciente Congregación de las Mercedarias de la Caridad. Pero pocos meses después, convencida de que el Señor no la quería allí, salió con sus compañeras de esa congregación; con el apoyo del Obispo de Málaga fundó en la Navidad de 1880 una nueva familia religiosa, las Madres de Desamparados (más tarde se añadió al nombre "y San José de la Montaña"). Tras superar diversos obstáculos la nueva congregación recibió la aprobación oficial diocesana en 1881 y más tarde la pontificia.

Agotada por su entrega sin límites, por las persecuciones sufridas y por una grave enfermedad, Petra murió a los 60 años, en Barcelona, el 16 de agosto de 1906. El 16 de octubre de 1994 fue beatificada por San Juan Pablo II.


Dijo Juan Pablo II en la misa de beatificación:

La Beata Petra de San José es ejemplo de mujer consagrada que, en medio de innumerables dificultades, acoge con fe el carisma que el Espíritu le otorga al servicio de todos.

Huérfana desde muy niña tomó por madre a la Virgen. Esta experiencia marcó toda su vida, descubriendo que su quehacer debía consistir en ser madre para niños, jóvenes o ancianos que carecían del cariño y afecto familiar. Así madre Petra manifiesta cómo la virginidad de los religiosos y religiosas se convierte en una fecunda maternidad espiritual, encauzada y llevada a plenitud a través del amor esponsal a Jesucristo, y realizada en la disponibilidad total y abierta a los desamparados.

Sintiéndose amada por Dios y respondiendo a ese amor, incluso en medio de las pruebas, nos ofrece un modelo luminoso de oración, de sacrificio por los hermanos y de servicio a los pobres, manifestaciones de la vida religiosa sobre la que reflexionan ahora los Padre Sinodales.

Su profunda devoción y su confianza ilimitada en San José caracterizaron toda su vida y su obra, siendo llamada "apóstol josefino del siglo XIX". En los último momento de su existencia terrena afloran a sus labios los nombres de Jesús, María y José: La Sagrada Familia de Nazaret, en cuya escuela de amor, oración y misericordia forjó su espiritualidad, conduciendo a sus Hijas por este camino de santidad.

En Buenos Aires hay un hogar para ancianas de las Madres de los Desamparados, en el barrio de Devoto, y en las paredes externas se ven los mosaicos que ilustran esta entrada.

14 de agosto de 2023

14 de agosto: San Maximiliano Kolbe

Hoy se celebra la Memoria de «San Maximiliano María (Raimundo) Kolbe, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que, fundador de la Milicia de María Inmaculada, fue deportado a diversos lugares de cautiverio y finalmente, internado en el campo de exterminio de Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, donde se ofreció a los verdugos a cambio de la vida de otro cautivo, ofreciendo su ministerio como un holocausto de caridad y como modelo de fidelidad para con Dios y los hombres († 1941)».


Una imagen del santo mártir polaco -canonizado por su connacional Juan Pablo II en 1982- puede verse en el ingreso al Museo Franciscano anexo a la Basílica de San Francisco de Asís, en Buenos Aires.

Oración Colecta:

Señor Dios, que encendiste

a San Maximiliano María, 

presbítero y mártir,

en amor a la Virgen Inmaculada

y lo colmaste de celo por la salvación de las almas

y de caridad hacia el prójimo,

concédenos, por su intercesión,

que, solícitos en el servicio a los hermanos 

por la gloria divina,

nos hagamos semejantes a tu Hijo, 

que dio su vida por nosotros.

Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo

y es Dios, por los siglos de los siglos.

12 de agosto de 2023

Santa María "en sábado"

 

Así se refería el Concilio Vaticano II, en la Constitución Lumen Gentium, a  «aquella que, después de Cristo, ocupa en la santa Iglesia el lugar más alto y a la vez el más próximo a nosotros»:


«Queriendo Dios, infinitamente sabio y misericordioso, llevar a cabo la redención del mundo, «al llegar la plenitud de los tiempos, envió a su Hijo, nacido de mujer, ... para que recibiésemos la adopción de hijos» (Ga 4, 4-5). «El cual, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, descendió de los cielos y por obra del Espíritu Santo se encarnó de la Virgen María» [Símbolo constantinopolitano]. Este misterio divino de la salvación nos es revelado y se continúa en la Iglesia, que fue fundada por el Señor como cuerpo suyo, y en la que los fieles, unidos a Cristo Cabeza y en comunión con todos sus santos, deben venerar también la memoria «en primer lugar de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo» [Misal Romano, en el Canon].

Efectivamente, la Virgen María, que al anuncio del ángel recibió al Verbo de Dios en su alma y en su cuerpo y dio la Vida al mundo, es reconocida y venerada como verdadera Madre de Dios y del Redentor. Redimida de modo eminente, en previsión de los méritos de su Hijo, y unida a El con un vínculo estrecho e indisoluble, está enriquecida con la suma prerrogativa y dignidad de ser la Madre de Dios Hijo, y por eso hija predilecta del Padre y sagrario del Espíritu Santo; con el don de una gracia tan extraordinaria aventaja con creces a todas las otras criaturas, celestiales y terrenas. Pero a la vez está unida, en la estirpe de Adán, con todos los hombres que necesitan de la salvación; y no sólo eso, «sino que es verdadera madre de los miembros (de Cristo)..., por haber cooperado con su amor a que naciesen en la Iglesia los fieles, que son miembros de aquella Cabeza» [S. Agustín, De s. virginitate]. Por ese motivo es también proclamada como miembro excelentísimo y enteramente singular de la Iglesia y como tipo y ejemplar acabadísimo de la misma en la fe y en la caridad, y a quien la Iglesia católica, instruida por el Espíritu Santo, venera, como a madre amantísima, con afecto de piedad filial».

Con este texto, y con la imagen que se venera en la iglesia de San Bonifacio, honramos la Memoria sabatina de la Bienaventurada Virgen María.

10 de agosto de 2023

10 de agosto: Fiesta de San Lorenzo

Veamos la imagen. Se trata de una pintura en la pared perpendicular ubicada a la derecha del retablo mayor de la iglesia del Salvador, sobre la avenida Callao.

Una multitud de santos se encuentra en actitud de adoración a los pies de la Cruz de Cristo. No es posible identificarlos a todos, en parte por el ángulo en que nos vimos obligados a tomar la foto; pero entre ellos se distingue claramente, por llevar el célebre instrumento de su martirio, el diácono San Lorenzo.

El Martirologio elogia al santo con estas palabras: 

«San Lorenzo, diácono y mártir, que fervientemente deseoso, como cuenta San León Magno, de compartir la suerte del papa Sixto II en su martirio, al recibir del tirano la orden de entregar los tesoros de la Iglesia, él, festivamente, le presentó a los pobres en cuyo sustento y abrigo había gastado abundante dinero. Tres días más tarde, por la fe de Cristo venció el suplicio del fuego, y el instrumento de su martirio se convirtió en distintivo de su triunfo. Su cuerpo fue enterrado en Roma, en el cementerio de Campo Verano, conocido desde entonces por su nombre». 

En 2008, durante una visita a la Basílica de San Lorenzo Extramuros en el 1750° aniversario de la muerte del santo, el sabio pontífice Benedicto XVI se refirió al «glorioso martirio de San Lorenzo, archidiácono del Papa San Sixto II y su fiduciario en la administración de los bienes de la comunidad»:

«La historia nos confirma cuán glorioso es el nombre de este santo, ante cuyo sepulcro estamos reunidos. Su solicitud por los pobres, el generoso servicio que prestó a la Iglesia de Roma en el ámbito de la ayuda y de la caridad, y su fidelidad al Papa, que lo impulsó a querer seguirlo en la suprema prueba del martirio y el testimonio heroico de la sangre, que dio sólo pocos días después, son hechos universalmente conocidos.


San León Magno, en una hermosa homilía, comenta así el atroz martirio de este "ilustre héroe": "Las llamas no pudieron vencer la caridad de Cristo; y el fuego que lo quemaba por fuera era más débil del que ardía dentro de él". Y añade: "El Señor quiso exaltar hasta tal punto su nombre glorioso en todo el mundo que, desde Oriente hasta Occidente, en el resplandor vivísimo de la luz irradiada por los más grandes diáconos, la misma gloria que recibió Jerusalén por Esteban tocó también a Roma por los méritos de Lorenzo" (Homilía 85, 4: PL 54, 486)». 

5 de agosto de 2023

5 de agosto: Nuestra Señora de las Nieves

 



La tradición señala que en época del papa Liberio (que gobernó la Iglesia entre 352 y 366) la Madre de Dios manifestó que deseaba que se le erigiese una iglesia en cierto lugar de Roma,  mediante una nevada milagrosa en pleno verano.

En ese tiempo vivía en Roma una piadosa pareja de gran riqueza material pero sin hijos; el matrimonio rezó con devoción a María para que Ella los guiara a fin de saber a quién dejarle la herencia. La Virgen se les apareció en sueños en la noche del 4 de agosto, diciéndoles que deseaba que le construyeran una basílica en el Monte Esquilino (una de las siete colinas de Roma), en el punto preciso que Ella señalaría con una nevada. Según una versión, también se le apareció al Papa Liberio con el mismo mensaje; otra versión dice que el matrimonio se dirigió de inmediato a ver al Papa para hacerle saber el mensaje de la Virgen. Lo cierto es que en la mañana del 5 de agosto, mientras brillaba el sol en pleno verano romano, la ciudad quedó sorprendida al ver un terreno nevado. La nieve cubría exactamente el espacio que debía ser utilizado para el templo y desapareció una vez señalado el lugar. La obra se concluyó un año después, gracias a los aportes de la familia. Aunque ese templo original ya no existe, en el mismo lugar fue edificado en 434 otro grandioso templo en honor de la Madre de Dios, como recuerdo del Concilio de Éfeso; recibió el nombre de Santa María la Mayor, por ser en dignidad y antigüedad la primera de las iglesias de la Ciudad Eterna consagradas a la Theotokos.


Las dos fotos que ilustran esta entrada (la primera tomada en 2022, la segunda en 2015) se exhiben en el templo porteño dedicado a Nuestra Señora de las Nieves y representan, de derecha a izquierda, la aparición de la Virgen durante el sueño del matrimonio, la nevada milagrosa en el monte, y el encuentro de los piadosos  esposos con el papa Liberio.

2 de agosto de 2023

2 de agosto: Santa María de los Ángeles de la Porciúncula

La familia religiosa de San Francisco de Asís celebra hoy con el grado litúrgico de Fiesta a Santa María de los Ángeles de la Porciúncula, conmemoración cuya historia y sentido explica de este modo un sitio franciscano:

«El Seráfico Padre San Francisco, por su amor singular a la Santísima Virgen, se desveló por la capillita denominada Santa María de los Ángeles, o de la Porciúncula. Allí tuvo feliz comienzo la Orden de Menores, allí se preparó el principio de las clarisas, allí acabó él felizmente su carrera. Según se dice, en esa misma capilla logró el Seráfico Padre la célebre indulgencia que los sumos Pontífices confirmaron y extendieron a otras muchas iglesias. Por la concesión de tantos y tan grandes favores, se nos hizo la gracia de celebrar una fiesta litúrgica hoy, aniversario de la dedicación de aquella capilla»


La Segunda Lectura del Oficio de Lecturas de hoy está tomada de los escritos de Tomás Celano ¹: "Mantened muy digno de todo honor este lugar en que habita Dios".
El siervo de Dios Francisco, pequeño de talla, humilde de alma, menor por profesión, estando en el siglo, escogió para sí y para los suyos una porcioncilla del mundo, ya que no pudo servir de otro modo a Cristo sin tener algo del mundo. Pues no sin presagio divino se había llamado de antiguo Porciúncula éste lugar que debía caberles en suerte a los que nada querían tener del mundo. 
Es de saber que había en el lugar una iglesia levantada en honor de la Virgen Madre, que por su singular humildad mereció ser, después de su Hijo, cabeza de todos los santos. La Orden de los Menores tuvo su origen en ella, y en ella, creciendo el número, se alzó, como cimiento estable, su noble edificio.
El santo amó este lugar sobre todos los demás, y mandó que los Hermanos tuviesen veneración especial por él, y quiso que se conservase siempre como espejo de la Religión en humildad y pobreza, altísima, reservada a otros su propiedad, teniendo el santo y los suyos el simple uso. 
Se observaba en él la más estrecha disciplina en todo, tanto en el silencio y en el trabajo como en las demás prescripciones regulares. No se admitían en él sino hermanos especialmente escogidos, llamados de diversas partes, a quienes el santo quería devotos de veras para con Dios y del todo perfectos. Estaba también absolutamente prohibida la entrada de seglares. Los moradores de aquel lugar estaban entregados sin cesar a las alabanzas divinas día y noche, y llevaban vida de ángeles, que difundía en torno maravillosa fragancia.
Pues, aunque sabía que en todo rincón de la tierra se encuentra el reino de los cielos y creía que en todo lugar se otorga la gracia divina a los elegidos de Dios, él había experimentado que el lugar de la iglesia de Santa María de la Porciúncula estaba henchido de gracia más abundante y que lo visitaban con frecuencia los espíritus celestiales. Por eso solía decir muchas veces a los hermanos:
«Mirad, hijos míos, que nunca abandonéis este lugar. Si os expulsan por un lado, volved a entrar por el otro, porque este lugar es verdaderamente santo y morada de Dios. Fue aquí donde, siendo todavía pocos, nos multiplicó el Altísimo; aquí iluminó el corazón de sus pobres con la luz de su sabiduría; aquí encendió nuestras voluntades en el fuego de su amor. Aquí, el que ore con corazón devoto obtendrá lo que pida, y el que profane este lugar será castigado con mucho rigor. Por tanto, hijos míos, mantened muy digno de todo honor este lugar en que habita Dios y cantad al Señor de todo corazón, con voces de júbilo y de alabanza.»

RESPONSORIO
R. Virgen María, eres puerta del cielo y estrella del mar; como Madre del Rey eterno, haznos gratos a tu Hijo. 
* Porque de ti emana toda virtud, toda gracia, toda gloria. 


Las dos fotos de la entrada de hoy (la primera tomada en 2022,  y en 2016 la segunda), muestran en el vitral, detrás de la imagen de la "Madre del Rey eterno", una representación de la concesión de la "Santa Indulgencia de la Porciúncula", como se lee al pie.

Más datos sobre la fiesta de hoy en nuestra entrada del 2 de agosto de 2021.

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¹ BAC 399, San Francisco de Asís, Madrid 1978, pp. 241 y 206–207