31 de octubre de 2023

Martes de la Semana XXX Durante el Año

En la Liturgia de las Horas, excepto en Completas, los salmos están distribuidos a lo largo de cuatro semanas. La primera semana del Salterio coincide con el comienzo de cada tiempo litúrgico; transcurridas las cuatro semanas, se vuelve a comenzar hasta que corresponda un nuevo reinicio.

En función de lo señalado, en la Semana XXX Durante el Año corresponde usar los salmos de la Semana II del Salterio. En la Hora Intermedia de hoy se reza el salmo 54, dividido en dos fragmentos. El fragmento II dice:


Ant. 3. Yo invoco a Dios, y el Señor me salva.


Si mi enemigo me injuriase, lo aguantaría;

si mi adversario se alzase contra mí, me escondería de él;

pero eres tú, mi compañero,

mi amigo y confidente,

a quien me unía una dulce intimidad:

juntos íbamos entre el bullicio por la casa de Dios.


Pero yo invoco a Dios, y el Señor me salva:

por la tarde, en la mañana, al mediodía,

me quejo gimiendo.


Dios escucha mi voz: 

su paz rescata mi alma de la guerra que me hacen,

porque son muchos contra mí.


Dios me escucha, 

los humilla el que reina desde siempre,

porque no quieren enmendarse ni temen a Dios.


Levantan la mano contra su aliado,

violando los pactos;

su boca es más blanda que la manteca,

pero desean la guerra;

sus palabras son más suaves que el aceite,

pero son puñales.


Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará;

no permitirá jamás que el justo caiga.


Tú, Dios mío, los harás bajar a ellos a la fosa profunda,

Los traidores y sanguinarios

no cumplirán ni la mitad de sus años.

Pero yo confío en ti.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Ant. 3. Yo invoco a Dios, y el Señor me salva.


Las palabras destacadas en negrita son las que ahora nos interesan: Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará (Sal 54, 23), vertido en El Libro del Pueblo de Dios como Confía tu suerte al Señor, y él te sostendrá. En latín: Iacta super Dominum curam tuam, et ipse te enutriet.

"Ipse te enutriet": Él mismo te sustentará, te sostendrá, te nutrirá. La frase aparece grabada al pie de la imponente Cruz que hay junto al altar mayor de la iglesia del Salvador.


En las Enarraciones sobre los Salmos,  al comentar este salmo, San Agustín hace referencia al episodio  en que, tras decir Cristo "Si alguien no come mi carne y bebe mi sangre, no tendrá vida en él", sus oyentes, que no comprendían, se dijeron unos a otros: "¡Qué duras son estas palabras! ¿Quién podrá escucharlas?". Luego, cuando el Señor les dijo a los Doce "¿Vosotros no queréis iros también?", Pedro le respondió: "¿A quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna (Jn 6,54-69)". Y continúa el santo Obispo de Hipona:

Prestad atención, os lo suplico, hermanos, y, como niños, aprended lo que es la piedad. ¿Acaso Pedro comprendía ya todo el misterio de aquellas palabras del Señor? No, todavía no lo comprendía; pero creía con humildad que aquellas palabras que no entendía eran buenas. Luego si son duras las palabras, y todavía no se comprenden, que lo sean para el impío, pero a ti la piedad te las ablandará; algún día llegará en que se aclaren, y serán para ti como el aceite, y penetrará hasta los huesos.

Y como si fuera el mismo Pedro, después de que quedaran escandalizados por la dureza que, según ellos, tenían las palabras del Señor, y como si con él dijera: "¿A quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna", añadió: Deposita en el Señor tus preocupaciones, que él mismo te nutrirá. Eres un niño, aún no entiendes los misterios de las palabras: quizá el pan está escondido para ti, y debes ser alimentado todavía con leche (1 Cor 3,2); no te enojes con los pechos, ellos te harán capaz de sentarte a la mesa, para lo cual todavía no estás preparado. Mirad cómo gracias a la separación de los herejes, muchas durezas se han ido ablandando. Sus palabras duras se han vuelto más suaves que el aceite, y son como dardos, que han armado a los evangelizadores: sus palabras se dirigen al corazón de todos los oyentes, insistiéndoles a tiempo y a destiempo. Con tales discursos, con tales palabras, como si fueran saetas, son heridos los corazones humanos para llevarlos al amor de la paz. Eran duros, pero se han vuelto suaves. Suaves, sí, pero sin perder su eficacia, convirtiéndose en dardos. Sus palabras son más suaves que el aceite, y ellas —las palabras suaves—, son como dardos. Pero quizá tú no estás preparado todavía para ser armado con estos dardos, es posible que tales palabras obscuras no se te hayan aclarado, no se te hayan hecho suaves las palabras duras. Deposita en el Señor tus preocupaciones, que él mismo te nutrirá. Abandónate en el Señor. Sí, quieres ya abandonarte en el Señor: que nadie se te ponga en lugar del Señor. Deposita en el Señor tus preocupaciones. Mira cómo aquel gran soldado de Cristo no quiso tomar a su cargo el cuidado de los niños: ¿Es que Pablo fue crucificado por vosotros, o estáis bautizados en el nombre de Pablo? (1 Cor 1,13). ¿Qué intentaba decirles, sino: Depositad en Dios vuestras preocupaciones, y él mismo os nutrirá? Bien, un niño quiere ahora depositar en el Señor sus preocupaciones, y viene uno cualquiera y le dice: «Yo me encargo». Como una navecilla que fluctúa sin rumbo le dice: «Yo me encargo de ti». Tú respóndele: «Yo busco un puerto, no un peñasco». Deposita en el Señor tus preocupaciones, que él mismo te nutrirá Y verás cómo te recibe el puerto: No permitirá que el justo fluctúe para siempre. Te parecerá que andas fluctuando en este mar, pero el que te recibe es el puerto. Procura, eso sí, no desasirte del ancla antes de entrar en el puerto. La nave, sujeta a las anclas, está fluctuando, pero no será arrojada muy lejos de la costa; y no fluctuará para siempre, aunque lo haga en algunas ocasiones. Precisamente a esa fluctuación se refieren las anteriores palabras: Me entristecí en las pruebas, y me turbé. Esperaba alguien que me salvase de mi cobardía y de la tempestad. Habla fluctuando, pero no fluctuará para siempre, pues su ancla está firme, y su ancla es su esperanza. No permitirá que el justo fluctúe para siempre.


La imagen eucarística del pelícano alimentando a sus pichones, que aparece debajo de la frase, al pie de la Cruz de Cristo, completa admirablemente la referencia del salmo y el comentario de San Agustín.


28 de octubre de 2023

28 de octubre: Fiesta de San Simón y San Judas

En entradas de años anteriores para esta misma fecha (ver 2016, 2017, 2018, 2019 y 2021), hemos expuesto prácticamente todos los escasos datos que tenemos acerca de estos dos apóstoles. Por ello hoy nos limitaremos a mostrar las imágenes de ambos en el nártex de la Catedral de Mar del Plata, junto con  la catequesis de Benedicto XVI sobre ellos el 11 de octubre de 2006.


Hoy contemplamos a dos de los doce Apóstoles:  Simón el Cananeo y Judas Tadeo (a quien no hay que confundir con Judas Iscariote). Los consideramos juntos, no sólo porque en las listas de los Doce siempre aparecen juntos (cf. Mt 10, 4; Mc 3, 18; Lc 6, 15; Hch 1, 13), sino también porque las noticias que se refieren a ellos no son muchas, si exceptuamos el hecho de que el canon del Nuevo Testamento conserva una carta atribuida a Judas Tadeo.


 


Simón recibe un epíteto diferente en las cuatro listas:  mientras Mateo y Marcos lo llaman "Cananeo", Lucas en cambio lo define "Zelota". En realidad, los dos calificativos son equivalentes, pues significan lo mismo:  en hebreo, el verbo qanà' significa "ser celoso, apasionado" y se puede aplicar tanto a Dios, en cuanto que es celoso del pueblo que eligió (cf. Ex 20, 5), como a los hombres que tienen celo ardiente por servir al Dios único con plena entrega, como Elías (cf. 1 R 19, 10).

Por tanto, es muy posible que este Simón, si no pertenecía propiamente al movimiento nacionalista de los zelotas, al menos se distinguiera por un celo ardiente por la identidad judía y, consiguientemente, por Dios, por su pueblo y por la Ley divina. Si es así, Simón está en los antípodas de Mateo que, por el contrario, como publicano procedía de una actividad considerada totalmente impura. Es un signo evidente de que Jesús llama a sus discípulos y colaboradores de los más diversos estratos sociales y religiosos, sin exclusiones. A él le interesan las personas, no las categorías sociales o las etiquetas.

Y es hermoso que en el grupo de sus seguidores, todos, a pesar de ser diferentes, convivían juntos, superando las imaginables dificultades:  de hecho, Jesús mismo es el motivo de cohesión, en el que todos se encuentran unidos. Esto constituye claramente una lección para nosotros, que con frecuencia tendemos a poner de relieve las diferencias y quizá las contraposiciones, olvidando que en Jesucristo se nos da la fuerza para superar nuestros conflictos.

Conviene también  recordar  que  el grupo de los Doce es la prefiguración de la Iglesia, en la que deben encontrar espacio todos los  carismas,  pueblos  y razas, así como  todas  las  cualidades  humanas, que  encuentran  su armonía y su unidad en la comunión con Jesús.


 


Por lo que se refiere a Judas Tadeo, así es llamado por la tradición, uniendo dos nombres diversos:  mientras Mateo y Marcos lo llaman simplemente "Tadeo" (Mt 10, 3; Mc 3, 18), Lucas lo llama "Judas de Santiago" (Lc 6, 16; Hch 1, 13). No se sabe a ciencia cierta de dónde viene el sobrenombre Tadeo y se explica como proveniente del arameo taddà', que quiere decir "pecho" y por tanto significaría "magnánimo", o como una abreviación de un nombre griego como "Teodoro, Teódoto".

Se sabe poco de él. Sólo san Juan señala una petición que hizo a Jesús durante la última Cena. Tadeo le dice al Señor:  "Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?". Es una cuestión de gran actualidad; también nosotros preguntamos al Señor:  ¿por qué el Resucitado no se ha manifestado en toda su gloria a sus adversarios para mostrar que el vencedor es Dios? ¿Por qué sólo se manifestó a sus discípulos? La respuesta de Jesús es misteriosa y profunda. El Señor dice:  "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y pondremos nuestra morada en él" (Jn 14, 22-23). Esto quiere decir que al Resucitado hay que verlo y percibirlo también con el corazón, de manera que Dios pueda poner su morada en nosotros. El Señor no se presenta como una cosa. Él quiere entrar en nuestra vida y por eso su manifestación implica y presupone un corazón abierto. Sólo así vemos al Resucitado.

A Judas Tadeo se le ha atribuido la paternidad de una de las cartas del Nuevo Testamento que se suelen llamar "católicas" por no estar dirigidas a una Iglesia local determinada, sino a un círculo mucho más amplio de destinatarios. Se dirige "a los que han sido llamados, amados de Dios Padre y guardados para Jesucristo" (v. 1). Esta carta tiene como preocupación central alertar a los cristianos ante todos los que toman como excusa la gracia de Dios para disculpar sus costumbres depravadas y para desviar a otros hermanos con enseñanzas inaceptables, introduciendo divisiones dentro de la Iglesia "alucinados en sus delirios" (v. 8), así define Judas esas doctrinas e ideas particulares. Los compara incluso con los ángeles caídos y, utilizando palabras fuertes, dice que "se han ido por el camino de Caín" (v. 11). Además, sin reticencias los tacha de "nubes sin agua zarandeadas por el viento, árboles de otoño sin frutos, dos veces muertos, arrancados de raíz; son olas salvajes del mar, que echan la espuma de su propia vergüenza, estrellas errantes a quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas para siempre" (vv. 12-13).

Hoy no se suele utilizar un lenguaje tan polémico, que sin embargo nos dice algo importante. En medio de todas las tentaciones, con todas las corrientes de la vida moderna, debemos conservar la identidad de nuestra fe. Ciertamente, es necesario seguir con firme constancia el camino de la indulgencia y el diálogo, que emprendió felizmente el concilio Vaticano II. Pero este camino del diálogo, tan necesario, no debe hacernos olvidar el deber de tener siempre presentes y subrayar con la misma fuerza las líneas fundamentales e irrenunciables de nuestra identidad cristiana.

Por otra parte, es preciso tener muy presente que nuestra identidad exige fuerza, claridad y valentía ante las contradicciones del mundo en que vivimos. Por eso, el texto de la carta prosigue así:  "Pero vosotros, queridos ―nos habla a todos nosotros―, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo, manteneos en la caridad de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A los que vacilan tratad de convencerlos..." (vv. 20-22). La carta se concluye con estas bellísimas palabras:  "Al que es capaz de guardaros inmunes de caída y de presentaros sin tacha ante su gloria con alegría, al Dios único, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo, nuestro Señor, gloria, majestad, fuerza y poder antes de todo tiempo, ahora y por todos los siglos. Amén" (vv. 24-25).

Se ve con claridad que el autor de estas líneas vive en plenitud su fe, a la que pertenecen realidades grandes, como la integridad moral y la alegría, la confianza y, por último, la alabanza, todo ello motivado sólo por la bondad de nuestro único Dios y por la misericordia de nuestro Señor Jesucristo. Por eso, ojalá que tanto Simón el Cananeo como Judas Tadeo nos ayuden a redescubrir siempre y a vivir incansablemente la belleza de la fe cristiana, sabiendo testimoniarla con valentía y al mismo tiempo con serenidad.

(...)

Que los apóstoles Simón el Cananeo y Judas Tadeo nos ayuden a vivir en profunda comunión con Jesús y entre nosotros, y a redescubrir la belleza de la fe cristiana, sabiendo dar testimonio fuerte y sereno de ella.

23 de octubre de 2023

23 de octubre: Santísimo Redentor


La devoción al Santísimo Redentor en la Orden Trinitaria está vinculada con su actividad redentora (su lema es "Gloria a ti, Trinidad, y a los cautivos libertad") y se relaciona con el hecho histórico de una liberación de cautivos en la que fue rescatada también una imagen de Jesús Nazareno. 

En pleno siglo XVII, el rey Felipe III conquistó el castillo de San Miguel de Ultramar, en Mámora, pero en 1681 Muley Ismael, rey de Marruecos reconquistó toda esa zona (...) tomando como botín a cientos de prisioneros y una veintena de imágenes sagradas que se encontraban en este lugar debido a que antes pertenecía al territorio español, siendo una de las imágenes que se encontraban secuestradas la de Jesús de Medinaceli.

Justo en ese mismo año, se organizó la decimocuarta redención de los Trinitarios Descalzos, contactando el hermano fray Pedro de los Ángeles con el rey para comentarle la situación (...).  De esta forma, en enero de 1682 se consiguió rescatar a 211 prisioneros y a 17 imágenes que estaban retenidas en estas tierras. Dichas imágenes sagradas fueron trasladadas a Sevilla, y algunas a Madrid, en donde se realizó la llamada “Procesión de los cautivos” en la cual se imponía el escapulario trinitario a todas las personas que fueron salvadas. Este escapulario fue impuesto de igual manera a la imagen del Cautivo Rescatado, ya que los trinitarios decidieron quedarse con él para rendirle culto como símbolo de salvación de la orden trinitaria.

Lo más importante de este hecho histórico fue la rápida propagación que tuvo esta advocación de Jesús Nazareno Rescatado por toda España, fundando incluso la primera cofradía con esta imagen en 1710 en Madrid.

Muy pronto la advocación de Jesús Nazareno Rescatado se hizo muy popular en España. 

Es una talla en la que Cristo aparece de pie con las manos atadas hacia adelante, con corona de espinas, túnica talar morada, expresión dramática y que llama al pietismo. Iconográficamente representa a Jesús Cautivo o Preso preparado para su camino hacia el Calvario, tras haber sufrido ya las humillaciones y la presentación al pueblo en el pretorio, por ello es común también denominarla como Nazareno.

La devoción hacia esa imagen y esa representación iconográfica sigue siendo intensa en nuestros días. 

En la iglesia de la Santísima Trinidad de la ciudad de Buenos Aires hay un altar dedicado a "Jesús Nazareno Rescatado". Su imagen aparece en el retablo acompañada por San Juan Bautista de la Concepción y San Miguel de los Santos.

La fiesta  ya se celebraba en la Orden Trinitaria por decreto del 22 de diciembre de 1787, y fue confirmada en la revisión litúrgica de los años 70.

La Liturgia de las Horas del Propio de la Orden Trinitaria trae para Vísperas este hermoso himno:

Cristo, luz del mundo,

Sol de nuestro día,

nacido del Padre,

Hijo de María,

Redentor del hombre,

Buen Pastor y guía:

en tu honor cantamos

himnos de alegría.

 

Cristo, Dios y Hombre

vivo y verdadero,

Sacerdote Sumo,

Rey desde el madero;

Salvador de todos,

Pastor y Cordero,

entre Dios y el hombre

de paz Medianero.


Cristo, nuestro hermano,

que con tu venida

quitas el pecado

y sanas la herida;

sufriendo la muerte

por ti fue vencida,

y resucitando

nos diste la vida.

 

Palabra del Padre,

mano creadora,

de eterno silencio

voz reveladora,

de amor infinito

Sangre redentora,

acción del Espíritu

santificadora.

 

Eres el Camino,

la Verdad , la Vida.

Te sigue tu Iglesia,

la esposa elegida,

por ti convocada,

por ti redimida,

que hasta el fin del mundo

será reunida.

 

Gloria a Jesucristo

nuestro Redentor

que a San Juan de Mata

se manifestó.

Gloria igual al Padre,

que nos lo entregó.

Y gloria al Espíritu.

Gloria a Ti, Señor.


Fuentes de la información: aquí y aquí

20 de octubre de 2023

20 de octubre: San Artemio

En la iglesia de Nuestra Señora de Luján (Castrense) hay un vitral que representa a "San Artemio Coronel".


Aunque su nombre no figura en el Martirologio actual, sí aparece registrado el 20 de octubre en la versión de 1956: 

«En Antioquía, San Artemio Procónsul, que habiendo desempeñado en tiempo de Constantino el Grande, muy honrosos cargos en la milicia, por orden de Juliano Apóstata, a quien echó en cara su crueldad contra los cristianos, fue apaleado, diversamente atormentado, y por último degollado».

18 de octubre de 2023

18 de octubre: Fiesta de San Lucas

La Capilla San Lucas, sede de la Parroquia Universitaria San Lucas, está ubicada en el centro de la Plaza Bernardo Houssay. 

«Es el único edificio que sobrevive en el espacio donde, en 1881, se inauguró el viejo Hospital de Clínicas, del cual formaba parte. Todo el complejo (...) fue obra del ingeniero Mauricio Schwartz, quien se inspiró en el Hospital Friedrichsheim de Berlín y en el Lazareto de Karisrhue. Dos años después pasó a la órbita de la Facultad de Medicina como Hospital de Clínicas. Entre 1965 y 1971 se fueron trasladando cátedras y servicios al nuevo –y actualHospital de Clínicas y, finalmente, el viejo edificio fue demolido, respetándose sólo la capilla». 

En 1980, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires la restauró y la reabrió en el marco de la inauguración de la plaza, que ocupa la manzana donde estaba el hospital demolido. La capilla fue cedida al Arzobispado de Buenos Aires y volvió a funcionar como sede de la Pastoral Universitaria.  En 1995 se restauraron la torre, los muros y las escaleras y se instaló una nueva cruz, ya que la anterior había desaparecido durante la demolición del hospital. El 2 de diciembre de 1995 se inauguró la Parroquia Universitaria San Lucas, que no es territorial sino personal.

Visitamos hoy la Capilla San Lucas por primera vez en este blog. Lo hacemos en la Fiesta de San Lucas, Titular del templo.


Un icono del Evangelista en actitud de escribir su obra junto al cuadro de la Virgen que, según la tradición, él pintó, se encuentra cerca del altar de la capilla.




Antífona de entrada Is 52, 7
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria!


Oración colecta
Señor y Dios nuestro,
que elegiste a San Lucas para que nos revelara
con su predicación y sus escritos tu amor a los pobres,
concede, a cuantos se glorían en Cristo,
vivir con un mismo corazón y un mismo espíritu
y atraer a todos los hombres a la salvación.


16 de octubre de 2023

16 de octubre: Santa Margarita María de Alacoque

 


Hoy se celebra la Memoria litúrgica de «Santa Margarita María Alacoque, virgen, monja de la Orden de la Visitación de la Virgen María, que progresó de modo admirable en la vía de la perfección y, enriquecida con gracias místicas, trabajó mucho para propagar el culto al Sagrado Corazón de Jesús, del que era muy devota. Murió en el monasterio de Paray-le-Monial, en la región de Autun, en Francia, el día diecisiete de octubre». Falleció en 1690, fue beatificada por Pío IX en 1864 y canonizada en 1920 por Benedicto XV.


Las imágenes, fotografiadas en 2019, se veneran en la iglesia porteña dedicada a la santa, que este blog visita hoy por primera vez. Completamos esta entrada con un fragmento de una carta de Santa Margarita María: una pequeña parte del texto que se lee hoy en el Oficio de Lecturas:

Pienso que aquel gran deseo de nuestro Señor de que su sagrado Corazón sea honrado con un culto especial tiende a que se renueven en nuestras almas los efectos de la redención. El sagrado Corazón, en efecto, es una fuente inagotable, que no desea otra cosa que derramarse en el corazón de los humildes, para que estén libres y dispuestos a gastar la propia vida según su beneplácito.

De este divino Corazón manan sin cesar tres arroyos: el primero es el de la misericordia para con los pecadores, sobre los cuales vierte el espíritu de contrición y de penitencia; el segundo es el de la caridad, en provecho de todos los aquejados por cualquier necesidad y, principalmente, de los que aspiran a la perfección, para que encuentren la ayuda necesaria para superar sus dificultades; del tercer arroyo manan el amor y la luz para sus amigos ya perfectos, a los que quiere unir consigo para comunicarles su sabiduría y sus preceptos, a fin de que ellos a su vez, cada cual a su manera, se entreguen totalmente a promover su gloria.

14 de octubre de 2023

Santa María "en sábado"

 


Tota pulchra es, Maria,

et macula originalis non est in te.

Tu gloria Jerusalem, tu laetitia Israel, 

tu honorificentia populi nostri.

¡Oh! María, virgo prudentissima, mater clementissima,

Ora pro nobis, intercede pro nobis 

ad Dominum Jesu Christum.


Las dos primeras frases de esta hermosa oración mariana -las que hemos destacado- se leen a ambos lados de la imagen de la Virgen Santísima en el techo de la iglesia de Nuestra Señora de Balvanera.  

Tomé la foto en junio de 2022.

12 de octubre de 2023

12 de octubre: Nuestra Señora del Pilar


«Caminaba por las riberas del Ebro el Apóstol Santiago, anunciando la buena nueva a los iberos valientes e indómitos. La indiferencia de sus oyentes le tenía apesadumbrado y estaba ya a punto de desmayar cuando la Virgen María se le presentó una noche, anunciándole que aquellos trabajos suyos no serían estériles y que la semilla por él derramada y protegida cariñosamente por sus manos virginales, daría frutos de bendición a través de los tiempos. 

Alentado por esta visión, el Apóstol prosiguió su obra evangelizadora, conservando imborrable el recuerdo de aquel lugar que había sido santificado con la presencia de la Madre de Dios y del Pilar en que se habían posado sus plantas. Allí se levantó más tarde un templo que es la actual basílica del Pilar en Zaragoza, fuente de gracias, escenario de perdones y conversiones, centro de peregrinaciones que acuden allí de toda España, que considera a la Virgen del Pilar como su celestial patrona, y al Pilar mismo, como símbolo de su fe y el centro de su fervor  religioso, siempre pujante y sincero. 

Desde aquel trono, en que Nuestra Señora recibe el homenaje de todos los españoles, derrama sus gracias en todas las direcciones, vela por la conservación de la fe, y ruega bondadosa por el florecimiento del inmenso y lozano árbol de la hispanidad.

¡Oh Madre, Madre nuestra del Pilar, que de tantos peligros has librado a España a través de los siglos y que significas con milagros (...), consérvanos perenne esa invencible confianza!» ¹.

En agosto de 2019 tomamos la foto de la imagen de la Virgen del Pilar en la Catedral de Santiago del Estero, en el altar del apóstol Santiago, Patrono de España y de esa provincia.

----------

9 de octubre de 2023

Lunes de la Semana XXVII Durante el Año

El Lunes de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario se lee en el Evangelio la famosa parábola del Buen Samaritano (Lc 10, 25-37):

   Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?».

    Jesús le preguntó a su vez: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?».

    Él le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo».

    «Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida».

    Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: «¿Y quién es mi prójimo?».

    Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió:

«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver".

    ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?».

    «El que tuvo compasión de él», le respondió el doctor.

    Y Jesús le dijo: «Ve, y procede tú de la misma manera».


La parábola está representada en un relieve en el altar del Sagrado Corazón de la Basílica del Espíritu Santo.

Completamos esta entrada transcribiendo aquí uno de los prefacios comunes (el VII) que trae el Misal Romano con esta expresa indicación: 

Este prefacio se dice en las Misas del tiempo "durante el año" que carecen de prefacio propio. Es oportuno usarlo en el domingo XV del tiempo «durante el año» del ciclo C y el lunes de la semana XXVII del tiempo «durante el año».

...

En verdad es justo darte gracias,

y es deber nuestro alabarte,

Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,

en todos los momentos y circunstancias de la vida,

en la salud y en la enfermedad,

en el sufrimiento y en el gozo,

por tu servidor, Jesús, nuestro Redentor.


Porque él, en su vida terrena, pasó haciendo el bien

y curando a los oprimidos por el mal.

También hoy, como buen samaritano,

se acerca a todo hombre

que sufre en su cuerpo o en su espíritu,

y cura sus heridas con el aceite del consuelo

y el vino de la esperanza.


Por este don de tu gracia,

incluso cuando nos vemos sumergidos en la noche del dolor,

vislumbramos la luz pascual

en tu Hijo, muerto y resucitado.


Por eso, unidos a los ángeles y a los santos,

cantamos a una voz el himno de tu gloria:


Santo, Santo, Santo...



6 de octubre de 2023

6 de octubre: San Bruno

Por primera vez en la historia de este blog celebramos la memoria litúrgica de «San Bruno, presbítero, el cual, oriundo de Colonia, ciudad de Lotaringia, enseñó ciencias eclesiásticas en la Galia, aunque después, deseando llevar vida solitaria, con algunos discípulos se instaló en el apartado valle de Cartuja, en los Alpes, donde dio origen a una Orden que conjuga la soledad de los eremitas con la vida común de los cenobitas. Llamado por el papa Urbano II a Roma, para que le ayudase en las necesidades de la Iglesia, pasó los últimos años de su vida como eremita en el cenobio de La Torre, en Calabria, en la actual Italia».

Recordemos palabras de San Juan Pablo II en un mensaje con motivo del IX centenario de la muerte del santo,  a quien llama «figura eminente y siempre actual» y  «padre muy bueno e incomparable».

El 6 de octubre de 1101, "ardiendo de amor divino", Bruno dejó "las sombras fugitivas del siglo" para alcanzar definitivamente los "bienes eternos" (cf. Carta a Raúl, n. 13). Los hermanos del eremitorio de Santa María de la Torre, en Calabria, a los que había dado tanto afecto, no podían dudar de que ese dies natalis inauguraba una aventura espiritual singular, que produce aún hoy frutos abundantes para la Iglesia y para el mundo.

Testigo de la inquietud cultural y religiosa que en su época agitaba a la Europa naciente, protagonista de la reforma que deseaba realizar la Iglesia frente a las dificultades internas que encontraba, después de ser un profesor apreciado, Bruno se sintió llamado a consagrarse al bien único que es Dios mismo. "¿Hay algo tan bueno como Dios? Más aún, ¿existe un bien que no sea Dios? Por eso el alma santa que percibe este bien, su incomparable brillo, su esplendor y su belleza, arde en la llama de amor celestial y exclama: "Mi alma tiene sed del Dios vivo; ¿cuándo veré el rostro de Dios?"" (Carta a Raúl, n. 15). El carácter radical de esta sed impulsó a Bruno, en la escucha paciente del Espíritu, a inventar con sus primeros compañeros un estilo de vida eremítica, en el que todo favorece la respuesta a la llamada de Cristo que, en todos los tiempos, elige a hombres "para llevarlos a la soledad y unirse a ellos con un amor íntimo" (Estatutos de la Orden de los Cartujos). Con esa elección de "vida en el desierto", Bruno invita desde entonces a toda la comunidad eclesial "a no perder nunca de vista la suprema vocación, que consiste en estar siempre con el Señor" (Vita consecrata, 7).

(...)

Sus hermanos constataban que "tenía siempre el rostro radiante de gozo y palabras modestas. Con el vigor de un padre, sabía mostrar la sensibilidad de una madre" (Introducción al Pergamino Fúnebre dedicado a San Bruno). Estas delicadas palabras del pergamino fúnebre expresan la fecundidad de una vida consagrada a la contemplación del rostro de Cristo, fuente de eficacia apostólica y motor de la caridad fraterna. 

 

La imagen que ilustra esta entrada es una foto que tomamos en 2016 en la iglesia de la Inmaculada Concepción. 

3 de octubre de 2023

3 de octubre: San Francisco de Borja

En España y en el calendario propio de la Compañía de Jesús se honra hoy a San Francisco de Borja, inscripto en el Martirologio Romano el 30 de septiembre, en su dies natalis.







Con la imagen del santo que se venera en la iglesia del Salvador y la biografía que la acompaña, ilustramos esta entrada. Tomamos estas fotos en abril del año pasado.