28 de marzo de 2021

Domingo de Ramos

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Himno a Cristo Rey 
previsto en la liturgia de hoy para la Procesión

Coro:    Gloria, alabanza y honor a ti, Cristo,             nuestro Rey y Redentor,             a quien los niños con júbilo cantaban: Hosanna
Todos:  Gloria, alabanza y honor a ti, Cristo,             nuestro Rey y Redentor,             a quien los niños con júbilo cantaban: Hosanna
Coro:    Tú eres el Rey de Israel,             noble descendiente de David,             Rey bendito que vienes en nombre del Señor.
Todos:  Gloria, alabanza...
Coro:    Los ángeles te alaban en el Cielo;             también los hombres y todo el universo.
Todos:  Gloria, alabanza...
Coro:    El pueblo hebreo salió a tu encuentro             con palmas en las manos:             aquí estamos nosotros con himnos,             ofrendas y plegarias.
Todos:  Gloria, alabanza...
Coro:    Ellos te aclamaban cuando ibas a morir,             ahora que reinas, nosotros te cantamos.
Todos:  Gloria, alabanza...
Coro:    Ellos te agradaron;             acepta también nuestro homenaje,             Rey bueno, Rey piadoso,             que te complaces con todo lo bueno.
Todos:  Gloria, alabanza... Responsorio
V. Al entrar el Señor en la ciudad santa,los niños hebreos con palmas en las manosanunciaban la resurrección de Cristo, diciendo:*Hosanna en el cielo
R. Al enterarse de que Jesús llegaba a Jerusalén,el pueblo salió a su encuentroy con palmas en las manos, aclamaba:*Hosanna en el cielo
La imagen se exhibe en la iglesia ortodoxa San Martín de Tours en el barrio de Palermo.

25 de marzo de 2021

25 de marzo: Solemnidad de la Anunciación del Señor




La «solemnidad de la Encarnación del Verbo» mantiene en el Calendario Romano «la antigua denominación» de Anunciación del Señor, pero la celebración era y es una fiesta conjunta de Cristo y de la Virgen: el Verbo que se hace "hijo de María" (Mc 6, 3), de la Virgen que se convierte en Madre de Dios. Con relación a Cristo, el Oriente y el Occidente, en las inagotables riquezas de sus Liturgias, celebran dicha solemnidad como memoria del "fiat" salvador del Verbo encarnado, que entrando en el mundo dijo: "He aquí que vengo (...) para cumplir, oh Dios, tu voluntad" (cf. Hb 10, 7; Sal 39, 8-9); como conmemoración del principio de la redención y de la indisoluble y esponsal unión de la naturaleza divina con la humana en la única persona del Verbo. Por otra parte, con relación a María, como fiesta de la nueva Eva, virgen fiel y obediente, que con su "fiat" generoso (cf. Lc 1, 38) se convirtió, por obra del Espíritu, en Madre de Dios y también en verdadera Madre de los vivientes, y se convirtió también, al acoger en su seno al único Mediador (cf. 1Tim 2, 5), en verdadera Arca de la Alianza y verdadero Templo de Dios; como memoria de un momento culminante del diálogo de salvación entre Dios y el hombre, y conmemoración del libre consentimiento de la Virgen y de su concurso al plan de la redención» (Pablo VI, Exh. Ap. Marialis Cultus, 6).

La foto del vitral que muestra el momento del anuncio del ángel corresponde a la Catedral Armenia Apostólica de San Gregorio el Iluminador.

24 de marzo de 2021

24 de marzo: San Gabriel Arcángel

En el Calendario Litúrgico de la Forma Extraordinaria hoy se celebra al arcángel San Gabriel. La fecha guarda obvia relación con la de mañana, como señala «El Año Litúrgico» de Don Próspero Guéranguer, editado en 1956:

«Hoy damos como una especie de tregua a los severos pensamientos de la Cuaresma, para festejar al Arcángel San Gabriel. Mañana, le veremos descender a la tierra como celeste embajador de la Santísima Trinidad cerca de la más pura de las Vírgenes; con toda razón los hijos de la Iglesia se recomiendan a él para aprender a celebrar dignamente aquel misterio cuyo mensajero fué».

En el mismo libro aparece esta súplica al arcángel, con la que cerramos esta entrada, junto con la foto que tomamos en la Basílica de Nuestra Señora de los Buenos Aires:
 

¡Amigo de los hombres! 

Continúa

ayudándonos 

con tu ministerio. 

Estamos rodeados

de enemigos terribles 

que aumentan su audacia 

al ver nuestra debilidad. 

Ven en nuestra ayuda 

y fortifica nuestro valor. 

Asiste a los cristianos 

en este tiempo 

de conversión 

y de penitencia.

Haznos comprender 

lo que debemos a Dios 

por el misterio de la Encarnación 

cuyo primer testigo fuiste. 

Hemos olvidado nuestros deberes

para con el Hombre-Dios 

y le hemos ofendido.

Enséñanos, pues,

a fin de que seamos fieles a sus mandatos y ejemplos. 

Eleva nuestros pensamientos hacia la morada que habitas. 

Ayúdanos a merecer en las filas de tu jerarquía las sillas que los ángeles malos dejaron vacías por su pecado y que están prometidas a los elegidos. 

Ruega, oh Gabriel, por la Iglesia militante y defiéndela contra el infierno. Los tiempos son malos; los espíritus malignos están desencadenados, no podemos resistir delante de ellos si el socorro del Señor no viene en nuestra ayuda; por medio de sus ángeles concede Él la victoria a su Esposa. Rechaza la herejía, contén el cisma, disipa la falsa sabiduría, confunde la política vana, quita la indiferencia,  a fin de que el Cristo, que has anunciado, reine sobre la tierra que Él rescató y para que podamos cantar contigo y con toda la milicia celestial "¡Gloria a Dios y paz a los Hombres!"

19 de marzo de 2021

19 de marzo: Solemnidad de San José, Esposo de la Virgen María

En el año dedicado a San José, le  consagramos de manera especial la entrada de hoy.

«Hoy, 19 de marzo, se celebra la solemnidad de San José (...) [Vamos] a meditar hoy con veneración en la figura del esposo de la santísima Virgen María y patrono de la Iglesia universal. (...)

La figura de este gran santo, aun permaneciendo más bien oculta, reviste una importancia fundamental en la historia de la salvación. Ante todo, al pertenecer a la tribu de Judá, unió a Jesús a la descendencia davídica, de modo que, cumpliendo las promesas sobre el Mesías, el Hijo de la Virgen María puede llamarse verdaderamente "hijo de David". El evangelio de San Mateo, en especial, pone de relieve las profecías mesiánicas que se cumplen mediante la misión de San José:  el nacimiento de Jesús en Belén (Mt 2, 1-6); su paso por Egipto, donde la Sagrada Familia se había refugiado (Mt 2, 13-15); el sobrenombre de "Nazareno" (Mt 2, 22-23).

En todo esto se mostró, al igual que su esposa María, como un auténtico heredero de la fe de Abraham:  fe en Dios que guía los acontecimientos de la historia según su misterioso designio salvífico. Su grandeza, como la de María, resalta aún más porque cumplió su misión de forma humilde y oculta en la casa de Nazaret. Por lo demás, Dios mismo, en la Persona de su Hijo encarnado, eligió este camino y este estilo —la humildad y el ocultamiento— en su existencia terrena.

El ejemplo de San José es una fuerte invitación para todos nosotros a realizar con fidelidad, sencillez y modestia la tarea que la Providencia nos ha asignado. Pienso, ante todo, en los padres y en las madres de familia, y ruego para que aprecien siempre la belleza de una vida sencilla y laboriosa, cultivando con solicitud la relación conyugal y cumpliendo con entusiasmo la grande y difícil misión educativa.

Que San José obtenga a los sacerdotes, que ejercen la paternidad con respecto a las comunidades eclesiales, amar a la Iglesia con afecto y entrega plena, y sostenga a las personas consagradas en su observancia gozosa y fiel de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. Que proteja a los trabajadores de todo el mundo, para que contribuyan con sus diferentes profesiones al progreso de toda la humanidad, y ayude a todos los cristianos a hacer con confianza y amor la voluntad de Dios, colaborando así al cumplimiento de la obra de salvación».

Las palabras son de Benedicto XVI en el Ángelus del 19 de marzo de 2006; la imagen de San José con la vara florecida y el Niño en sus brazos pertenece a la iglesia del Buen Consejo, donde tomamos la foto (como también la que cierra esta entrada) el 8 de marzo de 2020.


15 de marzo de 2021

15 de marzo: Beato Artémides Zatti

En el museo anexo a la Basílica de San Diego de Alcalá (más conocida por el nombre de San Francisco), en la ciudad de Salta, se exhibe esta medalla que reproduce la imagen del Beato Artémides Zatti.



Nacido el 12 de octubre de 1880 en una humilde familia en la población italiana de Boretto, con ella emigró a Bahía Blanca en 1897. Contrajo tuberculosis, lo que le impedía ser religioso como quería. Pero tras una promesa a la Virgen María quedó curado, pudo terminar su noviciado en la Congregación Salesiana y profesar como coadjutor en 1908. Fue destinado al Hospital de San José, de Viedma, a cargo de los salesianos; allí fue encargado de la farmacia, enfermero, administrador y vicedirector. Su acción benéfica se extendió también a los enfermos y necesitados de los alrededores. Se movía en bicicleta, visitando a los enfermos -no sólo los de su hospital-  sin importar el horario,  la distancia, el viento o el frío patagónico. Lleno de méritos y rodeado de fama de santidad, murió el 15 de marzo de 1951.  Fue beatificado el 14 de abril de 2002 por Juan Pablo II.

12 de marzo de 2021

12 de marzo: San Luis Orione

Del sitio oficial del Vaticano tomamos la biografía de Luis Orione, cuya Memoria celebramos hoy:

«Luis Orione nació en Pontecurone, diócesis de Tortona, el 23 de junio de 1872. A los 13 años fue recibido en el convento franciscano de Voghera (Pavía) que abandonó después de un año por motivos de salud. De 1886 a 1889 fue alumno de San Juan Bosco en el Oratorio de Valdocco de Turín.

El 16 de octubre de 1889 entró en el seminario de Tortona. Siendo todavía un joven clérigo, se dedicó a vivir la solidaridad con el prójimo en la Sociedad de Mutuo Socorro San Marciano y en la Conferencia de San Vicente. El 3 de julio de 1892, abrió en Tortona el primer Oratorio para cuidar la educación cristiana de los jóvenes. Al año siguiente, el 15 de octubre de 1893, Luis Orione, un clérigo de 21 años, abrió un colegio para chicos pobres en el barrio San Bernardino.

El 13 de abril de 1895, Luis Orione fue ordenado sacerdote y, al mismo tiempo, el Obispo impuso el hábito clerical a seis alumnos de su colegio. En poco tiempo, Don Orione abrió nuevas casas en Mornico Losana (Pavía), en Noto (Sicilia), en Sanremo, en Roma.

Alrededor del joven Fundador crecieron clérigos y sacerdotes que formaron el primer núcleo de la Pequeña Obra de la Divina Providencia. En 1899 inició la rama de los ermitaños de la Divina Providencia. El Obispo de Tortona, Mons. Igino Bandi, con Decreto del 21 de marzo de 1903, reconoció canónicamente a los Hijos de la Divina Providencia (sacerdotes, hermanos coadjutores y ermitaños), congregación religiosa masculina de la Pequeña Obra de la Divina providencia, dedicada a «colaborar para llevar a los pequeños, los pobres y el pueblo a la Iglesia y al Papa, mediante las obras de caridad», profesando un IV voto de especial «fidelidad al Papa».En las primeras Constituciones de 1904, entre los fines de la nueva Congregación aparece el de trabajar «para alcanzar la unión de las Iglesias separadas».

Animado por una gran pasión por la iglesia y por la salvación de las almas, se interesó activamente por los problemas emergentes en aquel tiempo, como la libertad y la unidad de la Iglesia, la «cuestión romana», el modernismo, el socialismo, la cristianización de las masas obreras.

Socorrió heroicamente a las poblaciones damnificadas por los terremotos de Reggio y de Messina (1908) y por el de la Marsica (1915). Por deseo de Pío X fue Vicario General de la diócesis de Messina durante tres años.

A los veinte años de la fundación de los Hijos de la Divina Providencia, como en «una única planta con muchas ramas», el 29 de junio de 1915 dio inicio a la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, animadas por el mismo carisma fundacional y, en el 1927, las Hermanas adoratrices Sacramentinas invidentes, a las que se añadirán después las Contemplativas de Jesús Crucificado.

Organizó a los laicos en las asociaciones de las «Damas de la Divina Providencia», los «Ex Alumnos» y los «Amigos». Después tomará cuerpo el Instituto Secular Orionino y el Movimiento Laical Orionino.

Después de la primera guerra mundial (1914-1918) se multiplicaron las escuelas, colegios, colonias agrícolas, obras caritativas y asistenciales. Entre las obras más características, creó los «Pequeños Cottolengos», para los que sufren y los abandonados, surgidos en la periferia de las grandes ciudades como «nuevos púlpitos» desde los que hablar de Cristo y de la Iglesia, «faros de fe y de humanidad».

El celo misionero de Don Orione, que ya se había manifestado con el envío a Brasil en 1913 de sus primeros religiosos, se extendió después a Argentina y Uruguay (1921), Inglaterra (1935) y Albania (1936). En 1921-1922 y en 1934-1937, él mismo realizó dos viajes a América Latina, Argentina, Brasil y Uruguay, llegando hasta Chile.

Gozó de la estima personal de los Papas y de las autoridades de la Santa Sede, que le confiaron numerosos y delicados encargos para resolver problemas y curar heridas tanto dentro de la Iglesia como en las relaciones con el mundo civil. Fue predicador, confesor y organizador infatigable de peregrinaciones, misiones, procesiones, «belenes vivientes» y otras manifestaciones populares de la fe. Muy devoto de la Virgen, promovió su devoción por todos los medios y, con el trabajo manual de sus clérigos, construyó los santuarios de la Virgen de la Guardia en Tortona y de la Virgen de Caravaggio en Fumo.

En el invierno de 1940, intentando aliviar los problemas de corazón y pulmones que sufría, fue a la casa de Sanremo, aunque, como decía, «no es entre las palmeras donde deseo vivir y morir, sino entre los pobres que son Jesucristo». Después de tan sólo tres días, rodeado del afecto de sus hermanos, Don Orione falleció el 12 de marzo de 1940, suspirando «!Jesús! !Jesús! Voy».

Su cuerpo, intacto en el momento de la primera exhumación en 1965, fu puesto en un lugar de honor en el santuario de la Virgen de la Guardia de Tortona, después de que, el 26 de octubre de 1980, Juan Pablo II inscribiera su nombre en el elenco de los Beatos».

Fue canonizado en 2004 por el mismo Papa, que dijo en la ocasión que Luis Orione fue un «hombre totalmente entregado a la causa de Cristo y de su reino. (...)  "A Cristo, la Iglesia y las almas -decía- se los ama y sirve en la cruz y crucificados, o no se los ama y sirve" (Escritos, 68, 81)».

La imagen de nuestra entrada de hoy se venera en la iglesia parroquial de San Fernando.

8 de marzo de 2021

Lunes de la III Semana de Cuaresma

El Salmo Responsorial de hoy, Lunes III de Cuaresma, es el bellísimo salmo 41:

Mi alma tiene sed del Dios viviente:
¿cuándo contemplaré el rostro de Dios?

Como la cierva sedienta
busca las corrientes de agua,
así mi alma suspira
por ti, mi Dios. 


Mi alma tiene sed de Dios,
del Dios viviente:
¿Cuándo iré a contemplar
el rostro de Dios? 

Envíame tu luz y tu verdad:
que ellas me encaminen
y me guíen a tu santa Montaña,
hasta el lugar donde habitas. 

Y llegaré al altar de Dios,
el Dios que es la alegría de mi vida;
y te daré gracias con la cítara,
Señor, Dios mío. 

La primera estrofa del salmo ("Sicut cervus desiderat ad fontes aquarum ita desiderat anima mea ad te Deus") ha sido representada en numerosas ocasiones en el arte cristiano: uno o dos ciervos beben de una fuente, generalmente de siete chorros, que brota de la cruz o de la Eucaristía. En este caso se trata de un altar de la Basílica de la Merced, en Tucumán. Tomé las fotos en julio de 2019.

7 de marzo de 2021

Domingo III de Cuaresma

Hoy se lee en la misa un fragmento del Libro del Éxodo (20, 1-17) que también puede proclamarse en su versión breve (20, 1-4. 7-8. 12-17); esta última es la versión que transcribimos a continuación.


Dios pronunció estas palabras:
«Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud.
No tendrás otros dioses delante de mí.
No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas.
No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano.
Acuérdate del día sábado para santificarlo.
Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da.
No matarás.
No cometerás adulterio.
No robarás.
No darás falso testimonio contra tu prójimo.
No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca».

Esta es la primera formulación de los Diez Mandamientos, que más tarde (Éxodo 24) Dios entregará a Moisés en tablas de piedra. La representación tradicional muestra dos tablas: la primera suele tener sólo los tres primeros mandamientos;  la segunda, los siete restantes. Pero Raúl Soldi, en esta pintura, pone las dos tablas en manos de unos ángeles; cada tabla contiene cinco mandamientos (representados por sus números correspondientes). Las fotos corresponden a la iglesia de Santa Ana, en Glew, provincia de Buenos Aires.



3 de marzo de 2021

3 de marzo: Santa Cunegunda

En el templo  porteño consagrado a San Enrique se venera también una imagen de su esposa, Santa Cunegunda. En febrero de 2019 tomamos allí la foto que ilustra esta entrada.

Esta es la biografía de Santa Cunegunda, Emperatriz, que trae el libro "Todos los Santos" de José Luis Repetto (B.A.C., 2007): 

«Era hija del conde Sigfrido de Luxemburgo y debió de nacer hacia el 978. Educada cristianamente, a los 20 años fue desposada con san Enrique II, por entonces duque de Baviera, posteriormente emperador. Según una antigua tradición, recogida incluso en la bula de canonización de esta santa, ambos esposos guardaron perpetua continencia. Pero no faltan historiadores que señalan que sencillamente Cunegunda era estéril, no habiendo querido, sin embargo, Enrique repudiarla por ello. Se cuenta de ella que para probar su inocencia frente a una calumnia pasó con los pies desnudos por encima del fuego y que el milagro confirmó su completa ejemplaridad. Coronada emperatriz con su esposo el 14-2-1014, su vida estuvo marcada por la piedad y las buenas obras, tanto de religión, ayudando a la Iglesia, como de caridad. ayudando a los pobres. Muerto su esposo, ingresó en el convento benedictino de Kaufungen, donde alejada de las galas imperiales, vistió el hábito tosco y vivió en la mayor humildad a partir del 1025. Murió entre el 1033 y el 1039. La canonizó Inocencio III el 29-3-1200».

En el "Año Cristiano" de Croisset se recoge esta oración a Santa Cunegunda (o Cunegundis): 

«¡Oh Dios, que, entre las demás maravillas de tu poder, hiciste tan sobresaliente en todo género de virtudes y en todo género de estados a tu sierva la santa virgen Cunegunda, que aun en el matrimonio no perdió la hermosa flor de la virginidad, y en la viudez, tomando el hábito de religiosa, nos fue a todos brillante ejemplar de toda perfección por la santidad de su vida, concédenos, por sus merecimientos, que nos alentemos, según nuestra flaqueza, a imitar los asombrosos ejemplos de aquella en cuyas dignas alabanzas deseamos emplearnos! Por nuestro Señor Jesucristo».