30 de marzo de 2022

30 de marzo: San Ludovico de Casoria

La Iglesia honra hoy la memoria de San Luis (o Ludovico) de Casáurea (Casoria), en el siglo Arcángel Palmentieri, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores. «Impulsado con el ardor de la caridad hacia los pobres de Cristo -dice el Martirologio-,  instituyó dos congregaciones, a saber, los Hermanos de la Caridad y las Hermanas Franciscanas de Santa Isabel (1885)».

Una reliquia de su cuerpo se conserva y exhibe en el Museo anexo a la Basílica de San Francisco de Asís en Buenos Aires.

«Nació en Casoria (Nápoles) el 11 de marzo de 1814 y fue bautizado al día siguiente. Atraído por los Frailes Menores del vecino convento de San Antonio en Afragola (Nápoles), entró en el convento de San Juan del Palco en Taurano (Avellino) el 17 de junio de 1832. Recibió la ordenación sacerdotal el 4 de junio de 1837.

En 1847, mientras oraba, el Señor le indicó el nuevo camino que debía recorrer, al servicio de los pobres y los enfermos. A ellos, convertido en hombre nuevo, dedicó sus primeros cuidados: en su celda del convento de San Pedro en Aram, Nápoles, montó una farmacia para los frailes enfermos.

Más tarde adquirió una quinta, llamada La Palma, donde creó una enfermería para los frailes. Allí quiso que estuviera también la sede de la Obra de los «Moretti», que, en sus planes de evangelización misional, debía servir para educar a los jóvenes africanos y hacerlos apóstoles de África (África convertirá al África). Con la misma finalidad misionera, dio vida después a la Obra de las «Morette», que encomendó a las Hermanas Estigmatinas de la sierva de Dios Anna Fiorelli Lapini.

Creó diversas obras asistenciales: asilos para ancianos, convictorios, escuelas, colonias agrícolas, hospicios, montes de piedad, tipografías...

En su inmenso deseo de hacer el bien, promovió también la cultura, que consideraba como la vía para la fe y medio de promoción humana, poniendo en marcha modernas iniciativas culturales, como un observatorio meteorológico, cinco revistas, la traducción al italiano de las Obras de san Buenaventura, una edición de bolsillo de la Biblia, etc.

Circundado de gran fama de santidad, el padre Ludovico concluyó su misión terrena en Nápoles, en el Hospicio Marino (último creada por él, en pro de los marineros ancianos), el 30 de marzo de 1885, Lunes Santo. Allí reposan sus restos mortales desde 1887, bajo la custodia de sus hijas espirituales, las Hermanas Elisabetinas Grises (“Elisabettine Bigie”), que había fundado en 1862.

El 12 de agosto de 1885, pasados apenas 135 días de su tránsito, se abría en Nápoles el proceso canónico para su beatificación. Sus virtudes heroicas fueron solemnemente reconocidas por el Papa Pablo VI el 13 de febrero de 1964. El milagro para su beatificación, obrado en Salerno el 2 de abril de 1885 en favor de sor Luisa Capecelatro, Hija de la Caridad, fue aprobado el 11 de julio de 1992 por Juan Pablo II, quien lo beatificó el 18 de abril de 1993».

La información procede de un sitio franciscano.

Fue canonizado por el papa Francisco I el 23 de noviembre de 2014.

27 de marzo de 2022

Domingo IV de Cuaresma

En la misa de hoy se lee el célebre parábola "del hijo pródigo" (Lucas 15, 1-3. 11-32). 

El encuentro del padre misericordioso con el hijo que, arrepentido, regresa al hogar, es bellamente representado en esta pintura en el cielorraso del templo dedicado al Salvador.


[El hijo] «partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó» (Lc 15, 20).

25 de marzo de 2022

25 de marzo: «Conmemoración del santo Ladrón»

 


(Del Martirologio de 1956)

Dice hoy el Martirologio: «Conmemoración del santo ladrón, que en la cruz reconoció a Cristo, y de Él mereció oír: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso" (s. I)».

Aunque la crucifixión del Señor junto a otras dos personas aparece en los cuatro Evangelios (Mt 27, 44; Mc 15, 27; Lc 23, 33ss; Jn 19, 18), es el de Lucas  el que trae el precioso diálogo entre Jesús y el Buen Ladrón:

Cuando llegaron al lugar llamado «del Cráneo», lo crucificaron junto con los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. (...) Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».  Pero el otro lo increpaba, diciéndole: «¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él?  Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino». Él le respondió: «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso».

El apócrifo Evangelio de Nicodemo trae el relato extendido del breve episodio bíblico, así como el supuesto nombre de este personaje: 

Y mandó en seguida que se lo crucificase en el lugar en que había sido detenido, con dos malhechores, cuyos nombres eran Dimas y Gestas. 

Y Jesús salió del Pretorio y los dos ladrones con él. Y cuando llegó al lugar que se llama Gólgota, los soldados lo desnudaron de sus vestiduras y le ciñeron un lienzo, y pusieron sobre su cabeza una corona de espinas y colocaron una caña en sus manos. Y crucificaron igualmente a los dos ladrones a sus lados, Dimas a su derecha y Gestas a su izquierda.

Y Jesús dijo: 'Padre, perdónalos, y déjalos libres de castigo, porque no saben lo que hacen'. Y ellos repartieron entre sí sus vestiduras.  Y el pueblo estaba presente, y los príncipes, los ancianos y los jueces se burlaban de Jesús, diciendo: 'Puesto que a otros salvó, que se salve a sí mismo. Y si es hijo de Dios, que descienda de la cruz'.

Y los soldados se mofaban de él, y le ofrecían vinagre mezclado con hiel, exclamando: 'Si eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo'.  Y un soldado, llamado Longinos, tomando una lanza, le perforó el costado, del cual salió sangre y agua.  Y el gobernador ordenó que, conforme a la acusación de los judíos, se inscribiese sobre un rótulo, en letras hebraicas, griegas y latinas: 'Éste es el rey de los judíos'.  Y uno de los ladrones que estaban crucificados, Gestas, dijo a Jesús: 'Si eres el Cristo, líbrate y libértanos a nosotros'. Mas Dimas lo reprendió, diciéndole: '¿No temes a Dios tú, que eres de aquellos sobre los cuales ha recaído condena? Nosotros recibimos el castigo justo de lo que hemos cometido, pero él no ha hecho ningún mal'. Y, una vez hubo censurado a su compañero, exclamó, dirigiéndose a Jesús: 'Acuérdate de mí, señor en tu reino'. Y Jesús le respondió: "En verdad te digo que hoy serás conmigo en el paraíso".

El mural de la iglesia de Todos los Santos y Ánimas recoge las palabras de Jesús y, simbólicamente, la cruz de San Dimas, el Buen Ladrón, aparece como transfigurada, parecida a la del Redentor, a su diestra, mientras que la del otro malhechor queda oscura, del otro lado.

Es significativo que esta Memoria coincida con la Solemnidad de la Anunciación del Señor, ya que esta fecha, según ciertos cálculos y una antigua tradición,  corresponde exactamente también al día de la muerte de Cristo en la Cruz.


Oración a San Dimas:

Oh bienaventurado ladrón, que recibiste la gracia de compartir los sufrimientos de mi Salvador. Junto a Jesús clavado en su cruz estabas tú, donde hubiera querido estar yo: pecador arrepentido, y compasivo. Tu cabeza inclinada hacia el divino crucificado es también la imagen de la mía. La mayoría de los hombres han amado a Cristo en sus milagros y en su gloria. Pero tú le has amado en su abandono, en sus dolores, en su agonía. Obtenme a mí, que también soy ladrón, que a la hora de mi muerte reciba piedad, y ternura, y que los últimos latidos de mi pobre corazón sean como el tuyo, en unión de amor con el de Cristo Jesús muriendo por nosotros. Amén.


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¹  Jesús Castellano. "El año litúrgico - Memorial de Cristo y mistagogía de la Iglesia" (Barcelona, CPL, 1994), pag. 292

23 de marzo de 2022

23 de marzo: Santo Toribio de Mogrovejo

El 23 de marzo está incripta en el Martirologio Romano la memoria de Santo Toribio de Mogrovejo, que es recordado con estas palabras: 

«Santo Toribio de Mogrovejo, obispo de Lima, en Perú. Laico de origen español y licenciado en leyes, fue elegido para esta sede y se dirigió a América, donde, inflamado en celo apostólico, visitó a pie varias veces la extensa diócesis, proveyó a la grey a él encomendada, fustigó en sínodos los abusos y los escándalos en el clero, defendió con valentía a la Iglesia y catequizó y convirtió a los pueblos nativos, hasta que finalmente, en la población de Saña, descansó en el Señor».

Toribio de Mogrovejo nació en 1538. 
Fue llamado al episcopado siendo todavía laico, mientras se desempeñaba como jurista en la Universidad de Salamanca y en la corte del rey Felipe II. 
El papa Gregorio XIII lo destinó como Arzobispo a Lima; tenía 42 años. 
Una vez llegado a su sede se abocó de inmediato a una intensa actividad misionera. 
Organizó la Iglesia en el Perú, hizo crear diócesis, convocó varios sínodos diocesanos y provinciales, creó el primer seminario del continente americano. 
Promovió de diversas maneras la vida religiosa en el Perú y defendió a los indios de los abusos. 
Murió, tras un fecundo pontificado de 25 años, en 1606. 



Fue beatificado en 1679; Benedicto XIII lo  canonizó en 1726. 

En 1983 Juan Pablo II lo proclamó Patrono del Episcopado Latinoamericano. 

En la Argentina la Fiesta de Santo Toribio de Mogrovejo se celebra el 27 de abril.



Las imágenes corresponden a la Basílica de Santa Rosa de Lima. Las fotos fueron tomadas en dos ocasiones distintas.

18 de marzo de 2022

18 de marzo: San Gabriel

En "El Año Cristiano" de J. Croisset (editado en 1864) leemos, en el capítulo correspondiente al 18 de marzo:


Por particular concesión de la Silla Apostólica se celebra en los reinos de España la festividad del gloriosísimo arcángel San Gabriel, como a quien debemos el singular beneficio de haber anunciado a la santísima Virgen y Señora nuestra la encarnación del divino Verbo, y haber traído al mundo la noticia de su mayor gozo y consuelo, que por tantos años había sido el objeto de las esperanzas de los justos, el blanco de sus suspiros y oraciones, y el fin a que se dirigían las magnificas promesas que el Omnipotente había hecho á su pueblo, sacándole de Egipto y trayéndole a la tierra de promisión, señal manifiesta de que algún día había de sacarle de la esclavitud del demonio, en que vivía desde la primera culpa, y había de traerle al conocimiento perfecto de su santa ley, por medio de un libertador que destruyese el imperio de la muerte, y fuese el redentor de todo Israel.

Estas grandes y verdaderas promesas las conocieron particularmente los justos del Antiguo Testamento; y como observa el padre San Agustín, a proporción que se iba acercando el tiempo de su cumplimiento, fue también haciéndose mas pública y mas notoria esta certísima esperanza en toda la nación hebrea, de la cual había de nacer el Redentor deseado.

Luego el texto glosa la intervención de Gabriel en el libro de Daniel (8, 16; 9, 21). 

A continuación se refiere a la aparición del ángel a Zacarías (Lc 1, 5-25):

De este mismo medio se valió el santo Zacarías, de quien nos dice San Lucas que, viviendo en la observancia de todos los mandamientos y justificaciones del Señor, mereció que se le apareciese en el templo el mismo glorioso arcángel, y le dijese: "No temas, Zacarías, porque han sido oídas tus oraciones en presencia del Señor; y sabe que tendrás un hijo, que será tu gozo y alegría, y ha de ser grande delante del Altísimo". Así se verificó, naciendo al tiempo señalado por el arcángel el precursor San Juan Bautista, que fue grande en la presencia de Dios y de los hombres.

Esta aparición es la que evoca la imagen que compartimos hoy:

Ya vimos esta imagen, en otro contexto litúrgico. Pertenece a la Catedral de Buenos Aires.

Por supuesto, el texto dedica un amplio párrafo a la Anunciación.

El apartado termina con estas palabras:

Tales han sido los honoríficos encargos que ha hecho Dios al arcángel san Gabriel , como vemos en las santas escrituras; señal manifiesta de que es el principal o el sumo entre los ángeles, como le llama San Gregorio, pues tratándose de la más suprema embajada que jamás se hizo o se ha de hacer en el mundo, convenía que fuese destinado para ella uno de los primeros personajes del empíreo. También nos manifiesta el gran poder y valimiento que tiene con Dios este glorioso arcángel, y lo mucho que en su intercesión podemos confiar, si le tenemos una verdadera devoción.

Entendemos que el hecho de que se celebrara a San Gabriel el 18 de marzo podría guardar relación con la  fecha de la Anunciación, que correspondería entonces a la octava de San Gabriel. También la fecha más tradicional para el arcángel, el 24 de marzo, estaba vinculada con Solemnidad de la Anunciación, en cuya víspera, con mucha lógica, se celebraba. Actualmente, los tres arcángeles nombrados en la Biblia (Miguel, Gabriel y Rafael) son honrados juntos en la Fiesta del 29 de septiembre.

15 de marzo de 2022

15 de marzo: Santa Luisa de Marillac

El Martirologio Romano trae hoy este recuerdo y elogio:  «En París, en Francia, Santa Luisa de Marillac, viuda, que con el ejemplo formó el Instituto de Hermanas de la Caridad para ayuda de los necesitados, completando así la obra delineada por San Vicente de Paúl (1660)».


Un sitio vicentino trae esta breve biografía: «Nació el 12 de agosto de 1591. Contrajo matrimonio con Antonio Le Gras, el 5 de febrero de 1613; muerto éste el 21 de diciembre de 1625, Luisa consagró su viudez por un voto y se puso bajo la dirección espiritual de San Vicente de Paúl, quien la dedicó a socorrer a los pobres, a visitar a las Cofradías de la Caridad y, finalmente, el 29 de noviembre de 1633, presidió el nacimiento de la Compañía de las Hijas de la Caridad. Murió el 15 de marzo de 1660; el 9 de mayo de 1920 tuvo lugar su beatificación. Fue canonizada el 11 de marzo de 1934. Juan XXIII la proclamó celestial patrona de cuantos se entregan a la acción social cristiana».

La imagen se venera en la Basílica de Luján.

12 de marzo de 2022

12 de marzo: San Gregorio Magno

El Martirologio Romano trae hoy el piadoso recuerdo de San Gregorio Magno, cuya Memoria litúrgica se celebra en toda la Iglesia en el mes de septiembre: «En Roma, en la Basílica de San Pedro, sepultura de San Gregorio I, papa, de sobrenombre Magno, cuya memoria se celebra el día tres de septiembre, aniversario de su ordenación (604)».

San Gregorio I está representado en una de las bellas pinturas que embellecen el templo dedicado a San Antonio de Padua, en Areco.

Nació en Roma hacia el año 540. Desempeñó primero diversos cargos públicos, y llegó luego a ser prefecto de la Urbe. Más tarde, se dedicó a la vida monástica, fue ordenado diácono y nombrado legado pontificio en Constantinopla. El día 3 de septiembre del año 590 fue elegido papa, cargo que ejerció como verdadero pastor, en su modo de gobernar, en su ayuda a los pobres, en la propagación y en la consolidación de la fe. Escribió muchas obras sobre teología moral y dogmática. Murió el 12 de marzo del año 604.


Responsorio

R. Sacando de la fuente de la sagrada Escritura enseñanzas morales y místicas, hizo llegar hasta el pueblo las corrientes del Evangelio; * Y, después de muerto, aún sigue enseñando.

V. Como un águila que recorre el mundo, cuida de mayores y pequeños con magnánima caridad.

R. Y, después de muerto, aún sigue enseñando.


Oración

Oremos:

Oh Dios, que cuidas a tu pueblo con misericordia y lo gobiernas con amor, concede el don de sabiduría, por intercesión del papa San Gregorio Magno, a quienes confiaste la misión del gobierno en tu Iglesia, para que el progreso de los fieles sea el gozo eterno de sus pastores. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

9 de marzo de 2022

9 de marzo: Santa Francisca Romana

En el Martirologio de 1956 la santa de hoy era recordada de este modo:

«En Roma, Santa Francisca Romana, Viuda, célebre por la nobleza del linaje, santidad de vida y don de milagros».

Y en Ceremonia y Rúbrica de la Iglesia Española leemos:

«Santa Francisca Romana veía siempre a su lado al ángel custodio. Éste se avergonzaba y se apartaba cuando ella cometía una falta, o cuando escuchaba conversaciones profanas. 

Jesús y María conversaban familiarmente con ella. ¿Admiras estas mercedes? Sin embargo, hay algo más admirable en la vida de Santa Francisca: su humildad y su obediencia. Por obedecer a su marido, en el acto abandonaba sus ejercicios de devoción. “Es –decía– dejar a Dios por Dios”. Murió en 1440».

Del mismo sitio tomamos esta antigua oración:

«Oh Dios, que entre otros dones de tu gracia, habéis concedido a la bienaventurada Francisca Romana, vuestra sierva, la merced de conversar familiarmente con su ángel custodio, haced, benignamente, que, por el auxilio de su intercesión, merezcamos entrar un día en la sociedad de estos espíritus bienaventurados. Por J. C. N. S.».

La presencia constante del ángel junto a Francisca Romana es representada en el vitral de la iglesia porteña a ella consagrada.

8 de marzo de 2022

8 de marzo: San Juan de Dios

Los  tres «atributos personales que mejor identifican a San Juan de Dios» son: «corona de espinas, granada y Crucifijo» ¹.  Esos datos nos ayudaron a identificar esta imagen en un vitral de la Basílica Nacional de Nuestra Señora de Luján.

Como vemos, el santo está coronado de espinas, lleva una granada en sus manos y sostiene una pequeña cruz.  La granada alude a la ciudad homónima, donde San Juan de Dios fundó su orden de hermanos dedicados a la caridad, y donde murió. También lleva algo colgado de los hombros, lo cual se aclara en la pequeña biografía que transcribimos a continuación.


San Juan de Dios «nació en 1495 en Montemor-o-Novo cerca de Évora en Portugal. En su juventud fue pastor, luego soldado en el ejército de Carlos V; más tarde llevó una vida errante dedicada a la caridad y en 1540 fundó un pequeño hospital en Granada, que pronto pudo ampliar. Cuando las limosnas que necesitaba para los pobres no eran suficientes, Dios lo inspiró a caminar por las calles de la ciudad al anochecer con una canasta grande a la espalda y dos ollas grandes colgando de una cuerda de cada hombro. «Ve y grita con un voz alta: "Hermanos míos, por el amor de Dios, ¡haced el bien con vosotros mismos!"». Eso ayudó, y las limosnas fluyeron libremente. San Juan de Dios murió el 8 de marzo de 1550» ².

San Juan de Dios fundó la Orden Hospitalaria que ahora lleva su nombre.  Sus estatutos dicen en el párrafo 1:

«Nuestro Instituto fue aprobado por la Iglesia como Orden religiosa de Hermanos pare el servicio a los enfermos y necesitados. Tuvo su origen en Granada, en España, durante la segunda mitad del siglo XVI, como continuación de la actividad caritativa de San Juan de Dios (...). 
A San Juan de Dios se le unieron algunos discípulos que, atraídos por sus ejemplos, le ayudaban en las obras de misericordia, especialmente sirviendo en el hospital que él había fundado en Granada. Entre éstos se distinguió Antón Martín, a quien el Santo, cercano a la muerte, le encargó continuar y dirigir dicho hospital. En los años sucesivos se les agregaron otros compañeros y se fundaron varios hospitales más, particularmente en Andalucía. 
El Instituto fue aprobado por S. Pío V en 1572, poniéndolo bajo la Regla de San Agustín y en 1586 fue reconocido por Sixto V, como Orden religiosa propiamente dicha. La Orden es un Instituto de derecho pontificio. 
Clemente VIII redujo la Orden al estado inicial de simple Congregación en 1592, poniendo a los Hermanos de nuevo bajo la jurisdicción de los obispos y no permitiéndoles hacer más que el voto de hospitalidad. Algunos años después de este acto de retroceso, la Congregación fue elevada de nuevo, por el Papa Paulo V, al grado de Orden: en España en 1611 y en Italia en 1617. Este doble restablecimiento autónomo dio origen a dos Congregaciones que se desarrollaron durante dos siglos y medio, aunque siempre con la conciencia de formar una sola familia. 
Como consecuencia, sobre todo, de las revoluciones políticas y de las leyes antirreligiosas del siglo XIX, la Orden vivió una época de gran sufrimiento en todo el mundo. La Congregación española sufrió un golpe particularmente duro y prácticamente desapareció en 1850. Su restauración en España, llevada a cabo principalmente por San Benito Menni, condujo también a la reunificación de la Orden. Desde entonces la Orden, consciente de la herencia que ha recibido de la Iglesia y con la mirada fija en el Cristo misericordioso del Evangelio, continúa en el mundo su obra de apostolado. A mediados del siglo XX, el espíritu misionero de la Orden llevó su expansión a nivel mundial»

«Nuestra misión es evangelizar el mundo del dolor y sufrimiento a través de la promoción de obras y organizaciones sanitarias y sociales, que presten una asistencia integral a la persona humana, dando preferencia a las personas más desfavorecidas». «La Hospitalidad es nuestro valor central, que se expresa y se concreta en los cuatro valores guía»: calidad, respeto, responsabilidad y espiritualidad ³.

Oración Colecta:

Señor, tú que infundiste en San Juan de Dios 

espíritu de misericordia, 

haz que nosotros, practicando las obras de caridad, 

merezcamos encontrarnos un día 

entre los elegidos de tu reino. 

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, 

que vive y reina contigo 

en la unidad del Espíritu Santo 

y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.


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¹ Fuente

² Heinrich Detzel:  Christliche Ikonographie (Herder, 1896), Tomo II. Traducción del alemán propia, con ayuda de Google Translator

3 Fuente

1 de marzo de 2022

La Oración de Jesús en el Huerto

En algunos calendarios particulares, como por ejemplo en el de los pasionistas, el martes anterior al Miércoles de Ceniza se recuerda la oración de Jesús en el Huerto de los Olivos. 

Leemos en un sitio pasionista:

La liturgia de la Oración de Jesús en el huerto de Getsemaní fue compuesta alrededor del año 1775. En nuestra Congregación fue introducida en 1828. En esta memoria Jesús es presentado como ejemplo y fuente de nuestra oración, para resistir al maligno y, sobre todo, para cumplir, incluso con heroísmo, la voluntad del Padre.

El misterio de la pasión de Cristo, como «causa de salvación eterna» (Hb 5, 9), y ofrenda al Padre como mediador: «A gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas» (Hb 5, 7), y como sacrificio: «Y le bajaba hasta el suelo un sudor como de gotas de sangre» (Lc 22, 44), son los dos caminos que Jesucristo nos ofrece para asociarnos a Él en la redención del mundo.


En este año jubilar de los pasionistas, en que se celebran los 300 años de la fundación de Congregación de la Pasión de Jesucristo, nos unimos a esta Memoria particular mediante estas imágenes, que obtuvimos en la iglesia armenia de San Gregorio Iluminador.


 El Prefacio propio de esta memoria, en el Misal de los pasionistas, es este:

En verdad es justo y necesario,

es nuestro deber y salvación

darte gracias

siempre y en todo lugar,

Señor, Padre santo,

Dios todopoderoso y eterno.

Porque, en tu gran misericordia,

has amado tanto a los hombres

que nos enviaste como Redentor a tu Hijo,

Jesucristo nuestro Señor.

Él, ofreciéndose a ti como víctima inocente,

aceptó la pasión y muerte de cruz por nosotros, pecadores,

y entregándose a una injusta condena,

expió la pena debida por nuestros pecados.

Con su muerte, lavó nuestras culpas

y, con su resurrección, nos mereció la salvación.

A él, el cielo y la tierra,

los ángeles y los arcángeles,

dedican el himno de sus alabanzas:

Santo, Santo, Santo...


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