27 de agosto de 2023

Domingo XXI Durante el Año

El vitral que vemos a continuación (de la iglesia mercedina consagrada a San Patricio) representa, como reza al pie, la  "Institución de la Confesión".


Según la mayoría de las fuentes consultadas, el Sacramento de la Penitencia fue instituido por Jesucristo en la tarde de Pascua, cuando al soplar sobre los Apóstoles les dijo: «Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan» (Jn 20, 22-23). Pero no parece ser esa la escena representada, pues Cristo Resucitado suele aparecer vestido de blanco y mostrando sus llagas gloriosas. 

Por ello presumimos que el vitral muestra en realidad el momento del "anuncio" del sacramento, que se distingue de la "institución", tal como lo muestra esta cuadro ¹:

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica (1444): «Al hacer partícipes a los Apóstoles de su propio poder de perdonar los pecados, el Señor les da también la autoridad de reconciliar a los pecadores con la Iglesia. Esta dimensión eclesial de su tarea se expresa particularmente en las palabras solemnes de Cristo a Simón Pedro: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16,19). "Consta que también el colegio de los Apóstoles, unido a su cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro (cf. Mt 18,18; 28,16-20)" (Lumen Gentium, 22)».


El fragmento del capítulo 16 del Evangelio de San Mateo que es citado en el párrafo del Catecismo que hemos transcripto forma parte de la lectura evangélica del Domingo XXI del Tiempo Ordinario en el Ciclo A (Mt  16, 13-20):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

—«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

—«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

—«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

—«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió:

—«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora te digo yo:

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.


¹  Andrés Dossin: "Vivir con Cristo" (Paulinas, 1963)

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