28 de octubre de 2017

28 de octubre: Fiesta de San Simón y San Judas

Los apóstoles Simón y Judas son celebrados juntos en la misma fiesta porque, según la tradición,  sufrieron  el martirio al mismo tiempo en Persia, en donde se encontraban predicando el Evangelio. Sin embargo, no tenemos ningún dato histórico acerca de ninguno de los dos: de Simón, ni siquiera una intervención en el Evangelio; de Judas Tadeo, sólo una, rescatada en el Martirologio:

«Judas -no el Iscariote- le dijo: "Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?"  Jesús le respondió: "El que me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él, y habitaremos en él».



En el ábside de la Basílica del Espíritu Santo -en el barrio de Palermo- se hallan representados los Doce Apóstoles con sus atributos iconográficos habituales; Simón y Judas, curiosamente, no están juntos, sino en puntos opuestos del ábside. 

El primero lleva un serrucho en alusión al supuesto elemento de su martirio: la tradición refiere que "lo habrían aserrado los adoradores del sol en Persia". 

Judas Tadeo, en tanto, "es caracterizado actualmente con preferencia por una maza"; lleva también un libro, en alusión a la epístola cuya autoría se le atribuye.


Oración Colecta
Señor Dios nuestro, 
que nos llevaste al conocimiento de tu nombre 
por la predicación de los Apóstoles, 
te rogamos que, por intercesión de San Simón y San Judas, 
tu Iglesia siga siempre creciendo 
con la conversión incesante de los pueblos. 


Próxima entrada:  2 de noviembre (Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos)

24 de octubre de 2017

24 de octubre: San Antonio María Claret

Antonio María Claret nació en 1807 en Sallent (diócesis de Vic, cerca de Barcelona). Su familia, profundamente cristiana,  estaba dedicada a la fabricación textil, y a los 12 años Antonio se sumó al trabajo familiar.

En 1829 entró en el seminario de Vich, y fue 0rdenado sacerdote en 1835. A lo largo de su vida sacerdotal fue desplegando su actividad en diversos campos de apostolado: la pastoral parroquial, las misiones rurales, la predicación al clero, el apostolado por medio de la prensa... 

En 1849 reunió en Vic a cinco sacerdotes con los que sentó las bases de una nueva congregación religiosa: los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María, fundada el 16 de julio de ese año. Hoy los miembros de esa congregación son conocidos como "claretianos".

Nombrado sorpresivamente Arzobispo de Santiago de Cuba por sugerencia de la Reina de España, Isabel II, en 1850, se dedicó infatigablemente a su ministerio episcopal. Su labor como obispo fue destacadísima.

En 1857 debió renunciar a la diócesis por haber sido llamado a Madrid como confesor de la Reina Isabel de España y para colaborar en la educación cristiana del Príncipe de Asturias y de las Infantas. No residía en la Corte, pero su rol le permitió influir en la elección de buenos obispos y organizar un centro de estudios eclesiásticos en El Escorial. Durante los viajes de la Reina, aprovechaba para dedicarse a la predicación, a las obras de caridad y a ayudar a los religiosos en España.  A causa de la revolución de 1868, en que fue expulsada la Reina, se refugió en Francia y se ocupó de la colonia española en París. 

En 1869 participó activamente en los trabajos preparatorios del Concilio Vaticano I. Por haber seguido a la Reina en el exilio fue perseguido también más allá de las fronteras españolas, por lo que debió refugiarse en la abadía cisterciense de Fontfroide, donde murió a la edad de sesenta y tres años, el 24 de octubre de 1870.  Fue canonizado en 1950.


Las dos fotos que ilustran la entrada de hoy fueron tomadas en mayo en la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo (antes llamada "de la Consolata"), ubicada justamente junto al Colegio Claret, en la avenida Donato Álvarez al 2000.

Concluimos con una oración de los religiosos claretianos, tomada de su sitio oficial, en que se invoca al santo:


Señor,
que hiciste de San Antonio María Claret, nuestro Padre,
un celoso apóstol de la gloria de Dios 
y de la salvación de los hombres,
concédenos la caridad ardiente que abrasaba su corazón
para que continuemos con intensidad y eficacia
su obra apostólica.
Haz que se multipliquen sus hijos
para dilatar el Reino de Jesucristo,
y que en el momento de nuestra muerte
merezcamos ser reconocidos como "siervos fieles" 
de Cristo y del Evangelio.
Amén.


Próxima entrada: 28 de octubre  (San Simón y San Judas)

21 de octubre de 2017

Santa María "en sábado"

Esta bella imagen de la Virgen Madre se encuentra en el vestíbulo de ingreso de la iglesia dedicada al Patrocinio de San José, en Recoleta.

Como lo venimos haciendo en las memorias marianas sabatinas de este año, acompañamos la fotografía con una estrofa del himno Akathistos, propio de la Liturgia Bizantina.











Salve, oh tienda del Verbo divino; 
Salve, más grande que el gran Santuario. 
Salve, oh Arca que Espíritu dora; 
Salve, tesoro inexhausto de vida. 
Salve, diadema preciosa 
de reyes devotos;
Salve, orgullo glorioso 
de sacros ministros. 
Salve, firmísimo alcázar 
de toda la Iglesia;
Salve, muralla invencible 
de todo el Imperio. 
Salve, por ti enarbolamos trofeos; 
Salve, por ti sucumbió el adversario. 
Salve, remedio eficaz de mi carne; 
Salve, inmortal salvación de mi alma. 
Salve, ¡Virgen y Esposa!


Próxima entrada:  24  de octubre  (San Antonio María Claret)

19 de octubre de 2017

19 de octubre: San Pedro de Alcántara

En la bella iglesia dedicada a la Inmaculada Concepción en el barrio de Belgrano (popularmente llamada "la Redonda"), se venera esta imagen del santo de hoy:


En realidad, figura el 18 de octubre en el Martirologio Romano, pero en España se celebra su Memoria el 19 (suponemos que por la superposición con la fiesta de San Lucas).  

San Pedro nació en Alcántara  en 1499. Ingresó siendo muy joven a la Orden de los Hermanos Menores, y se distinguió siempre por su austeridad y espíritu de penitencia. Escribió un destacado libro sobre la oración. «Adornado con el don de consejo y de vida penitente y austera -dice el Martirologio-, reformó la disciplina regular en los conventos de la Orden en España, siendo consejero de Santa Teresa de Jesús en su obra reformadora de la Orden de los Carmelitas
». Murió en 1562.

Próxima entrada: 21 de octubre  (Santa María "en sábado")

16 de octubre de 2017

16 de octubre: San Gerardo María Maiella


Dice el Martirologio: "En el lugar de Materdomini, en la Campania, san Gerardo Maiella, religioso de la Congregación del Santísimo Redentor, que, lleno de amor por Dios, abrazó un género de vida austera, y consumido por el celo por Dios y las almas, aún joven descansó en el Señor".


Nació en 1726  y murió en 1755; fue canonizado en 1904 por San Pío X.


La imagen sagrada cuya foto compartimos hoy se venera en la iglesia de Nuestra Señora de las Victorias, de los padres redentoristas, ubicada en Paraguay 1204.

Próxima entrada: 19 de octubre  (San Pedro de Alcántara)

14 de octubre de 2017

Santa María "en sábado"

En una nueva memoria sabatina de la Bienaventurada Virgen María, compartimos esta hermosa imagen que se venera en el templo porteño dedicado a San José de Calasanz, en Caballito.

Corresponde justamente, como se lee en la placa al pie de la imagen, a María como Madre de Dios, de especial veneración por los escolapios, la congregación fundada por San José de Calasanz.

Completamos esta entrada con otro fragmento del soberbio himno oriental Akathistos:


Salve, tú guía al eterno consejo;
Salve, tú prenda de arcano misterio.
Salve, milagro primero de Cristo;
Salve, compendio de todos los dogmas.

Salve, celeste escalera que Dios ha bajado;
Salve, oh puente que llevas los hombres al cielo. 
Salve, de angélicos coros solemne portento;
Salve, de turba infernal lastimero flagelo.

Salve, inefable, la Luz alumbraste;
Salve, a ninguno dijiste el secreto.
Salve, del docto rebasas la ciencia;
Salve, del fiel iluminas la mente.

Salve, ¡Virgen y Esposa! 
Salve, ¡Virgen y Esposa!


Próxima entrada: 16 de octubre (San Gerardo Maiella)

12 de octubre de 2017

12 de octubre: Nuestra Señora del Pilar


"Doy fervientes gracias a Dios por la presencia singular de María en esta tierra española donde tantos frutos ha producido. 
Y quiero encomendarte, Virgen santísima del Pilar, 
España entera, todos y cada uno de sus hijos y pueblos, la Iglesia en España, 
así como también los hijos de todas las naciones hispánicas. 
¡Dios te salve, María, Madre de Cristo y de la Iglesia! 
¡Dios te salve, vida, dulzura y esperanza nuestra! 
...






Virgen Santa del Pilar: 

aumenta nuestra fe, consolida nuestra esperanza, aviva nuestra caridad. 
Socorre a los que padecen desgracias, 
a los que sufren soledad, ignorancia, hambre o falta de trabajo. 
Fortalece a los débiles en la fe. 
Fomenta en los jóvenes la disponibilidad para una entrega plena a Dios. 
Protege a España entera y a sus pueblos, a sus hombres y mujeres. 
Y asiste maternalmente, oh María, 
a cuantos te invocan como Patrona de la Hispanidad" 

(San Juan Pablo II en el Pilar de Zaragoza, noviembre de 1982)




La imagen de Nuestra Señora del Pilar que vemos en las imágenes es la que preside el retablo principal de la antigua iglesia homónima, en el barrio de Recoleta.


Próxima entrada: 16 de octubre (San Gerardo)

9 de octubre de 2017

9 de octubre: San Héctor Valdivielso Sáez

Héctor Valdivielso Sáez nació en Buenos Aires (en el barrio de Boedo) el 31 de octubre de 1910;  fue bautizado en la iglesia de San Nicolás, ubicada donde se encuentra hoy el Obelisco.

Era hijo de padres españoles, procedentes de Burgos. Siendo apenas un niño, sus padres regresaron a España, y él con ellos.

En España, cuando aun no había cumplido 12 años, ingresó en el aspirantado de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. 

En 1926 inició el noviciado; recibió el hábito el 6 de octubre y tomó el nombre de Benito de Jesús, como era costumbre en la época. Pronunció sus primeros votos un año más tarde.

Después estudió Magisterio. En 1929 fue destinado al colegio de Astorga, en León. Allí colaboró con los grupos apostólicos del Colegio, como los «Tarsicios» y trabajó como promotor de prensa.

En 1933 fue destinado a Turón, en Asturias. En la escuela del lugar los lasallanos educaban a hijos de mineros.

Aquellos tiempos eran muy tristes para España y, sobre todo, para la Iglesia. El odio y la lucha de clases eran avivados por las autoridades y por los nacientes grupos de izquierda, con constantes ataques a la religión católica, a los símbolos religiosos y en especial a los sacerdotes y religiosos.  En Asturias tuvo lugar en octubre de 1934 una "revolución" de inspiración marxista,  durante la cual, en apenas quince días, fueron asesinados 33 sacerdotes y destruidas 17 iglesias. En ese contexto se produjo el martirio de Héctor Valdivielso Sáez.

Durante la noche del 4 al 5 de octubre de 1934, al estallar esa revolución,  fueron detenidos los sacerdotes que había en Turón. Las fuerzas marxistas irrumpieron luego en la casa de los lasallanos, que estaban a punto de comenzar la misa, y detuvieron a los ocho religiosos y al sacerdote que estaba con ellos. Primero los trasladaron a la cárcel instalada en la "Casa del Pueblo", donde estuvieron hasta el 8 de octubre. El 9 de octubre a la una de la mañana, fueron sacados de la cárcel a punta de pistola, les confiscaron sus bienes, y los trasladaron, engañados, al cementerio local. Allí fueron asesinados a sangre fría, a escopetazos, los ocho hermanos lasallanos (entre los que se encontraba Héctor, que no tenía todavía 24 años), el padre Inocencio, pasionista,  y dos jefes de carabineros.

Ese mismo día, 9 de octubre de 1934, comenzaba en Buenos Aires el Congreso Eucarístico Internacional, que marcó un verdadero renacimiento del catolicismo argentino, y fue un hito a partir del cual se inició una nueva etapa de la historia de la Iglesia en nuestra Patria.

Héctor Valdivielso Sáez (o Benito de Jesús) fue el primer nacido en la Argentina en merecer el honor de los altares. Fue beatificado el 29 de abril de 1990 y canonizado el 21 de noviembre de 1999 con el grupo de los llamados "Mártires de Turón",  junto con los otros siete Hermanos de las Escuelas Cristianas y el sacerdote pasionista ejecutados por odio a la fe:
San Cirilo Beltrán, nacido José Sanz Tejedor.
San Marciano José, nacido Filomeno López López.
San Julián Alfredo, nacido Vilfrido Fernández Zapico.
San Victoriano Pío, nacido Claudio Bernabé Cano.
San Benjamín Julián, nacido Vicente Alonso Andrés.
San Augusto Andrés, nacido Ramón Martín Fernández.
San Aniceto Adolfo, nacido Manuel Seco Gutiérrez.
San Inocencio de María Inmaculada, sacerdote pasionista nacido Manuel Canoura Arnau.



Dos fotografías del mismo cuadro ilustran la entrada de hoy: las tomé en dos ocasiones diferentes en la iglesia de San José de Calasanz, en cuya jurisdicción parroquial nació San Héctor. La imagen reúne varios elementos de gran simbolismo: la cruz del Congreso Eucarístico de 1934, la antigua e histórica iglesia de San Nicolás (demolida más tarde para abrir la avenida Nueve de Julio), el  ámbito geográfico del apostolado y del martirio de San Héctor, y al santo, con el hábito lasallano, portando la palma del martirio y en actitud de enseñar a un niño. A la izquierda se ve un resumen de la vida de nuestro santo compatriota.

En la ceremonia de canonización dijo San Juan Pablo II (el destacado obviamente es nuestro):
La fe en Cristo resucitado hace posible el compromiso y la entrega de tantos hombres y mujeres en la transformación del mundo, para devolverlo al Padre:  "Así Dios será todo para todos".Este mismo compromiso es el que animó al hermano Cirilo Bertrán y a sus siete compañeros, Hermanos de las Escuelas Cristianas del Colegio "Nuestra Señora de Covadonga", que habiendo nacido en tierras españolas y uno de ellos en Argentina, coronaron sus vidas con el martirio en Turón (Asturias) en 1934, junto con el padre pasionista Inocencio de la Inmaculada. No temiendo derramar su sangre por Cristo, vencieron a la muerte y participan ahora de la gloria en el reino de Dios. Por eso, hoy tengo la alegría de inscribirlos en el catálogo de los santos, proponiéndolos a la Iglesia universal como modelos de vida cristiana e intercesores nuestros ante Dios.(...)Todos ellos, como cuentan los testigos, se prepararon a la muerte como habían vivido:  con la oración perseverante, en espíritu de fraternidad, sin disimular su condición de religiosos, con la firmeza propia de quien se sabe ciudadano del cielo. No son héroes de una guerra humana en la que no participaron, sino que fueron educadores de la juventud. Por su condición de consagrados y maestros afrontaron su trágico destino como auténtico testimonio de fe, dando con su martirio la última lección de su vida. Que su ejemplo y su intercesión lleguen a toda la familia lasaliana y a la Iglesia entera.

Próxima entrada: 12 de octubre  (Nuestra Señora del Pilar)

4 de octubre de 2017

4 de octubre: San Francisco de Asís


La imagen de hoy no está en un templo, sino en la vía pública, muy cerca del Instituto Unzué, en Mar del Plata. Tomé la foto en 2012.

Detrás de la imagen del santo,  las figuras en el paredón evocan el Cántico de las Creaturas, que reproducimos a continuación:

Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.

Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.

Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.

Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.


Próxima entrada: 9  de  octubre (San Héctor Valdivielso)

2 de octubre de 2017

2 de octubre: Santos Ángeles Custodios

En la grandiosa Basílica de Nuestra Señora de los Buenos Aires se venera esta bella imagen de un Ángel Custodio, en actitud de proteger y guiar a un niño.

"Desde su comienzo (cf Mt 18, 10) hasta la muerte (cf Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia (cf Sal 34, 8; 91, 10-13) y de su intercesión (cf Jb 33, 23-24; Za 1,12; Tb 12, 12). "Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida" (San Basilio Magno). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios", dice el parágrafo 336 del Catecismo de la Iglesia Católica. 

Eepecialmente significativo es el fragmento evangélico que se lee hoy, tomado de Mateo (18, 10): "Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial".

La base de la imagen trae una célebre frase del salmo 91 (90), 11: "...angelis suis mandabit de te, ut custodiant te in omnibus viis tuis":  Dios "dará órdenes a sus ángeles para que te custodien en todos tus caminos".  A su vez, más abajo, aparece una bonita oración:

Ángel de Dios, que eres mi custodio, 
ya que la soberana piedad me ha encomendado a ti, 
alúmbrame, guárdame, rígeme y gobiérname. 
Amén.

Digamos finalmente que la Memoria de los Ángeles Custodios se remonta al siglo XV. Nació en la Península Ibérica, desde donde se extendió al Calendario Universal.  Se celebra hoy, el primer día libre después de la Fiesta de los Arcangeles Miguel, Gabriel y Rafael.

Próxima entrada: 4  de octubre (San Francisco de Asís)