30 de abril de 2018

30 de abril: San José Benito Cottolengo

Dice hoy el Martirologio: "En Chieri, cerca de Torino, en el Piamonte, San José Benito Cottolengo, presbítero, que, confiando solamente en el auxilio de la Divina Providencia, abrió una casa para acoger a pobres, enfermos y marginados de toda clase".



Las imágenes que veremos a lo largo de esta entrada corresponden a la imagen del santo ubicada en la Sillería del Coro de Canónigos de la Catedral de La Plata.  Todo el conjunto, incluyendo el Trono Arzobispal,  fue realizado en roble de Eslabonia en 1936 por los hermanos Mahlknecht.  

"José Cottolengo nació en Bra, un pueblo al norte de Italia. Fue el mayor de doce hermanos y estudió en Turín hasta conseguir el diploma de doctorado en Teología. Fue muy devoto de Santo Tomás.

Ordenado sacerdote, celebraba Misa a las tres de la mañana para que los campesinos pudieran asistir antes de ir a trabajar, acuñó una frase que solía repetir a menudo: “La cosecha será mejor con la bendición de Dios”.
Al ser nombrado canónigo en Turín, tuvo que asistir impotente a la muerte de una mujer que dejaba varios huérfanos, porque le habían negado los auxilios más urgentes debido a su condición de extrema pobreza.
Esta experiencia le dio la idea de fundar una casa para aliviar el dolor de los más necesitados y de condición más humilde. Para ello vendió todas sus pertenencias y consiguió cinco piezas que le permitieron comenzar su obra bienhechora, que se inauguró dando albergue gratuito a una anciana paralítica.
“No importa, todo lo pagará la Divina Providencia”, era una de sus frases de cabecera cada vez que se daba asilo una persona sin recursos.
Cuando en 1831 estalló una epidemia de cólera en Turín, las autoridades del gobierno ordenaron cerrar la Casa del Padre Cottolengo  con el argumento de que con tantos enfermos juntos el lugar se iba a convertir en centro de propagación de la enfermedad.
“A las hortalizas, para que crezcan más, las trasplantan. Así nos va a suceder a nosotros. Nos trasplantamos y así creceremos más”, exclamó San José Benito, y sin desanimarse partió de Turín hacia las afueras de la ciudad, a un barrio llamado Valdocco, donde fundó “La Pequeña Casa de la Divina Providencia”, en cuya entrada escribió una frase de San Pablo: “La Caridad de Cristo nos anima”.
Poco a poco se fueron levantando varios edificios donde se recibían toda clase de enfermos incurables. Una casa fue construida para personas con retraso mental, a quienes llamaba “mis queridos amigos”. Otra para atender a sordomudos y una para los inválidos.
Los huérfanos, los desamparados, los que eran rechazados en los demás hospitales, eran recibidos sin discriminación en la “Pequeña Casa de la Divina Providencia”.
Era admirable la fe ciega que el Padre Cottolengo tenía en la Divina Providencia, en ese cuidado paternal que Dios tiene de nosotros. Siempre repetía a sus ayudantes: “Nos podrán fallar las personas, nos fallarán los gobiernos, pero Dios no nos fallará jamás, ni siquiera una sola vez”.
El Padre José Benito Cottolengo, agotado de tanto trabajar, murió a los 56 años el 30 de abril del año 1842, cerca de Turín, Italia. Sus últimas palabras antes de morir fueron aquellas del salmo 122: “Que alegría cuando me dijeron: vamos a la Casa del Señor”. El Papa Pío XI lo declaró santo en 1934, junto con su gran amigo y vecino,  San Juan Bosco.
Su “Pequeña Casa” se amplió enormemente y con el tiempo se fue conociendo como la ciudad del amor y de la caridad. El Papa Pío IV la llamaba “La Casa del Milagro”. Don Orione se inspiró en la Obra de este Santo para continuar su apostolado de caridad. Hoy el mundo la conoce con el nombre de “Cottolengo”".
(Fuente: sitio oficial del Cottolengo Don Orione en la Argentina).



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28 de abril de 2018

28 de abril: San Luis María Grignion de Montfort

"San Luis María Grignion de Montfort, presbítero, que evangelizó las regiones occidentales de Francia, anunciando el misterio de la Sabiduría Eterna, y fundó dos congregaciones. Predicó y escribió acerca de la Cruz de Cristo y de la verdadera devoción hacia la Santísima Virgen, y, después de convertir a muchos, descansó de su peregrinación terrena en la aldea francesa de Saint-Laurent-sur-Sévre", dice hoy el Martirologio.




Que San Luis María "predicó y escribió acerca de la Cruz de Cristo y de la verdadera devoción hacia la Santísima Virgen"  queda reflejado en esta imagen: el santo aparece con una cruz en sus manos mientras que al pie de la imagen se lee el lema "Totus tuus", que popularizó San Juan Pablo II, referido a la Madre de Dios:
"María aparece…, como espacio de amor y de acción de las Personas de la Trinidad, y Montfort la presenta en una perspectiva relacional: “María es totalmente relativa a Dios, y yo la llamaría muy bien la relación con Dios, la que sólo existe en relación con Dios” (VD 225). Por esta razón la Toda Santa lleva hacia la Trinidad. Repitiéndole a diario TOTUS TUUS y viviendo en sintonía con ella, se puede llegar a la experiencia del Padre mediante la confianza y el amor sin límites (ver VD 169 y 215), a la docilidad al Espíritu Santo (ver VD 258) y a la transformación de sí según la imagen de Cristo(ver VD 218-221)"   (San Juan Pablo II, 27/10/2000;  VD = Tratado de la Verdadera Devoción).
El relieve se encuentra en la Basílica Nacional de Nuestra Señora de Luján, donde tomamos la foto en noviembre de 2016.




"La Iglesia, con el Espíritu Santo, bendice primero a la Santísima Virgen y después a Jesucristo: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Y esto no porque la Virgen María sea mayor que Jesucristo o igual a Él -lo cual sería intolerable herejía-, sino porque para bendecir más perfectamente a Jesucristo hay que bendecir primero a María . Digamos, pues, con todos los verdaderos devotos de la Santísima Virgen y contra sus falsos devotos escrupulosos: María, bendita tú entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús (Lc 1,42)".


San Luis María Grignion de Monfort, 
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María, 95

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25 de abril de 2018

25 de abril: Fiesta de San Marcos

Hoy celebramos la Fiesta del evangelista San Marcos. Suele estar representado en muchas iglesias, junto a los otros tres evangelistas, frecuentemente en el ambón o púlpito. Este es el caso de hoy, que corresponde a la bonita iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes (Echeverría 1371).

Como es habitual, Marcos es representado con un león -su atributo específico- y un libro.


Oración Colecta de hoy:


Dios nuestro, que enalteciste al evangelista san Marcos
con la misión de anunciar la buena noticia de la salvación,
concédenos recibir de tal modo sus enseñanzas
que sigamos fielmente las huellas de Cristo.

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24 de abril de 2018

24 de abril: Nuestra Señora de los Buenos Aires


El 24 de abril "se celebra la fiesta de Nuestra Señora de los Buenos Aires, advocación que dio el nombre a la capital argentina. (...) En la primera fundación de Buenos Aires Pedro de Mendoza llamó al sitio Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los Navegantes. “Buen Ayre” era la castellanización del nombre de la Virgen de Bonaria que se veneraba en el santuario de Cagliari, Cerdeña, y que era también patrona de los navegantes de Cádiz, España.
 
(...) 

En la segunda fundación, Juan de Garay le da al nuevo asentamiento el nombre de Ciudad de la Trinidad. La razón sería que la festividad más importante cercana a la fecha había sido la de la Trinidad o, según algunos historiadores, porque la nave ancló el día de dicha festividad. Pero al puerto le dio el nombre de Puerto de Santa María de los Buenos Ayres. Sin embargo los designios de Garay no tuvieron éxito ya que a pesar de que jamás hubo disposición oficial alguna que cambiara su nombre, el uso inapelablemente consagró desde el primer momento el nombre de Buenos Aires para la ciudad. 
Sin embargo, el nombre asignado por Garay lo conserva el templo mayor porteño, que se llama Catedral de la Santísima Trinidad".

(Fuente: AICA, abril de 2012, en base a una "breve gacetilla" difundida por "la catedral porteña", en la que se narra "el origen de esta advocación").




La imagen de Nuestra Señora de los Buenos Aires es de la misma Catedral Metropolitana,  y cuando tomamos la foto se exhibía excepcionalmente junto al altar de San Martín de Tours, como puede apreciarse en la primera toma.

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19 de abril de 2018

19 de abril: San Expedito

Aunque su culto goza de cierto arraigo en la piedad popular, hay que decir de entrada que probablemente San Expedito no haya existido nunca. Su nombre no figura en el Martirologio de 2001 y los testimonios sobre su vida son escasos, muy recientes (cuando se supone que el santo vivió en el siglo IV), contradictorios y espurios.




De todos modos, compartimos aquí una imagen del santo, que se encuentra en el templo dedicado en el barrio de Liniers a Nuestra Señora de las Nieves. Bajo estas líneas, los atributos iconográficos principales del santo, quien sostiene una cruz que dice "Hodie" ("Hoy") mientras pisa un cuervo junto a la palabra "Cras" ("Mañana").




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16 de abril de 2018

16 de abril: Santa María Bernarda Soubirous

El Martirologio recoge hoy la Memoria de Santa Bernadette Soubirous, a quien dedica estas palabras:  «En Nevers, también en Francia, Santa María Bernarda Soubirous, virgen, la cual, nacida en Lourdes de una familia muy pobre, siendo aún niña asistió a las apariciones de la Inmaculada Santísima Virgen María, y después abrazó la vida religiosa y llevó una vida escondida y humilde».


Bernardita, como se la conoce popularmente, nació en 1844. En 1858 fue testigo de las apariciones de la Virgen en la gruta de Lourdes.  Sufrió la incomprensión y el escepticismo de quienes no creían en lo que contaba, se burlaban de ella y la ponían en ridículo.  Más tarde abrazó la vida religiosa. Sus últimos años estuvieron marcados por la enfermedad y el dolor. Todos  los que la conocieron dan testimonio de su sencillez,  humildad y sensibilidad. Murió el 16 de abril de 1879. Fue beatificada en 1925 y canonizada en 1933 (ambos Años Santos). Su cuerpo se conserva incorrupto.



En marzo de 1858 la Virgen reveló su identidad diciendo "Yo soy la Inmaculada Concepción". El misterio de la Inmaculada Concepción había sido proclamado como dogma de fe en 1854.  
"Parece como si la Virgen Santísima hubiera querido confirmar de una manera prodigiosa el dictamen que el Vicario de su divino Hijo en la tierra, con el aplauso de toda la Iglesia, había pronunciado. Pues no habían pasado aún cuatro años cuando cerca de un pueblo de Francia, en las estribaciones de los Pirineos, la Santísima Virgen, vestida de blanco, cubierta con cándido manto y ceñida su cintura de faja azul, se apareció con aspecto juvenil y afable en la cueva de Massabielle a una niña inocente y sencilla, a la que, como insistiera en saber el nombre de quien se le había dignado aparecer, ella, con una suave sonrisa y alzando los ojos al cielo, respondió: «Yo soy la Inmaculada Concepción». Bien entendieron esto, como era natural, los fieles, que en muchedumbres casi innumerables, acudiendo de todas las partes en piadosas peregrinaciones a la gruta de Lourdes, reavivaron su fe, estimularon su piedad y se esforzaron por ajustar su vida a los preceptos de Cristo (...)"
  
(Pío XII, Carta encíclica Fulgens Corona (8/9/1953),   proclamando un Año Mariano en el centenario del dogma de la Inmaculada Concepción, párrafos 3 y 4)

Ilustramos esta entrada con un hermoso vitral de la iglesia del Santísimo Redentor (Larrea y Beruti). Muestra a la Virgen de Lourdes y a sus pies a Bernardita, en la gruta de las apariciones en Massabielle.

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13 de abril de 2018

Viernes de la II Semana de Pascua

Hoy es una de las varias ocasiones en que se da lectura en la misa al episodio de la multiplicación de los panes, en este caso según San Juan (6, 1-15):
Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía curando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a él y dijo a Felipe: «¿Dónde compraremos pan para darles de comer?».  Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: «Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan».Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: «Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?».Jesús le respondió: «Háganlos sentar».Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran uno cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada». Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada.Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: «Este es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo».Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.


La escena aparece representada en esta pintura que se exhibe en la iglesia ortodoxa rusa de la Santísima Trinidad, en Parque Lezama. Nótese que se ve el "mar de Galilea" y el "mucho pasto" que menciona el texto. El niño aludido en el relato es representado en forma destacada a los pies de Jesús, quien, acompañado de varios apóstoles, está en actitud de ofrecer pan a la "gran multitud".

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9 de abril de 2018

Solemnidad de la Anunciación del Señor

La Solemnidad de la Anunciación se celebra normalmente el 25 de marzo, nueve meses antes de la Navidad. Pero este año se vio impedida por caer en Semana Santa, y se trasladó, por tanto, al primer día litúrgicamente libre, que es hoy, finalizada la Octava de Pascua.


La escena, infinitamente representada por el arte, muestra a la Virgen junto al ángel Gabriel, quien le anuncia que será Madre del Salvador.  El momento es decisivo, pues el "sí" de María a la voluntad de Dios permite la Encarnación del Verbo Divino.

La imagen de hoy corresponde a un bonito vitral de la Basílica de San Ponciano, en La Plata, que visitamos en julio de 2017, ocasión en que tomamos la foto.

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4 de abril de 2018

Miércoles de la Octava de Pascua

Hoy, Miércoles de la Octava de Pascua, se proclama el célebre texto de San Lucas (24, 13-35) sobre la aparición de Jesús a los discípulos de Emaús.  Lo ilustramos con un curioso cuadro que se exhibe en la iglesia de Nuestra Señora del Carmelo.


Transcribimos un fragmento del texto evangélico de hoy, que corresponde al momento que más específicamente está representado en el cuadro:

(...) Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba». Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.

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1 de abril de 2018

Domingo de Pascua de Resurrección


La gloriosa Resurrección del Señor, la visita de María Magdalena y otras mujeres al sepulcro vacío, y la aparición del Resucitado -en la tarde del mismo Domingo de Pascua- a los discípulos de Emaús, son representados en este nuevo fragmento del mural que hemos venido contemplando en estos días del Triduo Pascual. El mural se exhibe en las paredes de la iglesia de Todos los Santos y Ánimas, del barrio de Chacarita.

Hoy, en el Domingo de Pascua, rezamos con la secuencia Victimae Paschali Laudes:


Victimae paschali laudes
inmolent Christiani.

Agnus redemit oves:
Christus innocens Patri
reconciliavit pecatores.

Mors et vita duello 
conflixere mirando: 
dux vitae mortuus, 
regnat vivus.

Dic nobis Maria, quid vidisti in via? 
Sepulcrum Christi viventis, 
et gloriam vidi resurgentis, 
angelicos testes, sudarium et vestes

Surrexit Christus spes mea; 
precedet suos in Galileam. 
Scimus Christum surrexisse 
a mortuis vere.

Tu nobis victor Rex, miserere.

Amen. Alleluia.

A la Víctima pascual 
ofrezcan alabanzas los cristianos.

El Cordero redimió a las ovejas: 
Cristo inocente 
reconcilió a los pecadores con el Padre.

La muerte y la Vida se enfrentaron 
en lucha singular. 
El dueño de la Vida, que había muerto, 
reina vivo.

Dinos, María, qué has visto en el camino? 
Vi el sepulcro de Cristo viviente 
y la gloria del que resucitó, 
a unos ángeles, el sudario y los vestidos.

Resucitó Cristo, mi esperanza; 
precederá en Galilea a los suyos 
Sabemos que Cristo verdaderamente resucitó de entre los muertos.

Tú, Rey victorioso, ten piedad.


Amen, Aleluya.