29 de diciembre de 2021

29 de diciembre: San David

Hoy el Martirologio trae la  «Conmemoración de San David, rey y profeta, hijo de Jesé betlehemita, quien encontró gracia ante Dios y fue ungido con el santo óleo por el profeta Samuel para regir el pueblo de Israel. Trasladó a la ciudad de Jerusalén el arca del Señor, y el Señor le juró que su descendencia permanecería para siempre, porque de él nacería Jesucristo según la carne».


En "Todos los santos", de Repetto Betes, se lee la siguiente biografía de David, «rey y profeta»:
La historia de David está contada en la Biblia, cuyos relatos son, en buena medida, según la exégesis moderna, una idealización del personaje, detrás de la cual está la historia real de un caudillo guerrero, osado y hábil, que logró conformar, en torno a su persona, el reino de las tribus de Israel, sustituyendo con su casa la de Saúl. Gana Jerusalén a los jebuseos y la declara capital del reino, adonde lleva el Arca de la Alianza y donde fomenta el culto del Señor. Según la Biblia, fue David hijo de Jesé, de Belén, y en su adolescencia fue ungido por Samuel como rey de Israel cuando el Señor desechó a Saúl.Poco después entra David al servicio del rey Saúl como tocador de cítara, lo que proporcionaba calma al monarca en sus crisis, y se destapa como persona extraordinaria cuando acepta el reto del gigante Goliat y lo vence con su honda. Escudero del rey, se hace íntimo amigo de Jonatán, hijo de Saúl, y el rey le entrega a su propia hija Micol como esposa. Pero Saúl tiene celos de la popularidad de David y, para evitar que se convierta en un rival, intenta matarlo, por lo que el joven debe huir ayudado por su esposa y Jonatán. Se une entonces a un grupo de bandoleros. Tiene la oportunidad de matar al rey, pero se niega a hacerlo. Tras la muerte de Saúl en la batalla de los montes Gelboé, es proclamado rey de la tribu de Judá en Hebrón y, años más tarde, rey de las otras tribus de Israel. Tomada Jerusalén y trasladada a ella el Arca, piensa en edificar un templo, pero recibe, por medio de Natán, la orden divina de dejar que sea su heredero el que lo edifique. Enamorado de Betsabé, la esposa de Urías, urde la muerte de éste en la batalla para poder casarse con ella, algo que Dios le recrimina fuertemente, lo que hace arrepienta de su pecado.  Se rebela contra él su hijo Absalón y está a punto de perder el trono, pero logra volver a Jerusalén y consolidarse.  Ordena elaborar un censo que, igualmente, le fue recriminado.Fallece dejando como heredero a su hijo Salomón, nacido de su unión con Betsabé.En el libro de las Crónicas se le atribuye el ordenamiento del sacerdocio, del ritual del templo e incluso de la música. Tuvo siete esposas y se conocen los nombres de quince de sus hijos. Devotísimo del Señor, la tradición le atribuye numerosos salmos, en los que se expresan variados sentimientos de amor, respeto, confianza y entrega a Dios, así como súplicas y alabanzas.A su casa y familia perteneció Jesús, que es llamado en el evangelio "hijo de David" y su genealogía se remonta a él. En Jesús se cumple la promesa hecha por Dios a David.  
Se calcula que murió hacia el año 960 a.C.

En la imagen se ve a David sosteniendo un pergamino que dice «Effundam spiritum meum». En el proyecto iconográfico de la Basílica del Espíritu Santo,  cuatro imágenes junto a los arcos del presbiterio representan a sendos personajes del Antiguo Testamento mostrando textos que aluden a la acción de la Tercera Persona de la Trinidad. Sin embargo, hay un error. El texto que debería mostrar David es el que se le atribuye a Joel: «Spiritu principali confirma me» (Sal 51 (50), 14), mientras que Joel  debería tener el que sostiene David (citado Joel 2, 28 aunque, al menos en las biblias actualmente en uso, es 3, 1):  «Effundam spiritum meum» (...super omnem carnem).



En las versiones latina y española que están publicadas en el sitio oficial de la Santa Sede leemos:

Joel 3, 1:  Et erit post haec: effundam spiritum meum super omnem carnem. = Después de esto, yo derramaré mi espíritu sobre todos los hombres:

Sal 51 (50), 14:  Redde mihi laetitiam salutaris tui et spiritu promptissimo confirma me. = 
Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga.

26 de diciembre de 2021

Fiesta de la Sagrada Familia

El Evangelio de la Fiesta de la Sagrada Familia, en el Ciclo C, trae el episodio de Jesús perdido y hallado en el Templo entre los Doctores de la Ley:

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

—«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados».

Él les contesto:

—«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?».

Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.

Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

Un hermoso vitral de la Basílica del Santísimo Rosario de la ciudad de Buenos Aires refleja este episodio.

25 de diciembre de 2021

25 de diciembre: Solemnidad de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo


 

Pasados innumerables siglos desde de la creación del mundo,

cuando en el principio Dios creó el cielo y la tierra 

y formó al hombre a su imagen; 

después también de muchos siglos, 

desde que el Altísimo pusiera su arco en las nubes tras el diluvio 

como signo de alianza y de paz; 

veintiún siglos después de la emigración de Abrahán, 

nuestro padre en la fe,  de Ur de Caldea; 

trece siglos después

de la salida del pueblo de Israel de Egipto bajo la guía de Moisés;

cerca de mil años después de que David fue ungido como rey,

en la semana sesenta y cinco según la profecía de Daniel; 

en la Olimpíada ciento noventa y cuatro, 

el año setecientos cincuenta y dos de la fundación de la Urbe, 

el año cuarenta y dos 

del imperio de César Octavio Augusto; 

estando todo el orbe en paz,

Jesucristo, Dios eterno

e Hijo del eterno Padre, 

queriendo consagrar el mundo 

con su piadosísima venida, 

concebido del Espíritu Santo, 

nueve meses después de su concepción, 

nace en Belén de Judea, hecho hombre, 

de María Virgen: 

la Natividad de nuestro Señor Jesucristo según la carne.


Con estas palabras presenta el Martirologio Romano la solemnidad de hoy. No hace falta agregar más; sólo presentar las imágenes: son fotos que tomé en 2019 en la Basílica de Nuestra Señora del Socorro.

20 de diciembre de 2021

Adviento: 20 de diciembre


En el Museo de Calcos de la Nación se exhibe esta réplica de la hermosa Annunciazione de Andrea della Robbia, obra del siglo XV.

En la última semana de Adviento, a partir del 17 de diciembre, se proclaman en forma continua, en la misa, los textos evangélicos que relatan los acontecimientos que precedieron inmediatamente al Nacimiento de Jesús. Hoy, 20 de diciembre, se lee el episodio de la Anunciación (Lc 1, 26-38):

El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.

14 de diciembre de 2021

14 de diciembre: Aniversario de la Dedicación de la Catedral de Córdoba

En 2019 tuve ocasión de visitar (¡una vez más!) la Catedral de Córdoba, de cuya Dedicación, según el Calendario Litúrgico de la Argentina, hoy se celebra el aniversario. Tomé entonces las fotos que compartimos en la entrada de hoy.


«Para que aparezca con mayor claridad la importancia y la dignidad de la Iglesia particular, se celebrará el aniversario de la dedicación de su iglesia catedral, con la categoría de solemnidad en la misma iglesia  catedral, como fiesta en las demás iglesias de la diócesis. Si este día está permanentemente impedido, la celebración se asignará al día libre más próximo. Conviene que en este día aniversario de la dedicación, el Obispo concelebre la Eucaristía en la iglesia catedral con el Cabildo de los Canónigos o con el Consejo presbiteral» (Pontifical Romano, Prenotanda del Rito de Dedicación de una iglesia).

Sede arzobispal
«La edificación propiamente dicha fue iniciada en el año 1582 con el nombre -que aún lleva- de Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. En 1598 el alfarje o maestro mayor de obras Gregorio Ferreira y el cantero Juan Rodríguez emprendieron la construcción del edificio con materiales lo suficientemente sólidos (piedra, ladrillos y cal). En 1601 el carpintero Mateo Domínguez se tomó el trabajo de realizar una armadura de listones y vigas para el techo mientras que Hernando Álvarez fue comisionado para que supervisara la fabricación de 30 000 tejas «musleras». La dirección de la obra fue poco después encomendada al arquitecto granadino Ricardo González Merguete quien efectuó diversos planos».  Juan Bautista Prímoli diseñó el plano principal de la planta (cruz latina de tipo basilical) «siguiendo el modelo de la casi coetánea iglesia jesuítica de Il Gesù en Roma».

«En 1706 la catedral fue oficialmente consagrada. Posteriormente el franciscano fray Vicente Muñoz diseñó y dirigió la construcción de la magnífica gran cúpula con cimborrio. Durante los dos primeros siglos de su edificación trabajaron en la obra muchos aborígenes procedentes de las estancias jesuíticas; varios de estos aborígenes eran extraordinarios artesanos y dejaron su huella en muchos de los detalles barrocos de esta catedral.

La fachada fue diseñada y concluida por Andrés Blanqui (...) en 1729.

El 18 de mayo de 1758 la edificación ya estaba prácticamente concluida, con las naves, el nártex, la gran cúpula, los cruceros, y el gran pórtico de tipo neoclásico antecedido por una amplia escalinata y cerrado por un artístico portal de hierro forjado, trabajo exquisito de herrería en el cual se pueden observar las siluetas de San Pedro y San Pablo, aunque las dos grandes torres-campanario recién fueron acabadas en 1787. La gran puerta de entrada, al igual que la sillería del coro en torno del altar mayor son obras jesuíticas talladas en cedro misionero. El reloj de la torre es un regalo que a fines de siglo XIX realizó el ferrocarril inglés. En 1901 fue añadida la estatua del Cristo Redentor en la cima de la fachada (...), forjada en la fundición de Paucelae Coquet de París, Francia.

Entre 1900 y 1914 el pintor y arquitecto catamarqueño radicado en Córdoba Emilio Caraffa hizo unos ligeros retoques (...), entre los que se destacan algunas pinturas interiores al fresco y los dos vitrales principales en la bóveda: el primero representa a la Resurrección de Cristo, el segundo al Sagrado Corazón otras pinturas al fresco fueron realizadas en los años 20 del s. XX por Carlos Camilloni y Manuel Cardeñosa.

(...)  Desde el año 2007, la Catedral de Córdoba fue restaurada y pintada a nuevo en sus cuatro fachadas. Para Navidad de 2009 se inauguró parcialmente la fachada principal. Su restauración finalizó en el 2010 para los festejos del Bicentenario de Argentina» (Wikipedia)


12 de diciembre de 2021

Domingo III de Adviento

El Evangelio de la misa de hoy, Tercer Domingo de Adviento del Ciclo C, es el siguiente:

«Dios dirigió su palabra a Juan Bautista, el hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Este comenzó a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.

La gente le preguntaba: «¿Qué debemos hacer entonces?».

Él les respondía: «El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto».

Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?».

Él les respondió: «No exijan más de lo estipulado».

A su vez, unos soldados le preguntaron: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?».

Juan les respondió: «No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo».

Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, él tomó la palabra y les dijo: «Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible».

Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia».

En las imágenes vemos fotos de una magnífica puerta que se exhibe en el Museo Isaac Fernández Blanco, decorada con momentos significativos de la vida de San Juan Bautista.  

En uno de los paneles se ve una escena que corresponde al texto evangélico: Juan el Bautista se encuentra anunciando «al pueblo la Buena Noticia»; frente a él hay diversas categorías de personas, como en la perícopa.


10 de diciembre de 2021

10 de diciembre: Nuestra Señora de Loreto


Viajando en colectivo hacia Wilde, en marzo de 2019, divisé sobre la avenida Mitre al 3700, en Sarandí,  el colorido frente de la iglesia de Nuestra Señora de Loreto.  Desde el mismo colectivo, como pude, tomé las fotos que ilustran esta entrada, que salieron bastante bien, pese a la distancia y el movimiento.


Según la tradición, la casa donde María recibió el anuncio del ángel acerca de la Encarnación del Hijo de Dios, en la que además la Virgen vivió con Jesús y San José, fue trasladada por el aire, por ángeles, desde Nazaret a Tarseto (en Dalmacia, Croacia) en el año 1291, para ser protegida ante el avance de tropas musulmanas en Tierra Santa.  Dos años después, fue llevada nuevamente por el aire a Ancona, y el 10 de diciembre de 1294 llegó a la localidad de Loreto. De esos traslados aéreos deriva el hecho de que la Virgen de Loreto sea la patrona de los aviadores y de diversas fuerzas aéreas. En nuestro Obispado Castrense, dado que Nuestra Señora de Loreto es Patrona de la Fuerza Aérea Argentina, la fecha de hoy tiene categoría de Fiesta. En las fotos que vemos, un avión pintado por detrás de la imagen de la Virgen nos recuerda ese patronazgo.

En septiembre de 2007 el papa Benedicto XVI visitó el Santuario de Loreto, en Italia,  y pronunció allí una hermosa oración de la que compartimos a continuación algunos fragmentos: 


María, Madre del sí, tú escuchaste a Jesús 
y conoces el timbre de su voz 
y el latido de su corazón.

Estrella de la mañana, háblanos de él 
y descríbenos tu camino 
para seguirlo por la senda de la fe.

María, que en Nazaret habitaste con Jesús, 
imprime en nuestra vida tus sentimientos, 
tu docilidad, tu silencio que escucha y hace florecer 
la Palabra en opciones de auténtica libertad.

María, háblanos de Jesús, para que el frescor 
de nuestra fe brille en nuestros ojos 
y caliente el corazón de aquellos 
con quienes nos encontremos, 
como tú hiciste al visitar a Isabel, 
que en su vejez se alegró contigo 
por el don de la vida.

María, Virgen del Magníficat 
ayúdanos a llevar la alegría al mundo 
y, como en Caná, impulsa a todos los jóvenes 
comprometidos en el servicio a los hermanos 
a hacer sólo lo que Jesús les diga.

María (...) ora para que Jesús, muerto y resucitado, 
renazca en nosotros 
y nos transforme en una noche llena de luz, 
llena de él.

María, Virgen de Loreto, puerta del cielo, 
ayúdanos a elevar nuestra mirada a las alturas. 
Queremos ver a Jesús, hablar con él 
y anunciar a todos su amor.



8 de diciembre de 2021

8 de diciembre: Solemnidad de la Inmaculada Concepción


«La refulgente corona de gloria con que el Señor ciñó la frente purísima de la Virgen Madre de Dios parécenos verla resplandecer con mayor brillo al recordar el día en que (...) nuestro predecesor, de feliz memoria, Pío IX, rodeado de imponente número de cardenales y obispos, con autoridad infalible declaró, proclamó y definió solemnemente que «ha sido revelada por Dios y, por lo tanto, debe ser creída con fe firma y constante por todos los fieles la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, desde el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Todopoderoso, fue preservada inmune de cualquier mancha del pecado original, en vista de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano». La Iglesia católica entera recibió con alborozo la sentencia del Pontífice, que desde hacía tiempo esperaba con ansia, y reavivada con esto la devoción de los fieles hacia la Santísima Virgen, que hace florecer en más alto grado las virtudes cristianas, adquirió nuevo vigor y asimismo cobraron nuevo impulso los estudios con los que la dignidad y santidad de la Madre de Dios brillaron con más grande esplendor. Y parece como si la Virgen Santísima hubiera querido confirmar de una manera prodigiosa el dictamen que el Vicario de su divino Hijo en la tierra, con el aplauso de toda la Iglesia, había pronunciado. Pues no habían pasado aún cuatro años cuando cerca de un pueblo de Francia, en las estribaciones de los Pirineos, la Santísima Virgen, vestida de blanco, cubierta con cándido manto y ceñida su cintura de faja azul, se apareció con aspecto juvenil y afable en la cueva de Massabielle a una niña inocente y sencilla, a la que, como insistiera en saber el nombre de quien se le había dignado aparecer, ella, con una suave sonrisa y alzando los ojos al cielo, respondió: «Yo soy la Inmaculada Concepción». Bien entendieron esto, como era natural, los fieles, que en muchedumbres casi innumerables, acudiendo de todas las partes en piadosas peregrinaciones a la gruta de Lourdes, reavivaron su fe, estimularon su piedad y se esforzaron por ajustar su vida a los preceptos de Cristo, y allí también no raras veces obtuvieron milagros que suscitaron la admiración de todos y confirmaron la religión católica como la única verdadera dada por Dios. Y de un modo particular lo comprendieron así también los Romanos Pontífices, que enriquecieron con gracias espirituales y favorecieron con su benevolencia aquel templo admirable que en pocos años había levantado la piedad del clero y de los fieles. (...)






Los Santos Padres en la Iglesia primitiva (...) enseñaron con claridad suficiente esta doctrina, afirmando que la Santísima Virgen fue lirio entre espinas, tierra absolutamente virgen, inmaculada, siempre bendita, libre de todo contagio del pecado, árbol inmarcesible, fuente siempre pura, la única que es hija no de la muerte, sino de la vida; germen no de ira, sino de gracia; pura siempre y sin mancilla, santa y extraña a toda mancha de pecado, más hermosa que la hermosura, más santa que la santidad, la sola santa, que, si exceptuamos a solo Dios, fue superior a todos los demás, por naturaleza más bella, más hermosa y más santa que los mismos querubines y serafines, más que todos los ejércitos de los ángeles».

(Pio XII, Encíclica Fulgens Corona, 8 de septiembre de 1953)


En esta Solemnidad de la Inmaculada Concepción hemos querido compartir una imagen de la  Purísima que se venera en la iglesia de Jesús en el Huerto de los Olivos, de la localidad de Olivos.

6 de diciembre de 2021

6 de diciembre: Beato Pedro Pascual


Aunque suele darse a Pedro Pascual el título de santo, el Martirologio Romano lo llama «beatus»«En Granada, en España, beato mártir Pedro Pascual, Obispo de Jaén, de la Orden de la Merced, el cual, mientras visitaba a su grey para exhortarla a la defensa de la fe, fue capturado por los moriscos y murió en la cárcel».  Por eso esta entrada se titula "Beato Pedro Pascual". 

«La familia valenciana de los Pascual dio a la iglesia seis mártires durante la dominación de los moros; según se dice el beato Pedro fue el último de ellos. Pedro se educó en su casa, bajo la dirección de un maestro privado, era éste un sacerdote originario de Narbona y doctor en teología por la universidad de París, a quien los padres de Pedro habían rescatado de manos de los moros, Pedro se trasladó con él a París, donde hizo sus estudios y obtuvo el título de doctor. A su regreso a Valencia, recibió las órdenes sagradas a los veinticuatro años de edad. Fue profesor de teología en Barcelona, hasta que Jaime I de Aragón le nombró tutor de su hijo Sancho, quien poco después fue nombrado Arzobispo de Toledo. Como dicho príncipe era todavía muy joven para recibir las órdenes, el beato Pedro fue nombrado administrador de la diócesis. Más tarde, fue nombrado Obispo Titular de Granada, que estaba entonces en manos de los moros, pero no recibió la consagración episcopal sino hasta 1296, cuando fue elegido Obispo de Jaén. Dicha ciudad estaba todavía bajo el poder de los moros.

A pesar del peligro, el beato rescató a muchos cautivos, instruyó y bautizó a los cristianos, predicó a los infieles, y reconcilió con la Iglesia a varios apóstatas y renegados. Por esta razón, los moros se apoderaron de él durante una visita que hizo a Granada, y lo encerraron en un calabozo a donde nadie podía ir a verlo. A pesar de ello, el beato se las ingenió para escribir un tratado contra el Islam y su profeta. Cuando las autoridades se enteraron de que dicho tratado corría de mano en mano, condenaron a muerte a su autor. Este atravesó por un período de pavor la víspera del día de la ejecución; pero el Señor se le apareció y lo reconfortó. A la mañana siguiente, fue asesinado a puñaladas mientras hacía oración; los perseguidores le cortaron después la cabeza. El beato tenía entonces setenta y tres años. La tradición describe así la muerte de Pedro; pero, según parece, murió a consecuencia de lo que sufrió en la prisión.

Clemente X confirmó en 1670 el culto del beato Pedro Pascual, e incluyó su nombre en el Martirologio Romano». 

La biografía, entrecomillada, está tomada -con leves correcciones- de El Testigo Fiel.
La foto, que tomamos en marzo de 2020, corresponde al retablo mayor la Basílica de la Merced.

3 de diciembre de 2021

3 de diciembre: San Francisco Javier

 


«Memoria de San Francisco Javier, presbítero de la Compañía de Jesús,  evangelizador de la India, el cual, nacido en Navarra, fue uno de los primeros compañeros de San Ignacio que, movido por el ardor de dilatar el Evangelio, anunció diligentemente a Cristo a innumerables pueblos en la India, en las Molucas y otras islas, y después en el Japón, convirtiendo a muchos a la fe. Murió en la isla de San Xon, en China, consumido por la enfermedad y los trabajos (1552)».

La imagen se venera en la iglesia jesuita Nuestra Señora de los Milagros de la ciudad de Santa Fe.

En el Propio de la Compañía de Jesús la celebración de hoy tiene categoría de Fiesta y cuenta con este Prefacio Propio:


V. El Señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.

R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R. Es justo y necesario. 


En verdad es justo y necesario,

es nuestro deber y salvación

darte gracias siempre y en todo lugar,

Señor, Padre santo,

Dios todopoderoso y eterno,

por Cristo, Señor nuestro. 


Porque encendiste en San Francisco Javier, 

hijo de la primera Compañía, 

el ardor de la caridad 

y el celo de las almas, 

para que despreciando riesgos, fatigas y trabajos, 

emprendiese innumerables viajes 

y anunciase el Evangelio a muchas naciones 

a las que inició en los sacramentos de salvación 

y agregó a tu pueblo, por Cristo, Señor nuestro. 


Por Él los ángeles y los arcángeles 

y todos los coros celestiales 

celebran tu gloria unidos en común alegría. 


Permítenos asociarnos a sus voces 

cantando humildemente tu alabanza.

Santo, Santo, Santo...

27 de noviembre de 2021

27 de noviembre: Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

Apenas tres meses después de su ingreso en la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul (Vicentinas) en París, la joven Catalina Labouré recibió la visita de la Santísima Virgen, en la capilla privada de la Casa Madre de las Hermanas.

La primera aparición tuvo lugar en la noche del 18 de julio de 1830. Un ángel en forma de niño despertó a Catalina diciéndole: "La Virgen te espera en la Capilla". La joven siguió al ángel y en la Capilla tuvo un afectuoso diálogo con  María, que entre otras cosas  le dijo: "Dios quiere confiarte una misión. Tendrás que sufrir mucho. Pero no tengas miedo". Y añadió: "Vengan a los pies de este altar; aquí las gracias se derramarán sobre todas las personas que las pidan llenas de confianza y con fervor".

El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Inmaculada se le apareció nuevamente a Sor Catalina en la Capilla, durante la oración de la tarde. La manifestación celestial se presentó en diversos "momentos":

En primer lugar, María se presenta de pie sobre una semiesfera terrestre, aplastando con sus pies a una serpiente. Entre sus manos, a la altura del pecho, sostiene una pequeña esfera dorada que eleva y ofrece a Dios. En ese momento la Virgen bajó su mirada a los ojos de Sor Catalina, que comprendió que la pequeña esfera representaba  al mundo y a todos los hombres, a quienes María tiene siempre muy cerca de su corazón.

En una segunda escena, unos rayos de luz salen de las manos de María e iluminan el globo de la tierra sobre los que se asientan sus pies. Catalina oye una voz que le dice: "Estos rayos son símbolo de las gracias que María alcanza a cuantos se las piden".  Después, en torno a la Virgen se forma un óvalo a la manera de medalla. Y Catalina observa cómo se inscribe en letras de oro una invocación a la Inmaculada Concepción, desconocida hasta entonces: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos".

Luego la Medalla hace un giro y Catalina ve el reverso. En la parte superior, una cruz corona la inicial del nombre de María. Debajo hay dos corazones: uno rodeado de espinas y el otro atravesado por una espada. En ese momento Catalina escucha claramente las palabras que detallan y explican la misión que la Santísima Virgen María quería conferirle: "Haz acuñar una medalla según este modelo. Las gracias serán abundantes para las personas que la lleven con confianza".

La memoria de la Virgen de la Medalla Milagrosa se celebra en el aniversario de la mencionada aparición. La imagen cuya foto compartimos la tomamos en 2019 en la iglesia de San Francisco Solano de la ciudad de Santiago del Estero.

¡Oh María sin pecado concebida, 
ruega por nosotros
que recurrimos a Vos!

25 de noviembre de 2021

Jueves de la Semana XXXIV Durante el Año

En los años impares, la Primera Lectura del jueves de la última semana del Año Litúrgico es la siguiente: 
En aquellos días, unos hombres espiaron a Daniel y lo sorprendieron orando y suplicando a su Dios. Entonces fueron a decirle al rey:
—«Majestad, ¿no has firmado tú un decreto que prohíbe hacer oración, durante treinta días, a cualquier dios o cualquier hombre fuera de ti, bajo pena de ser arrojado al foso de los leones?».
El rey contestó:
—«El decreto está en vigor, como ley irrevocable de medos y persas».
Ellos le replicaron:
—«Pues Daniel, uno de los deportados de Judea, no te obedece a ti, majestad, ni al decreto que has firmado, sino que tres veces al día hace oración a su Dios».
Al oírlo, el rey, todo sofocado, se puso a pensar la manera de salvar a Daniel, y hasta la puesta del sol hizo lo imposible por librarlo.
Pero aquellos hombres le urgían, diciéndole:
—«Majestad, sabes que, según la ley de medos y persas, un decreto o edicto real es válido e irrevocable».
Entonces el rey mandó traer a Daniel y echarlo al foso de los leones.
El rey dijo a Daniel:
—«¡Que te salve ese Dios a quien tú veneras tan fielmente!».
Trajeron una piedra, taparon con ella la boca del foso, y el rey la selló con su sello y con el de sus nobles, para que nadie pudiese modificar la sentencia dada contra Daniel.
Luego el rey volvió a palacio, pasó la noche en ayunas, sin mujeres y sin poder dormir.
Madrugó y fue corriendo al foso de los leones. Se acercó al foso y gritó afligido:
—«¡Daniel, siervo del Dios vivo! ¿Ha podido salvarte de los leones ese Dios a quien veneras tan fielmente?».
Daniel le contestó:
—«¡Viva siempre el rey! Mi Dios envió su ángel a cerrar las fauces de los leones, y no me han hecho nada, porque ante él soy inocente, como tampoco he hecho nada contra ti».
El rey se alegró mucho y mandó que sacaran a Daniel del foso. Al sacarlo, no tenía ni un rasguño, porque había confiado en su Dios.
Luego mandó el rey traer a los que habían calumniado a Daniel y arrojarlos al foso de los leones con sus hijos y esposas. No habían llegado al suelo, y ya los leones los habían atrapado y despedazado.
Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas de la tierra:
—«¡Paz y bienestar! Ordeno y mando que en mi imperio todos respeten y teman al Dios de Daniel. Él es el Dios vivo que permanece siempre. Su reino no será destruido, su imperio dura hasta el fin. Él salva y libra, hace signos y prodigios en el cielo y en la tierra. Él salvó a Daniel de los leones».

(Daniel     6, 12-28)
La imagen del profeta Daniel junto a un león, que claramente evoca el texto bíblico que acabamos de leer, está en la iglesia de la Inmaculada Concepción de Belgrano.

22 de noviembre de 2021

22 de noviembre: Santa Cecilia

 

En la Memoria de Santa Cecilia, visitamos una vez más la Basílica Nacional de Nuestra Señora de Luján. Un hermoso y colorido vitral recuerda y rinde homenaje a la santa.

El Martirologio Romano dice de esta virgen y mártir que, «según la tradición, consiguió la doble palma por amor a Jesucristo en el cementerio de Calixto, en la vía Apia de Roma. El título de una iglesia en el Transtíber romano lleva desde antiguo su nombre».

Por las más antiguas referencias históricas, se puede inferir que su memoria ya se celebraba en la iglesia romana en el siglo IV, aunque su nombre aparece en fechas diferentes. La fiesta de la Cecilia mencionada el 22 de noviembre, día en el cual es celebrada en la actualidad, era la que correspondía al templo dedicado a ella en el barrio del Trastévere, en Roma, como lo señala el elogio del actual Martirologio. 

Las actas de su martirio proceden del siglo V y han sido transmitidas en numerosos manuscritos. Nos informan que Cecilia, una virgen de familia senatorial, cristiana desde su infancia, fue dada en matrimonio por sus padres a un noble joven pagano, Valeriano. Tras la celebración del matrimonio, Cecilia le contó a su esposo que ella estaba comprometida con un ángel que celosamente guardaba su cuerpo, por lo que Valeriano no debía violar su virginidad. Como Valeriano deseaba ver al ángel, Cecilia lo mandó a un sitio determinado, donde se encontró con el Papa Urbano. Valeriano fue bautizado por el pontífice y regresó a su casa convertido en  cristiano. Luego Tiburcio, el hermano de Valeriano, también se convirtió. Los hermanos hicieron obras de caridad y enterraron los cuerpos de muchos que habían muerto por Cristo; por ello fueron condenados a muerte. Más tarde también Cecilia fue buscada por los funcionarios para darle fin; después de una gloriosa profesión de fe, fue condenada a morir ahogada en el baño de su propia casa. Pero, como permanecía ilesa, el prefecto romano la hizo decapitar allí mismo. El verdugo la golpeó con su espada tres veces sin lograr su objetivo,  por lo que huyó, dejando a la virgen bañada en sangre. Cecilia vivió tres días más, hizo disposiciones en favor de los pobres y ordenó que, tras su muerte, su casa fuera dedicada como templo. Urbano I la enterró entre los obispos y los confesores, en la catacumba de Calixto. Allí, en tiempos modernos, en una cripta cercana a la de los papas, fue encontrado un nicho vacío en una de las paredes, que se supone que tal vez vez contuvo el sarcófago con los restos de la santa. Precisamente entre los frescos que adornan la pared del sepulcro, aparece la figura de una mujer ricamente vestida, y el Papa Urbano. 

El relato carece de valor histórico, pero la existencia misma de Cecilia y los otros mártires mencionados en las actas no puede ser puesta razonablemente en duda.  

La iglesia del Trastévere fue reconstruida por Pascual I en el siglo IX. El Papa deseaba trasladar allí las reliquias de la santa; al principio, sin embargo, no pudo encontrarlas. Pero Cecilia se le apareció en una visión, exhortándolo a continuar la búsqueda, porque había estado  muy cerca de encontrarla. El Papa renovó la búsqueda y finalmente el cuerpo de la mártir, cubierto con adornos de oro y con su ropa empapada en sangre, fue encontrado en la catacumba de Pretextato. Se supone que los restos debieron ser llevados allí desde la catacumba de Calixto para salvarlos de los primeros saqueos de los lombardos en las cercanías de Roma. Durante una restauración del templo, en 1599, fue encontrado debajo del altar el sarcófago con las reliquias que el papa Pascual había mandado trasladar.



Ahora bien: no hemos dicho nada del aspecto más conocido de Santa Cecilia, su condición de Patrona de la música.  

Desde el siglo XIV, aproximadamente, a Cecilia se le asigna  como atributo un órgano o se la representa tocando un instrumento musical.   

En el vitral que vemos en esta entrada, se ve a Cecilia con instrumentos musicales. En el medallón inferior incluso se lee un fragmento del salmo 95: «Cantate Domino et benedicite nomine ejus», «Canten al Señor y bendigan su Nombre».



¿De dónde procede este patronazgo?

1) Una teoría habla de un error en la traducción de un fragmento de las actas de Cecilia.

En la escena de la boda dice el relato: «Cantantibus organis Caecilia virgo in corde suo soli Domino decantabat dicens: Fiat, Domine, cor meum, et corpus meum inmaculatum, ut non confundar»: «Mientras sonaban los instrumentos, Cecilia en su corazón sólo a Dios salmodiaba, diciendo: «“Haz, Señor, mi corazón y mi cuerpo inmaculados, para que no quede confundida”». Interpretando que Cecilia tocaba un instrumento musical ("organum", singular de "organis", significa instrumento, y no el órgano actual, que no existía),  creyeron que ejecutaba música y le asignaron el patronazgo.

2) Sin embargo, otra teoría señala que en el siglo XVI -época de la que procede el patronazgo- interpretaron correctamente que Cecilia, desdeñando la música "profana" de la boda, sólo se preocupaba por la música "celestial", que entonaba «in corde suo», en su corazón; allí radica el verdadero y más profundo motivo de que Cecilia sea invocada como Patrona de la música. 

De ahí procedería, paradójicamente, la representación de Cecilia tocando instrumentos: no porque lo hiciera en su vida real, sino porque, al ser proclamada Patrona de la música por motivos "espirituales", era lógico que se la mostrara ejecutando música.

3) Una tercera interpretación señala que quizás el texto original hubiera sido malinterpretado por completo. El texto original, en vez decir: «Cantantibus organis...» ("mientras sonaban los instrumentos") quizás decía «Candentibus organis...» ("mientras se calentaban los instrumentos": en este caso los de tortura). Esta teoría es menos sólida, porque la frase aparece en el contexto de la boda, y no del martirio.

Oración Colecta:

Dios nuestro,
que todos los años nos alegras
con la celebración de Santa Cecilia;
concédenos imitar sus ejemplos
y anunciar las maravillas de Cristo, tu Hijo,
reflejadas en la vida de tus santos.
Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

17 de noviembre de 2021

17 de noviembre: San Roque González de Santa Cruz

Se celebra hoy la memoria de los tres mártires rioplatenses Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo; en esta entrada,  sin embargo, nos concentraremos en el primero de ellos. Recogimos la información  del sitio oficial de los jesuitas en el Paraguay; las fotos las tomamos en enero de 2019 en la parroquia Cristo Rey de la ciudad de Asunción.


«El primer santo paraguayo, Roque González de Santa Cruz, nació en Asunción en el año 1576. Durante los primeros años de su vida aprendió a hablar el guaraní y a trabajar el campo. Ambas cualidades le fueron de gran utilidad en su ulterior labor evangelizadora. A los 23 años recibió la ordenación sacerdotal siendo uno de los primeros sacerdotes diocesanos ordenados en la región de Río de la Plata.

Al inicio, su labor pastoral se centró en la atención a los indígenas, a quienes amaba entrañablemente. Ocho años más tarde fue nombrado párroco de la catedral de Asunción. Su abnegada dedicación a los demás, junto con su espíritu práctico le mereció el cargo de provisor y vicario general de todo el obispado.

Sin embargo, en medio de estos reconocimientos, el P. Roque experimentaba una gran nostalgia por su labor con los indígenas. Así, el 9 de mayo de 1609 abandonó sus cargos y privilegios para ingresar en el noviciado de la Compañía de Jesús. La decisión no estuvo exenta de fricciones, especialmente con sus familiares que pertenecían a la clase privilegiada de la colonia (el hermano del P. Roque era teniente general y gobernador de Asunción).

Su ingente labor misionera comenzó en la reducción de “San Ignacio de Loyola”. En ella los aborígenes aprendían trabajos manuales y las primeras letras, y se les instruía en la doctrina católica. Los misioneros llevaban la paz de Cristo a esos territorios, respetando las tradiciones culturales de los nativos y compartiendo con ellos el mensaje de Cristo. El P. Roque era el alma de la vida litúrgica y religiosa de la reducción; pero también –sin descuidar la cura de almas un solícito promotor de su vida económica y social. Su anhelo de llevar el evangelio a sus “nuevos hijos”, como él solía llamarlos, le llevó a emprender la fundación de 10 reducciones más.

A pesar del bien que los misioneros realizaban en la región, su labor no dejó de inquietar a los hechiceros, que veían en ellos una amenaza para sus intereses. En noviembre de 1628, mientras el P. Roque y otro sacerdote, el P. Alfonso Rodríguez, trabajaban en la reducción de Todos los Santos del Caaró, un hechicero llamado Nezú organizó una revuelta. En ella los indígenas asesinaron a los misioneros con sus italaás -una especie de hacha- y entregaron sus cuerpos a las llamas. Los asaltantes quemaron el cuerpo del P. Roque». Para gran asombro de los asesinos, a pesar de que el cuerpo estaba quemado, «su corazón milagrosamente permaneció intacto».

El corazón incorrupto de Roque fue llevado a Roma para una revisión; volvió a América en 1928 y fue venerado por un tiempo en la iglesia del Salvador en Buenos Aires. Actualmente la reliquia de San Roque González de Santa Cruz se encuentra en la Parroquia Cristo Rey de Asunción.




En 1934, Roque González y sus compañeros Alonso Rodríguez y Juan del Castillo fueron beatificados por el Papa Pío XI.  
El 16 de mayo de 1988 el Papa Juan Pablo II, durante su visita al Paraguay, canonizó a los tres jesuitas. 




«El corazón incorrupto del padre Roque González de Santa Cruz constituye una imagen elocuente del amor cristiano, capaz de superar todos los límites humanos, hasta los de la muerte».
(San Juan Pablo II, Homilía en la misa de la canonización, 16 de mayo de 1988)