29 de abril de 2017

Sábado de la II Semana de Pascua: Nuestra Señora de Guadalupe



En la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz se celebra hoy como Solemnidad la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe. Se trata de la advocación santafecina, que no hay que confundir con la mexicana de igual nombre, cuya fiesta se celebra el 12 de diciembre.



Las imágenes que aportamos para la celebración de hoy corresponden a vitrales en la Basílica de la Natividad de María en la ciudad santafecina de Esperanza. Tomé las fotos en 2010.


25 de abril de 2017

25 de abril: Fiesta de San Marcos

La fiesta de San Marcos, a quien la más antigua tradición cristiana considera autor del segundo evangelio, "es celebrada en la fecha del 25 de abril por los coptos, sirios y bizantinos, y desde el siglo IX en adelante, también en Occidente". 

Por los Hechos de los Apóstoles conocemos a un Juan Marcos que está relacionado con Pedro (cfr. Hech 12,12) y más tarde es compañero de San Pablo en su misión en Chipre (Hech 13,5), "después de haber sido llevado por Pablo y Bernabé desde Jerusalén a Antioquia" (cfr. Hech 12,25). 

Más tarde Marcos "vuelve inexplicablemente a Jerusalén" (Hech 13,13). Más adelante embarca nuevamente para Chipre con Bernabé, (Col 4,10), después de haber sido rechazado por Pablo como compañero de viaje. 

"Tras reconciliarse con Pablo, es mencionado como colaborador suyo y consolador en la prisión (Col 4,10; Flm 24; 2Tim 4,11)". Pedro lo llama “hijo mío” (1Pe 5,13), "aludiendo quizá al bautismo recibido del apóstol".

"Otros datos son inciertos: la identificación con el joven que huyó desnudo en el huerto de Getsemaní; su presencia y muerte en Alejandría, ignorada por los escritores alejandrinos más antiguos como Clemente, Orígenes y Dionisio, aunque hablen de ello Eusebio y Jerónimo". También es incierta "la presencia de Marcos en Oriente, cuando Pablo, prisionero en Roma por segunda vez, ruega a Timoteo (2Tim 4,11), que se encontraba entonces en Éfeso, que traiga a Marcos a Roma porque le era útil para el ministerio".

Tras su muerte, según la leyenda, sus restos reposaron primero en Alejandría, hasta que en el año 828 dos mercaderes venecianos llevaron su cuerpo a Venecia y erigieron allí un templo en su honor. 

La imagen que ilustra la entrada de hoy corresponde a uno de los cuatro ángulos del crucero de la Basílica de San José de Flores y representa a San Marcos -con su emblema iconográfico habitual, el león- acompañado en este caso por el papa San Gregorio. Tomé la foto en febrero de este año.

19 de abril de 2017

Miércoles de la Octava de Pascua

En las misas de los días de la Octava de Pascua se leen, en el Evangelio, las diversas aparaiciones de Jesús Resucitado. Hoy, miércoles, se proclama el conocido episodio de la aparición a los discípulos de Emaús:

Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.
Él les dijo: «¿Qué comentaban por el camino?». 
Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!».
«¿Qué cosa?», les preguntó. 
Ellos respondieron: «Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo,  y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro  y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les había aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron».
Jesús les dijo: «¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No será necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?». Y comenzando por Moisés y continuando en todas las Escrituras lo que se refería a él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba». 
Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio.


Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.
Y se decían: «¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?».
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos,  y estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!».
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

El momento en que Jesús come con los dos discípulos y parte para ellos el pan es representado por un hermoso relieve en dorado, cuya foto está intercalada en el texto justamente en ese punto de la narración. La imagen se encuentra en el Camarín de la Virgen en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Luján.

Oración Colecta de hoy:

Dios nuestro, que todos los años nos alegras
con la celebración solemne de la resurrección de tu Hijo;
concédenos, por tu bondad,
que este júbilo alcance su plenitud en la Pascua del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

16 de abril de 2017

Domingo de Pascua de Resurrección


La Resurrección del Señor en un hermoso  relieve policromado. Se halla en un altar lateral de la iglesia dedicada a San Antonio de Padua en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco.

Oración Poscomunión de hoy:

Señor Dios, protege paternalmente,
a tu Iglesia con amor incansable,
para que, renovada por los misterios pascuales,
llegue a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


14 de abril de 2017

Viernes Santo





En este Viernes Santo, una hermosa imagen del Crucificado que se venera en la célebre iglesia de Santa Ana, en Glew, provincia de Buenos Aires.


13 de abril de 2017

Jueves Santo


Una curiosa representación de la Última Cena ocupa el ábside del templo dedicado a San Miguel, en Mitre y Suipacha. Jesús no está sentado a la mesa, sino de pie, vestido de blanco; los apóstoles están expectantes ante sus palabras; Judas se halla del otro lado, vestido de negro y como saliendo del cuadro. Más curioso aun es que la Cena está ambientada en el mismo templo que cobija a la pintura.


El arte de Augusto Ferrari, quien tuvo a su cargo la pintura de este histórico templo, nos ayuda a celebrar hoy el día de la institución de la Eucaristía.

La Oración Colecta de la Misa "in Coena Domini" es esta:

Dios nuestro:
reunidos para celebrar la santísima Cena
en la que tu Hijo unigénito, 
antes de entregarse a la muerte,
confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio,
banquete pascual de su amor,
concédenos que, de tan sublime misterio,
brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida.

7 de abril de 2017

Viernes de la V Semana de Cuaresma



En este nuevo viernes de Cuaresma, ofrecemos una fotografía de la hermosa imagen del Señor de los Milagros que se venera en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad, en Buenos Aires. Como se lee al pie de la imagen, se trata de una réplica de la original existente en el Perú.



Nos informa Wikipedia que «el Señor de los Milagros de las Nazarenas, más comúnmente llamado Señor de los Milagros, es una imagen de Jesucristo originalmente pintada en una pared de adobe, ubicada tras el Altar Mayor del santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú) y venerada en Lima y diversas partes del mundo. La imagen fue pintada durante el siglo XVII por un esclavo originario de Angola que fue llevado al Perú. La festividad del Señor de los Milagros es la principal celebración católica en el Perú y una de las procesiones más grandes del mundo».

La imagen original sólo incluía a Cristo;  más tarde «fueron añadidas las imágenes de Dios Padre, María y María Magdalena». Se lo conoce también como Cristo Moreno «debido a que, entre sus creyentes, predominaba la gente negra»

5 de abril de 2017

5 de abril: Beata Juliana de Mont-Cornillon


Aunque formalmente es beata, Juliana de Mont-Cornillon suele ser llamada santa, como ocurre en otros casos. 

Nació cerca de Lieja a fines del siglo XII y murió en 1258. En 1869 se produjo la confirmación de su culto, que equivale a una beatificación.

A ella se debe la introducción en la Iglesia de la fiesta del Corpus Christi. 

Desde los cinco años ella estaba al cuidado de las religiosas de Monte Cornillon, que se dedicaban a atender a los enfermos. Juliana era muy estudiosa, y profesaba gran devoción al Santísimo Sacramento. Cuando tenía quince años comenzó a tener una visión en la que veía una especie de luna dividida por una banda negra. Al principio, temía que se tratase de un artificio del demonio para distraerla del estudio; pero poco a poco se convenció de que la aparición tenía un significado sobrenatural. Finalmente, en otra visión,  el Señor le explicó que la luna representaba el año litúrgico con todas las fiestas y que la banda negra representaba la falta de la fiesta del Santísimo Sacramento, que debía completar el ciclo.

Años más tarde, Juliana tomó el hábito en Monte Cornillon; en 1225 fue elegida superiora. Entonces empezó a hablar de su visión a algunos amigos, en particular a Eva de Lieja, quien a su vez lo comentó con Isabel de Huy, que era una santa religiosa de su comunidad. Alentada por estas dos piadosas mujeres, Juliana se atrevió a confiarse a un sabio canónigo, rogándole que consultara el asunto con teólogos. El canónigo trató la cuestión con Jacobo Pantaleón (quien fue más tarde elegido Papa y tomó el nombre de Urbano IV), y otros sabios, y todos aseguraron que no había ninguna objeción teológica ni canónica que oponer a la institución de la fiesta. Sin embargo, Juliana tuvo severa oposición, que tras años de conflictos se resolvió en 1242, año en que la diócesis de Lieja adoptó la fiesta del Corpus Christi. Sin embargo, Juliana debió enfrentar otros problemas más tarde, y vivió  enferma y en la pobreza sus últimos años hasta su muerte el 5 de abril de 1258.

Cuando Jacobo Pantaleón, quien había sido uno de los primeros en apoyar a Juliana, fue elegido Sumo Pontífice, Eva acudió al Obispo de Lieja para que solicitase del Papa la institución de la fiesta del Santísimo Sacramento.  Urbano IV accedió y, para demostrar a Eva su reconocimiento por la parte que había tenido en la institución de la fiesta, le envió la bula de aprobación y el oficio de la nueva fiesta, que Santo Tomás de Aquino había compuesto a petición suya. En 1312, bajo Clemente V, el Concilio de Viena confirmó la bula de Urbano IV. Desde entonces, la fiesta del Corpus Christi se convirtió en día de precepto en Occidente.

La imagen que ilustra la entrada de hoy corresponde a un vitral en la cripta de la Basílica del Santísimo Sacramento de la ciudad de Buenos Aires.

4 de abril de 2017

4 de abril: Beato Francisco Marto

Así como el 20 de febrero nos ocupamos de su hermana Jacinta, hoy dedicamos nuestra entrada al Beato Francisco Marto, uno de los tres videntes de Fátima. Destacamos así -y lo propio haremos el 13 de mayo- el centenario de las apariciones de la Santísima Virgen en ese lugar.

Así elogia el Martirologio a Francisco: "En el lugar de Aljustrel, cerca de Fátima, en Portugal, beato Francisco Marto, que, consumido por una enfermedad, siendo todavía niño, brilló por la suavidad de costumbres, la perseverancia en los sufrimientos y en la fe, y también por la asiduidad en la oración".





De esta manera se refirió a él el Papa Juan Pablo II en la homilía de la misa en que beatificó a Francisco y a su hermana Jacinta: 

Por designio divino, "una mujer vestida del sol" (Ap 12, 1) vino del cielo a esta tierra en búsqueda de los pequeños privilegiados del Padre. Les habla con voz y corazón de madre: los invita a ofrecerse como víctimas de reparación, mostrándose dispuesta a guiarlos con seguridad hasta Dios. Entonces, de sus manos maternas salió una luz que los penetró íntimamente, y se sintieron sumergidos en Dios, como cuando una persona -explican ellos- se contempla en un espejo.
Más tarde, Francisco, uno de los tres privilegiados, explicaba: "Estábamos ardiendo en esa luz que es Dios y no nos quemábamos. ¿Cómo es Dios? No se puede decir. Esto sí que la gente no puede decirlo". Dios: una luz que arde, pero no quema. Moisés tuvo esa misma sensación cuando vio a Dios en la zarza ardiente; allí oyó a Dios hablar, preocupado por la esclavitud de su pueblo y decidido a liberarlo por medio de él: "Yo estaré contigo" (cf. Ex 3, 2-12). Cuantos acogen esta presencia se convierten en morada y, por consiguiente, en "zarza ardiente" del Altísimo.
Lo que más impresionaba y absorbía al beato Francisco era Dios en esa luz inmensa que había penetrado en lo más íntimo de los tres. Además sólo a él Dios se dio a conocer "muy triste", como decía. Una noche, su padre lo oyó sollozar y le preguntó por qué lloraba; el hijo le respondió: "Pensaba en Jesús, que está muy triste a causa de los pecados que se cometen contra él". Vive movido por el único deseo -que expresa muy bien el modo de pensar de los niños- de "consolar y dar alegría a Jesús".
En su vida se produce una transformación que podríamos llamar radical; una transformación ciertamente no común en los niños de su edad. Se entrega a una vida espiritual intensa, que se traduce en una oración asidua y ferviente y llega a una verdadera forma de unión mística con el Señor. Esto mismo lo lleva a una progresiva purificación del espíritu, a través de la renuncia a los propios gustos e incluso a los juegos inocentes de los niños.
Soportó los grandes sufrimientos de la enfermedad que lo llevó a la muerte, sin quejarse nunca. Todo le parecía poco para consolar a Jesús; murió con una sonrisa en los labios. En el pequeño Francisco era grande el deseo de reparar las ofensas de los pecadores, esforzándose por ser bueno y ofreciendo sacrificios y oraciones. Y Jacinta, su hermana, casi dos años menor que él, vivía animada por los mismos sentimientos.

Las imágenes de esta entrada, como en la del 20 de febrero, corresponden a  una sencilla representación de los tres pastorcitos junto a la Virgen. Se encuentra junto a la capilla dedicada a Nuestra Señora de Fátima en la localidad homónima, cerca de Pilar. Francisco puede verse a la derecha.

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