29 de septiembre de 2017

29 de septiembre: Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael


La imagen que compartimos hoy no fue obtenida en un templo, sino en en hotel de Ciudad del Este, en Paraguay. Tomé la foto en enero del año pasado.

Tres figuras de artesanía indígena representan a los tres ángeles que honra la fiesta de hoy: de izquierda a derecha,  Rafael, Miguel y Gabriel.

Son los tres únicos ángeles mencionados en la Escritura por su nombre, y los únicos a los que la Iglesia rinde culto.

Dice Lodi en "Santos del Calendario Romano":
Los testimonio bíblicos sobre Miguel se encuentran en la carta de Judas (8-9, que cita la apócrifa Asunción de Moisés, según Orígenes); luego en Ap 12,7-10 (la batalla de Miguel y sus ángeles contra el dragón) y en Dan (cc. 10-12), donde es presentado como protector de Israel. El culto de Miguel en el monte Gargano (Puglia, Italia) hasta el siglo VI se ha desarrollado después de que la fiesta del 8 de mayo del año 663, por la victoria obtenida por los logobardos sobre los sarracenos y atribuida a la protección del arcángel, confluyó en la del 29 de septiembre; luego encontró como centro de irradiación la famosa abadía normada de Mont-Saint-Michel (709), que se convirtió en meta de peregrinaciones, con la instalación de los benedictinos (966). Tres son las apariciones que han contribuido en Occidente al culto del arcángel Miguel. La primera a Gregorio Magno cuando, durante la procesión para impetrar el fin de la peste, habría visto al ángel envainando la espada en lo alto de la mole Adriana (origen del oratorio en honor de Miguel). La segunda (asimismo muy dudosa) es la aparición del arcángel a un pastor para proteger a un toro descarriado, con la orden de construir una capilla en la caverna de la alta montaña del Gargano. La tercera es la del arcángel al obispo de Avranches (Saint-Aubert), por tres veces, con la orden de construir una basílica en su honor en el monte Tomba.
Gabriel ("Fuerza de Dios") es el ángel que está en presencia de Dios, según Lc 1,19; interviene en los acontecimientos de la anunciación, del nacimiento de Juan Bautista y de Jesús; y en Daniel (8,16; 9,21) es el anunciador de las divinas revelaciones. Es venerado, desde el siglo II, como arcángel, y en la Iglesia siria, como el primer ángel. Hasta el siglo XII, al ángel del Ap 7,3-4, junto al altar con un incensario en la mano, se le confundía con Gabriel, que se le apareció a Zacarías (Lc 1,11).
Rafael ("Dios cura") es muy venerado por los judíos y también por los cristianos, porque su nombre aparece en Tob 12,15, y lo acompaña en su viaje.

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26 de septiembre de 2017

26 de septiembre: San Cosme y San Damián

Dice Butler en su obra "Vidas de santos":  

«Cosme y Damián eran hermanos gemelos, naturales de Arabia; estudiaron las ciencias en Siria y llegaron a distinguirse por su habilidad en la medicina. Como eran cristianos y estaban impulsados por el santo aliento de la caridad en que se nutre el espíritu de nuestra bendita religión, practicaban su profesión con toda su pericia y notable éxito, pero sin aceptar jamás pago alguno por sus servicios. Vivían en Aegeae, sobre la costa de la bahía de Alejandreta, en Cilicia, donde ambos eran distinguidos por el cariño y el respeto de todo el pueblo a causa de los muchos beneficios que prodigaba entre las gentes su caridad y por el celo con que practicaban la fe cristiana, ya que aprovechaban todas las oportunidades que les brindaba su profesión para difundirla y propagarla. En consecuencia, al comenzar la persecución, resultó imposible que aquellos hermanos de condición tan distinguida, pasasen desapercibidos. Ellos fueron de los primeros en ser aprehendidos por orden de Lisias, el gobernador de Cilicia y, luego de haber sido sometidos a diversos tormentos, murieron decapitados por la fe. Conducidos sus restos a Siria, quedaron sepultados en Cirrhus, ciudad ésta que llegó a ser el centro principal de su culto y donde las referencias más antiguas sitúan el escenario de su martirio». 

Enzo Lodi en su obra "Los santos del Calendario Romano" nos aclara que  la memoria de Cosme y Damián corresponde al "día de la dedicación de la basílica por parte de Félix IV (526-530) en honor de estos mártires, en el foro romano, en un edificio pagano", que se anticipa en un día "a la fecha del 27 de septiembre, fecha atestiguada ya por los sacramentarios romanos gelasiano y gregoriano".

"Estos mártires sirios", dice también Lodi, "recibieron en la antigüedad un culto vastísimo", como lo testimonian varios documentos históricos, aunque los detalles acerca de su vida y martirio sean en parte legendarios. La devoción por Cosme y Damián llegó a Roma gracias al papa Símaco (498-514), que les dedicó un oratorio en Santa María la Mayor en Roma. Ambos son mencionados además en el Canon Romano.

La imagen que ilustra la entrada de hoy corresponde a la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria (en Bahía Blanca 363, de Buenos Aires), donde los dos santos son especialmente venerados como Patronos Secundarios de la parroquia:


"Los dos médicos gemelos se hicieron cristianos y por el mérito exclusivo de sus virtudes y la intervención de sus oraciones alejaban las enfermedades de los enfermos; tras diversos suplicios están reunidos en el cielo y hacen numerosos milagros para sus compatriotas. Si un enfermo acude a su tumba y ruega ante ella con fe, obtiene inmediatamente remedio para sus males; se dice que se aparecen en sueños a los enfermos y les dan una prescripción; éstos la ejecutan y se curan".
(San Gregorio de Tours, In gl. mart. 98)


"Nadie alimenta de sí mismo a los que invita, pero el Señor Jesucristo ha hecho precisamente esto: él, que es quien invita, se da a sí mismo como comida y bebida. Y los mártires, entendiendo bien lo que habían comido y bebido, devolvieron al Señor lo mismo que de él habían recibido".
(San Agustín, Sermón 239 sobre el v.5 del salmo 115: 
"Preciosa es ante el Señor la muerte de sus santos")


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23 de septiembre de 2017

23 de septiembre: San Pío de Pietrelcina

Celebramos hoy a un santo del siglo XX: San Pío de Pietrelcina, nacido en 1887 y muerto en 1968.  Su nombre verdadero era Francisco Forgione, pero tomó el de Pío. Nació en Pietrelcina, y  fue ordenado presbítero en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos en 1910.  Se dedicó toda su vida a la dirección espiritual de los fieles y a la reconciliación de los penitentes en el convento de San Giovanni Rotondo, en la región de Apulia, mostrando además una atención particular hacia los pobres y necesitados. 

Fue favorecido por el Señor con carismas especiales, el más famoso de los cuales fue el de los estigmas, que recibió en septiembre de 1918, y conservó por medio siglo, hasta su muerte, el 23 de septiembre de 1968, cuando desaparecieron misteriosamente sin dejar ninguna cicatriz. 


Durante su vida se dedicó solamente a su ministerio sacerdotal, entregado a la oración, la celebración de la misa, la administración de los sacramentos -de manera particular la reconciliación- y la dirección espiritual.

Su fama de santidad se difundió rápidamente en todo el mundo; muchos milagros se atribuyeron desde entonces a su intercesión. Apenas dos años y medio después de su muerte, dijo de él Pablo VI:  «¡Mirad qué fama ha tenido, qué clientela mundial ha reunido en torno a sí! Pero, ¿por qué? ¿Tal vez porque era un filósofo? ¿Porque era un sabio? ¿Porque tenía medios a su disposición? ¡Porque celebraba la Misa con humildad, confesaba desde la mañana a la noche, y era, es difícil decirlo, un representante visible de las llagas de Nuestro Señor! Era un hombre de oración y de sufrimiento».

El padre Pío fue beatificado y canonizado por San Juan Pablo II.


La imagen que ilustra esta entrada se venera en la iglesia porteña de Santa María de los Ángeles, atendida por los capuchinos. Tomé las fotos en marzo de este año.

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15 de septiembre de 2017

15 de septiembre: Nuestra Señora de los Dolores

Honramos hoy a Nuestra Señora de los Dolores.

La Oración Colecta de hoy ilustra el sentido de esta conmemoración litúrgica:  

"Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos".

Antes de las reformas litúrgicas posconciliares, la Memoria de hoy estuvo tradicionalmente ligada con la devoción por los "Siete Dolores" de la Virgen María, difundida por los Servitas:

-La profecía de Simeón: «Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón"» (Lc 2, 34s).
-La huida a Egipto. «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo» (Mt 2, 13).
-El Niño Jesús perdido durante tres días: «Hijo, ¿por qué has hecho esto con nosotros? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados» (Lc 2, 48).
-La dolorosa marcha hacia el Calvario: «Seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por Él» (Lc 23, 27).
-La Crucifixión: « Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre» (Jn 19, 25)
-El descendimiento de la cruz. «Un miembro del Consejo, llamado José, hombre recto y justo (...) fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.  Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana» (Lc 23, 50ss).
-La sepultura: «Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado»  (Lc 23, 55).

Ahora, sin embargo, esto señala hoy el Martirologio:  
"Memoria de Nuestra Señora de los Dolores, que de pie junto a la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su pasión salvadora. Fue la nueva Eva, que por su admirable obediencia contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que por su desobediencia trajo la muerte".


La hermosa imagen de la fotografía se venera en el templo consagrado a Nuestra Señora de los Dolores en la ciudad de Buenos Aires. La iglesia está ubicada sobre la avenida Díaz Vélez, frente al Parque Centenario.


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14 de septiembre de 2017

14 de septiembre: Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz





Un bello Crucifijo que se venera en la iglesia parroquial de San Antonio de Areco ilustra nuestra entrada de hoy, dedicada a la Exaltación de la Cruz. Se trata de una réplica de la imagen del Señor de los Milagros de Mailín,  cuya historia y detalles pueden ver en el siguiente  enlace:  

Aunque tiene su origen en hechos históricos de los primeros siglos, en la fiesta de hoy, según el Martirologio actual,  la Cruz de Cristo "es ensalzada y venerada como trofeo pascual de su victoria y signo que aparecerá en el cielo, anunciando a todos la segunda Venida".

"Salve, Cruz, portadora de vida,
invencible trofeo de piedad,
puerta del cielo, amparo de los fieles,
baluarte de la Iglesia:
por ti la corrupción ha sido vencida
sojuzgado el poderío de la muerte,
y nosotros somos elevados;
arma invencible,
pavor de los infiernos,
gloria de los mártires y ornato de los santos,
puerto seguro de la salvación;
tú traes a nuestro mundo la gran misericordia"
("Apostika" de la fiesta en al Liturgia Bizantina)


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13 de septiembre de 2017

13 de septiembre: San Juan Crisóstomo

En el artístico púlpito de la  hermosa Basílica de Santa Rosa de Lima encontramos, entre las imágenes de otros grandes predicadores, la de San Juan Crisóstomo, que vemos junto a estas líneas.

Así lo elogia el Martirologio Romano: "Memoria de San Juan, Obispo de Constantinopla y Doctor de la Iglesia, antioqueno de nacimiento, que, ordenado presbítero, llegó a ser llamado «Crisóstomo» por su gran elocuencia. Gran pastor y maestro de la fe en la sede constantinopolitana, fue desterrado de la misma por insidias de sus enemigos, y al volver del exilio por decreto del papa San Inocencio I, como consecuencia de los malos tratos recibidos de sus guardianes durante el camino de regreso, entregó su alma a Dios en Cumana, localidad del Ponto". Murió el día de la Santa Cruz, el 14 de septiembre de 407.

En la imagen se representa a Crisóstomo ("Boca de Oro") con la típica corona de los obispos del Oriente, y a sus pies un panal de miel (atributo iconográfico no habitual).

Transcribimos a continuación un fragmento de la homilía que pronunció antes de partir hacia el exilio, que se lee hoy en el Oficio de Lecturas  

"Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús. Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. ¿El destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena. ¿La confiscación de los bienes? Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. No tengo deseos de vivir, si no es para vuestro bien espiritual. Por eso, os hablo de lo que sucede ahora exhortando vuestra caridad a la confianza.
¿No has oído aquella palabra del Señor: Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio ellos? Y, allí donde un pueblo numeroso esté reunido por los lazos de la caridad, ¿no estará presente el Señor? me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas que me apoyo. Tengo en mis manos su palabra escrita. Éste es mi báculo, ésta es mi seguridad, éste es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es lo que ella me dice? Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más que una tela de araña. Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En toda ocasión yo digo: «Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, o lo que tú quieres que haga». Éste es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le doy gracias también.
Además, donde yo esté estaréis también vosotros, donde estéis vosotros estaré también yo: formamos todos un solo cuerpo, y el cuerpo no puede separarse de la cabeza, ni la cabeza del cuerpo. Aunque estemos separados en cuanto al lugar, permanecemos unidos por la caridad, y ni la misma muerte será capaz de desunirnos. Porque, aunque muera mi cuerpo, mi espíritu vivirá y no echará en olvido a su pueblo.
Vosotros sois mis conciudadanos, mis padres, mis hermanos, mis hijos, mis miembros, mi cuerpo y mi luz, una luz más agradable que esta luz material. Porque, para mí, ninguna luz es mejor que la de vuestra caridad. La luz material me es útil en la vida presente, pero vuestra caridad es la que va preparando mi corona para el futuro".             (PG 52,427*-430)

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12 de septiembre de 2017

12 de septiembre: El Santísimo Nombre de María

"El Santísimo Nombre de María" es el nombre que oficialmente tiene la Memoria de hoy en el Calendario Litúrgico de la Argentina, pero también aparece denominada en otros lugares aplicando al Nombre de la Madre de Dios el apelativo "el Dulce" o "el Dulcísimo".

El "Misal Romano Diario y Devocionario" del padre Natalio Díaz sj (obra de 1957) nos informa que "a la Iglesia de Cuenca (España) cabe la honra de ser la primera que desde 1513 festeja el dulcísimo nombre de María. En 1683 el Papa  Inocencio XI extendió esta fiesta a toda la Iglesia para dar gracias a María por la victoria que el rey de Polonia, Juan Sobieski, obtuvo contra los turcos  asediaban Viena y amenazaban a toda la cristiandad, debida singularmente a la protección de la Santísima Virgen".

Allí mismo se transcriben estas palabras de San Francisco: “Ni el cielo ni la tierra, oh bienaventurada Virgen María, conocen otro nombre, despues del de tu querido Hijo, de quien reciban los fieles mayores gracias, en quien depositen mayor confianza, ni de quien reciban mayor dulzura, que de tu santísimo nombre”. 

Y estas otras, célebres, de San Bernardo: “Oh vosotros, que flotáis sobre las corrientes  de este mundo, entre las tormentas y los vendavales, tened los ojos fijos en la Estrella si no queréis perecer entre las olas. Si te sientes asaltado por el  huracán de la tentación, arrojado contra los escollos de las tribulaciones, mira la Estrella, invoca a María. Si tiemblas agitado por el oleaje del orgullo, de la ambición, de la envidia, de la concupiscencia, mira a la Estrella, invoca a María. Si te turba el horror del juicio, si te aterra la enormidad de tus crímenes, si te ves arrastrado por el abismo de la tristeza y la desesperación,  piensa en María. En los peligros, en las angustias, las vacilaciones, piensa en María, invoca a María. Tenla perpetuamente en los labios, siempre en el corazón”.

"Piensa en María, invoca a María": estas palabras son recogidas en el vitral que ilustra nuestra entrada de hoy. Tomé la foto en la iglesia de San Roque, en el barrio de Villa Ortúzar.


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9 de septiembre de 2017

9 de septiembre: Santa María de la Cabeza


Señala hoy el Martirologio: "En Castilla la Nueva, región de España, Santa Toribia, llamada María de la Cabeza, esposa de san Isidro labrador, con quien llevó vida humilde y hacendosa (s. XII)".


Tomamos la siguiente biografía de El Testigo Fiel:  
Esta santa mujer fue esposa de san Isidro Labrador. María Toribia, llamada de la Cabeza, llevó una vida humilde y laboriosa. Los nombres de Caraquiz, cerca de Uceda, en la diócesis de Toledo, y el de Torrelaguna, aparecen en su leyenda. Le gustaba ir a la ermita de Santa María para hacer el aseo y orar. La calumniaron ante su marido, quien la vio cruzar sobre su capa el Jarama (crecido afluente del Tajo), lo que se consideró un juicio de Dios que probaba su inocencia. Sobrevivió a san Isidro y fue enterrada en la ermita que con tanto amor visitaba. Esta ermita fue atendida por los templarios hasta 1311; después, se hicieron cargo de ella los menores enclaustrados hasta 1511. Fue probablemente en tiempo de los menores enclaustrados (después los sucedieron los menores observantes), cuando la cabeza de María fue colocada sobre el altar mayor del oratorio. Esta reliquia se tiene por eficaz contra los dolores de cabeza. En 1511, el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros renovó el relicario que guardaba la cabeza. Procesiones y cofradías atestiguaron la veneración pública hacia la santa. Inocencio XII aprobó su culto en 1697. Se trasladaron sus reliquias a Madrid para unirlas a las de su esposo.
Tomé en julio de este año las dos fotos que ilustran esta entrada. Son de la imagen de la santa que se venera en la Catedral de San Isidro.

La Oración Colecta de hoy (tomada del "calendario particular" de la Archidiócesis de Madrid) es la siguiente:


Concédenos, Señor, conocerte y amarte sobre todas las cosas,
como se lo concediste a tu sierva María de la Cabeza,
esposa de san Isidro, labrador;
y, sirviéndote así, como lo hizo ella, con sinceridad de corazón,
logremos también agradarte
con nuestra fe y nuestras obras.

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2 de septiembre de 2017

Santa María "en sábado"


Esta imagen de la Virgen María se encuentra en la iglesia porteña dedicada a San Martín de Tours. A la Madre de Dios le ofrecemos una nueva estrofa del himno oriental Akathistos:

 Salve, oh tallo del verde Retoño;
salve, oh rama del Fruto incorrupto. 
Salve, al pío Arador tú cultivas;
salve, tú plantas quien planta la vida. 
Salve, oh campo fecundo de gracias copiosas; 
salve, oh mesa repleta de dones divinos. 
Salve, un Prado germinas  de toda delicia; 
salve, al alma preparas  asilo seguro.

Salve, incienso de grata plegaria; 
salve, ofrenda que el mundo concilia. 
Salve, clemencia de Dios para el hombre; 
salve, del hombre con Dios confianza. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 


Próxima entrada: 9 de septiembre (Santa María de la Cabeza)