31 de diciembre de 2019

31 de diciembre: Santa Catalina Labouré

El Martirologio Romano consigna en la fecha de hoy: «En París, en Francia, Santa Catalina Labouré, virgen, de las Hijas de la Caridad, que de manera singular honró a la Inmaculada y brilló por la simplicidad, caridad y paciencia (1876)».

Su nombre de pila era Zoe. Nació en 1806 en una familia numerosa. Su madre murió cuando ella apenas tenía 8 años.  Un tiempo después, su hermana mayor, Luisa, ingresó en las Hermanas de la Caridad, de modo que Zoe Labouré quedó encargada de la casa. Pero pronto sintió ella también el llamado  a la vida religiosa. Tuvo que superar la oposición inicial de su padre y finalmente consiguió ingresar también en la casa de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Tomó entonces el nombre de Catalina. Al terminar el postulantado, fue enviada al convento de París, adonde llegó poco antes de que las reliquias de San Vicente fuesen trasladadas a la iglesia de los lazaristas en la calle Sevres. A partir de entonces tuvieron  lugar las visiones que dieron origen a la devoción por la Medalla Milagrosa.




En la noche del 18 de julio de 1830, Catalina despertó sobresaltada y se encontró ante "un niño resplandeciente" que la invitaba a seguirlo con un gesto de su mano. El niño la condujo a la capilla, donde la aguardaba la Santísima Virgen, que estaba sentada en el sillón reservado al sacerdote.


Catalina habló con la Virgen durante dos horas;  en el curso de la conversación, la Madre de Dios le advirtió que iba a encomendarle una tarea muy difícil.


Una segunda visión tuvo lugar el 27 de noviembre, cuando Nuestra Señora se apareció a Catalina en la misma capilla. La Virgen se mostró inmóvil y resplandeciente, de pie sobre una esfera, dentro de un gran círculo luminoso, con las manos extendidas hacia abajo; de sus palmas irradiaban rayos de luz. Alrededor de la figura de la Virgen aparecía el texto: "¡Oh, María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos!".

La imagen pareció darse la vuelta y, en el reverso apareció una «M» coronada por una cruz, con dos corazones en la parte inferior: , uno ceñido por una corona de espinas y el otro traspasado por una espada. Catalina oyó una voz que le mandaba acuñar una medalla con aquella imagen y aquellos símbolos. La voz prometía que cuantos llevasen la medalla con devoción recibirían grandes gracias. 

Catalina refirió todo a su confesor, el P. Aladel, quien tras investigar cuidadosamente el asunto, convencido de su autenticidad, obtuvo del Arzobispo de París el permiso para acuñar la medalla, conocida desde entonces como "Medalla Milagrosa". 



Desde ese momento hasta su muerte, es decir, por más de 45 años, Catalina vivió sin hacerse notar; no se presentó en la investigación canónica iniciada por las autoridades eclesiásticas y no reveló a nadie más sus visiones. El padre Aladel se había comprometido con ella a no revelar su nombre y a mantener el secreto, cosa que efectivamente hizo. La actitud de la religiosa y el buen juicio del sacerdote influyeron positivamente en el tribunal eclesiástico que estudiaba las apariciones. Entretanto, la devoción por la Medalla Milagrosa se había extendido notablemente. Recién en 1876 (ocho meses antes de su muerte) Catalina reveló a su nueva superiora las gracias extraordinarias que había recibido. Por ello, cuando Catalina murió, el 31 de diciembre de ese año, todo el pueblo se volcó en sus funerales.  Poco después, un niño de once años, inválido de nacimiento, fue curado instantáneamente en el sepulcro de Catalina.

 Catalina Labouré fue canonizada en 1947.

Hemos visto fotografías que tomé en octubre de 2017 y enero de 2018 en el imponente santuario consagrado a la Medalla Milagrosa en Parque Chacabuco. Los tres vitrales corresponden a la puerta de acceso al templo desde el nártex y muestran los momentos principales de las apariciones, relatados en el texto. La última foto es del tímpano del mismo templo, sobre la puerta principal.

Qué mejor manera de terminar el año que repetir la invocación enseñada a Santa Catalina Labouré:  "¡Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos!".

29 de diciembre de 2019

Fiesta de la Sagrada Familia

Por primera vez en la vida de este blog visitamos la iglesia porteña consagrada a la Sagrada Familia, y precisamente en el día en que se celebra su fiesta titular.


La hermosa imagen en el retablo del altar mayor muestra a María y a José en actitud de adorar al Niño. Todo el conjunto está enmarcado por la luz que procede de Dios Padre, representado, como es clásico, por un ojo en un triángulo.


Cerramos esta entrada con fragmentos de la oración pronunciada por Benedicto XVI el 27 de noviembre de 2010 en la Basílica de San Pedro durante una Vigilia de Oración por la Vida Naciente:

Señor Jesús ... 

Postrados delante de ti, fuente y amante de la vida, 
realmente presente y vivo en medio de nosotros, 
te suplicamos:

Aviva en nosotros el respeto por toda vida humana naciente, 
haz que veamos en el fruto del seno materno 
la admirable obra del Creador;
abre nuestro corazón a la generosa acogida 
de cada niño que se asoma a la vida.

Bendice a las familias, 
santifica la unión de los esposos, 
haz que su amor sea fecundo.

...

Consuela a las parejas de esposos que sufren 
a causa de la imposibilidad de tener hijos, 
y en tu bondad provee.

Educa a todos a hacerse cargo 
de los niños huérfanos o abandonados, 
para que experimenten el calor de tu caridad, 
el consuelo de tu Corazón divino.

Con María, tu Madre, la gran creyente, 
en cuyo seno asumiste nuestra naturaleza humana, 
esperamos de ti, nuestro único verdadero Bien y Salvador, 
la fuerza de amar y servir a la vida, 
a la espera de vivir siempre en ti, 
en la comunión de la Santísima Trinidad.

25 de diciembre de 2019

25 de diciembre: Solemnidad de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo



«Dios se ha hecho uno de nosotros para que podamos estar con él, para que podamos llegar a ser semejantes a él. Ha elegido como signo suyo al Niño en el pesebre: él es así. De este modo aprendemos a conocerlo. Y en todo niño resplandece algún destello de aquel “hoy”, de la cercanía de Dios que debemos amar y a la cual hemos de someternos; en todo niño, también en el que aún no ha nacido». 

«En aquel Niño acostado en el pesebre Dios muestra su gloria: la gloria del amor, que se da a sí mismo como don y se priva de toda grandeza para conducirnos por el camino del amor. La luz de Belén nunca se ha apagado. Ha iluminado hombre y mujeres a lo largo de los siglos, “los ha envuelto en su luz”. Donde ha brotado la fe en aquel Niño, ha florecido también la caridad: la bondad hacia los demás, la atención solícita a los débiles y los que sufren, la gracia del perdón. Desde de Belén una estela de luz, de amor y de verdad impregna los siglos. Si nos fijamos en los santos (...), vemos esta corriente de bondad, este camino de luz que se inflama siempre de nuevo en el misterio de Belén, en el Dios que se ha hecho Niño. Contra la violencia de este mundo Dios opone, en ese Niño, su bondad y nos llama a seguir al Niño. 

« (...) El verdadero misterio de la Navidad es el resplandor interior que viene de este Niño. Dejemos que este resplandor interior llegue a nosotros, que se encienda en nuestro corazón la llamita de la bondad de Dios; llevemos todos, con nuestro amor, la luz al mundo. No permitamos que esta llama luminosa, encendida en la fe, se apague por las corrientes frías de nuestro tiempo. Custodiémosla fielmente y ofrezcámosla a los demás». 

(Fragmentos de la homilía de Su Santidad Benedicto XVI 
en la primera Misa de Nochebuena de su pontificado,
24 de diciembre de 2005)


La bonita imagen del "Niño de las Navidades" se venera en la Santa Casa de Ejercicios. 
Tomé la foto en julio de 2018.

20 de diciembre de 2019

20 de diciembre: San Zenón


La monumental obra "Año Cristiano" trae, para el 20 de diciembre, el recuerdo -entre otros santos- de San Zenón, soldado:


En la iglesia castrense de Nuestra Señora de Luján hay un vitral con la imagen de este santo tan poco conocido.




18 de diciembre de 2019

18 de diciembre: Solemnidad de Santa María

La fecha que celebramos hoy corresponde al calendario litúrgico hispano-mozárabe. «La fiesta de Santa María es la fiesta de la Virgen María en la liturgia mozárabe. La encontramos en todas las fuentes litúrgicas del rito en esta fecha del 18 de diciembre».



«La elección de esta fecha comporta celebrar el misterio de la encarnación, pero en un contexto más apropiado que el de Cuaresma»: así lo resolvió en 656 el X Concilio de Toledo, que dispuso que «por especial constitución se santifique ocho días antes del día en el que nació el Señor la fiesta más célebre y esclarecida de su Madre… ¿pues qué es esta fiesta sino la Encarnación del Verbo? la cual debe ser tan solemne, como la Natividad del mismo Verbo».



«María, celebrada en su gravidez el 18 de diciembre, a una semana de la Navidad, es Virgen de la Esperanza,  es signo en el cielo, lucero de la mañana, invitación a acoger el don de Dios que se manifiesta en Cristo».


Hemos elegido para esta entrada cuatro fotos de la misma imagen: una estatua que representa a María en evidente estado de gravidez. Se encuentra en la Catedral de Formosa, en donde tomé la foto en febrero pasado.

Entre las hermosas oraciones que la Liturgia Hispano-Mozárabe tiene para la celebración de hoy, elegimos en primer lugar la "Oración entre los dípticos" ("Alia"):

Señor Jesucristo: tú eres el Verbo que te has hecho carne 
de manera que el seno virginal te concibiera 
por la sombra del Altísimo 
y para darte a luz no tuviera que abrirse 
la puerta del cuerpo materno. 
Acepta benigno nuestro culto en esta solemnidad 
y penetra bondadoso en nuestro corazón. 
Que sólo tú tengas entrada a la mansión, 
que para ti solo hemos preparado, 
para que complaciéndose tú mismo 
en la pureza de nuestras almas 
te dignes ser guardián de tu propia obra 
y mores en ella perpetuamente.



Y finalmente un fragmento de la "Oratio ad admonitionis"
Queridos hermanos: alcemos nuestros ojos al cielo para ver la gloria del Salvador; cómo ensalza a la Virgen para que conciba. Cómo premia a la Madre cuando le dé a luz. Él se ha hecho al mismo tiempo don e hijo; infundido en ella le otorga lo que a ella le falta; nacido de ella, no se lleva lo que a ella le ha dado. No la priva del honor de llevarlo en su seno ni la entristece con los dolores del parto, acalla el gemido materno cuando va a nacer y deja que se manifieste la ternura hacia el ya nacido. Pues no estaría bien que gimiera en el dolor la que alumbraba el rostro de todo el universo, o que el origen de la alegría nos lo corrompiera la opresión del dolor. En lo profundo del corazón la fe acoge con calor el anuncio del ángel y el oído recibe la palabra que no deja lugar a dudas y la seguridad de su fe queda confirmada con la esperanza de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.Así el alma concibe lo que la fe le enseña, así el espíritu alcanza en plenitud lo que ha elegido. No nos diferencia de nuestro Redentor la verdad de su naturaleza humana, sino su poder. ¡Oh inefable acción de Dios! Dentro, se experimenta el crecimiento del poder divino y, fuera, no se pierde la perfecta virginidad. El hijo Unigénito de Dios sale de las entrañas maternas sin abrir la vía natural del parto. Al ser concebido y al ser alumbrado sella el seno de la Virgen y lo deja intacto. En esto, por lo que se refiere a nuestra salvación, la misma naturaleza humana exulta la victoria,  pues con este parto ha vencido al enemigo no menos que lo hará con el duro combate, y es que por el misterio de su concepción el enemigo se ha dado cuenta de que el que nace, viene para reinar.

17 de diciembre de 2019

17 de diciembre: San José Manyanet


«Josep Manyanet nació el 7 de enero de 1833 en Tremp (Lleida, España), en el seno de una familia numerosa y cristiana. Fue bautizado el mismo día y, a la edad de 5 años, fue ofrecido por su madre a la Virgen de Valldeflors, patrona de la ciudad. Tuvo que trabajar para completar los estudios secundarios en la Escuela Pía de Barbastro y los eclesiásticos en los seminarios diocesanos de Lleida y Urgell. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1859. Tras doce años de intenso trabajo en la diócesis de Urgell al servicio del obispo, en calidad de paje y secretario particular, mayordomo de palacio, bibliotecario del seminario, vicesecretario de cámara y secretario de visita pastoral, se sintió llamado por Dios para hacerse religioso».  Entonces, con la aprobación del obispo, en 1864 fundó la congregación de los Hijos de la Sagrada Familia Jesús, María y José, y en 1874 fundó la congregación de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, «con la misión de imitar, honrar y propagar el culto a la Sagrada Familia de Nazaret y procurar la formación cristiana de las familias, principalmente por medio de la educación e instrucción católica de la niñez y juventud y el ministerio sacerdotal».


«Con oración y trabajo constantes, con el ejercicio ejemplar de todas las virtudes, con amorosa dedicación y solicitud por las almas, guió e impulsó a lo largo de casi cuarenta años la formación y expansión de los institutos, abriendo escuelas, colegios y talleres y otros centros de apostolado en varias poblaciones de España. Hoy, los dos institutos están presentes en países de Europa, las dos Américas y África».

Especialmente llamado por Dios para presentar al mundo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, escribió numerosas obras y opúsculos para propagar esa devoción. Fundó también la revista La Sagrada Familia. Promovió además la construcción, en Barcelona, del maravilloso templo expiatorio de la Sagrada Familia, obra del Siervo de Dios Antonio Gaudí, destinado a perpetuar las virtudes y ejemplos de la Familia de Nazaret y ser el hogar universal de las familias.


«Minada su salud por unas llagas abiertas en el costado durante 16 años —que llamaba «las misericordias del Señor»—, el 17 de diciembre de 1901, esclarecido en virtudes y buenas obras, volvió a la casa del Padre, en Barcelona, en el colegio Jesús, María y José, el centro de su trabajo y rodeado de niños, con la misma sencillez que caracterizó toda su existencia. Sus últimas palabras fueron la jaculatoria que había repetido tantas veces: Jesús, José y María, recibid cuando yo muera el alma mía». 

Sus restos mortales descansan en la capilla‑panteón del mismo colegio, acompañados por la oración y el agradecimiento de sus hijos e hijas espirituales y de innumerables jóvenes, niños y familias que se han acercado a Dios, atraídos por su ejemplo y sus enseñanzas.

Su fama de santidad se extendió por muchas partes. Fue declarado Beato por Juan Pablo II en 1984 y canonizado por el mismo Pontífice el 16 de mayo de 2004.


San Josep Manyanet fue llamado por Dios para que en su nombre sean bendecidas todas las familias del mundo.  Su gran aspiración era que todas las familias imiten y bendigan a la Sagrada Familia de Nazaret; por ello, quiso hacer una «Santa Familia» de cada familia.

La imagen del santo cuyas fotos adornan esta entrada se venera en la iglesia porteña consagrada a Jesús de Nazaret (Avenida La Plata 2258). Tomé las fotografías el Domino de Pascua de 2018. Los párrafos entrecomillados de esta entrada fueron tomados de la biografía oficial del santo publicada en el sitio web de la Santa Sede.


12 de diciembre de 2019

12 de diciembre: Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe


El 9 de diciembre, Memoria de San Juan Diego, visitamos el templo dedicado a él en Buenos Aires. Hoy, en la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, volvemos a esa moderna iglesia porteña donde, obviamente, se veneran imágenes de la Señora del Tepeyac. Pero no es una imagen de la Virgen lo que queremos compartir hoy, sino una de las frases que Ella pronunció dirigiéndose al indio, según relata el Nican Mopohua:

 Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige;
no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? 
¿No estás bajo mi sombra? 
¿No soy yo tu salud? 
¿No estás por ventura en mi regazo? 
¿Qué más has menester? 



La hermosa frase, en el nártex, hace que sea la Virgen de Guadalupe quien recibe al fiel que ingresa al templo de San Juan Diego.

9 de diciembre de 2019

9 de diciembre: San Juan Diego

El 1° de mayo de 2015 el Arzobispo de México consagró el templo dedicado a  San Juan Diego en la ciudad de Buenos Aires. La iglesia es la primera fuera de México dedicada al santo a quien en 1531 se le apareció la Virgen de Guadalupe.  En ese templo se venera la imagen que ilustra esta entrada. Tomé las fotos en febrero de este año.

El Martirologio elogia a nuestro santo de hoy con estas palabras: «San Juan Diego Cuauhtlatoatzain, de la estirpe indígena nativa, varón provisto de una fe purísima, de humildad y de fervor, que logró que se construyera un santuario en honor de la Bienaventurada María Virgen de Guadalupe en la colina de Tepeyac, en la ciudad de México, lugar donde se le había aparecido la Madre de Dios. Hoy es la memoria litúrgica, que evoca la fecha de la primera aparición de la Virgen; la fecha de su muerte es el 30 de mayo».  "Cuauhtlatoatzain" significa en su lengua materna "Águila que habla".

En su canonización, celebrada en el Santuario de Guadalupe de México el 31 de julio de 2002, dijo San Juan Pablo II:  

(...) «Con gran gozo he peregrinado hasta esta Basílica de Guadalupe, corazón mariano de México y de América, para proclamar la santidad de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indio sencillo y humilde que contempló el rostro dulce y sereno de la Virgen del Tepeyac, tan querido por los pueblos de México.

(...)

Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo. Así facilitó el encuentro fecundo de dos mundos y se convirtió en protagonista de la nueva identidad mexicana, íntimamente unida a la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro mestizo expresa su maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos.

(...)

... Encomiendo a la valiosa intercesión de San Juan Diego los gozos y esperanzas, los temores y angustias del querido pueblo mexicano, que llevo tan adentro de mi corazón.

¡Bendito Juan Diego, indio bueno y cristiano, a quien el pueblo sencillo ha tenido siempre por varón santo! Te pedimos que acompañes a la Iglesia que peregrina en México, para que cada día sea más evangelizadora y misionera. Alienta a los Obispos, sostén a los sacerdotes, suscita nuevas y santas vocaciones, ayuda a todos los que entregan su vida a la causa de Cristo y a la extensión de su Reino.

¡Dichoso Juan Diego, hombre fiel y verdadero! Te encomendamos a nuestros hermanos y hermanas laicos, para que, sintiéndose llamados a la santidad, impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu evangélico. Bendice a las familias, fortalece a los esposos en su matrimonio, apoya los desvelos de los padres por educar cristianamente a sus hijos. Mira propicio el dolor de los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, de cuantos padecen pobreza, soledad, marginación o ignorancia. Que todos, gobernantes y súbditos, actúen siempre según las exigencias de la justicia y el respeto de la dignidad de cada hombre, para que así se consolide la paz.

¡Amado Juan Diego, “el águila que habla”! Enséñanos el camino que lleva a la Virgen Morena del Tepeyac, para que Ella nos reciba en lo íntimo de su corazón, pues Ella es la Madre amorosa y compasiva que nos guía hasta el verdadero Dios. Amén».

6 de diciembre de 2019

6 de diciembre: Beato Pedro Pascual

Con Pedro Pascual pasa lo mismo que con Pedro González Telmo, entre otros: popularmente se los nombra como santos, si bien el Martirologio los llama beatos. En el caso del día de hoy, dice así el Martirologio Romano:  «En Granada, en España, beato mártir Pedro Pascual, Obispo de Jaén, de la Orden de la Merced, el cual, mientras visitaba a su grey para exhortarla a la defensa de la fe, fue capturado por los moriscos y murió en la cárcel».

Con el título de santo aparece rotulada su imagen en la Basílica de Nuestra Señora de los Buenos Aires:

Pedro nació hacia 1225 en Valencia. Fue educado bajo la dirección de un maestro privado,  a quien los padres de Pedro habían rescatado de los moros. Pedro se trasladó con él a París, donde hizo sus estudios; entre sus compañeros estaban Santo Tomás de Aquino y San Buenaventura. En 1250 ingresó en la Orden de la Merced. El Rey Jaime I de Aragón lo nombró tutor de su hijo Sancho, quien poco después fue nombrado Arzobispo de Toledo.  En 1296 Pedro fue  designado Obispo de Jaén, que estaba bajo dominio moro. Durante su gobierno rescató a muchos cautivos, predicó a los infieles y reconcilió con la Iglesia a varios apóstatas. En 1297 los moros lo capturaron y lo llevaron cautivo a Granada, donde lo encerraron en un calabozo al que nadie podía ir a verlo. Sin embargo, Pedro escribió obras teológicas en la cárcel, que se difundieron de forma clandestina. Cuando las autoridades se enteraron de eso, condenaron a muerte a Pedro, quien murió el 6 de diciembre de 1300. Clemente X confirmó en 1670 su culto, lo que equivale a una beatificación

Próxima entrada: 9 de diciembre (San Juan Diego)

3 de diciembre de 2019

Martes de la I Semana de Adviento

En la misa de hoy se proclama esta Primera Lectura, del Profeta Isaías (11, 1-10):   

«Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor -y lo inspirará el temor del Señor-.
Él no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.


El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá; la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey.
El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar.
Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada».

La presencia de Isaías, el retoño que brota de la raíz de Jesé, el Niño pequeño sobre el que reposa el Espíritu del Señor, hacen que el hermoso relieve (de un altar lateral del "templo inferior" del Santuario de Lourdes) evoque, de algún modo, el texto bíblico que acabamos de compartir.

1 de diciembre de 2019

¡Feliz Año Nuevo!

Comenzamos un nuevo Año Litúrgico: el quinto en la historia de este blog.

A la vez que les deseamos un feliz año (litúrgico) nuevo a todos los lectores, recordamos brevemente las pautas de este blog.

1) Todas las fotos que usamos son propias, tomadas en templos cristianos de la Argentina o países limítrofes.
2) También publicamos, ocasionalmente, estampas de nuestra propiedad, escaneadas.
3) Las publicamos en la fecha que corresponde a la memoria del santo correspondiente, o cuando se lea el texto bíblico o litúrgico aludido en la foto.
4) En ocasiones, en aniversarios de la consagración episcopal de obispos argentinos, publicamos el escudo episcopal correspondiente.




Para la determinación de las fechas litúrgicas:

1) Usamos como base el Calendario Litúrgico oficial de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Argentina, que rige «en las Provincias Eclesiásticas de la Argentina», y naturalmente incluye el Calendario Propio de la Argentina y las celebraciones propias de las distintas diócesis de nuestro país. 
2) Complementariamente usamos también el Calendario Litúrgico de la Forma Extraordinaria del Rito Romano.
3) Tenemos en cuenta asimismo el Martirologio Romano promulgado por Juan Pablo II, de manera particular la edición en lengua española aprobada en 2006 (versión en pdf disponible en la Red). Usamos a veces también el Martirologio anterior.
4) En el número 206-207 de la Revista Litúrgica Argentina (julio-diciembre de 1962) aparece una completa descripción del Año Litúrgico bizantino con sus distintos "ciclos" y un "Calendario de las Fiestas Fijas", que también usamos.
5) Tenemos en cuenta las normas de precedencia de los días litúrgicos. Sin embargo, les damos lugar, suspendiendo esa precedencia, a las memorias que, por su fecha propia en el Martirologio, estarían siempre impedidas (por ejemplo: San Nicolás de Mammola, 25 de marzo; San Estanislao de Kotska, 15 de agosto).  Pero siempre respetamos los domingos, el Triduo Pascual,  la Octava de Pascua y las demás  solemnidades y fiestas movibles, excluyendo en esas fechas toda otra conmemoración.