27 de febrero de 2024

27 de febrero: San Gregorio de Narek

Hoy se celebra la Memoria de San Gregorio de Narek, abad y Doctor de la Iglesia. 

En la gran pintura que preside el altar de la Catedral de Nuestra Señora de Narek, en Palermo, hay varios santos armenios, entre los cuales se encuentra Gregorio.



De una nota publicada en Vatican News entresacamos algunos párrafos:

Un Doctor de la Iglesia que también podría definirse como "Doctor de la Paz". Así lo dijo el Papa Francisco cuando, durante su viaje apostólico a Armenia en 2016, participó en el encuentro ecuménico y de oración por la paz en Ereván. En el Libro de las Lamentaciones, en efecto, San Gregorio de Narek había dirigido al Señor una invocación de perdón y misericordia para los enemigos: "No extermines a los que me muerden: ¡conviértelos! Sácalos de sus viciosos caminos terrenales y arranca lo bueno que hay en mí y en ellos (Libro de las Lamentaciones, 83:1-2). Este monje, teólogo, místico y poeta armenio que vivió entre 951 y 1010, se convirtió así en "una oración para todo el mundo", llevando un mensaje de solidaridad universal con la humanidad, "un grito sincero que implora misericordia para todos", señaló el Papa, exhortando a los armenios a convertirse en "mensajeros de este anhelo de comunión".

 

El año anterior, en 2015, el Papa Francisco había declarado "Doctor de la Iglesia Universal" a San Gregorio de Narek, ya venerado como santo por la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica. En esa ocasión, también había enviado un mensaje a los armenios recordando, en el sentido de la solidaridad, las palabras proféticas de San Gregorio de Narek, "formidable intérprete del alma humana": "He asumido voluntariamente todas las faltas", escribió, de nuevo en el libro de las Lamentaciones, "desde las del primer padre hasta las del último de sus descendientes, y me he hecho responsable de ellas". Entre sus obras figuran un comentario al Cantar de los Cantares y numerosos panegíricos. Su devoción a María era fuerte en su reflexión teológica. Entre estos elementos importantes está el preanuncio del dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado más de ochocientos años después.

Luego, en febrero [NB: de 2021], el Papa Francisco decretó inscribir en el Calendario Romano General la memoria facultativa de algunos Doctores de la Iglesia, incluyendo la de San Gregorio de Narek el 27 de febrero.

Para entender la figura de San Gregorio de Narek es fundamental el libro de las Lamentaciones, que escribió con no poco esfuerzo durante una dolorosa enfermedad: un monumento de la literatura armenia en el que se refleja la tensión, incluso dramática, entre la conciencia del pecado y la celebración de la misericordia como el atributo más glorioso de Dios, que es la "ternura". Un hombre que así dio voz al grito de la humanidad, sufriente y pecadora, pero iluminada por el esplendor del amor de Dios.

(...)

El libro de las Lamentaciones (...) ha estado "bajo la almohada de todas las generaciones armenias" durante un milenio y esto ya demuestra la "grandeza y perpetua actualidad de esta obra maestra de la espiritualidad". Y otra prueba de ello es la costumbre de transmitir oralmente las oraciones de este santo, como han hecho las abuelas durante generaciones, y de repetir sus versos como hicieron los mártires que fueron al genocidio. Igualmente grande es el valor y la originalidad de este teólogo y místico en la historia de la Iglesia universal. 

25 de febrero de 2024

Domingo II de Cuaresma

En la misa de hoy, Segundo Domingo de Cuaresma del Ciclo B, se lee esta Primera Lectura (Génesis 22, 1-2. 9-13. 15-18) relativa al "sacrificio de Abraham, nuestro padre en la fe":

 

En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán, llamándolo:

—«¡Abrahán!».

Él respondió:

—«Aquí me tienes».

Dios le dijo:

—«Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio, en uno de los montes que yo te indicaré».

Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo:

—«¡Abrahán, Abrahán!».

Él contestó:

—«Aquí me tienes».

El ángel le ordenó:

—«No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo».

Abrahán levanto los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.

El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo:

—«Juro por mí mismo —oráculo del Señor—: Por haber hecho esto, por no haberte reservado a tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido».

Una impactante pintura que refleja el momento en que el ángel detiene a Abraham (quien, cuchillo en mano,  se aprestaba a sacrificar a su hijo), se  ve en los muros de la iglesia de San Antonio María Zaccaria, en Barracas

23 de febrero de 2024

23 de febrero: Santa Josefina Vannini

 

La llamada del Señor irrumpió tempranamente en la vida de Judith (este era el nombre que sus padres le habían dado en el bautismo). Pero responder "sí" a Jesús le resultó más difícil de lo esperado. De hecho, tuvo que superar diversas tribulaciones antes de poder realizar su sueño de consagrar totalmente su vida a su amado Jesús y a sus queridos enfermos.

Judith se quedó huérfana de ambos padres a la edad de cuatro años. Aceptó con gran sufrimiento separarse de sus dos hermanitos y vivió entre los huérfanos en una casa en Roma, dirigida por las Hijas de la Caridad de San Vincenzo de Paul. Este sería su primer a la invitación de acompañar con amor a Jesús. En el orfanato maduró pronto su vocación y entró al noviciado de las Hijas de la Caridad de Siena. Pero ese instituto religioso no respondía cabalmente a sus deseos. En efecto, durante su noviciado tuvo que ser trasferida varias veces y luego fue despedida por motivos de salud.

Regresó a Roma con su tía, y luego fue a Nápoles, donde trabajó como maestra de un jardín de niños,  pero aún seguía muy inquieta e insatisfecha. En 1891 participó en un curso de ejercicios espirituales para jóvenes con las Hermanas de Nuestra Señora del Cenáculo en Roma, donde conoció al padre camiliano Luis Tezza, llamado a último momento para reemplazar al predicador invitado originalmente. El último día Judith se acercó al inesperado predicador y le confió su propia historia. El Padre Tezza, que como Procurador General había recibido la tarea de restaurar las Terciarias Camilianas, comprendió la providencia del plan divino y le sugirió participar en ese proyecto. Judith se tomó un tiempo para reflexionar y luego aceptó: "Aquí estoy a su disposición", dijo; "no soy capaz de nada, pero confío en la providencia de Dios".

La nueva comunidad tomó forma con Judith y otras dos jóvenes, el 2 de febrero de 1892, con la imposición del escapulario con la cruz roja de San Camilo en una ceremonia que tuvo lugar en la sala en la que había muerto San Camilo de Lellis. Judith tomó entonces el nombre de María Josefina;  tres años más tarde se convirtió en la Superiora General. El nuevo instituto necesitaba, sin embargo, la aprobación definitiva de la autoridad eclesiástica: el Papa León XIII la había rechazado ya dos veces, y luego había impuesto a la nueva familia que abandonara Roma y se transformara en una Pía Asociación. Además, se difundieron rumores calumniosos sobre la conducta del padre Tezza, a quien le fue prohibido reunirse con las monjas. Descorazonado y herido por la dolorosa situación, pero siempre en total obediencia, en 1900 el padre Tezza se marchó a Perú y nunca más regresó, dejando a la Madre Josefina sola pero llena de fe en los misteriosos caminos de la providencia divina.

En el momento de la muerte de Josefina, en 1911, las Camilianas ya contaban con 156 religiosas profesas y dieciséis casas religiosas entre Europa y América. El principal legado que la fundadora dejó a sus hermanas fue la asistencia física y espiritual de los enfermos, ejercida tantos en sus casas como en hospitales, leprosarios y asilos, y en los centros de rehabilitación tanto europeos como en  tierras de misión, tal como  Jesús le había inspirado: 

"Cuida de los pobres enfermos con el mismo amor con el que una madre cariñosa cuida de su único hijo enfermo".

Fue beatificada por Juan Pablo II en 1994 y canonizada en 2019 por Francisco I. 

La biografía fue adaptada de la publicada en Vatican News.

Tomamos las fotos en 2021 en el frente del Hogar Clara María Morgan en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco.

21 de febrero de 2024

21 de febrero: San Pedro Damián

Por primera vez en la vida de este blog celebramos la Memoria litúrgica de San Pedro Damián, obispo y Doctor de la Iglesia.

Lo hacemos a través de fotos de un vitral de la Basílica de Nuestra Señora de Luján.


El Martirologio lo recuerda con estas palabras:

Memoria de San Pedro Damiani, cardenal Obispo de Ostia y Doctor de la Iglesia. Habiendo entrado en el eremo de Fonte Avellana, promovió denodadamente la vida religiosa, y en los tiempos difíciles de la reforma de la Iglesia, trabajó para que los monjes se dedicasen a la santidad de la contemplación, los clérigos a la integridad de vida, y para que el pueblo cristiano mantuviese la comunión con la Sede Apostólica. Falleció el día veintidós de febrero en la ciudad de Favencia, de la Romagna.

Nació hacia 1007 y murió en 1072. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1828 por León XII y eso mismo equivale a una confirmación de su culto y de hecho a una canonización.


La imagen lo muestra como monje y con instrumentos de penitencia, ya que era riguroso y severo consigo mismo y con los monjes en un tiempo de relajación de las costumbres.  

18 de febrero de 2024

Domingo I de Cuaresma


Audi, benigne Conditor,
nostras preces cum fletibus
in hoc sacro jejunio
fusas quadragenario.

Escucha, oh bondadoso Creador,  
la voz de nuestras súplicas y el llanto 
que, mientras dura el sacrosanto ayuno 
de estos cuarenta días, derramamos.


Audi benigne Conditor es un himno latino utilizado durante la Cuaresma, tradicionalmente  atribuido a San Gregorio Magno.

El carácter cuaresmal del himno resulta obvio por el contenido de la primera estrofa, pero se trasunta en todo su texto, que transcribiremos al final. Por eso resulta muy apropiado para este Primer Domingo de Cuaresma.

Las primeras palabras del himno aparecen en un altar lateral de la antigua y venerable Basílica de Nuestra Señora del Socorro.



Audi, benigne Conditor,
Nostras preces cum fletibus,
In hoc sacro jejunio
Fusas quadragenario.

Scrutator alme cordium,
Infirma tu scis virium:
Ad te reversis exhibe
Remissionis gratiam.

Multum quidem peccavimus,
Sed parce confitentibus:
Ad nominis laudem tui
Confer medelam languidis.

Concede nostrum conteri
Corpus per abstinentiam;
Culpae ut relinquant pabulum
Jejuna corda criminum.

Praesta, beata Trinitas,
Concede, simplex Unitas;
Ut fructuosa sint tuis
Jejuniorum munera. Amen.

1. Oh bondadoso Creador: escucha la voz de nuestras súplicas y el llanto que, mientras dura el sacrosanto ayuno de estos cuarenta días, derramamos.
2. A Ti, que escrutas nuestros corazones y que conoces todas sus flaquezas, nos dirigimos para suplicarte la gracia celestial de tu indulgencia.
3. Mucho ha sido, en verdad, lo que pecamos, pero estamos, al fin, arrepentidos, y te pedimos, por tu excelso nombre, que nos cures los males que sufrimos. 
4. Haz que por la virtud de la abstinencia podamos dominar a nuestros cuerpos, y que, participando del ayuno, no pequen más los corazones nuestros.
5. Oh Trinidad Santísima, concédenos, oh simplicísima Unidad, otórganos que los efectos de la penitencia de estos días nos sean provechosos. Amén.

Esta es la entrada número 1000 de este blog.

17 de febrero de 2024

17 de febrero: Los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María

17 de febrero: «Los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María: Bonfilio, Bartolomé, Juan, Benito, Gerardino, Ricovero y Alejo. Siendo mercaderes en Florencia, se retiraron de común acuerdo al monte Senario para servir a la Santísima Virgen María, fundando una Orden bajo la Regla de san Agustín. Son conmemorados en este día, en el que falleció, ya centenario, el último de ellos, Alejo (1310)».


No tenemos imágenes de los siete santos fundadores, pero sí de una elegante versión del símbolo de los Siervos de María, la orden fundada por ellos en 1233.  En un sitio oficial de la orden se afirma: «Se aprecia claramente la “S”, la “M” y la corona que simboliza a Nuestra Señora de los Dolores con los siete lirios».

Oración Colecta:

Señor, infunde en nosotros el espíritu de amor que llevó a estos santos hermanos a venerar con la mayor devoción a la Madre de Dios, y les impulsó a conducir a tu pueblo al conocimiento y al amor de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

14 de febrero de 2024

Miércoles de Ceniza

«¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!». Este versículo del salmo 50 -el salmo cuaresmal por excelencia- forma parte de la liturgia de hoy.


Una frase equivalente, «Ab omni peccato libera nos Iesu», se lee en el frente de uno de los confesionarios de la Basílica de Nuestra Señora del Socorro: «De todo pecado, líbranos, Jesús». 

Con esa frase damos comienzo a una nueva Cuaresma.

12 de febrero de 2024

12 de febrero: San Damián

«En África, San Damián, soldado y mártir». Con estas escuetas palabras, la edición anterior del Martirologio Romano hacía referencia al santo que vemos representado en uno de los vitrales de la iglesia castrense. 



En la actual edición del mismo libro, la mención ya no aparece. Nada sabemos acerca de este personaje.

9 de febrero de 2024

9 de febrero: San Marón

Por primera vez en la vida de este blog tenemos la ocasión de celebrar la Memoria de San Marón. Como es lógico, lo haremos con fotos que tomamos en la Catedral maronita de Buenos Aires,  a él dedicada.


Dice hoy el Martirologio: 

«En un monte cercano a Apamea, en Siria, San Marón, eremita, muerto tras una vida de áspera penitencia e intensa piedad. Se fundó después, sobre su sepulcro, un célebre monasterio, en torno al cual fue configurándose la comunidad cristiana a la que dio nombre».


En la liturgia maronita la conmemoración de hoy tiene el grado de Solemnidad. Transcribimos a continuación algunos fragmentos del Huyoso (Oración del Perdón) propio de la liturgia de hoy:

Frumiyyún (Preludio)

Cel: Elevemos la gloria, el honor y las alabanzas al Padre, que llamó a nuestro padre San Marón a una vida ascética de ermitaño; al Hijo, que lo perfeccionó con divinas virtudes; y al Espíritu Santo, que lo hizo partícipe de la vida eterna.

El Bueno, que es digno de gloria y honor en esta festividad y todos los días de nuestra vida, y por todos los siglos.

¡Bienaventurado eres, oh padre nuestro San Marón, porque llegaste a ser una invocación obligada en la boca de los fieles y un ejemplo vivo para el pueblo maronita que lleva tu nombre, y que será reconocido como tal hasta el fin de los tiempos!

Y ahora te pedimos, oh Cristo, esperanza nuestra, por la intercesión de San Marón y con el aroma de este incienso, que con la luz de tu Evangelio nos ilumines en los caminos oscuros de los tiempos; que otorgues el triunfo a tu Iglesia; que conviertas a los que están lejos de ti, y protejas a los que te son cercanos; que extingas las divisiones y las guerras que nos aquejan; que afiances la paz y la tranquilidad entre todos los pueblos; y que concedas el descanso eterno a los fieles difuntos. Y junto con la Virgen María, con nuestro padre San Marón y con todos los santos, te adoremos, te demos gracias y te glorifiquemos a ti, a tu Padre y a tu Espíritu Santo, ahora y por todos los siglos.


Sedro (Cuerpo de la Oración)

Cel: Oh Cristo, nuestro Dios, que te es grato el recuerdo de tus santos, concédenos celebrar dignamente la memoria de nuestro padre San Marón, quien eligió la vida cenobítica y la pureza de espíritu, exclamando y diciendo: 

¡Bienaventurado eres, oh padre nuestro San Marón, porque el Evangelio cayó en tu alma como cae el grano de trigo en tierra buena, y preferiste la pobreza de Cristo a los tesoros del mundo!

¡Bienaventurado eres, oh padre nuestro San Marón, porque en el monte de Qorush peleaste el buen combate y los fieles acudieron ahí de todas partes a buscarte! ¡Cuántos enfermos, por tu oración, recuperaron la salud! ¡Cuántos extraviados encontraron, por tu ejemplo, el buen camino! Y ¡cuántos pecadores, por tu intercesión, se arrepintieron y obtuvieron la salvación! 

7 de febrero de 2024

7 de febrero: Beato Pío IX

Hoy, en su dies natalis, la Iglesia honra al Beato Pío IX, quien, en palabras del Martirologio Romano, «proclamó la verdad de Cristo, a quien estaba íntimamente unido, instituyó muchas sedes episcopales, promovió el culto de la santísima Virgen María y convocó el Concilio Vaticano I».


En el vestíbulo de entrada del colegio salesiano Pío IX hay un busto del pontífice que da nombre a la institución. Lo fotografiamos en septiembre de 2022.

Más detalles de su vida pueden hallarse en la entrada del 7 de febrero de 2020.

Cerramos esta entrada con el fragmento inicial de su célebre Constitución Dogmática Pastor Aeternus:

El eterno Pastor y Obispo de nuestras almas, para hacer perenne la obra salutífera de la Redención, decidió instituir la santa Iglesia, en la cual, como en la casa del Dios vivo, todos los fieles se encontraran unidos en el vínculo de una sola fe y de la caridad. Por eso, antes de ser glorificado, oró al Padre no sólo por los Apóstoles, sino también por todos los que creyeran en Él por la palabra de ellos, para que todos fueran uno, como el Hijo mismo y el Padre son uno. Por eso envió a los Apóstoles, que había escogido del mundo, del mismo modo que él mismo había sido enviado por el Padre; por eso quiso que en su Iglesia estuvieran presentes los Pastores y los Doctores hasta el fin de los tiempos.

5 de febrero de 2024

5 de febrero: Santa Águeda

 

Santa Águeda, cuya Memoria celebramos hoy, es una las más famosas vírgenes y mártires de la antigüedad cristiana. 

En "Todos los Santos", de Repetto Betes, aparece esta biografía:

«Su existencia histórica no admite duda, ni tampoco el hecho de su martirio, ocurrido en Catania el 5 de febrero del 251 durante la persecución de Decio. Su memoria se hizo célebre y se extendió por el mundo cristiano, llegando a Roma, en cuyo canon de la misa fue incluida y donde se le dedicaron iglesias.

Existen actas de dudosa autenticidad, pero en las que los estudiosos creen hallar un fondo de verdad en algunos datos, como que estaba consagrada a Cristo en la virginidad. Lo que más ha impactado de su martirio ha sido que le cortaran los pechos, dato que marca su iconografía». 

Una foto de una adornadísima imagen de Santa Águeda (quizás se trate de un relicario) se exhibe en la iglesia porteña de San Sabino y San Bonifacio.

3 de febrero de 2024

Santa María "en sábado"

Honramos la Memoria sabatina de la Virgen con una imagen que se encuentra en el frente de la iglesia ortodoxa de San Jorge y con un bello himno de San Nectario.



¡Virgen Madre, alégrate!

Señora, oh purísima Doncella, nuestra Reina,

oh Madre del Altísimo, fragante azucena.

¡Más amplia que las nubes! ¡Más brillante que los astros!

¡Esplendorosa más que el sol! ¡Más alta que los cielos!

Los celestiales Ángeles admiran tu pureza.

Los hombres honran con fervor tu virginal belleza.


¡Virgen Madre, alégrate!

Del mundo Reina eres tú, María, Siempre Virgen,

Doncella y Purísima Virgen y santa Madre.

Adorna mi espíritu, oh Novia sin mancilla,

con tu divino júbilo, santísima doncella.

¡Más elevado tu honor, que el de los querubines!

¡Y tu esplendor es mucho más que el de los serafines!


¡Virgen Madre, alégrate!

¡Alégrate, oh cántico dulcísimo y fino,

veneración querúbica, loor de serafines!

¡Alégrate, profunda paz y puerto apacible!

¡Del Verbo, bello tálamo y flor inmarcesible!

¡Vergel feraz bellísimo de vida perdurable!

¡Árbol de vida, alégrate, oh fuente inagotable!


¡Virgen Madre, alégrate!

Te ruego, oh Santísima, suplico me acojas;

oh Reina, te invoco elevando oraciones.

Doncella, cual santísima, sin mancha Virgen Madre,

a ti suplico con fervor, oh templo venerable:

Ampara y líbrame del mal que cruza mi camino;

cual heredero, acéptame en el divino Reino.