18 de abril de 2025

Viernes Santo

 


Estamos recorriendo el Triduo Sacro con imágenes de la Catedral de Mercedes.  Hoy, Viernes Santo, contemplamos el hermoso vitral denominado "La muerte de N.S.J.C.".

Oración

Acuérdate, Señor, de tu gran misericordia

y santifica con tu eterna protección

a esta familia tuya por la que Cristo, tu Hijo,

instituyó, por medio de su Sangre, el misterio pascual.

Que vive y reina por los siglos de los siglos.

17 de abril de 2025

Jueves Santo

Recorreremos estos días del Triduo Sacro con imágenes de la Catedral de Mercedes-Luján.

Hoy, Jueves Santo, compartimos este hermoso vitral: "La Cena".


Notemos tres detalles: Juan recostado en el pecho de Jesús, un apóstol con una jarra de agua y Judas, de espaldas, sosteniendo la bolsa con las monedas que fueron el pago de su traición.

13 de abril de 2025

Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

El Domingo de Ramos en la Pasión del Señor se lee, este año, la Pasión según San Lucas  (22, 7. 14—23, 56). Transcribimos a continuación el texto completo junto con cuatro fotografías de sendos vitrales de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya


C. Llegó el día de los Ázimos, en el que se debía inmolar la victima pascual. Cuando fue la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo:

+ «He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios».

C. Y tomando una copa, dio gracias y dijo:

+ «Tomen y compártanla entre ustedes. Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios».

C. Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

+ «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía».

C. Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo:

+ «Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes. La mano del traidor está sobre la mesa, junto a mí. Porque el Hijo del hombre va por el camino que le ha sido señalado, pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!».

C. Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el que iba a hacer eso.

Y surgió una discusión sobre quién debía ser considerado como el más grande.

+ Jesús les dijo: «Los reyes de las naciones dominan sobre ellas, y los que ejercen el poder sobre el pueblo se hacen llamar bienhechores. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor. Porque, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es acaso el que está a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve.

Ustedes son los que han permanecido siempre conmigo en medio de mis pruebas. Por eso yo les confiero la realeza, como mi Padre me la confirió a mí. Y en mi Reino, ustedes comerán y beberán en mi mesa, y se sentarán sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder para zarandearlos como el trigo, pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos».

C. Pedro le dijo:

S. «Señor, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y a la muerte».

C. Pero Jesús replicó:

+ «Yo te aseguro, Pedro, que hoy, antes que cante el gallo, habrás negado tres veces que me conoces».

C. Después les dijo:

+ «Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalia, ¿les faltó alguna cosa?».

C. Respondieron:

S. «Nada».

C. Él agregó:

+ «Pero ahora el que tenga una bolsa, que la lleve; el que tenga una alforja, que la lleve también; y el que no tenga espada, que venda su manto para comprar una. Porque les aseguro que debe cumplirse en mí esta palabra de la Escritura: Fue contado entre los malhechores. Ya llega a su fin todo lo que se refiere a mí».

C. Ellos le dijeron:

S. «Señor, aquí hay dos espadas».

C. El les respondió:

+ «Basta».

C. En seguida Jesús salió y fue como de costumbre al monte de los Olivos, seguido de sus discípulos. Cuando llegaron, les dijo:

+ «Oren, para no caer en la tentación».

C. Después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba:

+ «Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya».

C. Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba. En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo.

"Se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba"

Después de orar se levantó, fue hacia donde estaban sus discípulos y los encontró adormecidos por la tristeza. Jesús les dijo:

+ «¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren para no caer en la tentación».

C. Todavía estaba hablando, cuando llegó una multitud encabezada por el que se llamaba Judas, uno de los Doce. Este se acercó a Jesús para besarlo. Jesús le dijo:

+ «Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?».

C. Los que estaban con Jesús, viendo lo que iba a suceder, le preguntaron:

S. «Señor, ¿usamos la espada?».

C. Y uno de ellos hirió con su espada al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. Pero Jesús dijo:

+ «Dejen, ya está».

C. Y tocándole la oreja, lo curó. Después dijo a los sumos sacerdotes, a los jefes de la guardia del Templo y a los ancianos que habían venido a arrestarlo:

+ «¿Soy acaso un ladrón para que vengan con espadas y palos? Todos los días estaba con ustedes en el Templo y no me arrestaron. Pero esta es la hora de ustedes y el poder de las tinieblas».

C. Después de arrestarlo, lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote. Pedro lo seguía de lejos. Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor de él y Pedro se sentó entre ellos. Una sirvienta que lo vio junto al fuego, lo miró fijamente y dijo:

S. «Este también estaba con él».

C. Pedro lo negó diciendo:

S. «Mujer, no lo conozco».

C. Poco después, otro lo vio y dijo:

S. «Tú también eres uno de aquellos».

C. Pero Pedro respondió:

S. «No, hombre, no lo soy».

C. Alrededor de una hora más tarde, otro insistió, diciendo:

S. «No hay duda de que este hombre estaba con él; además, él también es galileo».

C. Dijo Pedro:

S. «Hombre, no sé lo que dices».

C. En ese momento, cuando todavía estaba hablando, cantó el gallo. El Señor, dándose vuelta, miró a Pedro. Este recordó las palabras que el Señor le había dicho: «Hoy, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces». Y saliendo afuera, lloró amargamente.

C. Los hombres que custodiaban a Jesús lo ultrajaban y lo golpeaban; y tapándole el rostro, le decían:

S. «Profetiza, ¿quién te golpeó?».

C. Y proferían contra él toda clase de insultos.

Cuando amaneció, se reunió el Consejo de los ancianos del pueblo, junto con los sumos sacerdotes y los escribas. Llevaron a Jesús ante el tribunal y le dijeron:

S. «Dinos si eres el Mesías».

C. Él les dijo:

+ «Si yo les respondo, ustedes no me creerán, y si los interrogo, no me responderán. Pero en adelante, el Hijo del hombre se sentará a la derecha de Dios todopoderoso».

C. Todos preguntaron:

S. «¿Entonces eres el Hijo de Dios?».

C. Jesús respondió:

+ «Tienen razón, yo lo soy».

C. Ellos dijeron:

S. «¿Acaso necesitamos otro testimonio? Nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca».

C. Después se levantó toda la asamblea y lo llevaron ante Pilato. Y comenzaron a acusarlo, diciendo:

S. «Hemos encontrado a este hombre incitando a nuestro pueblo a la rebelión, impidiéndole pagar los impuestos al Emperador y pretendiendo ser el rey Mesías».

C. Pilato lo interrogó, diciendo:

S. «¿Eres tú el rey de los judíos?».

+ «Tú lo dices».

C. Le respondió Jesús. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la multitud:

S. «No encuentro en este hombre ningún motivo de condena».

C. Pero ellos insistían:

S. «Subleva al pueblo con su enseñanza en toda la Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí».

C. Al oír esto, Pilato preguntó si ese hombre era galileo. Y habiéndose asegurado de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo envió. En esos días, también Herodes se encontraba en Jerusalén.

Herodes se alegró mucho al ver a Jesús. Hacía tiempo que deseaba verlo, por lo que había oído decir de él, y esperaba que hiciera algún prodigio en su presencia. Le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió nada. Entre tanto, los sumos sacerdotes y los escribas estaban allí y lo acusaban con vehemencia.

Herodes y sus guardias, después de tratarlo con desprecio y ponerlo en ridículo, lo cubrieron con un magnífico manto y lo enviaron de nuevo a Pilato. Y ese mismo día, Herodes y Pilato, que estaban enemistados, se hicieron amigos.

"Después de tratarlo con desprecio y ponerlo en ridículo,
lo cubrieron con un magnífico manto"

Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, y les dijo:

S. «Ustedes me han traído a este hombre, acusándolo de incitar al pueblo a la rebelión. Pero yo lo interrogué delante de ustedes y no encontré ningún motivo de condena en los cargos de que lo acusan; ni tampoco Herodes, ya que él lo ha devuelto a este tribunal. Como ven, este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad».

C. Pero la multitud comenzó a gritar:

S. «¡Qué muera este hombre! ¡Suéltanos a Barrabás!».

C. A Barrabás lo habían encarcelado por una sedición que tuvo lugar en la ciudad y por homicidio.

Pilato volvió a dirigirles la palabra con la intención de poner en libertad a Jesús. Pero ellos seguían gritando:

S. «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!».

C. Por tercera vez les dijo:

S. «¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro en él nada que merezca la muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad».

C. Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío se hacía cada vez más violento. Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo. Dejó en libertad al que ellos pedían, al que había sido encarcelado por sedición y homicidio, y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos.

"Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene"

Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús. Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo:

+ «¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Porque se acerca el tiempo en que se dirá: ¡Felices las estériles, felices los senos que no concibieron y los pechos que no amamantaron! Entonces se dirá a las montañas: ¡Caigan sobre nosotros!, y a los cerros: ¡Sepúltennos! Porque si así tratan a la leña verde, ¿qué será de la leña seca?».

C. Con él llevaban también a otros dos malhechores, para ser ejecutados.

Cuando llegaron al lugar llamado «del Cráneo», lo crucificaron junto con los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Jesús decía:

+ «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen».

"Cuando llegaron al lugar llamado «del Cráneo», lo crucificaron"

C. Después se repartieron sus vestiduras, sorteándolas entre ellos.

El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían:

S. «Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!».

C. También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían:

S. «Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!».

C. Sobre su cabeza había una inscripción: «Este es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:

S. «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

C. Pero el otro lo increpaba, diciéndole: «¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo».

C. Y decía:

S. «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino».

C. El le respondió:

+ «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso».

C. Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta las tres de la tarde. El velo del Templo se rasgó por el medio. Jesús, con un grito, exclamó:

+ «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu».

C. Y diciendo esto, expiró.

Aquí todos se arrodillan, y se hace una breve pausa.

C. Cuando el centurión vio lo que había pasado, alabó a Dios, exclamando:

S. «Realmente este hombre era un justo».

C. Y la multitud que se había reunido para contemplar el espectáculo, al verlo sucedido, regresaba golpeándose el pecho. Todos sus amigos y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea permanecían a distancia, contemplando lo sucedido.

José colocó el cuerpo de Jesús en un sepulcro cavado en la roca. Llegó entonces un miembro del Consejo, llamado José, hombre recto y justo, que había disentido con las decisiones y actitudes de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. Fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie había sido sepultado.

Era el día de la Preparación, y ya comenzaba el sábado.

Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado. Después regresaron y prepararon los bálsamos y perfumes, pero el sábado observaron el descanso que prescribía la Ley.

Palabra del Señor

12 de abril de 2025

Sábado de la Semana V de Cuaresma


El Salmo Responsorial de la misa de hoy está tomado en realidad del libro del profeta Jeremías (31, 10. 11-12ab. 13).


Lo transcribimos a continuación:


R. El Señor nos cuidará 
como un pastor a su rebaño.


¡Escuchen, naciones, la palabra del Señor,
anúncienla en las costas más lejanas!
Digan: «El que dispersó a Israel  lo reunirá,
y lo cuidará como un pastor 
a su rebaño.» R.


Porque el Señor ha rescatado a Jacob,
lo redimió de una mano más fuerte que él.
Llegarán gritando de alegría a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor. R.


Entonces la joven danzará alegremente,
los jóvenes y los viejos se regocijarán;
yo cambiaré su duelo en alegría,
los alegraré y los consolaré de su aflicción. R.


Del texto de este hermoso himno surge claramente el motivo por el que elegimos la imagen de esta entrada.

7 de abril de 2025

7 de abril: San Juan Bautista de la Salle

Por primera vez en la vida de este blog celebramos la «Memoria de San Juan Bautista de la Salle, presbítero, que en Reims, en la región de Normandía, en Francia, se dedicó con ahínco a la instrucción humana y cristiana de los niños, en especial de los pobres. Instituyó la Congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas, a causa de lo cual soportó muchas tribulaciones, si bien fue merecedor de gratitud por parte del pueblo de Dios», en palabras del Martirologio.

Del sitio oficial de los lasallanos tomamos los datos que a continuación consignamos:

Juan Bautista de La Salle (...) era el primogénito de una familia acomodada que vivió en Francia hace 300 años. Juan Bautista de La Salle nació en Reims, recibió la tonsura a la edad de 11 años y fue nombrado canónigo de la Catedral de Reims a los 16.

Cuando murieron sus padres tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia. Pero, terminados sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. Dos años más tarde, obtuvo el título de doctor en teología. En ese período de su vida, intentó comprometerse con un grupo de jóvenes rudos y poco instruídos, a fin de fundar escuelas para niños pobres.

En aquella época, sólo algunas personas vivían con lujo, mientras la gran mayoría vivía en condiciones de extrema pobreza: los campesinos en las aldeas y los trabajadores miserables en las ciudades. Sólo un número reducido podía enviar a sus hijos a la escuela. La mayoría de los niños tenían pocas posibilidades de futuro. Conmovido por la situación de estos pobres que parecían «tan alejados de la salvación» en una u otra situación, tomó la decisión de poner todos sus talentos al servicio de esos niños, «a menudo abandonados a sí mismos y sin educación».

Para ser más eficaz, abandonó su casa familiar y se fue a vivir con los maestros, renunció a su canonjía y su fortuna y a continuación, organizó la comunidad que hoy llamamos Hermanos de las Escuelas Cristianas.

Su empresa se encontró con la oposición de las autoridades eclesiásticas que no deseaban la creación de una nueva forma de vida religiosa, una comunidad de laicos consagrados ocupándose de las escuelas «juntos y por asociación». Los estamentos educativos de aquel tiempo quedaron perturbados por sus métodos innovadores y su absoluto deseo de gratuidad para todos, totalmente indiferente al hecho de saber si los padres podían pagar o no.

A pesar de todo, De La Salle y sus Hermanos lograron con éxito crear una red de escuelas de calidad, caracterizada por el uso de la lengua vernácula, los grupos de alumnos reunidos por niveles y resultados, la formación religiosa basada en temas originales, preparada por maestros con una vocación religiosa y misionera a la vez y por la implicación de los padres en la educación. Además, de La Salle fue innovador al proponer programas para la formación de maestros seglares, cursos dominicales para jóvenes trabajadores y una de las primeras instituciones para la reinserción de «delincuentes».

Extenuado por una vida cargada de austeridades y trabajos, falleció  en San Yon, cerca de Rouen, en 1719, sólo unas semanas antes de cumplir 68 años.

Juan Bautista de La Salle fue el primero que organizó centros de formación de maestros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas técnicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y ciencias. Su obra se extendió rapidísimamente en Francia, y después de su muerte, por todo el mundo.

En 1900, Juan Bautista de La Salle fue declarado Santo. En 1950, a causa de su vida y sus escritos inspirados, recibió el título de Santo Patrono de los que trabajan en el ámbito de la educación. Juan Bautista mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo enfrentarse a las deficiencias y debilidades con compasión, cómo ayudar, curar y fortalecer. Hoy, las escuelas lasalianas existen en 79 países del mundo.

Nacido en Reims, Francia, el 30 de abril de 1651

Ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678

Fallecido el 7 de abril de 1719

Beatificado el 19 de febrero de 1888

Canonizado el 24 de mayo de 1900

Proclamado Patrono de los Educadores Cristianos el 15 de mayo de 1950


Un busto de San Juan Bautista de la Salle  está emplazado en la plaza Rodríguez Peña, cerca de la esquina de la  calle homónima y Paraguay, prácticamente enfrente de la sede del Ministerio de Educación. La foto es de 2016.

Cerramos esta entrada con el escudo familiar del santo. Tomamos la foto del escudo también en 2016; se encuentra en el piso del vestíbulo del Colegio La Salle de la ciudad de Buenos Aires. Para conocer el significado del escudo, invitamos a visitar nuestro Blog Heráldica en la Argentina.

5 de abril de 2025

5 de abril: San Vicente Ferrer

5 de abril en el Martirologio: «San Vicente Ferrer, presbítero de la Orden de Predicadores, de origen español, que recorrió incansablemente ciudades y caminos de Occidente en favor de la paz y la unidad de la Iglesia, predicando a pueblos innumerables el Evangelio de la penitencia y la venida del Señor, hasta que en Vannes, lugar de Bretaña Menor, entregó su espíritu a Dios».


Vicente Ferrer nació en Valencia el 23 de enero de 1350 y murió el 5 de abril de 1419. Perteneció a la orden de Santo Domingo y fue taumaturgo, predicador y filósofo. Sus viajes de predicación  hicieron que fuera conocido y apreciado por la población de varias regiones de Europa. Fue canonizado rápidamente, en 1455, y se convirtió en el patrono principal de la ciudad de Valencia.

Señalaremos los tres elementos más característicos de la iconografía de San Vicente Ferrer, presentes en la imagen que hoy compartimos:

1.    Trompeta: San Vicente Ferrer es conocido popularmente por ser un gran predicador; de ahí que la trompeta esté presente en la mayoría de sus imágenes. Su  voz potente y enérgica se asemejaba  al sonido de ese instrumento. Pero sobre todo su predicación puede ser comparada con la melodía de una trompeta, capaz de penetrar en los oídos más apáticos, provocando en ellos el gozo por el anuncio o el terror por la denuncia. La trompeta también lo identifica con los siete ángeles apocalípticos, como veremos.
2.    Mano: El gesto más característico de San Vicente Ferrer es su mano derecha alzada señalando con el dedo índice hacia arriba. Este es un gesto expresivo, que hace cualquier orador en un discurso, para subrayar alguna frase o expresión. San Vicente señala el cielo porque ese es nuestro destino final: allí nos espera Dios. También se cree que con este gesto el santo realizaba milagros.
 3.    Alas: San Vicente se compara con uno de los siete ángeles del Apocalipsis, cuyas trompetas sonaban anunciando signos y portentos. Es por eso que algunas imágenes del santo lo representan con alas, como si fuese realmente un ángel o el Ángel del Apocalipsis”.
 

Las fotos fueron tomadas en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, en dos ocasiones distintas.

4 de abril de 2025

4 de abril: San Benito de Palermo


El Martirologio Romano registra hoy el tránsito -en Palermo, ciudad de Sicilia-, de 
«San Benito Massarari, denominado el «Negro» por el color de su piel. Fue primero eremita, y entró después en la Orden de los Hermanos Menores. Se mostró siempre humilde en todo y lleno de fe en la divina Providencia»

Benito nació hacia 1526 en un pueblito cerca de Messina, en Sicilia. Sus padres habían nacido en África y eran esclavos de un rico propietario, cuyo apellido adoptaron, conforme la costumbre de la época. Su amo les había prometido la libertad de Benito, que era el hijo mayor. 

Ya de niño, por su piedad y amabilidad, Benito era llamado «il moro santo» (el negro santo),  apodo que conservó toda su vida. 

Cuando contaba alrededor de 21 años, Benito vendió sus escasas posesiones y fue a reunirse con un grupo de ermitaños que procuraban imitar a San Francisco. Los ermitaños cambiaron varias veces de residencia y finalmente se establecieron en Montepellegrino, cerca de Palermo.  Benito llegó a ser superior de la comunidad.

Cuando Benito tenía más o menos 38  años, el Papa ordenó a los ermitaños que se dispersasen o se uniesen a alguna de las órdenes religiosas ya existentes. Por ese motivo, Benito entró como hermano lego en el convento franciscano de Santa María, cerca de Palermo. 

En 1578, los Frailes Menores de la Observancia decidieron transformar el convento de Santa María en un monasterio reformado, y eligieron superior a Benito, quien -pese a ser lego y no saber leer ni escribir- ejerció el cargo de un modo excepcional. Pronto se divulgó por toda Sicilia la fama de su santidad. Más tarde, Benito fue nombrado vicario del convento y maestro de novicios, cargos en que también se distinguió.   Sin embargo, fue para él una alegría que sus superiores lo relevaran del cargo y lo enviaran de nuevo a la cocina, su primer destino. Sus últimos años, sin perder la austeridad que lo caracterizaba, estuvieron signados por las numerosas visitas que recibía: pobres, enfermos, atribulados...



San Benito murió en 1589, a los 63 años. Fue beatificado en 1743 y canonizado en 1807.  Su nombre dio denominación a uno de los principales barrios porteños.

La imagen que vemos se venera en la Basílica del Pilar.