29 de septiembre de 2023

29 de septiembre: Fiesta de los Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

Aunque en el actual Calendario Litúrgico se celebra hoy la fiesta de los tres arcángeles mencionados en la Escritura, la fecha es la que tradicionalmente le correspondía a San Miguel, como puede verse por la entrada del 29 se septiembre en el Martirologio de 1956:

En el monte Gargano, la venerable memoria de San Miguel Arcángel, cuando allí fue consagrada a su nombre una Iglesia, de poca apariencia en verdad, pero dotada de celestial virtud.

In monte Gargano venerabilis memoria beati Michaelis Archangeli, quando ipsius nomine ibi consecrata fuit Ecclesia, vili quidem facta schemate, sed caelesti praestans virtute.

Por eso mostramos este hermoso vitral que representa a San Miguel con sus atributos militares clásicos, en una puerta de la iglesia de Nuestra Señora de las Victorias.

Invitamos a rezar en esta celebración las Letanías a San Miguel. Compartimos a continuación una versión, de entre las muchas que circulan en medios católicos.

San Miguel Arcángel,

ruega por nosotros

San Miguel, espíritu gloriosísimo,

San Miguel, guardián del Paraíso,

San Miguel, príncipe de la milicia celestial,

San Miguel, mensajero de Dios para las almas justas,

Tú que  te enfrentaste en combate contra el Dragón, 

Tú que saliste victorioso en la lucha,

Tú que expulsaste del Cielo al Dragón y a los ángeles apóstatas,

Tú que apareciste glorioso en la presencia del Señor,

Tú que te levantas en defensa de los hijos de Dios,

Tú que eres el príncipe de todas las almas,

Tú que eres el auxilio de los justos,

Tú, enviado en ayuda del Pueblo de Dios,

Tú, a quien se han confiado las almas de los santos,

Tú, que las conduces al Paraíso con gozo exultante,

Tú que siempre has protegido al Pueblo del Señor,

Tú que a menudo te apareciste a nuestros santos Padres,

Tú que revelaste arcanos misterios a los Profetas,

Tú, de cuyas manos se elevan exquisitos aromas hasta la presencia del Señor,

Tú, cuya honra favorece al Pueblo de Dios,

Tú, cuya oración es guía hacia el Reino de los Cielos,

San Miguel Arcángel, 

...

...

Señor, te rogamos que la gloriosa intercesión de San Miguel Arcángel nos proteja siempre y en todo lugar, y nos conduzca a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

26 de septiembre de 2023

26 de septiembre: Beato Luis Tezza

Entre las memorias de hoy en el Martirologio está la siguiente: 

«En la ciudad de Los Reyes, en Perú, beato Luis Tezza, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, que, para servir a Dios junto a los enfermos, fundó la Congregación de las Hijas de San Camilo, a las que dirigió para llevar a cabo muchas obras de caridad (1923)».

Luis Tezza nació en Conegliano el 1 de Noviembre de 1841. Quedó huérfano de padre a los 9 años. A los 15 años ingresó en la orden de los «camilos» (Ministros de los Enfermos de San Camilo de Lellis). A su vez la madre entró en el monasterio de la Visitación de Padua, donde dejó fama de religiosa excepcional.

Una vez ordenado sacerdote, a Luis se le confió la dirección de los religiosos jóvenes. Luego  fue trasladado a Roma como vicemaestro de novicios. Más tarde fue enviado a Francia como maestro de novicios de la nueva provincia religiosa, de la que llegará a ser primer superior provincial. Después de la supresión de las órdenes religiosas, en 1880, fue expulsado de Francia como extranjero, pero retornó clandestinamente después de algunos meses y logró reunir a los religiosos entonces dispersos y así mantener activa a la provincia.

Elegido procurador y vicario general, retornó a Roma, donde, en 1891, tuvo  un encuentro providencial: conoció a Josefina Vannini, a quien le propuso el proyecto de constituir un grupo de mujeres consagradas a Dios en el servicio a los enfermos, según el carisma de San Camilo de Lellis. Así, el 2 de febrero de 1892, nació  la Congregación de las Hijas de San Camilo.

En 1900 fue enviado a Perú. El motivo del traslado fue una grave acusación de relaciones inaceptables con las Hermanas de San Camilo, y en especial con la hermana Vannini. La medida se tomó sin investigación por parte del Cardenal protector de la Congregación, que admitió los rumores como ciertos; el padre Tezza, por su parte, aceptó de un modo ejemplar las medidas que injustamente se tomaron contra él. 

En el Perú se ocupó de reformar la comunidad camiliana de Lima, que había estado separada durante más de un siglo de la casa central de Roma y corría peligro de ser cerrada. Aunque su estadía iba a ser breve, el Arzobispo y el Delegado Apostólico pidieron que permaneciera allí por ser un «hombre inspirado por Dios y providencial para Lima». En el Perú desarrolló un apostolado extraordinario durante 23 años, hasta su muerte, ocurrida el 26 de septiembre de 1923. Hoy se cumplen 100 años de su muerte.

Los restos de quien fue llamado «el apóstol de Lima» reposan en la casa general de las Hijas de San Camilo en Roma, junto a los de la cofundadora, Santa Josefina Vannini, a quien nos referimos el año pasado en el día de su Memoria. Fue beatificado por San Juan Pablo II el 4 de noviembre de 2001.

La foto, que tomamos en enero de 2021, se venera en la iglesia de San Patricio, en Areco.

25 de septiembre de 2023

25 de septiembre: Santo Niño de La Guardia

¿Leyenda o realidad? La figura del Santo Niño de La Guardia, también llamado San Cristobalito, es controversial por diversos motivos, y el primero de ellos es que algunos ponen en duda la existencia real del infante, cuyo martirio, sin embargo, está documentado. 



Nosotros nos ceñiremos a la información que acerca de este santo aporta la Arquidiócesis de Madrid (página consultada en abril de este año) en su calendario, el 25 de septiembre:

«El mundo de la literatura ha dejado constancia de este terrible suceso del siglo XV en los alrededores de Toledo. Lope escribió "El Niño Inocente" y Quevedo se ocupó de él, proponiendo en carta escrita al rey se dignase disponer las cosas para que el santo Niño compartiera el patronato de España con Santiago; afirmaba que "puede interceder a Dios, como no puede otro alguno, por la pasión que Cristo pasó por él y por la que él pasó por Cristo".

Ya en el año 1501 hay referencias a los lugares de culto en los que se le venera que son los mismos en los que sufrió y fue enterrado. La Guardia lo tomó por Patrón (...).  Consta la veneración que los reyes Fernando V, Carlos I y Felipe II le tuvieron. Y se sabe que el papa Pío VII confirmó su culto en 1805.

El siglo XV está plagado de problemas enconados y agudos suscitados por los conversos del judaísmo; motivaron la predicación de Vicente Ferrer y de otros muchos; salieron a la luz disposiciones eclesiásticas y leyes civiles porque hubo persecuciones con matanzas. Se produce un repetido intento sincero para facilitar conversiones al cristianismo; partía la iniciativa de un verdadero afán apostólico, pero al tener siempre pobres o nulos resultados, ni el poder político ni el militar pudieron mantenerse al margen ni sustraer la atención a los hechos. Hubo falsos conversos que seguían practicando un judaísmo casero con repercusiones en el orden social. Los Reyes Católicos, fracasados los esfuerzos persuasorios del 1478, solicitaron del papa Sixto IV la bula para establecer la Inquisición; en el 1480 ya quedaba nombrado el tribunal, pero no por ello estaba asegurado el orden (...)». Hubo alborotos en varias ciudades, con mayor virulencia en Toledo entre 1486 y 1488.

«En los hechos luctuosos de Toledo que terminaron con el martirio del Niño intervinieron once personajes; cinco eran judíos y seis judaizantes», cuyos nombres se conservan.

En esa ciudad tenían lugar  periódicamente actos de penitencia pública humillante de judaizantes. Esta situación generó miedo, odio y sed de venganza.

«A mitad del 1487 o del 1488, Alonso Franco tuvo que hacer penitencia pública en castigo por haber judaizado (...) Se sintió tan humillado que, en compañía de sus hermanos, concibe un plan de venganza (...). Como se decía que el médico de Tembleque conocía el remedio, van a verle y a pedirle consejo; les dice que se hagan con un muchacho. Raptaron en la puerta del Perdón de la Catedral de Toledo al niño de 4 años, hijo de Alonso de Pasamontes (en algún lugar reza como Alonso Martín de Quintanar) y de Juana la Guindera. ¿Qué intentan? Se han confabulado para reproducir en la criatura toda la Pasión de Cristo. Era una diabólica idea que andaba errática por la Europa del tiempo y que acarreó la muerte injusta y cruel de muchos niños.

Lo llevaron al lugar llamado La Hoz de la Guardia» y el Viernes Santo,  al oscurecer,  «abofetean a la criatura, le escupen, le ponen corona de espinas y azotan sus espaldas. El rito se hace pronunciando sortilegios blasfemos. Crucifican al niño, le sacan el corazón con un cuchillo, y llevan su cadáver a enterrar en secreto a un lugar próximo a Santa María de Pera». Un sacristán les facilitó -de la iglesia que tenía bajo su custodia- una forma consagrada para «el rito sacrílego mágico que conminaba la muerte de los inquisidores y de todos los cristianos».

«No conseguido el efecto intentado, deciden llevar el corazón del niño con otra hostia consagrada a Zamora donde saben que vive un importante judío sabio para que realice el sortilegio de manera eficaz. Sorprendidos en el camino, confesaron el hecho».

Este triste episodio de la historia acentuó el encono de las posturas religiosas y tuvo influencia en la expulsión de los judíos en 1492.

La Orden Trinitaria propagó el culto del Santo Niño de La Guardia; en muchas imágenes (como la que vemos hoy) aparece vestido con el hábito de la Orden, pues se dice que el niño habría llevado la indumentaria trinitaria por devoción de sus padres, cosa bastante frecuente en su momento. Por otra parte, el santuario de Toledo dedicado al Santo Niño pasó a manos de los trinitarios en 1587, lo que originó que se extendiera su devoción en el interior de las casas trinitarias españolas. 

Los Trinitarios, que tenían un convento en La Guardia, fueron capellanes de la ermita levantada pocos años después del martirio en honor del Santo Niño. Entre los guardianes más famosos se encuentran San Simón de Rojas, que fue uno de los más grandes propagadores de la devoción, y San Juan Bautista de la Concepción, que durante los primeros años de su ministerio fue predicador en La Guardia.

La Memoria del Santo Niño de La Guardia se celebró allí el día de los Santos Inocentes, el 25 de marzo o en la semana de Quasimodo (primera de Pascua); sólo desde 1580 se votó para que su fiesta se celebrase en adelante el 25 de septiembre de cada año.

El vitral corresponde a la iglesia parroquial de la Santísima Trinidad, en Buenos Aires.

23 de septiembre de 2023

23 de septiembre: Santa Tecla

El 23 de septiembre en Occidente, y el 24 en el Oriente, se celebra la memoria de Santa Tecla, a quien la liturgia oriental llama "Protomártir e Igual a los Apóstoles".

Pese a la extraordinaria devoción de que es objeto Santa Tecla, lamentablemente ignoramos casi todo acerca de ella. Lo que sabemos sobre su vida procede de un texto apócrifo del siglo II, los Hechos de Pablo y Tecla.

Según esa narración, Tecla era una virgen de Iconio que se convirtió al cristianismo y, seducida por la predicación del Apóstol, se consagró a la virginidad perpetua, rompiendo con su prometido pagano, que la denunció ante los tribunales.

Salvada milagrosamente de la muerte en la hoguera a la que había sido condenada, fue con San Pablo a Antioquía de Pisidia, donde, arrojada a las fieras, fue nuevamente salvada de la muerte de modo milagroso. Después se trasladó a Myra, donde estaba el Apóstol, y finalmente a Seleucia, donde murió. 

A pesar del carácter puramente legendario de toda la historia, no es imposible que esté relacionada con un personaje histórico. Quizás se trate de una virgen convertida por San Pablo que luego, como muchas otras mujeres de la época apostólica y posterior, colaboró en la obra evangelizadora.


En la imagen,  que se venera en la iglesia ortodoxa de San Jorge,  Santa Tecla  (que está junto a María Magdalena) sostiene un pergamino con un texto que dice:

"Te anhelo, mi Esposo, 

y por ti sufro 

para poder reinar contigo".


Santa Tecla está presente en la liturgia hispano-mozárabe; es muy venerada en Tarragona, cuya catedral le está dedicada, y todos los años se organizan en la ciudad grandes festejos en su día. De ese rito procede la oración con la que cerramos esta entrada 

21 de septiembre de 2023

21 de septiembre: Fiesta de San Mateo


Como en muchas iglesias, en la dedicada en Buenos Aires a Nuestra Señora de Monserrat están representados los cuatro Evangelistas, normalmente con sus tradicionales atributos iconográficos. En la foto vemos a dos de ellos: Mateo y Marcos. Hoy se celebra la fiesta del primero, habitualmente simbolizado mediante la figura de un hombre que lo acompaña. En la Catena Áurea se explica esta simbología:

La glosa, sobre el cap. 1 de Ezequiel:
San Mateo nos es representado por el hombre, porque se detiene principalmente en la humanidad de Jesucristo (...).

San Ambrosio, commentarium in Lucam, pref.:
De ahí que haya prevalecido llamarse libro de moral el Evangelio según San Mateo, porque las costumbres se dicen propiamente del hombre, y no de otro ser. 

San Gregorio Magno, in Ezek., hom. 4
Esto mismo se atestigua en el comienzo de cada uno de los cuatro Evangelios. San Mateo es con razón figurado por el hombre, porque empieza su Evangelio por la generación humana de Jesucristo.

Remigio
Los doctores griegos, en cambio, ven en la figura del hombre a San Mateo, porque describió la genealogía del Señor según la carne. 

 


Sobre San Mateo dijo Benedicto XVI:

«La tradición de la Iglesia antigua concuerda en atribuir a San Mateo la paternidad del primer Evangelio. Esto sucedió ya a partir de Papías, obispo de Hierápolis, en Frigia, alrededor del año 130. Escribe Papías:  "Mateo recogió las palabras (del Señor) en hebreo, y cada quien las interpretó como pudo". El historiador Eusebio añade este dato:  "Mateo, que antes había predicado a los judíos, cuando decidió ir también a otros pueblos, escribió en su lengua materna el Evangelio que anunciaba; de este modo trató de sustituir con un texto escrito lo que perdían con su partida aquellos de los que se separaba". Ya no tenemos el Evangelio escrito por San Mateo en hebreo o arameo, pero en el Evangelio griego que nos ha llegado seguimos escuchando todavía, en cierto sentido, la voz persuasiva del publicano Mateo que, al convertirse en Apóstol, sigue anunciándonos la misericordia salvadora de Dios. Escuchemos este mensaje de San Mateo, meditémoslo siempre de nuevo, para aprender también nosotros a levantarnos y a seguir a Jesús con decisión».

15 de septiembre de 2023

15 de septiembre: Nuestra Señora de los Dolores

 

La pequeña iglesia porteña de Nuestra Señora de Itatí -que hoy visitamos por primera vez en este blog- fue, "geográficamente", mi iglesia parroquial durante los años en que viví en el barrio de Almagro.

Entre sus imágenes sagradas se destaca esta bella Dolorosa, que ilustra -junto con el Versículo antes del Evangelio- la Memoria de Nuestra Señora de los Dolores, junto con la Secuencia Stabat Mater, que forma parte de la Liturgia de hoy y veremos más abajo.

Aunque la devoción por la Virgen Doliente es muy antigua y asumió diversas formas a lo largo de los siglos, fue sólo en 1814 que el papa Pío VII fijó la Memoria de Nuestra Señora de los Dolores para el 15 de septiembre, un día después de  la Exaltación de la Santa Cruz.

En cuanto al himno Stabat Mater, es un poema medieval, probablemente del siglo XIII, que suele ser atribuido a Jacopone da Todi


SECUENCIA

Se encontraba la Madre dolorosa
junto a la cruz, llorando,
en que el Hijo moría,
suspendido.

Con el alma dolida y suspirando,
sumida en la tristeza,
que traspasa el acero
de una espada.

Qué afligida y qué triste se encontraba,
de pie aquella bendita
Madre del Hijo único
de Dios.

Cuánto se dolía y padecía
esa piadosa Madre,
contemplando las penas
de su Hijo.

¿A qué hombre no va a hacer llorar,
el mirar a la Madre de Cristo
en un suplicio 
tan tremendo?

¿Quién es el que podrá no entristecerse
de contemplar tan sólo a esta Madre
que sufre 
con su Hijo?

Ella vio a Jesús en los tormentos,
sometido al flagelo,
por cargar los pecados
de su pueblo.

Y vio cómo muriendo abandonado,
aquél, su dulce Hijo,
entregaba su espíritu
a los hombres.

Madre, fuente de amor,
que yo sienta tu dolor,
para que llore contigo.

Que arda mi corazón
en el amor de Cristo, mi Dios,
para que pueda agradarle.

Madre santa,
imprime fuertemente en mi corazón
las llagas de Jesús crucificado.

Que yo pueda compartir
las penas de tu Hijo,
que tanto padeció por mí.

Que pueda llorar contigo,
condoliéndome de Cristo
todo el tiempo de mi vida.

Quiero estar a tu lado
y asociarme a ti en el llanto,
junto a la cruz de tu Hijo.

Virgen, la más santa de las vírgenes,
no seas dura conmigo:
que siempre llore contigo.

Que pueda morir con Cristo
y participar de su pasión,
reviviendo sus dolores.

Hiéreme con sus heridas,
embriágame con la sangre
por él derramada en la cruz.

Para que no arda eternamente
defiéndeme, Virgen,
en el día del Juicio.

Jesús, en la hora final,
concédeme, por tu madre,
la palma de la victoria.

Cuando llegue mi muerte, yo te pido,
oh Cristo, por tu madre,
alcanzar la victoria eterna.


VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO

R. Gloria a ti, Cristo, Verbo de Dios.

María, Reina del cielo y Señora del mundo,
estaba junto a la cruz de nuestro Señor Jesucristo
en el más profundo dolor.

R. Gloria a ti, Cristo, Verbo de Dios.

13 de septiembre de 2023

13 de septiembre: San Juan Crisóstomo

 

Como dijimos en nuestra entrada del 13 de septiembre de 2021, el sabio pontífice Benedicto XVI dedicó dos audiencias a hablar de la figura de San Juan Crisóstomo. En esa fecha publicamos la primera de ellas, del 19 de septiembre de 2007, con una imagen del santo que se venera en la Catedral de Morón; hoy compartimos la segunda, pronunciada una semana después, con fotos que tomamos en la iglesia ortodoxa de San Jorge.

Dijo el Papa: 

«Continuamos hoy nuestra reflexión sobre San Juan Crisóstomo. Después del período pasado en Antioquía, en el año 397, fue nombrado Obispo de Constantinopla, la capital del Imperio Romano de Oriente. Desde el inicio, San Juan proyectó la reforma de su Iglesia; la austeridad del palacio episcopal debía servir de ejemplo para todos: clero, viudas, monjes, personas de la corte y ricos. Por desgracia no pocos de ellos, afectados por sus juicios, se alejaron de él.

Por su solicitud en favor de los pobres, San Juan fue llamado también "el limosnero". Como administrador atento logró crear instituciones caritativas muy apreciadas. Su espíritu emprendedor en los diferentes campos hizo que algunos lo vieran como un peligroso rival. Sin embargo, como verdadero pastor, trataba a todos de manera cordial y paterna. En particular, siempre tenía gestos de ternura con respecto a la mujer y dedicaba una atención especial al matrimonio y a la familia. Invitaba a los fieles a participar en la vida litúrgica, que hizo espléndida y atractiva con creatividad genial.

A pesar de su corazón bondadoso, no tuvo una vida tranquila. Pastor de la capital del Imperio, a menudo se vio envuelto en cuestiones e intrigas políticas por sus continuas relaciones con las autoridades y las instituciones civiles. En el ámbito eclesiástico, dado que en el año 401 había depuesto en Asia a seis obispos indignamente elegidos, fue acusado de rebasar los límites de su jurisdicción, por lo que se convirtió en diana de acusaciones fáciles.

Otro pretexto de ataques contra él fue la presencia de algunos monjes egipcios, excomulgados por el patriarca Teófilo de Alejandría, que se refugiaron en Constantinopla. Después se creó una fuerte polémica causada por las críticas de San Juan Crisóstomo a la emperatriz Eudoxia y a sus cortesanas, que reaccionaron desacreditándolo e insultándolo.

De este modo, fue depuesto en el sínodo organizado por el mismo patriarca Teófilo, en el año 403, y condenado a un primer destierro breve. Tras regresar, la hostilidad que se suscitó contra él a causa de su protesta contra las fiestas en honor de la emperatriz, que San Juan consideraba fiestas paganas y lujosas, así como la expulsión de los presbíteros encargados de los bautismos en la Vigilia Pascual del año 404, marcaron el inicio de la persecución contra San Juan Crisóstomo y sus seguidores, llamados "juanistas".

Entonces, San Juan denunció los hechos en una carta al Obispo de Roma, Inocencio I. Pero ya era demasiado tarde. En el año 406 fue desterrado nuevamente, esta vez a Cucusa, en Armenia. El Papa estaba convencido de su inocencia, pero no tenía el poder para ayudarle. No se pudo celebrar un concilio, promovido por Roma, para lograr la pacificación entre las dos partes del Imperio y entre sus Iglesias. El duro viaje de Cucusa a Pitionte, destino al que nunca llegó, debía impedir las visitas de los fieles y quebrantar la resistencia del obispo exhausto: la condena al destierro fue una auténtica condena a muerte.

Son conmovedoras las numerosas cartas que escribió San Juan desde el destierro, en las que manifiesta sus preocupaciones pastorales con sentimientos de participación y de dolor por las persecuciones contra los suyos. La marcha hacia la muerte se detuvo en Comana, provincia del Ponto. Allí San Juan, moribundo, fue llevado a la capilla del mártir San Basilisco, donde entregó su alma a Dios y fue sepultado, como mártir junto al mártir ¹. Era el 14 de septiembre del año 407, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Su rehabilitación tuvo lugar en el año 438 con Teodosio II. Los restos del santo obispo, sepultados en la iglesia de los Apóstoles, en Constantinopla, fueron trasladados en el año 1204 a Roma, a la primitiva basílica constantiniana, y descansan ahora en la capilla del Coro de los canónigos de la Basílica de San Pedro.

El 24 de agosto de 2004, el Papa Juan Pablo II entregó una parte importante de sus reliquias al patriarca Bartolomé I de Constantinopla. La memoria litúrgica del santo se celebra el 13 de septiembre. El Beato Juan XXIII lo proclamó patrono del Concilio Vaticano II.

De San Juan Crisóstomo se dijo que, cuando se sentó en el trono de la nueva Roma, es decir, de Constantinopla, Dios manifestó en él a un segundo Pablo, un doctor del universo. En realidad, en San Juan Crisóstomo hay una unidad esencial de pensamiento y de acción tanto en Antioquía como en Constantinopla. Sólo cambian el papel y las situaciones.




Al meditar en las ocho obras realizadas por Dios en la secuencia de los seis días, en el comentario del Génesis, San Juan Crisóstomo quiere hacer que los fieles se remonten de la creación al Creador: "Es de gran ayuda —dice— saber qué es la criatura y qué es el Creador". Nos muestra la belleza de la creación y el reflejo de Dios en su creación, que se convierte de este modo en una especie de "escalera" para ascender a Dios, para conocerlo.

Pero a este primer paso le sigue un segundo: este Dios creador es también el Dios de la condescendencia (synkatabasis). Nosotros somos débiles para "ascender", nuestros ojos son débiles. Así, Dios se convierte en el Dios de la condescendencia, que envía al hombre, caído y extranjero, una carta, la Sagrada Escritura. De este modo, la creación y la Escritura se completan. A la luz de la Escritura, de la carta que Dios nos ha dado, podemos descifrar la creación. A Dios le llama "Padre tierno" (philostorgios) ², médico de las almas ³, madre ³ y amigo afectuoso ⁴. 

Pero a este segundo paso —el primero era la creación como "escalera" hacia Dios; y el segundo, la condescendencia de Dios a través de la carta que nos ha dado, la sagrada Escritura— se añade un tercer paso: Dios no sólo nos transmite una carta; en definitiva, él mismo baja, se encarna, se hace realmente "Dios con nosotros", nuestro hermano hasta la muerte en la cruz.

Y tras estos tres pasos —Dios que se hace visible en la creación, Dios nos envía una carta, y Dios desciende y se convierte en uno de nosotros— se agrega al final un cuarto paso: en la vida y la acción del cristiano, el principio vital y dinámico es el Espíritu Santo (Pneuma), que transforma la realidad del mundo. Dios entra en nuestra existencia misma a través del Espíritu Santo y nos transforma desde dentro de nuestro corazón.

Con este telón de fondo, precisamente en Constantinopla, San Juan, al comentar los Hechos de los Apóstoles, propone el modelo de la Iglesia primitiva (cf. Hch 4, 32-37) como modelo para la sociedad, desarrollando una "utopía" social (una especie de "ciudad ideal"). En efecto, se trataba de dar un alma y un rostro cristiano a la ciudad. En otras palabras, San Juan Crisóstomo comprendió que no basta con dar limosna o ayudar a los pobres de vez en cuando, sino que es necesario crear una nueva estructura, un nuevo modelo de sociedad; un modelo basado en la perspectiva del Nuevo Testamento. Es la nueva sociedad que se revela en la Iglesia naciente.

Por tanto, San Juan Crisóstomo se convierte de este modo en uno de los grandes padres de la doctrina social de la Iglesia: la vieja idea de la polis griega se debe sustituir por una nueva idea de ciudad inspirada en la fe cristiana. San Juan Crisóstomo defendía, como San Pablo (cf. 1 Co 8, 11), el primado de cada cristiano, de la persona en cuanto tal, incluso del esclavo y del pobre. Su proyecto corrige así la tradicional visión griega de la polis, de la ciudad, en la que amplios sectores de la población quedaban excluidos de los derechos de ciudadanía, mientras que en la ciudad cristiana todos son hermanos y hermanas con los mismos derechos.

El primado de la persona también es consecuencia del hecho de que, partiendo realmente de ella, se construye la ciudad, mientras que en la polis griega la patria se ponía por encima del individuo, el cual quedaba totalmente subordinado a la ciudad en su conjunto. De este modo, con San Juan Crisóstomo comienza la visión de una sociedad construida a partir de la conciencia cristiana. Y nos dice que nuestra polis es otra, "nuestra patria está en los cielos" (Flp 3, 20) y en esta patria nuestra, incluso en esta tierra, todos somos iguales, hermanos y hermanas, y nos obliga a la solidaridad.

Al final de su vida, desde el destierro en las fronteras de Armenia, "el lugar más desierto del mundo", San Juan, enlazando con su primera predicación del año 386, retomó un tema muy importante para él: Dios tiene un plan para la humanidad, un plan "inefable e incomprensible", pero seguramente guiado por él con amor ⁵. Esta es nuestra certeza. Aunque no podamos descifrar los detalles de la historia personal y colectiva, sabemos que el plan de Dios se inspira siempre en su amor.

Así, a pesar de sus sufrimientos, San Juan Crisóstomo reafirmó el descubrimiento de que Dios nos ama a cada uno con un amor infinito y por eso quiere la salvación de todos. Por su parte, el santo obispo cooperó a esta salvación con generosidad, sin escatimar esfuerzos, durante toda su vida. De hecho, consideraba como fin último de su existencia la gloria de Dios que, ya moribundo, dejó como último testamento: "¡Gloria a Dios por todo!" ⁶».







¹Paladio, Vida 119
² ib.
³ Homilía 40, 3 sobre el Génesis
⁴ Sobre la Providencia 8, 11-12
⁵ cf. Sobre la Providencia 2, 6
⁶ Paladio, Vida 11