1 de julio de 2025

1° de julio: Santa Ester

En antiguos calendarios y martirologios aparecía registrada en la fecha de hoy la Memoria de Ester, protagonista del libro homónimo en el Antiguo Testamento.

Del sitio de Ediciones Paulinas, que menciona a "Santa Ester" en el santoral del 1° de julio, tomamos el texto que sigue:

«Habiendo el rey Asuero (Jerjes) repudiado a la reina Vasti, la judía Ester vino a ser su esposa y reina de Persia. Ella, confiada en Dios y sobreponiéndose a su debilidad, intercedió por su pueblo cuando el primer ministro Amán concibió el proyecto de exterminar a todos los judíos, comenzando por Mardoqueo, padre adoptivo de Ester. En un banquete, Ester descubrió al rey su nacionalidad hebrea y pidió protección para sí y para los suyos contra su perseguidor Amán. El rey concedió lo pedido: Amán fue colgado en el mismo patíbulo que había preparado para Mardoqueo, y el pueblo judío fue autorizado a vengarse de sus enemigos el mismo día en que según el edicto de Amán, debía ser aniquilado en el reino de los persas. En memoria de este feliz acontecimiento los judíos instituyeron la fiesta de Purim (Fiesta de las Suertes).

El carácter histórico del libro de Ester siempre ha sido reconocido, tanto por la tradición judaica, como por la cristiana. La canonicidad del libro de Ester está bien asegurada. El Concilio de Trento ha definido también la canonicidad de la segunda parte del libro de Ester (cap. 10, vers. 4 al cap. 16, vers. 24), mientras los judíos y protestantes conservan solamente la primera parte en su canon de libros sagrados».


Por su parte, la introducción al Libro de Ester en El Libro del Pueblo de Dios (es decir la traducción argentina de la Biblia) dice:

«El libro de Ester, lo mismo que el de Judit, cuenta cómo el Pueblo judío fue liberado de sus enemigos gracias a la intervención de una mujer.  Este relato es anterior a la guerra de los macabeos, ya que en ese tiempo los Judíos de Palestina celebraban el “día llamado de Mardoqueo” (2 Mac 15, 36), Lo cual supone que  conocían la historia de Ester y probablemente el Libro mismo.  Es probable que la obra haya sido escrita a fines de la época persa o a comienzos del periodo griego, es decir, entre los siglos IV y III a. C.

Este Libro ilustra de manera ejemplar una idea contenida en los escritos sapienciales: «El que cava una fosa cae en ella» (Ecl. 10, 8). Toda la narración, en efecto, va presentando una serie de personajes contrapuestos y de situaciones que terminan por revertirse. La orgullosa reina Vasti es humillada y sustituida por Ester, la humilde joven judía. Amán, el primer ministro omnipotente y pagado de sí mismo, es ajusticiado en el patíbulo que había preparado para vengarse de Mardoqueo. Por fin, los Judíos dan muerte a todos sus enemigos en el día fijado para su propio exterminio. Detrás de todos estos «cambios de papeles», está el Señor, cuyo nombre no es mencionado ni una sola vez en el texto hebreo, pero que va guiando los acontecimientos para dar la victoria a su Pueblo.

El arte con que están narrados los hechos muestra que el autor no se propuso escribir la crónica detallada de un hecho histórico preciso. Su intención fue más bien presentar en forma novelada una triste experiencia vivida repetidas veces por el Pueblo elegido: la del odio y las persecuciones provocadas por lo que hoy en día se llama «antisemitismo». Esto explica, al menos en parte, el increíble encarnizamiento con que los judíos se desquitaron de la amenaza que había pesado sobre ellos. Lo cierto es que el libro de Ester se opone a la corriente universalista, que había encontrado una de sus más bellas expresiones en los libros de Rut y de Jonás.

El recuerdo de la gran liberación evocada en este relato fue relacionado más tarde con la fiesta de los «Purim» o de las «Suertes». Así dicha fiesta, de origen pagano y meramente profana, entró en el calendario de las fiestas nacionales del Judaísmo, convirtiéndose en la celebración del triunfo del Señor sobre los enemigos de su Pueblo. La versión griega de este Libro es bastante más extensa y tiene un tono mucho más religioso que el texto hebreo original, donde apenas se insinúa una posible intervención del Señor (4, 14). Las partes propias de la traducción griega se encuentran entre los Libros «deuterocanónicos».

Al destacar la violenta oposición entre judíos y paganos, este Libro nos lleva a comprender mejor el alcance de la obra reconciliadora de Cristo. «Él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba... Así creó con los dos pueblos un solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz» (Ef. 2. 14-15)».

La imagen de Ester en un hermoso vitral pertenece a la Iglesia Presbiteriana San Andrés.

30 de junio de 2025

30 de junio: Conmemoración de San Pablo

Como sabemos, San Pedro y San Pablo son honrados conjuntamente en la Solemnidad del 29 de junio, y además cada uno tiene por separado su propia celebración, ambas con categoría de Fiesta: la Cátedra de San Pedro (18 de enero) y la Conversión de San Pablo (25 de enero). Sin embargo, en la Liturgia tradicional (expresada en el Misal Romano de 1962) y en algunos calendarios particulares, como en el de los barnabitas, en la fecha de hoy se celebra la conmemoración del apóstol San Pablo.

Nos ha parecido interesante señalar aquí la explicación que da el Misal Diario para América del padre Azcárate sobre esta celebración:


También queremos compartir fragmentos de la Liturgia de hoy según el Misal anterior a las reformas postconciliares.

El Introito y la Oración Colecta:



Y la Primera Lectura, tomada de la Carta a los Gálatas (1, 11-20):
Quiero que sepan, hermanos, que la Buena Noticia que les prediqué no es cosa de los hombres, porque  yo no la recibí ni aprendí de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.

Seguramente ustedes oyeron hablar de mi conducta anterior en el Judaísmo: cómo perseguía con furor a la Iglesia de Dios y la arrasaba, y cómo aventajaba en el Judaísmo a muchos compatriotas de mi edad, en mi exceso de celo por las tradiciones paternas.

Pero cuando Dios, que me eligió desde el seno de mi madre y me llamó por medio de su gracia, se complació en revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos, de inmediato, sin consultar a ningún hombre y sin subir a Jerusalén para ver a los que eran Apóstoles antes que yo, me fui a Arabia y después regresé a Damasco.

Tres años más tarde, fui desde allí a Jerusalén para visitar a Pedro, y estuve con él quince días. No vi a ningún otro Apóstol, sino solamente a Santiago, el hermano del Señor.

En esto que les escribo, Dios es testigo de que no miento.


La imagen de San Pablo que ilustra esta entrada se venera en la Catedral de Buenos Aires. El Apóstol de los Gentiles es representado con su atributo iconográfico habitual, la espada, instrumento de su martirio a la vez que evocación de «la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios», como el mismo Pablo dice en Efesios 6, 17.

28 de junio de 2025

Inmaculado Corazón de María

Celebramos la Memoria del Corazón Inmaculado de María, significativamente ubicada al día siguiente de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

«En un cierto sentido, la celebración del Inmaculado Corazón de María es algo reciente, propio de la Iglesia moderna, aunque hunde sus raíces en el mismo Evangelio. Como fiesta litúrgica, fue aprobada oficialmente para toda la Iglesia latina en 1944 por Su Santidad Pío XII. Un importante impulsor de esta devoción, en el siglo XIX, fue San Antonio María Claret, como había hecho antes San Juan Eudes, en el siglo XVII. Trazos previos se pueden encontrar en diversos momentos anteriores, como en un antiguo texto griego, atribuido en algún momento a San Gregorio Taumaturgo, donde se dice al comentar un pasaje de San Lucas: “Este corazón es el vaso sagrado de todos los misterios”.

Hay varias páginas de los evangelios que nos dan pie a meditar sobre el Inmaculado Corazón de María y que, por eso mismo, guardan una honda sabiduría y suscitan importantes resonancias para nuestras vidas. Las más significativas las encontramos en los relatos de la infancia de Jesús, que recoge el evangelio de Lucas. (...) 

En primer lugar, al acabar el relato del nacimiento de Jesús, se nos dice que “María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc 2, 19). Tras el episodio del Niño perdido y hallado en el Templo, durante la celebración de la primera Pascua de Jesús, encontramos una frase semejante: “Su madre conservaba cuidadosamente todo esto en su corazón” (Lc 2, 51). Inmediatamente, se subraya que “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres” (Lc 2, 52). El corazón de la Madre es capaz de acoger todo lo que acontece, de conservarlo primorosamente, de meditarlo con calma, de evitar que se pierdan los recuerdos; y, de esta manera, ella es capaz de adentrarse en el misterio de la Vida, el misterio de la Realidad, el misterio del Dios encarnado. Con razón dijo Benedicto XVI en su visita al santuario de Etzelsbach el 23 de septiembre de 2011: “Sabemos que el corazón es también el órgano de la sensibilidad más profunda para el otro, así como de la íntima compasión. En el Corazón de María encuentra cabida el amor que su divino Hijo quiere ofrecer al mundo”».

Este comentario de Fernando Chica Arellano fue publicado en la página web de la Diócesis de Jaén. La imagen, por su parte, es un mosaico en el templo parroquial porteño consagrado al Purísimo Corazón de María. Es la primera vez que visitamos ese templo en este blog, pese a que tomamos la foto en noviembre de 2017.

26 de junio de 2025

26 de junio: San Josemaría Escrivá de Balaguer

Hoy se cumple medio siglo de la muerte de Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado en 2002 por Juan Pablo II. Hace unos meses se cumplieron asimismo 100 años de su ordenación sacerdotal, celebrada el 28 de marzo de 1925.



San Josemaría Escrivá nació en Barbastro en 1902. Tras estudiar en los seminarios de Logroño y Zaragoza fue ordenado  sacerdote; luego pasó a Madrid para estudiar derecho. Fundó, el 2 de octubre de 1928, el Opus Dei para la santificación de las personas en sus deberes cotidianos. En 1930 fundó la sección femenina del Opus Dei y en 1943 la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. En 1946 se trasladó a Roma. Extendió su obra por el mundo, desarrollando una amplísima labor apostólica por muchos sitios; entre ellos, estuvo en Buenos Aires a mediados de 1974. Escribió varias obras de espiritualidad. Murió en Roma hace hoy 50 años. 



Una imagen de San Josemaría y una placa que incluye sus datos biográficos básicos y una pequeña reliquia se venera en la iglesia salteña de San Juan Bautista de la Merced. Tomamos las fotos en julio de 2019.

23 de junio de 2025

Lunes de la Semana XII Durante el Año

En el Oficio de Lectura del Lunes XII Durante el Año se lee hoy (en el leccionario par-impar) este fragmento del libro de los Jueces (16,4-6.16-31):

En aquellos días, se enamoró Sansón de una mujer del torrente Sorec, llamada Dalila.

Los príncipes de los filisteos subieron a verla y le dijeron:

«Sedúcelo y averigua en qué reside su enorme fuerza y con qué se le podría atar para doblegarlo. Nosotros te daremos doce kilos y medio de plata cada uno».

Dalila dijo a Sansón:

«Aclárame en qué reside tu enorme fuerza y con qué se te había de atar para doblegarte».

Y como le asediase todos los días con sus palabras y le importunara tanto, su espíritu se abatió.

Entonces le puso al descubierto su corazón y le dijo:

«La navaja no ha pasado por mi cabeza, pues soy nazir de Dios desde el seno de mi madre. Si me raparan, mi fuerza se alejaría de mí. Me debilitaría y vendría a ser como cualquier hombre».

Dalila se dio cuenta de que le había abierto completamente el corazón y mandó llamar a los príncipes filisteos:

«Subid, porque esta vez me ha abierto completamente el corazón».

Los príncipes filisteos subieron allá, llevando la plata en sus manos.

Lo adormeció sobre sus rodillas y llamó a un hombre que le rapó las siete guedejas de su cabeza. Entonces comenzó a debilitarse y su fuerza se alejó de él.

Dalila le gritó:

«Los filisteos sobre ti, Sansón».

Él se despertó de su sueño, pensando:

«Saldré como las otras veces y me libraré de ellos».

No sabía que el Señor se había alejado de él. Los filisteos lo apresaron y le sacaron los ojos. Le bajaron a Gaza y lo ataron con una doble cadena de bronce. En la cárcel estuvo dando vueltas a la muela. Ahora bien, después que lo hubieron rapado, el cabello de su cabeza comenzó a crecer.

Los príncipes de los filisteos se congregaron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón y para hacer un festejo. Decían:

«Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo».

Cuando lo vio la gente, alababan a su dios diciendo:

«Nuestro dios ha entregado en nuestras manos al enemigo, que asolaba nuestro territorio y multiplicaba nuestros muertos».

Cuando ya tenían el corazón alegre, dijeron:

«Llamad a Sansón para que nos divierta».

Llamaron a Sansón de la cárcel y bailó ante ellos. Luego lo colocaron entre las columnas.

Sansón dijo al lazarillo:

«Déjame tocar las columnas sobre las que se asienta el templo, para que pueda apoyarme en ellas».

El templo estaba lleno de hombres y mujeres. Se encontraban allí todos los príncipes filisteos. En la azotea había unos tres mil hombres y mujeres, viendo los juegos de Sansón.

Entonces Sansón invocó al Señor:

«Dueño y Señor mío, acuérdate de mí y dame fuerzas solo esta vez, oh Dios, para que de un solo golpe pueda vengarme de los filisteos, por lo de mis dos ojos».

Sansón palpó las dos columnas centrales sobre las que se asentaba el templo y se apoyó sobre ellas, en una con la derecha y en la otra con la izquierda. Entonces gritó:

«Muera yo también con los filisteos».

Empujó con fuerza, y el templo se desplomó sobre los príncipes y sobre toda la gente que había en él. Los que mató al morir fueron más que los que había matado en vida.

Sus hermanos y toda la casa paterna bajaron a recogerlo y lo subieron a enterrar entre Sorá y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoj. Sansón había juzgado a Israel veinte años.

 


Sansón y Dalila, protagonistas de este célebre pasaje, están representados en una escultura en el Museo de la Virgen del Valle, que depende de la Catedral de Catamarca. Hoy visitamos por primera vez en este blog ese museo de arte religioso.

22 de junio de 2025

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

En el actual ciclo C, la Primera Lectura de la Solemnidad de Corpus Christi es el relato de la breve y misteriosa aparición de Melquisedec (Génesis  14, 18-20):

En aquellos días:

Melquisedec, rey de Salém, que era sacerdote de Dios, el Altísimo, hizo traer pan y vino, y bendijo a Abrám, diciendo:

«¡Bendito sea Abrám de parte de Dios, el Altísimo, creador del cielo y de la tierra! ¡Bendito sea Dios, el Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!»

Y Abrám le dio el diezmo de todo.




El episodio está representado en el nártex de la iglesia de la Sagrada Eucaristía, en el barrio de Palermo.

Al pie de la pintura puede leerse, en latín, una frase adaptada de la perícopa: 

Sacerdos Dei altissimi ­ Melchisedech panem et vinum obtulit.


Esa versión del texto que hoy se proclama evoca también la mención que de Melquisedec hace el Canon Romano:

Supra quae propítio ac seréno vultu respícere dignéris: et accépta habére, sícuti accépta habére dignátus es múnera púeri tui iusti Abel, et sacrifícium Patriárchae nostri Abrahae, et quod tibi óbtulit summus sacérdos tuus Melchísedech, sanctum sacrifícium, immaculátam hóstiam.

La traducción al español no le hace justicia a la versión original:

Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste los dones del justo Abel, el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe, y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec. 

18 de junio de 2025

18 de junio: San Gregorio Barbarigo

Mis padres eran miembros de la Congregación Mariana. En mi casa se conservaba, como una reliquia que luego heredé, un "diploma de las Congregaciones Marianas", de expreso carácter «histórico-apologético». En él se pretendía «dar artísticamente una idea de la grandeza de la institución, del brillo y esplendor del espíritu de piedad, actividad y celo que caracterizan su gloriosa historia».


El diploma muestra en el centro a la Virgen María rodeada de santos y personajes célebres vinculados con las Congregaciones Marianas, así como de figuras alegóricas y diversos textos.




Uno de los santos representados -en este caso por haber sido congregante mariano- es Gregorio Barbarigo, cuya Memoria se celebra hoy. Así lo elogia el Martirologio Romano:

«En Padua, en el territorio de Venecia, San Gregorio Barbarigo, obispo, que instituyó un seminario para clérigos, enseñó el catecismo a los niños en su propio dialecto, celebró un sínodo, mantuvo coloquios con su clero y abrió muchas escuelas, mostrándose liberal con todos y exigente consigo mismo».

Gregorio nació en Venecia en 1625 en una familia de antiguo y noble linaje. Recibió una sólida educación intelectual y religiosa en su su ciudad natal. Apenas tenía 20 años cuando el gobierno veneciano lo eligió como acompañante de su embajador al Congreso de Münster, donde se firmó el Tratado de Westfalia, que puso fin a la Guerra de Treinta Años. Durante su estancia en Münster, Barbarigo trabó amistad con el nuncio apostólico, Fabio Chigi, futuro papa Alejandro VII. Influido por Chigi, se orientó al sacerdocio; completó sus estudios en Padua.

En 1657, Alejandro VII lo nombró Obispo de Bérgamo; en 1660 lo hizo cardenal; cuatro años más tarde fue trasladado como Obispo de Padua.

Su labor pastoral  fue notable. Se destacó por su prodigalidad, benignidad y  piedad; fomentó la cultura y la educación. Murió pacíficamente el 15 de junio de 1697. 

Fue beatificado en 1761 y canonizado por Juan XXIII el 26 de mayo de 1960.