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17 de septiembre de 2025

17 de septiembre: San Roberto Belarmino

Este gran obispo y Doctor de la Iglesia, considerado como uno de los principales ejecutores de la Contrarreforma, nació en 1542 en Montepulciano (Toscana), de noble familia. 

Era sobrino del papa Marcelo II. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1560. Fue el primer profesor jesuita de la Universidad de Lovaina, donde impartió clases de teología durante seis años.

Trasladado a Roma como director espiritual del Colegio Romano, pasó después a ser rector del mismo. En 1594 fue nombrado provincial de los jesuitas. 

Fue llamado a ser teólogo particular del papa y consultor del Santo Oficio. Durante este tiempo no sólo fue hombre de curia, sino que compuso sus famosos catecismos: el Gran Catecismo y el Pequeño Catecismo, obras de influencia en la educación cristiana junto al catecismo del Concilio de Trento.

Nombrado cardenal en 1599, vivió prácticamente al servicio de la Iglesia el resto de sus días como teólogo oficial de la Congregación del Santo Oficio, desarrollando una intensa actividad de escritor, de diplomático y hasta de político.

De Belarmino se dijo «que no había otro hombre igual a él en la doctrina». Hoy se lo reconoce como el gran defensor de la Iglesia de Roma frente al protestantismo. Su obra principal, Disputationes de Controversiis Christianae Fidei (1586-1593), lo  hace uno de los grandes teólogos de la escolástica tardía. De vida intachable, fue un teólogo sincero y ejemplar, sin miedo a expresar sus convicciones. 

Retirado en 1621 a la casa noviciado de los jesuitas, falleció el 17 de septiembre del mismo año después de recitar el Credo de los Apóstoles. Fue canonizado en 1930 y declarado Doctor de la Iglesia al año siguiente. 


Las imágenes que vemos en esta entrada corresponden a una imagen suya que se venera en la porteña iglesia del Salvador. Tomamos la primera foto en 2015 y la segunda en 2022.

19 de mayo de 2025

Lunes de la V Semana de Pascua

El Lunes de la Semana V de Pascua se lee este fragmento del Evangelio de San Juan (14, 21-26) en el que hemos destacado algunas palabras con negrita:

Jesús dijo a sus discípulos:

«El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él».

Judas -no el Iscariote- le dijo: 

«Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?».

Jesús le respondió: 

«El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.

Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho».


La frase destacada corresponde al versículo 23 y está escrita, en latín, en uno de los muros de la iglesia del Salvador: "Si quis diligit me sermomem meum servabit": "El que me ama hace caso a mi palabra".


21 de diciembre de 2024

Adviento: 21 de diciembre

Antífonas "O" 


21 de diciembre


O Oriens,

splendor lucis aeternae, et sol Iustitiae:

veni, et illumina sedentes in tenebris, 

et umbra mortis.



Oh Oriente,

esplendor de la luz eterna y sol de justicia:

¡ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas 

y en sombras de muerte!

31 de octubre de 2024

31 de octubre: San Alonso Rodríguez

El Martirologio Romano trae hoy la Memoria de San Alfonso (o Alonso) Rodríguez.

Del "Misal Romano Diario y Devocionario" del padre Natalio Díaz sj, en la sección "Propio de la Compañía de Jesús" obtenemos la información que sigue: 

Alfonso Rodríguez fue primero comerciante en Segovia, de España,  su  patria; pero habiendo muerto su esposa y sus hijos, se consagró a Dios en la Compañía de Jesús, en el grado de Hermano coadjutor. Se señaló grandemente en la humildad, en la obediencia, en la oración, en la que fué elevado por Dios a un alto grado de contemplación mística. Profesaba una ternísima devoción a la Santísima Virgen, de quien recitaba asiduamente el rosario. Iluminado por Dios, escribió muchos tratados ascéticos y místicos. Murió a los 87 años, en el colegio de Palma de Mallorca (Baleares), donde fué portero por espacio de casi cuarenta años. Era el año 1617; y fué canonizado por el Sumo Pontífice León XIII en 1888. San Alfonso Rodríguez es el celestial patrono de los Hermanos coadjutores de la Compañía de Jesús.



Uno de los altares laterales de la iglesia del Salvador está dedicado a este santo. Tomamos la foto en abril de 2022.

9 de septiembre de 2024

9 de septiembre: San Pedro Claver

El Martirologio elogia a nuestro santo de hoy con estas palabras: «San Pedro Claver, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús, que en Nueva Cartagena, ciudad de Colombia, durante más de cuarenta años consumió su vida con admirable abnegación y eximia caridad para con los esclavos negros, y bautizó con su propia mano a casi trescientos mil de ellos».


Del Misal propio de la Compañia de Jesús:

Oración Colecta

Dios nuestro, que hiciste a San Pedro Claver esclavo de los esclavos y lo fortaleciste con una admirable caridad y paciencia para servirlos, concédenos, por su intercesión, que, buscando los intereses de Jesucristo, amemos a nuestros prójimos con obras y de verdad. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, nuestra oblación, santificada por el Espíritu Santo, que te ofrecemos por la salvación de los pueblos, para quienes San Pedro Claver fue constituido ministro de Cristo Jesús, Palabra tuya y Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. 

31 de octubre de 2023

Martes de la Semana XXX Durante el Año

En la Liturgia de las Horas, excepto en Completas, los salmos están distribuidos a lo largo de cuatro semanas. La primera semana del Salterio coincide con el comienzo de cada tiempo litúrgico; transcurridas las cuatro semanas, se vuelve a comenzar hasta que corresponda un nuevo reinicio.

En función de lo señalado, en la Semana XXX Durante el Año corresponde usar los salmos de la Semana II del Salterio. En la Hora Intermedia de hoy se reza el salmo 54, dividido en dos fragmentos. El fragmento II dice:


Ant. 3. Yo invoco a Dios, y el Señor me salva.


Si mi enemigo me injuriase, lo aguantaría;

si mi adversario se alzase contra mí, me escondería de él;

pero eres tú, mi compañero,

mi amigo y confidente,

a quien me unía una dulce intimidad:

juntos íbamos entre el bullicio por la casa de Dios.


Pero yo invoco a Dios, y el Señor me salva:

por la tarde, en la mañana, al mediodía,

me quejo gimiendo.


Dios escucha mi voz: 

su paz rescata mi alma de la guerra que me hacen,

porque son muchos contra mí.


Dios me escucha, 

los humilla el que reina desde siempre,

porque no quieren enmendarse ni temen a Dios.


Levantan la mano contra su aliado,

violando los pactos;

su boca es más blanda que la manteca,

pero desean la guerra;

sus palabras son más suaves que el aceite,

pero son puñales.


Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará;

no permitirá jamás que el justo caiga.


Tú, Dios mío, los harás bajar a ellos a la fosa profunda,

Los traidores y sanguinarios

no cumplirán ni la mitad de sus años.

Pero yo confío en ti.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Ant. 3. Yo invoco a Dios, y el Señor me salva.


Las palabras destacadas en negrita son las que ahora nos interesan: Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará (Sal 54, 23), vertido en El Libro del Pueblo de Dios como Confía tu suerte al Señor, y él te sostendrá. En latín: Iacta super Dominum curam tuam, et ipse te enutriet.

"Ipse te enutriet": Él mismo te sustentará, te sostendrá, te nutrirá. La frase aparece grabada al pie de la imponente Cruz que hay junto al altar mayor de la iglesia del Salvador.


En las Enarraciones sobre los Salmos,  al comentar este salmo, San Agustín hace referencia al episodio  en que, tras decir Cristo "Si alguien no come mi carne y bebe mi sangre, no tendrá vida en él", sus oyentes, que no comprendían, se dijeron unos a otros: "¡Qué duras son estas palabras! ¿Quién podrá escucharlas?". Luego, cuando el Señor les dijo a los Doce "¿Vosotros no queréis iros también?", Pedro le respondió: "¿A quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna (Jn 6,54-69)". Y continúa el santo Obispo de Hipona:

Prestad atención, os lo suplico, hermanos, y, como niños, aprended lo que es la piedad. ¿Acaso Pedro comprendía ya todo el misterio de aquellas palabras del Señor? No, todavía no lo comprendía; pero creía con humildad que aquellas palabras que no entendía eran buenas. Luego si son duras las palabras, y todavía no se comprenden, que lo sean para el impío, pero a ti la piedad te las ablandará; algún día llegará en que se aclaren, y serán para ti como el aceite, y penetrará hasta los huesos.

Y como si fuera el mismo Pedro, después de que quedaran escandalizados por la dureza que, según ellos, tenían las palabras del Señor, y como si con él dijera: "¿A quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna", añadió: Deposita en el Señor tus preocupaciones, que él mismo te nutrirá. Eres un niño, aún no entiendes los misterios de las palabras: quizá el pan está escondido para ti, y debes ser alimentado todavía con leche (1 Cor 3,2); no te enojes con los pechos, ellos te harán capaz de sentarte a la mesa, para lo cual todavía no estás preparado. Mirad cómo gracias a la separación de los herejes, muchas durezas se han ido ablandando. Sus palabras duras se han vuelto más suaves que el aceite, y son como dardos, que han armado a los evangelizadores: sus palabras se dirigen al corazón de todos los oyentes, insistiéndoles a tiempo y a destiempo. Con tales discursos, con tales palabras, como si fueran saetas, son heridos los corazones humanos para llevarlos al amor de la paz. Eran duros, pero se han vuelto suaves. Suaves, sí, pero sin perder su eficacia, convirtiéndose en dardos. Sus palabras son más suaves que el aceite, y ellas —las palabras suaves—, son como dardos. Pero quizá tú no estás preparado todavía para ser armado con estos dardos, es posible que tales palabras obscuras no se te hayan aclarado, no se te hayan hecho suaves las palabras duras. Deposita en el Señor tus preocupaciones, que él mismo te nutrirá. Abandónate en el Señor. Sí, quieres ya abandonarte en el Señor: que nadie se te ponga en lugar del Señor. Deposita en el Señor tus preocupaciones. Mira cómo aquel gran soldado de Cristo no quiso tomar a su cargo el cuidado de los niños: ¿Es que Pablo fue crucificado por vosotros, o estáis bautizados en el nombre de Pablo? (1 Cor 1,13). ¿Qué intentaba decirles, sino: Depositad en Dios vuestras preocupaciones, y él mismo os nutrirá? Bien, un niño quiere ahora depositar en el Señor sus preocupaciones, y viene uno cualquiera y le dice: «Yo me encargo». Como una navecilla que fluctúa sin rumbo le dice: «Yo me encargo de ti». Tú respóndele: «Yo busco un puerto, no un peñasco». Deposita en el Señor tus preocupaciones, que él mismo te nutrirá Y verás cómo te recibe el puerto: No permitirá que el justo fluctúe para siempre. Te parecerá que andas fluctuando en este mar, pero el que te recibe es el puerto. Procura, eso sí, no desasirte del ancla antes de entrar en el puerto. La nave, sujeta a las anclas, está fluctuando, pero no será arrojada muy lejos de la costa; y no fluctuará para siempre, aunque lo haga en algunas ocasiones. Precisamente a esa fluctuación se refieren las anteriores palabras: Me entristecí en las pruebas, y me turbé. Esperaba alguien que me salvase de mi cobardía y de la tempestad. Habla fluctuando, pero no fluctuará para siempre, pues su ancla está firme, y su ancla es su esperanza. No permitirá que el justo fluctúe para siempre.


La imagen eucarística del pelícano alimentando a sus pichones, que aparece debajo de la frase, al pie de la Cruz de Cristo, completa admirablemente la referencia del salmo y el comentario de San Agustín.


3 de octubre de 2023

3 de octubre: San Francisco de Borja

En España y en el calendario propio de la Compañía de Jesús se honra hoy a San Francisco de Borja, inscripto en el Martirologio Romano el 30 de septiembre, en su dies natalis.







Con la imagen del santo que se venera en la iglesia del Salvador y la biografía que la acompaña, ilustramos esta entrada. Tomamos estas fotos en abril del año pasado.

21 de agosto de 2023

Lunes de la Semana XX Durante el Año

El Evangelio de la misa de hoy, lunes de la Semana XX del Tiempo Ordinario en año impar, corresponde al episodio del llamado "joven rico" (Mateo 19, 16-22):

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:

—«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?».

Jesús le contestó:

—«¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos».

Él le preguntó:

—«¿Cuáles?».

Jesús le contestó:

—«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».

El muchacho le dijo:

—«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?».

Jesús le contestó:

—«Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres —así tendrás un tesoro en el cielo— y luego vente conmigo».

Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.


Bellamente está representado el episodio en el cielorraso de la iglesia del Salvador. 

Este joven ha permanecido anónimo -dijo Benedicto XVI el 15 de octubre de 2006-; si hubiera respondido positivamente a la invitación de Jesús, se habría convertido en su discípulo y probablemente los evangelistas habrían registrado su nombre. Este hecho permite vislumbrar (...) [que] si el hombre pone su seguridad en las riquezas de este mundo no alcanza el sentido pleno de la vida y la verdadera alegría; por el contrario, si, fiándose de la palabra de Dios, renuncia a sí mismo y a sus bienes por el reino de los cielos, aparentemente pierde mucho, pero en realidad lo gana todo.

10 de agosto de 2023

10 de agosto: Fiesta de San Lorenzo

Veamos la imagen. Se trata de una pintura en la pared perpendicular ubicada a la derecha del retablo mayor de la iglesia del Salvador, sobre la avenida Callao.

Una multitud de santos se encuentra en actitud de adoración a los pies de la Cruz de Cristo. No es posible identificarlos a todos, en parte por el ángulo en que nos vimos obligados a tomar la foto; pero entre ellos se distingue claramente, por llevar el célebre instrumento de su martirio, el diácono San Lorenzo.

El Martirologio elogia al santo con estas palabras: 

«San Lorenzo, diácono y mártir, que fervientemente deseoso, como cuenta San León Magno, de compartir la suerte del papa Sixto II en su martirio, al recibir del tirano la orden de entregar los tesoros de la Iglesia, él, festivamente, le presentó a los pobres en cuyo sustento y abrigo había gastado abundante dinero. Tres días más tarde, por la fe de Cristo venció el suplicio del fuego, y el instrumento de su martirio se convirtió en distintivo de su triunfo. Su cuerpo fue enterrado en Roma, en el cementerio de Campo Verano, conocido desde entonces por su nombre». 

En 2008, durante una visita a la Basílica de San Lorenzo Extramuros en el 1750° aniversario de la muerte del santo, el sabio pontífice Benedicto XVI se refirió al «glorioso martirio de San Lorenzo, archidiácono del Papa San Sixto II y su fiduciario en la administración de los bienes de la comunidad»:

«La historia nos confirma cuán glorioso es el nombre de este santo, ante cuyo sepulcro estamos reunidos. Su solicitud por los pobres, el generoso servicio que prestó a la Iglesia de Roma en el ámbito de la ayuda y de la caridad, y su fidelidad al Papa, que lo impulsó a querer seguirlo en la suprema prueba del martirio y el testimonio heroico de la sangre, que dio sólo pocos días después, son hechos universalmente conocidos.


San León Magno, en una hermosa homilía, comenta así el atroz martirio de este "ilustre héroe": "Las llamas no pudieron vencer la caridad de Cristo; y el fuego que lo quemaba por fuera era más débil del que ardía dentro de él". Y añade: "El Señor quiso exaltar hasta tal punto su nombre glorioso en todo el mundo que, desde Oriente hasta Occidente, en el resplandor vivísimo de la luz irradiada por los más grandes diáconos, la misma gloria que recibió Jerusalén por Esteban tocó también a Roma por los méritos de Lorenzo" (Homilía 85, 4: PL 54, 486)». 

27 de marzo de 2022

Domingo IV de Cuaresma

En la misa de hoy se lee el célebre parábola "del hijo pródigo" (Lucas 15, 1-3. 11-32). 

El encuentro del padre misericordioso con el hijo que, arrepentido, regresa al hogar, es bellamente representado en esta pintura en el cielorraso del templo dedicado al Salvador.


[El hijo] «partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó» (Lc 15, 20).

31 de julio de 2019

31 de julio: San Ignacio de Loyola

Del Martirologio Romano: «Memoria de San Ignacio de Loyola, presbítero, el cual, nacido en el País Vasco, en España, pasó la primera parte de su vida en la corte como paje hasta que, herido gravemente, se convirtió a Dios. Completó los estudios teológicos en París y unió a él a sus primeros compañeros, con los que más tarde fundó la Orden de la Compañía de Jesús en Roma, donde ejerció un fructuoso ministerio escribiendo varias obras y formando a sus discípulos, todo para mayor gloria de Dios».


La hermosa imagen del santo se venera en la iglesia del Salvador.

Prefacio propio de San Ignacio de Loyola, Solemnidad en el Calendario Propio de la Compañía de Jesús:

V. El Señor esté con vosotros. 
R. Y con tu espíritu. 

V. Levantemos el corazón. 
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. 

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. 
R. Es justo y necesario.

Porque nos llamas a seguir 
el camino de San Ignacio, 
para que, con corazón dócil y confiado, 
prestemos oído a la voz del Espíritu, 
nos impulsas a conformar 
nuestra vida en Cristo, 
e imitarle como ejemplar 
de todas las virtudes: 

Por Él, Padre de misericordia, 
nos has elegido para que respondiendo 
a tus dones, recorramos el camino de la fe, 
seamos sostenidos con la ayuda de la esperanza 
y construidos con la fuerza de la caridad. 

Por eso, ahora y en toda la eternidad, 
unidos al coro de los ángeles, 
te cantamos con devoción 
y te aclamamos diciendo...


Santo, Santo, Santo...

3 de octubre de 2018

3 de octubre: San Francisco de Borja

Aunque la Memoria de San Francisco de Borja aparece el 30 de septiembre en el Martirologio y el 10 de octubre en algunos calendarios,  es celebrada hoy, 3 de octubre, en el Propio de la Compañía de Jesús.  Suponemos que la fecha de hoy está establecida para evitar la superposición con la conmemoración de San Jerónimo y en el primer día libre después del 30 de septiembre.


Para aludir a su biografía, adjunto una foto de la página del Misal Romano Diario y Devocionario (del año 1957, compuesto por el padre Natalio Díaz sj), a través del cual, en mi adolescencia, conocí a este gran santo, del cual soy especialmente devoto:


Las fotos que ilustran esta entrada corresponden al altar dedicado a San Francisco de Borja en la Iglesia del Salvador, de Buenos Aires:


La calavera a los pies del santo alude al episodio en el cual "ante el cadáver putrefacto de su emperatriz (...) comprende la vanidad de la belleza y grandezas humanas y resuelve servir al único Señor que no se puede morir", en palabras de otro célebre Misal: el del padre AzcárateA ese Señor que vive para siempre lo sostiene el santo entre sus manos en una custodia eucarística.


En la parte inferior del retablo vemos el escudo de los Borja, del cual nos ocuparemos oportunamente en nuestro blog "Heráldica en la Argentina".

Terminamos con la oración que el Misal Diario para América de  Azcárate trae para la Memoria litúrgica de hoy:

4 de marzo de 2018

Domingo III de Cuaresma

Hoy, Tercer Domingo de Cuaresma del Ciclo B, se lee un fragmento, tomado del Evangelio según San Juan (2, 13-25), que transcribimos parcialmente aquí (sólo hasta el versículo 21): 

«Se acercaba la Pascua de los judíos. 
Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas.

Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas  y dijo a los vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio».

Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: "El celo por tu Casa me consumirá".

Entonces los judíos le preguntaron: «¿Qué signo nos das para obrar así?». 
Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar».

Los judíos le dijeron: «Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». 
Pero él se refería al templo de su cuerpo».

Una pintura en el techo de la Iglesia del Salvador (Callao y Tucumán) representa este episodio, también recogido en los sinópticos.


Próxima entrada: 7 de marzo (Beata María Antonia de Paz y Figueroa)

17 de noviembre de 2016

17 de noviembre: Santos Mártires Rioplatenses


En la porteña iglesia del Salvador puede verse este hermoso vitral que recuerda a los Santos Roque González, Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo, protomártires de las regiones americanas del Río de la Plata. 

San Roque González de Santa Cruz era criollo: nació en Asunción del Paraguay. Fundó diez reducciones o pueblos, entre ellos la actual Yapeyú, cuna del Libertador. Los otros dos eran españoles.

Los tres sacerdotes, pertenecientes a la Compañía de Jesús, fueron muertos por los secuaces de un hechicero aborigen. Roque González y Alfonso Rodríguez murieron en la reducción de Todos los Santos del Caaró, el 15 de noviembre de 1658; Juan del Castillo fue muerto dos días después en el pueblo de Asunción de Ijuhí. Los tres fueron beatificados en 1934 y canonizados en 1988 por San Juan Pablo II durante su visita apostólica al Paraguay.

21 de diciembre de 2015

21 de diciembre: San Pedro Canisio


La imagen de San Pedro Canisio en la Iglesia del Salvador, de Buenos Aires, ilustra la entrada de hoy.

Dice para hoy el Martirologio:  

San Pedro Canisio, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y doctor de la Iglesia,  que, enviado a Alemania,  se dedicó con ahínco a defender la fe católica  y a confirmarla con la predicación y los escritos,  entre los que sobresale el Catecismo,  y encontró el reposo de sus trabajos en Friburgo, población de Suiza.

En la imagen que compartimos hoy, Pedro Canisio aparece precisamente  llevando en su mano izquierda el Catecismo. 

Nació en 1521 y falleció en 1597. Fue canonizado en 1925.

Próxima entrada: 24 de diciembre