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1 de marzo de 2022

La Oración de Jesús en el Huerto

En algunos calendarios particulares, como por ejemplo en el de los pasionistas, el martes anterior al Miércoles de Ceniza se recuerda la oración de Jesús en el Huerto de los Olivos. 

Leemos en un sitio pasionista:

La liturgia de la Oración de Jesús en el huerto de Getsemaní fue compuesta alrededor del año 1775. En nuestra Congregación fue introducida en 1828. En esta memoria Jesús es presentado como ejemplo y fuente de nuestra oración, para resistir al maligno y, sobre todo, para cumplir, incluso con heroísmo, la voluntad del Padre.

El misterio de la pasión de Cristo, como «causa de salvación eterna» (Hb 5, 9), y ofrenda al Padre como mediador: «A gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas» (Hb 5, 7), y como sacrificio: «Y le bajaba hasta el suelo un sudor como de gotas de sangre» (Lc 22, 44), son los dos caminos que Jesucristo nos ofrece para asociarnos a Él en la redención del mundo.


En este año jubilar de los pasionistas, en que se celebran los 300 años de la fundación de Congregación de la Pasión de Jesucristo, nos unimos a esta Memoria particular mediante estas imágenes, que obtuvimos en la iglesia armenia de San Gregorio Iluminador.


 El Prefacio propio de esta memoria, en el Misal de los pasionistas, es este:

En verdad es justo y necesario,

es nuestro deber y salvación

darte gracias

siempre y en todo lugar,

Señor, Padre santo,

Dios todopoderoso y eterno.

Porque, en tu gran misericordia,

has amado tanto a los hombres

que nos enviaste como Redentor a tu Hijo,

Jesucristo nuestro Señor.

Él, ofreciéndose a ti como víctima inocente,

aceptó la pasión y muerte de cruz por nosotros, pecadores,

y entregándose a una injusta condena,

expió la pena debida por nuestros pecados.

Con su muerte, lavó nuestras culpas

y, con su resurrección, nos mereció la salvación.

A él, el cielo y la tierra,

los ángeles y los arcángeles,

dedican el himno de sus alabanzas:

Santo, Santo, Santo...


Próxima entrada: 8 de marzo (San Juan de Dios) 

8 de septiembre de 2021

8 de septiembre: San Isaac de Armenia

San Isaac de Armenia (izq.) junto a San Mesrob

En el Martirologio se consigna hoy la Memoria de San Isaac de Armenia: 

«En la ciudad de Bagrevand, en Armenia Mayor, San Isaac, obispo, que, para fomentar la vida cristiana, tradujo al idioma armenio la Sagrada Escritura y la Liturgia, se adhirió a la fe del Sínodo Efesino y, finalmente, expulsado de la sede, murió en el destierro».



El sitio de la parroquia armenia católica de Buenos Aires trae esta biografía del santo (llamado allí San Sahág):

«Era hijo de San Nersés el Grande y recibió su educación primaria y superior en Cesarea y Bizancio. Fue Catholicós de los Armenios durante fines del siglo IV. También es recordado por sus obras literarias. Fue él quien animó a San Mesrob en sus obras. Tras el descubrimiento del alfabeto, San Sahág se puso a trabajar en la primera traducción de la Biblia. Fundó escuelas y mejoró las ya existentes. Formuló los primeros libros de ritual y traducido las obras de los Santos Padres en Armenia. Escribió una serie de cánones, himnos y oraciones, y es reconocido como uno de los fundadores de la literatura armenia eclesiástica y nacional. La Iglesia Armenia lo venera como uno de los santos traductores junto con San Mersob». 

En la primera imagen vemos a San Isaac junto a San Mesrob; la segunda es un recorte de la primera. Aunque el texto biográfico lo tomamos del sitio de la parroquia armenia católica de Buenos Aires (Nuestra Señora de Narek, Charcas casi Salguero), las imágenes proceden del templo de la Iglesia Apostólica Armenia (San Gregorio Iluminador, Armenia casi Niceto Vega).

El libro de Jorge Sarafian, "Armenia a través de sus poetas", trae esta poesía de San Isaac (Sahag Bartev),  que, en razón de su tema, ilustramos con una imagen del mismo templo armenio apostólico:

Hoy,  llegando a Betania,
con su omnipotente mandato
llamó a Lázaro;
se estremeció la muerte,
fue derrotado el infierno,
y la contaminación se disolvió.

De pie, a la entrada de la caverna
hizo retumbar su orden:
-¡Lázaro, levántate y sal purificado!
Y la llamada resonante de la Voz
estremeció de miedo a los precursores del infierno
y el muerto fue purificado,
y salió de la tumba
envuelto en su sudario;
y Cristo le impartió la orden
de entrar en la vida eterna.

25 de marzo de 2021

25 de marzo: Solemnidad de la Anunciación del Señor




La «solemnidad de la Encarnación del Verbo» mantiene en el Calendario Romano «la antigua denominación» de Anunciación del Señor, pero la celebración era y es una fiesta conjunta de Cristo y de la Virgen: el Verbo que se hace "hijo de María" (Mc 6, 3), de la Virgen que se convierte en Madre de Dios. Con relación a Cristo, el Oriente y el Occidente, en las inagotables riquezas de sus Liturgias, celebran dicha solemnidad como memoria del "fiat" salvador del Verbo encarnado, que entrando en el mundo dijo: "He aquí que vengo (...) para cumplir, oh Dios, tu voluntad" (cf. Hb 10, 7; Sal 39, 8-9); como conmemoración del principio de la redención y de la indisoluble y esponsal unión de la naturaleza divina con la humana en la única persona del Verbo. Por otra parte, con relación a María, como fiesta de la nueva Eva, virgen fiel y obediente, que con su "fiat" generoso (cf. Lc 1, 38) se convirtió, por obra del Espíritu, en Madre de Dios y también en verdadera Madre de los vivientes, y se convirtió también, al acoger en su seno al único Mediador (cf. 1Tim 2, 5), en verdadera Arca de la Alianza y verdadero Templo de Dios; como memoria de un momento culminante del diálogo de salvación entre Dios y el hombre, y conmemoración del libre consentimiento de la Virgen y de su concurso al plan de la redención» (Pablo VI, Exh. Ap. Marialis Cultus, 6).

La foto del vitral que muestra el momento del anuncio del ángel corresponde a la Catedral Armenia Apostólica de San Gregorio el Iluminador.

30 de septiembre de 2020

30 de septiembre: San Gregorio Iluminador

Hoy se celebra la Memoria de «San Gregorio, apellidado el Iluminador, obispo, que, después de sobrellevar muchos trabajos, se retiró a una cueva cerca de la confluencia del Éufrates ramificado y allí descansó en paz. Es considerado apóstol de los armenios» (Martirologio Romano).


La tradición asegura que los apóstoles San Bartolomé y San Judas fueron los primeros que predicaron la fe cristiana en Armenia.  Luego, durante los siglos II y III, misioneros llegados de Siria y de Persia anunciaron el Evangelio allí.   Pero los armenios veneran de manera particular  a San Gregorio de Ashtishat como aquel que llevó la luz de Cristo  a su patria, por lo que lo llaman  «el Iluminador», y lo consideran el patrono principal de su país.

Pocos datos son seguros en la biografía de Gregorio. Por ello nos guiaremos por las palabras de San Juan Pablo II en la Carta Apostólica publicada en 2001 con motivo de XVII centenario del Bautismo del pueblo armenio
La conversión de Armenia, que tuvo lugar en los albores del siglo IV y que tradicionalmente se sitúa en el año 301, dio a vuestros antepasados la conciencia de ser el primer pueblo oficialmente cristiano, mucho antes de que el cristianismo fuera reconocido como religión propia del imperio romano.
Fue sobre todo el historiador Agatángelo quien, en un relato lleno de simbolismo, narra detalladamente los hechos que la tradición coloca en el origen de esa conversión de todo vuestro pueblo. El relato comienza con el encuentro providencial y dramático de dos héroes que están en la raíz de los acontecimientos:  Gregorio, hijo del parto Anak, criado en Cesarea de Capadocia, y el rey armenio Tirídates III. En realidad, al inicio se trató de un enfrentamiento:  Gregorio, a quien el rey ordenó ofrecer un sacrificio a la diosa Anahit, se negó radicalmente, explicando al soberano que uno solo es el creador del cielo y de la tierra, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Gregorio, sometido por ello a crueles tormentos y asistido por la fuerza de Dios, no se doblegó. El rey, al ver su inquebrantable constancia en la confesión cristiana, mandó que lo arrojaran a un pozo profundo, un lugar estrecho y oscuro, infestado de serpientes, donde antes nadie había sobrevivido. Pero Gregorio, alimentado por la Providencia a través de la mano piadosa de una viuda, permaneció muchos años en ese pozo sin morir.
El relato prosigue refiriendo los intentos que mientras tanto realizaba el emperador romano Diocleciano para seducir a la santa virgen Hrip'sime, la cual, para evitar el peligro, huyó de Roma con un grupo de compañeras, buscando refugio en Armenia. La belleza de la joven atrajo la atención del rey Tirídates, que se enamoró de ella y quiso hacerla suya. Frente al obstinado rechazo de Hrip'sime, el rey se enfureció y mandó que la mataran a ella y a sus compañeras con crueles suplicios. Según la tradición, como castigo por ese horrendo delito, Tirídates se transformó en un jabalí salvaje, y ya no pudo recuperar su figura humana, salvo cuando, obedeciendo a una indicación del cielo, liberó a Gregorio del pozo en el que había permanecido durante trece años.Obtenido el prodigio de volver a tener figura humana por la oración del santo, Tirídates comprendió que el Dios de Gregorio era el verdadero y decidió convertirse, juntamente con su familia y el ejército, y promover la evangelización del país entero. Así los armenios fueron bautizados y el cristianismo se impuso como religión oficial de la nación. Gregorio, que mientras tanto había recibido en Cesarea la ordenación episcopal, y Tirídates recorrieron el país, destruyendo los lugares de culto de los ídolos y construyendo templos cristianos.
A raíz de una visión del Hijo unigénito de Dios encarnado, se construyó luego una iglesia en Vagharshapat, que, por ese prodigioso evento, tomó el nombre de Echmiadzin, es decir, lugar donde "el Unigénito descendió". Los sacerdotes paganos fueron instruidos en la nueva religión y se convirtieron en ministros del nuevo culto, mientras que sus hijos constituyeron el núcleo del clero y del sucesivo monacato.
Gregorio se retiró pronto al desierto para llevar vida eremítica, y el hijo más joven Aristakes fue ordenado obispo y constituido cabeza de la Iglesia armenia. En calidad de tal, participó en el concilio de Nicea. El historiador armenio conocido con el nombre de Moisés de Corene define a Gregorio "nuestro progenitor y padre según el Evangelio" y, para mostrar la continuidad entre la evangelización apostólica y la del Iluminador, refiere la tradición según la cual Gregorio habría tenido el privilegio de ser concebido cerca de la sagrada memoria del apóstol Tadeo.
Los antiguos calendarios de la Iglesia aún indivisa lo celebran, tanto en Oriente como en Occidente, el mismo día como apóstol incansable de verdad y santidad. San Gregorio, padre en la fe de todo el pueblo armenio, también hoy intercede desde el cielo para que todos los hijos de vuestra gran nación puedan reunirse finalmente en torno a la única mesa preparada por Cristo, divino Pastor de la única grey.
Esta narración tradicional, junto con aspectos legendarios, incluye elementos de gran significado espiritual y moral. La predicación de la buena nueva y la conversión de Armenia se fundan, ante todo, en la sangre de los testigos de la fe. Los sufrimientos de Gregorio y el martirio de Hrip'sime y de sus compañeras atestiguan que el primer bautismo de Armenia fue precisamente un bautismo de sangre.


Por su parte el Papa Benedicto XVI dijo en febrero de 2008, al dedicar un patio de la Basílica Vaticana a San Gregorio Iluminador:

«Este gran santo, hace más de diecisiete siglos, hizo de los armenios un pueblo cristiano, más aún, el primer pueblo que fue oficialmente cristiano. La conversión de los armenios fue un acontecimiento que marcó de modo profundo la identidad armenia, no sólo a nivel personal, sino también nacional.

El término "Iluminador", con el que se denomina a este santo (...), pone de relieve la doble función que San Gregorio tuvo en la historia de la conversión armenia. En efecto, "iluminación" es un término que se usa en el lenguaje cristiano para indicar el paso de las tinieblas a la luz de Cristo. Y, en verdad, Cristo es el gran iluminador que irradia su luz sobre toda la existencia de quien lo acoge y lo sigue fielmente.

Ahora bien, San Gregorio fue llamado el iluminador precisamente porque en él se reflejaba de modo extraordinario el rostro del Salvador. La palabra "iluminación" reviste también un ulterior significado en la acepción armenia; indica la luz que deriva de la difusión de la cultura a través de la enseñanza. Y esto nos hace pensar inmediatamente en los monjes maestros que, siguiendo los pasos de San Gregorio, continuaron su predicación, propagando de ese modo la luz de la verdad evangélica, que revela al hombre la verdad de su mismo ser y desarrolla sus ricas potencialidades culturales y espirituales.

(...)  Oremos para que el pueblo armenio, por intercesión de este ilustre y benemérito hijo suyo, siga caminando por las sendas de la fe, dejándose guiar, como ha hecho a lo largo de los siglos, por Cristo y por su Evangelio, que ha marcado de modo indeleble su cultura». 

Las fotos, que tomamos en 2017, corresponden a la Catedral de la Iglesia Apostólica Armenia, dedicada justamente al Iluminador.


Próxima entrada: 1° de octubre (Aniversario de la Dedicación de la Catedral de Añatuya)

25 de abril de 2020

25 de abril: Fiesta de San Marcos


«Es de notar ... que los santos Evangelistas han comenzado de diverso modo su narración, y de diverso modo la han concluido. Empezando San Mateo desde la Natividad del Señor, lleva su historia hasta su Resurrección; San Marcos comienza desde el principio de la predicación del Evangelio, y llega hasta la Ascensión del Señor y la predicación de sus discípulos a todas las naciones del orbe; San Lucas termina en la Ascensión, partiendo de la Natividad del Precursor; y San Juan, tomando el principio en la eternidad del Verbo de Dios, anuncia la Buena Nueva hasta el tiempo de la Resurrección».
Beda, quasi in princ. Comm. in Marc

«San Marcos, pues, está representado bajo la figura de un león, porque empezó por la expresión del poder divino».
San Ambrosio, super Lucam in praefat

«También se le representa por un león, porque así como éste hace resonar su terrible voz en el desierto, así San Marcos empieza clamando en el desierto: "Voz que clama en el desierto" (Mc 1,6)».
San Remigio, super Marcum

(Santo Tomás de Aquino, "Catena Aurea")

Tomamos la foto fue tomada en 2017 en la iglesia de San Gregorio Iluminador.

Próxima entrada: 27 de abril (Beato Pedro Armengol)

29 de marzo de 2020

Domingo V de Cuaresma

Hoy, Quinto Domingo de Cuaresma del Ciclo A, se lee como Primera Lectura de la misa este fragmento del Libro de Ezequiel (37, 12-14):

Así habla el Señor:
Yo voy a abrir las tumbas de ustedes, los haré salir de ellas, y los haré volver, pueblo mío, a la tierra de Israel. Y cuando abra sus tumbas y los haga salir de ellas, ustedes, mi pueblo, sabrán que yo soy el Señor.
Yo pondré mi espíritu en ustedes, y vivirán; los estableceré de nuevo en su propio suelo, y así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho y lo haré -oráculo del Señor-.


El Evangelio de la misa de hoy es el episodio de la resurrección de Lázaro (Juan  11, 1-45), que es representado en la pintura que vemos, que se encuentra en la Catedral Armenia de San Gregorio Iluminador .

27 de febrero de 2019

27 de febrero: San Gregorio de Narek

La Liturgia honra hoy a San Gregorio de Narek, Doctor de la Iglesia -el último santo honrado hasta ahora con ese título-, muy venerado en Armenia (tanto por los católicos como por la Iglesia Apostólica) pero poco conocido en Occidente.

San Gregorio nació a mediados del siglo X. Siendo muy joven, ingresó al monasterio de Narek, donde pasó toda su vida monástica. Ese monasterio era un floreciente centro de estudios, en un momento en que Armenia vivía una época de renacimiento de sus artes y de su teología. Gregorio «fue venerado y apreciado tanto por sus limpias cualidades morales como por sus obras. Su nombre ha permanecido, hasta hoy, objeto de veneración de toda la nación».

«Entre sus numerosas obras y comentarios de sublime elocuencia poética, se destaca su "Libro de lamentaciones", que le asegura un lugar único en la literatura religiosa mundial» . Esa obra -también llamada "Libro de Oraciones" es «una conversación con Dios»; «todas estas meditaciones piadosas intercaladas de temas teológicos muy elevados». 

Los párrafos entrecomillados los hemos tomado del libro «Armenia a través de sus poetas», editado en 1983 por Jorge Sarafian, quien tuvo a su cargo la selección de las poesías y la traducción del armenio. De allí mismo procede el poema que cierra esta entrada, que transcribimos con leves ajustes gramaticales.

Gregorio de Narek (Naregatsi Krikor, Grigor Narekatsi) murió a comienzos del siglo XI.  Fue declarado Doctor de la Iglesia por el Papa Francisco I el 12 de abril de 2015.



La imagen que ilustra esta entrada se venera en la Catedral Apostólica Armenia de San Gregorio Iluminador. 


San Gregorio de Narek: Oración a la Santa Virgen (fragmento)

...
Reina celeste, pura como el aire,
serena como la luz,
casta como la estrella de la madrugada, 
más apreciada que loza impisable del Santo Sanctorum, 
sede de las promesas de felicidad, 
Edén viviente,
árbol de la vida inmortal, rodeado por espadas de llama.. 
Con tu pureza sin tacha, casta y buena, 
con tu santidad inmaculada, 
con tus oraciones perfumadas de incienso, 
¡oh, tú! planta bendecida de la fruta de la vida, 
rectora e intercesora, 
recibe los ruegos de ese suplicante que tiene fe en tí; 
entrelaza los gemidos del pecador que soy, 
para que yo reciba tu ayuda, tu caridad, 
y refugiándome en tu inmaculada concepción, 
e iluminándome de ella, 
yo pueda vivir en tu Hijo, Jesucristo y contigo. 
Con las alas de tu oración, ayúdame, 
¡oh reconocida Madre de los vivos! 
a elevarme sin penas, al salir del valle terrestre, 
hacia la posada dispuesta; 
haz de mi día de angustia una fiesta de alegría;
intercede, pide, ruega, 
por tu palabra escogida según la medida de tu pureza;
con tus lágrimas, ayúdame a hacer frente al peligro. 
Tú, elogiada entre las mujeres, 
Tú, la única bendecida por los labios de las castas bocas;
una sola gota de la leche de tu virginidad 
derramada sobre mí, 
me devolvería la vida. 


Próxima entrada: 2 de marzo (Santa María "en sábado")

18 de octubre de 2018

18 de octubre: Fiesta de San Lucas

«Fiesta de San Lucas, evangelista, que, según la tradición, nació en Antioquía de familia pagana y fue médico de profesión. Convertido a la fe de Cristo, fue compañero carísimo del apóstol San Pablo, y en su libro del Evangelio expuso por orden, cual escriba de la mansedumbre de Cristo, todo lo que hizo y enseñó Jesús. Asimismo, en el libro de los Hechos de los Apóstoles narró los comienzos de la vida de la Iglesia hasta la primera venida de Pablo a la ciudad de Roma» (Martirologio Romano).


En la catedral armenia de San Gregorio Iluminador aparece esta representación de San Lucas con sus atributos iconográficos habituales: un libro -por su Evangelio- y una vaca.  

Recordemos que los evangelistas son simbolizados con los cuatro seres vivientes de Ezequiel 1, 10, aludiendo, según una interpretación, al punto de inicio de cada uno de los evangelios. Así, brevemente: Mateo se simboliza con un ángel (un hombre con alas) porque su evangelio comienza con la lista de los antepasados de Jesús, presentándolo de ese modo como hijo de David e hijo de Abrahám;  Marcos se simboliza con un león porque su evangelio comienza con la predicación del Bautista en el desierto, donde había animales salvajes; Lucas se  simboliza mediante un buey o un toro porque su evangelio comienza con la visión de Zacarías en el Templo, donde se sacrificaban animales como bueyes y otros;  finalmente, Juan es representado por un águila, el ave que vuela en lo alto y dirige la mirada dirigida al sol, porque su evangelio se abre con la contemplación del Jesús-Dios.

24 de agosto de 2018

24 de agosto: Fiesta de San Bartolomé

Volvemos a la iglesia armenia apostólica dedicada a San Gregorio Iluminador, esta vez para honrar a San Bartolomé en el día que la Liturgia latina celebra su fiesta. San Bartolomé está muy presente en ese templo, junto con San Tadeo, ya que la tradición señala que ambos apóstoles evangelizaron la actual Armenia. Son representados juntos en este hermoso vitral.


Casi nada sabemos con certeza acerca de Bartolomé: aunque su nombre es mencionado en las cuatro listas de los Doce, no vuelve a aparecer en el Nuevo Testamento, salvo que contemos la breve intervención de Natanael (Jn 1, 45-51) a quien suele identificarse con Bartolomé (de hecho, esa perícopa es el Evangelio de la misa de hoy). Todo lo demás acerca de este apóstol, incluyendo la célebre forma de su martirio (según la tradición fue desollado vivo) pertenece al ámbito de la leyenda y la piedad popular.


En la imagen que vemos, Bartolomé aparece con el tradicional instrumento de su martirio, y un libro en la otra mano. 

Respecto del libro, nos permitimos arriesgar una hipótesis: podría tratarse del Evangelio apócrifo atribuido a San Bartolomé; y la presencia de la Virgen en la portada podría deberse a que esa obra (que «no contiene en general errores dogmáticos» ¹) dedica varias páginas a la Madre de Dios.  Bartolomé tiene la iniciativa de preguntarle en nombre de todos los Apóstoles «cómo concibió al Señor y cómo pudo llevar en su seno y dar a luz al que no puede ser gestado»; la llama «llena de gracia» y «Tabernáculo del Altísimo», y en una ferviente súplica dirigida al Señor, lo invoca diciendo: «Jesucristo, lucero inextinguible, creador de la luz eterna, tú ... has dado la gracia universal a todos los que te aman y ... nos has otorgado por medio de la Virgen María el fulgor perenne de tu presencia en este mundo».

Oración colecta

Padre, fortalece en nosotros la fe
por la cual el apóstol San Bartolomé
se unió profundamente a tu Hijo,
y concédenos, por sus ruegos,
que tu Iglesia sea sacramento de salvación 
para todos los pueblos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.



¹ Aurelio Santos Otero, "Los Evangelios Apócrifos", 10a. ed. (BAC, Madrid, 1999)

Próxima entrada: 28 de agosto (San Agustín)

16 de agosto de 2018

16 de agosto: Traslado desde Edesa a Constantinopla de la imagen de Nuestro Señor Jesucristo, no hecha por manos humanas

La fecha de hoy corresponde a una celebración de la liturgia del Oriente cristiano. La citamos, en el título, según  el sitio web de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía en la Argentina. En el artículo "El año litúrgico", del padre Ligorio Lell osb, publicado en la Revista Litúrgica Argentina número 206-207 , de 1962, dedicado justamente a "Las liturgias orientales", su nombre cambia levemente: "En Edesa, Deposición de la imagen, no pintada por mano de hombre, de Nuestro Señor Jesucristo, es decir, el Santo Sudario".

Traemos a colación esta celebración litúrgica oriental a raíz de una imagen que se venera  en la iglesia armenia apostólica ubicada en Armenia y Niceto Vega de la ciudad de Buenos Aires.

Esa imagen hace referencia a una tradición legendaria que es recogida en diversas fuentes antiguas,  la que transcribimos siguiendo al libro "Los Evangelios Apócrifos", edición crítica bilingüe de Aurelio de Santos Otero (BAC, 1999).



El rey «Abgaro V Ukhámá (...), cuyo reinado se extendió primeramente desde el año 4. a.C. hasta el 7 p.C. (...) y luego desde el año 13 hasta el 50 p.C.», fue «soberano de la ciudad de Edesa (Siria), capital de la Osrhoena, situada al otro lado del río Éufrates».

Desde épocas muy remotas (mediados del siglo III) se forjó acerca de este rey y de su relación con Cristo una leyenda que puede resumirse así: «Encontrándose este monarca aquejado de una enfermedad incurable (algunos documentos afirman que era la lepra negra), escribió una carta a Jesús hacia el año 30-32 de la vida de éste y se la envió por medio de su correo Ananías (= Hannan del texto siríaco). En ella le rogaba viniera a curarle de su enfermedad y, al propio tiempo, le ofrecía acogida en su territorio, conociendo la animosidad que tenían contra él los judíos. Jesús le envió su contestación por medio del mencionado emisario, en que le hacía saber la imposibilidad de trasladarse a Edesa, por tener que dar cumplimiento a su misión divina, y a la vez le prometía que, una vez que subiera a los cielos, le enviaría un discípulo suyo para que le curase a él y predicara el Evangelio en su ciudad. Ananías entonces, que era pintor, aprovechó la ocasión para hacer un retrato de Jesús» y se volvió a su tierra con esa pintura.

Después de la ascensión de Cristo, uno de los 72 discípulos de Jesús, llamado Tadeo (o Addai), fue enviado a Edesa para cumplir la promesa del Señor.

Las dos principales fuentes son la Historia Eclesiástica de Eusebio, quien inserta en su obra el texto de ambas cartas, y la llamada Doctrina de Addai, que contiene también el texto de las cartas, en una versión más amplia que la de Eusebio. La Doctrina ofrece más detalles que el relato de Eusebio, y tiene algunas divergencias con relación a él. La carta de Abgaro a Cristo, por ejemplo,  está concebida en términos muy semejantes en ambas versiones, pero la respuesta de Cristo difiere bastante. Eusebio sugiere que Cristo la escribió de su puño y letra; en cambio, la Doctrina deja entrever que Jesús no escribió nada, sino que fue el emisario Hannan (= Ananías) quien se encargó de transmitir (quizás por escrito) la contestación oral de Jesús. Este documento incluye, además, lo referente al retrato que Hannan hizo de Jesús.

La repercusión que tuvieron estas supuestas cartas fue inmensa, pero a nosotros nos interesa ahora el tema del retrato de Jesús. Continúa diciendo el libro "Los Evangelios Apócrifos":

«El detalle contenido en la Doctrina de Addai acerca de la imagen de Jesús que Hannan llevó a Edesa, tuvo una calurosa acogida en el imperio de Bizancio. Aun hoy la liturgia bizantina celebra el 16 de agosto la fiesta de la «Traslación desde Edesa de la imagen de nuestro Señor Jesucristo, no hecha a mano» o del «Santo Sudario»».  El título "no hecha a mano" «responde a la piadosa creencia, originada en época posterior, de que, siendo refractario el lienzo a los colores que quería imprimir en él Hannan, el Señor enjugó con la tela su rostro, dejando en ella grabada su imagen. Posteriormente llegó a confundirse aún esta leyenda con la de la Verónica y se hizo de esta mujer, la hemorroisa, una princesa de Edesa».  

Como ocurre con toda leyenda, hay otros detalles contradictorios y confusos; entre ellos, el Tadeo que visita Edesa pasa a ser el apóstol de igual nombre (y este es el motivo de la presencia de este cuadro en una iglesia armenia, ya que a San Judas Tadeo se atribuye, con Bartolomé,  la primera predicación del Evangelio en Armenia).  Según otra versión, fue  San Judas quien le llevó el paño con el rostro de Jesús al rey y lo curó. El rey escuchó el anuncio del Evangelio que hizo San Judas, y se convirtió junto con muchos de sus súbditos. Tras establecer la Iglesia en Edesa, San Judas viajó por Armenia y otros lugares del Cercano Oriente predicando el Evangelio. 

En el sitio de la Iglesia Antioquena en la Argentina, al referirse a la fiesta de hoy, y después de hacer referencia a la supuesta carta enviada por Abgar al Salvador, se añade:  
«Junto a esta carta, envió a Palestina a Ananías, su propio retratista, y le encargó pintar un retrato del Divino Maestro.
Ananías llegó a Jerusalén y vió al Señor rodeado de gente. No podía acercarse a Él debido a la gran multitud de gente que escuchaba la predicación del Salvador. Entonces, se paró sobre una roca alta y trató de pintar el retrato del Señor Jesucristo desde lejos, pero este esfuerzo no tuvo éxito. El Salvador lo vió, lo llamó por su nombre y le dio una breve carta para Abgar en el que elogió la fe de este gobernante. También se comprometió a enviar a Su discípulo para que lo cure de su lepra y lo guíe hacia a la salvación.
Entonces el Señor pidió que le alcanzaran agua y un paño. Se lavó la cara, se secó con el paño, y Su Rostro Divino se imprimió sobre este. Ananías llevó la tela y la carta del Salvador a Edesa. Con reverencia, Abgar colocó el objeto sagrado sobre su cara y recibió una curación parcial. Sólo un pequeño rastro de la terrible aflicción permaneció hasta la llegada del discípulo prometido por el Señor. Fue San Tadeo, apóstol de los Setenta (21 de agosto), que predicó el Evangelio y bautizó a Abgar y a todo el pueblo de Edesa. Abgar colocó la Santa Servilleta en un marco de oro adornado con perlas, y lo colocó en un lugar destacado sobre la puerta de la ciudad. En la puerta de entrada por encima del ícono escribió las palabras: "¡Oh Cristo Dios, quien espera en Tí no será avergonzado!"».
Por mucho tiempo la sagrada imagen fue venerada en Edesa; más tarde un bisnieto de Abgar cayó en la idolatría, por lo que el ícono fue ocultado por el obispo del lugar. Así, por muchos años el retrato de Jesús cayó en el olvido. En 545, por inspiración de la Virgen, el ícono fue hallado nuevamente y salvó a la ciudad de un ataque persa. 
«En el año 630 los árabes se apoderaron de Edesa, pero esto no impidió la veneración de la Santa Servilleta, cuya fama ya se había extendido por todo el Oriente. En el año 944, el emperador Constantino Porfirogenitos (912-959) quiso trasladar el ícono a Constantinopla, y pagó un rescate al emir de la ciudad. Con gran veneración, el Icono del Salvador no hecho por manos humanas y la carta que le había escrito a Abgar, fueron llevados por el clero a Constantinopla. El 16 de agosto, el ícono del Salvador fue colocado en la Iglesia de la Santísima Virgen de Tharossa. Hay varias tradiciones sobre lo que pasó después con el ícono. (...)
Durante la época de la herejía iconoclasta, los que defendían la veneración de íconos, y derramaron su sangre por los sagrados íconos, cantaron el tropario del ícono no hecho por manos humanas. Como prueba de la validez de la veneración del ícono, el Papa Gregorio II (715-731) envió una carta al emperador bizantino, en la que destacó la curación del rey Abgar y la permanencia del ícono en Edesa como un hecho conocido (...)».

Resumiendo: la imagen que ilustra la entrada de hoy corresponde a la tradición apócrifa que relata que San Tadeo le llevó al rey Abgar el mandylion con la sagrada imagen del Salvador; la fiesta de hoy recuerda el traslado de ese icono "no hecho por manos humanas" a la ciudad de Constantinopla, el 16 de agosto de 944.

Próxima entrada: Sábado XIX Durante el Año (19 de agosto)

19 de junio de 2018

19 de junio: San Judas Tadeo

Aunque la Iglesia latina celebra conjuntamente a San Simón y San Judas en la fiesta del 28 de octubre, las liturgias orientales los honran por separado.  El segundo de ellos es recordado hoy. 

Cumplimos con esta entrada una promesa que hicimos en la entrada del 17 de febrero, dedicada a San Mesrob: en la iglesia armenia apostólica donde tomamos las fotos de aquella entrada están muy presentes San Tadeo y San Bartolomé, considerados los primeros evangelizadores de Armenia. Por eso hoy recordamos a San Tadeo con una imagen tomada en ese templo, y en la entrada del 24 de agosto haremos lo propio con San Bartolomé. 


Dice Lodi en "Los santos del Calendario Romano": 
«La fiesta de estos dos apóstoles es celebrada, según la indicación del Breviarium apostolorum, en la fecha del 28 de octubre. Ya aparece en los sacramentarios francos del siglo VIII y en Roma en el siglo X. En cambio, en las Iglesias orientales son festejados por separado: Simón el 10 de mayo, y Judas el 19 de junio.(...) Judas, hermano (o hijo) de Santiago, Mc 3,18 (o también Tadeo, Mt 10,3) está en el último lugar en He 1,13; apodado Tadeo, por confusión con Simón, fue llamado también él Zelotes. Ha de excluirse que sea hermano (primo) de Jesús (cf Mc 6,13) y hermano de Santiago el Menor (obispo de Jerusalén); pero sin duda es el autor de la carta canónica dirigida a los convertidos, que combatió contra las sectas doctrinales y las costumbres corrompidas. Tal carta, que para Orígenes estaba "llena de fuerza y de la gracia del cielo", es utilizada por la segunda carta de Pedro. Sus reliquias son veneradas en Francia (Reims y Tolosa). Santa Brígida cuenta, en sus Revelaciones, que el Señor la exhortó a invocar a este apóstol con confianza».
Lleva en una mano uno de los supuestos instrumentos de su martirio (el más común es una maza) y en la otra libro, en alusión a la carta que lleva su nombre en el Nuevo Testamento, cuya autoría se le atribuye, y que comienza así:

Judas, servidor de Jesucristo, hermano de Santiago, 
saluda a los que han sido llamados, a los amados de Dios, 
el Padre, 
y protegidos por Jesucristo.
Llegue a ustedes la misericordia, la paz y el amor 
en abundancia.

Próxima entrada: 21 de junio (San Luis Gonzaga)

17 de junio de 2018

Domingo XI Durante el Año

En el undécimo Domingo Durante el Año del Ciclo B se proclama una perícopa tomada del Evangelio de San Marcos (4, 26-34), que transcribimos aquí omitiendo los dos últimos versículos:
«Jesús decía a la multitud:
"El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha".
También decía: 
"¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra"».
La imagen del sembrador  que aparece en la lectura se encuentra bellamente representada en un vitral de la iglesia apostólica armenia dedicada a San Gregorio Iluminador en Armenia y Niceto Vega, que visité en julio de 2017, ocasión en que tomé la foto de esta entrada.

En la imagen (vemos abajo un detalle) es Jesús mismo el sembrador. 

San Juan Crisóstomo comenta sobre este fragmento:  «El reino de Dios es la fe en Él y en el misterio de su encarnación. Este reino viene a ser a manera de un hombre que siembra su heredad, porque siendo Dios e Hijo de Dios, y haciéndose hombre sin cambiar de existencia, sembró por nosotros la tierra, esto es, iluminó todo el mundo con la palabra del conocimiento divino». Y Beda el Venerable: «Muchos entienden que el hombre que siembra es el Salvador».


Próxima entrada: 19 de junio (San Judas Tadeo)

17 de febrero de 2018

17 de febrero: San Mesrob

El Martirologio trae hoy la Memoria de San Mesrob  «doctor de la Iglesia armenia», nacido hacia 361 (otras fuentes señalan 345) y muerto en 440 ó 441.



«En Armenia, San Mesrob, doctor de los armenios, el cual, siendo discípulo de San Narsete y escriba en el palacio real, se hizo monje. Inventó los signos del alfabeto para que el pueblo fuese instruido en las Sagradas Escrituras, tradujo al armenio los dos testamentos y compuso himnos y cánticos».

Las imágenes de esta entrada las obtuve durante una visita al templo dedicado a San Gregorio Iluminador, de la Iglesia Apostólica Armenia.

Según la tradición, la primera proclamación del Evangelio en Armenia la llevaron a cabo los  apóstoles San Bartolomé y San Judas Tadeo, quienes están muy presentes en el templo que mencionamos, como tendremos ocasión de verlo a lo largo de este año. 

Más tarde, Armenia fue cristianizada gracias a San Gregorio el Iluminador, quien, con el apoyo del rey Tirídates III, hizo proclamar al cristianismo como religión oficial del estado en 301. Al respecto dice San Juan Pablo II:  «La conversión de Armenia, que tuvo lugar en los albores del siglo IV y que tradicionalmente se sitúa en el año 301», dio a los armenios «la conciencia de ser el primer pueblo oficialmente cristiano, mucho antes de que el cristianismo fuera reconocido como religión propia del imperio romano».



A comienzos del siglo siguiente aparece -con la creación del alfabeto armenio- la figura de San Mesrob, a quien celebramos hoy.  Del libro "Armenia a través de sus poetas", de Jorge Sarafian, tomamos los datos de su biografía, que transcribimos abajo, omitiendo sólo un par de detalles menores:
«En su juventud fue encargado de la redacción de los decretos reales en la corte del rey Josrov, como conocedor de varios idiomas extranjeros. Luego abrazó el estado religioso y fue célebre tanto por su sabiduría como [por] su vida virtuosa, austera y ejemplar.Hasta esa época, solamente las escrituras persa, griega y asiria eran utilizadas en Armenia.  Mesrob tuvo la idea genial, con la ayuda del rey Vramshabuh y el patriarca Sahag Bartev, de crear en el 406 un alfabeto armenio y una literatura que tuvieron decisiva importancia para el destino histórico de Armenia.Evangelizador activo y enérgico, (...) fue particularmente célebre por sus esfuerzos en suprimir los restos de las costumbres y ritos pagamos.Se lo considera el autor de un libro ritual (Mashdots). Participó también en la mayor parte de las traducciones efectuadas después de la invención del alfabeto armenio.Murió en Vagharshabat (...)».
San Mesrob (derecha) junto a Sahag Bartev,
"los colosos inmortales de las letras armenias"

Dada la complejidad de la transliteración del armenio al español, hay que aclarar que el rey Josrov es llamado también (y más comúnmente) Cosroes, y que Sahag Bartev es también conocido como San Isaac de Armenia o Isaac el Parto (Sahak Parthev), a causa de su origen. Estas diferencias en el modo de mencionar a personas y lugares armenios son muy comunes.

Del mismo libro citado, en traducción de Jorge Sarafian, transcribimos a continuación el fragmento inicial de la poesía "Ante ti", de San Mesrob Mashdots:


Me arrodillo ante ti
e imploro perdón por mis pecados;
no dejes de atender mis ruegos, Padre.

Clamo como el recaudador 
y dejo correr mis lágrimas ante ti, como la pecadora;
no dejes de atender mis ruegos, Padre.

Me derrotó el enemigo invisible
y me hirió la flecha oculta del calumniador; 
no dejes de atender mis ruegos, Padre.

***

Próxima entrada: 22 de febrero (Cátedra de San Pedro)