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27 de julio de 2020

27 de julio: San Pantaleón

San Pantaleón nació a fines del siglo III «en la ciudad de Nicomedia, en Turquía, que por aquel entonces pertenecía al Imperio Romano.

La madre de San Pantaleón era cristiana y se encargó de la educación del niño, iniciándolo en la fe en Jesús. Pero el padre de San Pantaleón era senador del gobierno romano y adoraba los falsos dioses en los que ellos creían.

Su padre hizo que su hijo estudiara medicina con los hombres más sabios de ese tiempo. Al terminar sus estudios, fue presentado ante el Emperador y causó tan buena impresión, que éste lo nombró su médico personal.

Cierta vez en que San Pantaleón paseaba por el bosque, se encontró con un anciano sacerdote, llamado Hermolao, que había conocido a su madre. La bondad y la sabiduría del anciano, hicieron que San Pantaleón fuera muchas veces a conversar con él, para que le enseñara cosas sobre Jesús y la fe cristiana. Finalmente, San Pantaleón decidió que, si veía un milagro, se haría cristiano.

Una tarde, mientras caminaba de regreso a su casa, se encontró con un niño que acaba de morir a raíz de la mordedura de una víbora venenosa. San Pantaleón se arrodilló y rezó: “Dios, te pido que este niño vuelva a la vida por el poder de tu Hijo Jesús”. Ni bien terminó de rezar esta oración, el niño se puso de pie. ¡Había resucitado!

San Pantaleón decidió entonces ponerse en manos de Hermolao, para profundizar sus conocimientos de la fe cristiana. Finalmente cumplió su promesa y se hizo cristiano, recibiendo el Sacramento del Bautismo. Desde entonces se dedicó a hacer el bien entre la gente y a enseñar la vida de Jesús.

Los enemigos de San Pantaleón, envidiosos porque él era bueno con los necesitados y hacía milagros, lo acusaron ante el Emperador por ser cristiano. Enseguida fue llevado preso y sometido a numerosas torturas para que renunciara a su fe. Finalmente, comprendiendo que ningún castigo haría que San Pantaleón abandonara su fe en Jesús, lo ataron a un árbol de olivo seco y le cortaron la cabeza, poniendo fin a su vida.

Al ver que milagrosamente el olivo comenzó a brotar, unas mujeres piadosas juntaron con unos trapos la sangre que San Pantaleón había derramado por amor a Jesús. Esa sangre se conserva desde hace siglos (...). Todos los años, cuando llega el 27 de julio, fecha conmemorativa de su martirio, la sangre de San Pantaleón, que durante todo el año permanece coagulada, se vuelve líquida.

San Pantaleón es muy querido por el pueblo, que acude a él para pedirle y agradecerle su intercesión por su salud y la de sus seres queridos».

La muerte de Pantaleón puede ser ubicada a comienzos del siglo IV; se estima que el santo vivió sólo unos 23 años.   

Su Memoria no figura en el Calendario Romano general, pero tiene la categoría de Memoria Obligatoria en la Arquidiócesis de Buenos Aires, donde es muy venerado y hay un santuario en su honor.  Aunque la imagen cuya foto hoy publicamos se venera en la iglesia de San José del Talar, la biografía que acabamos de transcribir la tomamos del sitio web de aquel santuario porteño. De allí mismo procede la oración que cierra esta entrada.


Padre Misericordioso, Dios de todo consuelo,
que diste a San Pantaleón el don de interceder por nosotros:
danos por tu amor la salud que te pedimos,
danos también un corazón grande y generoso,
que te sepa ver a Vos en el rostro de los otros.

Padre Bueno y Todopoderoso, por San Pantaleón
te rogamos nos concedas la Paz y la Felicidad,
que con fe de Vos esperamos. Amén.

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22 de enero de 2019

22 de enero: Beata Laura Vicuña



Laura Vicuña nació en Santiago de Chile en 1891. Quedó huérfana de padre a los dos años; poco después su madre, en precaria situación económica,  decidió emigrar a Argentina, con sus hijas Laura y Julia.


La pequeña Laura advierte que su madre se encuentra alejada de Dios porque convive en forma irregular con un estanciero. Este hombre, además, intenta abusar de Laura, a lo que la niña se resiste. Por ese rechazo el estanciero le quita toda ayuda económica para continuar en el colegio al que asistía. Pero las Hijas de María Auxiliadora la reciben gratuitamente.

En abril de 1902 Laura ofrece su vida al Señor por la conversión de su madre. Dios acepta esa ofrenda y poco después, el 22 de enero de 1904, en Junín de los Andes, muere Laura a la edad de 12 años. Por su entrega, su madre vuelve a Dios y lo honra desde entonces con su vida honesta y cristiana. 

Laura Vicuña fue beatificada por San Juan Pablo II   en septiembre de 1988.

La imagen que vemos hoy se venera en la iglesia de San José del Talar.

Oración colecta de hoy:

Padre de inmensa ternura,
que en la adolescente Laura Vicuña uniste de modo admirable
la fortaleza de espíritu y el candor de la inocencia,
concédenos, por su intercesión,
valentía para superar las dificultades de la vida
y dar testimonio ante el mundo
de las bienaventuranzas de los limpios de corazón.

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15 de junio de 2018

15 de junio: San Vito

La historia y la leyenda se funden en los datos que recoge  la tradición acerca de San Vito, mártir. La mayoría de esos datos son recopilaciones que datan de tiempos muy posteriores. 

Su culto estuvo unido desde tiempos muy antiguos al de los santos Modesto y Crescencia; actualmente, el Martirologio sólo trae a Vito en la fecha de hoy.

Posiblemente era natural de Sicilia. En el siglo VIII se llevaron a París sus supuestas reliquias; de allí, años más tarde, se trasladaron a Corvey, en Sajonia. Desde entonces se extendió la veneración por este santo en Alemania y en toda Europa. Su nombre fue incluido entre los Catorce Santos Auxiliares; se lo considera como patrono especial de los epilépticos y de los afectados por esa enfermedad nerviosa que se conoce justamente con el nombre de «Baile de San Vito». Asimismo, se lo  invoca como protector contra muchos otros males.  La lista de patronazgos que trae el sitio "El Testigo Fiel" es impresionante: «Patrono de Sicilia y de muchos pueblos, ciudades y diócesis de Europa, no sólo en Italia; de los jóvenes, los epilépticos, los sordos y los mudos; de los trabajadores de restaurantes, toneleros, cerveceros, farmacéuticos, mineros, herreros, soldados, actores; para pedir por la castidad, la infertilidad, la incontinencia urinaria, la ansiedad, convulsiones, histeria, la epilepsia y la rabia ("baile de san Vito"), la mordedura de serpiente, por los rayos, truenos e incendios, por la buena semilla y la buena cosecha, por las mascotas».  También es patrono de los bailarines.


Dado que es invocado como protector contra las mordeduras de perros rabiosos y contra la hidrofobia, suele representárselo acompañado de perros, tal como en la imagen que vemos hoy.


La imagen se exhibe en la iglesia dedicada a San José del Talar, más conocida porque allí se venera de modo especial a la Virgen "Desatanudos";  tomé las fotos en noviembre de 2017.

Junto a la imagen hay una pequeña biografía del santo, que recoge algunos datos tradicionales sobre él:  


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5 de mayo de 2018

5 de mayo: San Ángelo

San Ángelo, San Ángel de Sicilia, Santo Ángel o San Ángel el Carmelita: se trata de uno de los primeros miembros de la Orden del Carmelo,  que conquistó la palma del martirio en Licata, localidad de Sicilia, en el siglo XIII.

Según la tradición, los padres de  Ángel eran judíos originarios de Jerusalén, pero se convirtieron al cristianismo gracias a una aparición de la Santísima Virgen. Ángel ingresó al Carmelo y vivió como ermitaño durante cinco años, «al cabo de los cuales se le apareció Jesucristo y le mandó ir a Sicilia, donde le esperaba la corona de un glorioso martirio». En la isla «convirtió a numerosos pecadores con su predicación y milagros. Sólo en Palermo se convirtieron más de 200 judíos. En Licata consiguió un éxito parecido, pero se ganó la enemistad de un tal Berengario, cuyos vicios había denunciado con libertad apostólica. Un día que se hallaba predicando a la multitud, una banda de malhechores, encabezados por Berengario, se abrió paso entre la muchedumbre y le apuñaló. Herido de muerte, san Ángel cayó de rodillas y oró por todo el pueblo, y particularmente por Berengario» (→Fuente).

El culto a San Ángel se difundió entre los carmelitas. Él y San Alberto de Trápani son considerados «padres» de la Orden del Carmelo por ser sus dos primeros miembros en recibir culto como santos.

La iglesia parroquial de San José del Talar, donde obtuvimos la imagen del santo, fue antes un templo de la orden carmelita. «Los primeros Padres de la Orden de los Carmelitas Descalzos habían arribado a Buenos Aires el 10 de febrero de 1899 luego de varios asentamientos y/o fundaciones en el país. En 1905 una bienhechora del Carmelo, Benita Zabala de Bendahán, donó los terrenos donde se construiría el Convento de San José junto con la iglesia del mismo nombre»; en esa época era una zona periférica  de Buenos Aires. «Originalmente fue una capilla provisoria cuya fundación se realizó el 26 de septiembre de 1927».  

Luego se encaró la construcción de una iglesia y un convento. La piedra fundamental del futuro edificio bendecida por el Cardenal Copello el 16 de julio de 1938 y exactamente un año más tarde, en la fiesta de Nuestra Señora del Carmen de 1939,  tuvo lugar la inauguración y bendición del nuevo templo y convento de los Carmelitas Descalzos, levantado en honor a la Virgen del Carmen. Debido a la situación política española, por algún tiempo los superiores de la orden en Andalucía decidieron enviar a Buenos Aires a sus estudiantes.


«Durante sus diez primeros años fue casa de los estudiantes de filosofía y teología. Luego de un tiempo en que ya no había formados, la casa se destinó en abril de 1946 para Colegio Teresiano». El colegio fue trasladado más tarde a Rosario, por lo cual se decidió levantar la fundación y el conjunto edilicio fue vendido a las Hermanas Pías Discípulas del Divino Maestro, a quienes, posteriormente, les fue pedido el templo por la Arquidiócesis de Buenos Aires para convertirlo en sede parroquial 

Esta historia explica por qué el templo de San José del Talar tiene tantos símbolos e imágenes carmelitas. Allí tomé las fotos en noviembre de 2017.

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