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4 de marzo de 2024

Lunes de la Semana III de Cuaresma

El Salmo Responsorial de la misa de hoy es el  Salmo 41 (41, 2-3; 42, 3. 4).


Un fragmento de ese bello salmo (el versículo 2) está representado y citado en una de las pinturas del presbiterio de la Basílica de María Auxiliadora: Quemadmodum desiderat cervus ad fontes aquarum, ita desiderat anima mea ad te, Deus.

Transcribimos a continuación el texto completo del Salmo Responsorial de hoy, destacando en negrita el fragmento que corresponde a la pintura.

R. Mi alma tiene sed del Dios vivo:
¿cuándo veré el rostro de Dios?


Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío. R.


Tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios? R.

Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. R.

Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío. R.

5 de septiembre de 2022

5 de septiembre: Santa Teresa de Calcuta

 



El Martirologio recuerda hoy a Santa Teresa (Inés) Gonhxa  Bojaxhiu, virgen, «que, nacida en Albania, trató de apagar la sed de Cristo clavado en la cruz atendiendo con eximia caridad a los hermanos más pobres, y fundó las congregaciones de Misioneros y Misioneras de la Caridad, para servir a los enfermos y abandonados (1997)».

«De sangre soy albanesa. De ciudadanía, india. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús».

Las fotos que vemos las tomamos en la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos, en el barrio de Almagro: una imagen de Santa Teresa de Calcuta y una canción que se exhibe junto a ella.

24 de enero de 2020

24 de enero: María, Reina de la Paz

En la Basílica de San Carlos y María Auxiliadora se encuentra esta bella imagen de María, venerada como Reina de la Paz a partir de sus apariciones en Medjugorje.



Aprovechando que este año se cumple un siglo de la encíclica Pacem Dei munus, de Benedicto XV, cerramos esta entrada con un fragmento del documento que alude a la advocación que celebramos hoy:

«Confiados en el patrocinio de la Inmaculada Virgen María, que hace poco hemos ordenado fuese invocada universalmente como Reina de la Paz (...), suplicamos con humildad al Espíritu consolador que «conceda propicio a la Iglesia el don de la unidad y de la paz» y renueve la faz de la tierra con una nueva efusión de su amor para la común salvación de todos».

6 de noviembre de 2019

6 de noviembre: Beato Esteban Vázquez Alonso

Miles de cristianos españoles, durante la terrible persecución religiosa de los años 30 del siglo pasado, «fueron matados por odio a la fe, solo porque eran católicos, porque eran sacerdotes, porque eran seminaristas, porque eran religiosos, porque eran religiosas, porque creían en Dios, porque tenían a Jesús como único tesoro, más querido que la propia vida». Esos mártires «no odiaban a nadie, amaban a todos, hacían el bien a todos»; «a la atrocidad de los perseguidores, no respondieron con la rebelión o con las armas, sino con la mansedumbre de los fuertes» ¹.

Entre ellos hay numerosos salesianos, y uno de ellos es recordado especialmente en la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos, en Almagro: el Beato Esteban Vázquez Alonso.

«Nació en Carrizo de la Ribera, León, el 27 de junio de 1915. Huérfano desde pequeño, fue acogido y educado por un tío sacerdote, que le puso a estudiar en el colegio de los jesuitas de La Coruña. Su vida de sencilla y sentida piedad, unida a la pureza, fueron terreno abonado en el que germinó su vocación al estado religioso. Tras estar cuatro años en el seminario de los capuchinos de El Pardo, se sintió llamado a la Congregación Salesiana a través de un hermano suyo, Vicente, que ya era aspirante salesiano».

«Esteban ingresó como aspirante coadjutor en el colegio salesiano de La Coruña, en el que permaneció hasta su entrada en el noviciado de Mohernando (Guadalajara) en 1935. Cuantos le conocieron alaban la pureza y bondad de su alma, la serenidad de su rostro y la nobleza de su corazón. Los fervores de su año de noviciado culminaron con su generosa y alegre profesión como salesiano coadjutor el 23 de julio de 1936». Ese mismo día fue hecho prisionero por las milicias anticatólicas, junto con todos sus compañeros. «Esteban, con todo, irradiando calma y serenidad, animaba a su hermano Vicente: “Tú no te separarás de mí. Si tenemos que morir, hagámoslo juntos”» ². Sin embargo, los designios de Dios fueron otros para Vicente, que salvó su vida y pudo participar, muchos años después, de la beatificación de Esteban.

Pocos días después de ser tomado prisionero, Esteban fue enviado a la cárcel de Guadalajara, con otros cinco jóvenes salesianos compañeros suyos y su director, don Miguel Lasaga. Todos fueron fusilados allí el  6 de diciembre de 1936.

La beatificación de un total de 498  mártires españoles de la Guerra Civil, entre los cuales se encontraba Esteban, tuvo lugar el 28 de octubre de 2007. 

La fecha de hoy «litúrgicamente agrupa a todos los mártires de la misma persecución que no son celebrados en otra fecha, lo que hace que de los 1523 mártires elevados a los altares entre 1987 y 2013, la mayor parte (más de mil), sean conmemorados hoy» ³.

Oración (publicada en un  sitio web dedicado a los beatos mártires de la familia salesiana):

 Oh Dios, que enviaste a tu Hijo, 
para que muriendo y resucitando 
nos diese su Espíritu de amor. 
Nuestros hermanos, 
(...) 
mártires del siglo XX en España, 
mantuvieron su adhesión a Jesucristo 
de manera tan radical y plena 
que les permitiste derramar su sangre por Él. 
Danos la gracia y la alegría de la conversión 
para asumir las exigencias de la fe; 
ayúdanos, por su intercesión, 
y por la de María, Reina de los mártires, 
a ser siempre  artífices de reconciliación en la sociedad 
y a promover una viva comunión 
entre los miembros  de tu Iglesia en España; 
enséñanos a comprometernos, 
con nuestros pastores, 
en la nueva evangelización, 
haciendo de nuestras vidas testimonios eficaces 
del amor  a Ti y a los hermanos. 
Te lo pedimos por Jesucristo, 
el Testigo fiel y veraz, 
que vive y reina  por los siglos de los siglos. 
Amén.

¹ Homilía del Card. Ángelo Amato durante la beatifiicación de 522 mártires de España, 13 de octubre de 2013
² Página web dedicada a los mártires salesianos de España
³ El Testigo Fiel

2 de noviembre de 2019

2 de noviembre: Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos

La cripta o templo inferior de la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos está dedicada a las Ánimas del Purgatorio. 

Su artística puerta representa a los ángeles recibiendo a las almas, como lo ruegan las tradicionales súplicas y antífonas del ritual de exequias.



V. Vengan en su ayuda, santos de Dios; 
salgan a su encuentro, ángeles del Señor.

* Reciban su alma y llévenla a la presencia del Altísimo.

V. Cristo que te llamó, te reciba 
y los ángeles te conduzcan al seno de Abraham.

* Reciban su alma y llévenla a la presencia del Altísimo.


Al Paraíso te lleven los ángeles:
Que a tu llegada te reciban los mártires
y te introduzcan en la ciudad santa de Jerusalén.


Que el coro de los ángeles te reciba
y junto con Lázaro, que vivió pobre en la tierra,
tengas un descanso eterno.


Yo soy la Resurrección y la Vida.
El que cree en mí, aunque muera, vivirá.
Y todo el que vive y cree en mí no morirá eternamente.

16 de octubre de 2019

16 de octubre: San Longinos

«Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas,  sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua» (Jn 19, 32-34).

A este soldado romano mencionado por Juan, la tradición le da nombre propio: Longinos, y le asigna una historia que es legendaria en gran parte. El nombre aparece por primera vez en algunas versiones del apócrifo Evangelio de Nicodemo o "Actas de Pilato". A veces se identifica a este militar con el que, en los Sinópticos, proclama la divinidad de Jesús inmediatamente después de la muerte del Crucificado: «... Jesús, dando un grito, expiró.  El velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo.  Al verlo expirar así, el centurión que estaba frente a él, exclamó: “¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!» (Mc 15, 37-39 y textos paralelos en Mt y Lc).

El Martirologio Romano registra la conmemoración de hoy con estas escuetas palabras, que sólo hacen referencia al episodio registrado por Juan: «En Jerusalén, conmemoración de San Longinos, venerado como el soldado que abrió con la lanza el costado del Señor crucificado (s. I)». En otros calendarios, Longinos aparece en fechas diversas.


En la Basílica de María Auxiliadora, detrás del altar mayor, hay una imagen del Sagrado Corazón rodeado a ambos lados de santos y santas, todos ellos vinculados de una u otra forma con la devoción al corazón de Jesucristo. Los siete varones son, de izquierda a derecha: San Juan Evangelista, San Longinos, Santo Tomás Apóstol (arrodillado), San Bernardo de Claraval, San Francisco de Asís, San Francisco Solano y San Francisco de Sales.

San Longinos aparece con indumentaria de soldado romano y con una lanza, su atributo iconográfico por excelencia, que sostiene inclinada hacia el piso.


«Con mucha precaución se abstuvo el Evangelista de usar las palabras "hirió su costado", o "lo rasgó", sino "abrió", a fin de que en cierto modo se franqueara la puerta por donde brotaron los sacramentos de la Iglesia, sin los cuales no se entra en la verdadera vida. Y sigue: "Y al instante salió sangre y agua". La sangre fue derramada por la remisión de los pecados, y el agua para suave bebida y purificación. Esto había sido prefigurado por la puerta que a Noé se le mandó abrir en el costado del arca para que entraran los animales que se habían de salvar del diluvio, en los que se simbolizaba la Iglesia. Por esta razón fue hecha la primera mujer del costado de Adán dormido, y este segundo Adán, inclinando la cabeza, durmió en la cruz, para que fuese formada su esposa y saliera de su costado durante su sueño. ¡Oh muerte que a los muertos resucitas! ¿Qué hay más puro que esta sangre? ¿Qué más saludable que esta herida?» (San Agustín)

31 de enero de 2019

31 de enero: San Juan Bosco



Una hermosa imagen de Don Bosco en la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos.

La acompañamos con el Himno de Primeras Vísperas (en el Propio de  los salesianos, se celebra con el grado de Solemnidad): 

Gracias, Señor, te damos, por Juan Bosco,
a quien llamamos padre. Tú le diste
un corazón inmenso como el mar,
desbordante de paz y de alegría.

Como pastor, él siempre va adelante,
y sabe hacerse amigo y nos protege.
Y si hay espinas en nuestro camino,
él nos señala el cielo y las estrellas.

Nos dio en herencia la sabiduría
de la fe, la razón y la bondad.
Y él es la casa siempre abierta, donde
caben todos los jóvenes del mundo.

Su nombre es un mensaje de tu amor
a los jóvenes, luz de tu sonrisa;
palabra de esperanza que sembramos
con fe en el surco abierto de la historia.

Gracias, Señor, te damos por Juan Bosco.
Que su espíritu aliente en nuestro espíritu,
y que un día podamos a su lado
cantar tus alabanzas en el Cielo. Amén.


Próxima entrada: 2 de febrero (Presentación del Señor)

13 de noviembre de 2017

13 de noviembre: Beato Artémides Zatti

Aunque la Memoria del Beato Artémides Zatti figura el 15 de marzo en el Martirologio,  en la Argentina se la celebra el 13 de noviembre.

"Artémides Zatti nació en Boretto (Reggio Emilia) el 12 de octubre de 1880. (...) A a los nueve años ya se ganaba el jornal como peón. Obligada por la pobreza, la familia Zatti, a principios del 1897, emigró a Argentina y se estableció en Bahía Blanca. El joven Artémides comenzó enseguida a frecuentar la parroquia dirigida por los Salesianos, encontrando en el párroco don Carlos Cavalli, hombre piadoso y de extraordinaria bondad, su director espiritual. Fue éste quien lo orientó hacia la vida salesiana. Tenía 20 años cuando entró en el aspirantado de Bernal".



Asistiendo a un joven sacerdote enfermo de tuberculosis, contrajo esa enfermedad. Entonces fue trasladado a Viedma en busca de clima más propicio; allí había además un hospital en el que trabajaba un estupendo enfermero salesiano que hacía prácticamente de médico: el padre P. Evasio Garrone. El sacerdote invitó a Artémides a rezarle a María Auxiliadora para obtener la curación, sugiriéndole lo siguiente: «Si Ella me cura, tú te dedicarás toda la vida a estos enfermos». "Artémides hizo de buen gusto tal promesa; y se curó misteriosamente. Más tarde dirá «Creí, prometí, curé». Estaba ya trazado su camino con claridad y él lo comenzó con entusiasmo. Aceptó con humildad y docilidad el no pequeño sufrimiento de renunciar al sacerdocio". Emitió votos como hermano coadjutor en 1908 e hizo la Profesión Perpetua en 1911. "Coherente con la promesa hecha a la Virgen, se consagró inmediata y totalmente al Hospital, ocupándose en un primer momento de la farmacia aneja, pero después, cuando en 1913 murió el P. Garrone, toda la responsabilidad del hospital cayó sobre sus espaldas". Cumplió tareas de vicedirector, administrador, y sobre todo diestro enfermero, apreciado por todos los enfermos y por todo el personal sanitario.

"Su servicio no se limitaba al hospital sino que se extendía a toda la ciudad, y hasta a las dos localidades situadas en las orillas del Río Negro: Viedma y Patagones. En caso de necesidad se movía a cualquier hora del día y de la noche, sin preocuparse del tiempo, llegando a los tugurios de la periferia y haciéndolo todo gratuitamente. Su fama de enfermero santo se propagó por todo el Sur y de toda la Patagonia le llegaban enfermos. No era raro el caso de enfermos que preferían la visita del enfermero santo a la de los médicos".




"Artémides Zatti amó a sus enfermos de manera verdaderamente conmovedora. Veía en ellos a Jesús mismo"; por ejemplo, cuando les pedía ropa a las hermanas  para un muchacho recién llegado, decía: «Hermana, ¿tiene ropa para un Jesús de 12 años?». "La atención hacia sus enfermos alcanzaba rasgos muy delicados. (...) Fiel al espíritu salesiano y al lema dejado como herencia por D. Bosco a sus hijos – «trabajo y templanza» – desarrolló una actividad prodigiosa con habitual prontitud de ánimo, con heroico espíritu de sacrificio, con despego absoluto de toda satisfacción personal, sin tomarse nunca vacaciones ni reposo. Hay quien ha dicho que sus únicos cinco días de descanso fueron los que transcurrió... ¡en la cárcel! Sí, conoció también la prisión por la fuga de un preso recogido en el Hospital",  fuga que quisieron atribuirle. Pero fue absuelto y su vuelta a casa fue triunfal.

"Fue hombre de fácil relación humana, con una visible carga de simpatía, alegre cuando podía entretenerse con la gente humilde. Pero sobre todo, fue un hombre de Dios". Artémides  irradiaba a Dios. "Un médico más bien incrédulo del Hospital, decía: «Cuando veía al señor Zatti, vacilaba mi incredulidad». Y otro: «Creo en Dios desde que conozco al señor Zatti»".



"En 1950 el infatigable enfermero cayó de una escalera y fue en esa ocasión cuando se manifestaron los síntomas de un cáncer que él mismo lúcidamente diagnosticó. Continuó sin embargo cuidando de su misión todavía un año más, hasta que tras sufrimientos heroicamente aceptados, se apagó el 15 de marzo de 1951 con total conocimiento, rodeado del afecto y del agradecimiento de toda la población".

Hemos seguido la biografía publicada en el sitio web del vaticano con motivo de su beatificación, celebrada en 2002; los párrafos entrecomillados y en cursiva son textuales. Las tres fotografías fueron tomadas en la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos. 

4 de noviembre de 2017

4 de noviembre: San Carlos Borromeo

San Pío V, San Felipe Neri, San Ignacio de Loyola y San Carlos Borromeo son seguramente las cuatro figuras más grandes de la Reforma Católica. Hoy celebramos la Memoria del último de ellos, fallecido el 3 de noviembre de 1584.

Carlos Borromeo era de familia noble; su padre era conde  y su madre pertenecía a la rama milanesa de los Médicis; un hermano de ella fue elegido Papa y tomó el nombre de Pío IV. 

Carlos, nacido en 1538, desde pequeño dio muestras de gran devoción. A los doce años recibió la tonsura.  Estudió primero en Milán y luego en la Universidad de Pavía. No se destacaba en los estudios, pero hizo grandes progresos gracias a su seriedad y responsabilidad. 

En 1559 su tío fue elegido Papa, como dijimos; al año siguiente Carlos -que no tenía aun 20 años- fue creado Cardenal Diácono. También fue designado para la sede de Milán, primero como Administrador y más tarde como Arzobispo, aunque no asumió inmediatamente.

Recibió la ordenación sacerdotal y la episcopal en 1563, y fue elevado a Cardenal Presbítero, pero ya antes le había encomendado el Pontífice importantes funciones; tuvo también la misión de colaborar con el reinicio de las sesiones del Concilio de Trento, que había sido interrumpido años antes. Luego se ocupó de la puesta en práctica de los decretos conciliares. 

Como Arzobispo de Milán desplegó una extraordinaria acción evangelizadora, organizativa, legislativa, pastoral,  caritativa y litúrgica. Nos detendremos un instante en esta última, ya que atañe directamente a la temática de este blog.  Estuvo a cargo de la supervisión de la reforma de los libros litúrgicos y de la música sagrada según los decretos tridentinos;  él fue quien encomendó a Palestrina la composición de la célebre «Missa Papae Marcelli». Además, tenía un gran respeto por la sagrada liturgia, por lo que jamás decía una oración ni administraba un sacramento apresuradamente, aunque llevara prisa.

San Carlos Borromeo murió en 1584, cuando tenía apenas 46 años,  y fue canonizado en 1610.


Las fotos que ilustran esta entrada corresponden a la imagen que se venera en un altar lateral de la Basílica de la que es Titular, junto con María Auxiliadora, en el barrio de Almagro. En la imagen viste indumentaria cardenalicia y lleva una cruz en sus manos.

24 de mayo de 2017

24 de mayo: María, Auxilio de los Cristianos

La Santísima Virgen María es invocada, entre muchos otros títulos, como Auxilio de los Cristianos.

La advocación se remonta al siglo IV con San Juan Crisóstomo, pero tomó fuerza en el siglo XVI con el Papa San Pío V.

Obtuvo su reconocimiento definitivo en el pontificado de Pío VII, y fue ampliamente popularizada por San Juan Bosco  a finales del siglo XIX. 

Dice Wikipedia: "La advocación de María Auxiliadora ha sido fuertemente asociada hasta el siglo XIX a la defensa militar de todos los bastiones católicos y ortodoxos en Europa, el norte de África y Medio Oriente en contra de los pueblos no cristianos, muy especialmente los musulmanes". 

Durante el pontificado de Pío V, los pueblos cristianos reunieron una gran fuerza militar para detener el avance de los turcos,  que dirigían un poderoso ejército cuyo propósito era la conquista definitiva de Europa. El Papa había pedido a toda la cristiandad que rezara a la Virgen por el triunfo de las fuerzas cristianas, que finalmente lograron derrotar definitivamente a los invasores en Lepanto. Esta victoria se atribuyó a la intercesión de la Virgen, que había salido en auxilio de los cristianos.

Más tarde, Pío VII, quien gobernó la Iglesia Católica entre 1800 y 1823, también contribuyó a difundir esta advocación mariana. Cuando Napoleón Bonaparte invadió los estados pontificios y puso en cautiverio al pontífice, el Papa prometió a la Virgen que si recuperaba su libertad y volvía a Roma, declararía ese día como solemne en honor de María Auxilio de los cristianos. Cuando Pío VII recuperó su libertad, llegó a Roma el 24 de mayo de 1814 y cumplió su promesa; de allí viene la tradición de celebrar a María Auxiliadora cada 24 de mayo.

A causa de la devoción personal de Don Bosco por esta advocación, los salesianos (y la "rama femenina" de su obra, las Hijas de María Auxiliadora) popularizaron la devoción a María como Auxilio de los Cristianos y la difundieron por todos los países en donde se abrieron casas de Don Bosco, entre los cuales, naturalmente, la Argentina. 

Las fotos que ilustran esta entrada proceden de la magnífica basílica edificada en Buenos Aires en honor de María Auxiliadora y San Carlos, en el barrio de Almagro. También la foto que sigue, de una placa en el mismo templo, con una oración con la que cerramos la entrada de hoy.



Próxima entrada: Ascensión del Señor (28 de mayo)

24 de enero de 2017

24 de enero: San Francisco de Sales



«Memoria de San Francisco de Sales, Obispo de Ginebra y Doctor de la Iglesia. Verdadero pastor de almas, hizo volver a la comunión católica a muchos hermanos que se habían separado y con sus escritos enseñó a los cristianos la devoción y el amor a Dios. Fundó, junto con Santa Juana de Chantal, la Orden de la Visitación, y en Lyon entregó humildemente su alma a Dios el 28 de diciembre de 1621. Fue sepultado en Annecy, en Francia, en este día (1622)»,  dice el Martirologio.


La imagen que ilustra esta entrada se venera en la Basílica de María Auxiliadora y  San Carlos, en Almagro. 

Próxima entrada: 28 de enero, Beato Carlomagno

14 de septiembre de 2016

14 de septiembre: Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz

Hoy celebramos -en palabras del Martirologio- la «Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que al día siguiente de la dedicación de la basílica de la Resurrección, erigida sobre el Sepulcro de Cristo, es ensalzada y venerada como trofeo pascual de  su victoria y signo que aparecerá en el cielo, anunciando a todos la segunda Venida».



Los orígenes de esta fiesta son antiguos y complejos. Originalmente se recordaba la dedicación de un templo en el mismo lugar donde Santa Elena -madre del emperador Constantino- encontró la verdadera cruz, en el siglo IV, es decir, sobre el Santo Sepulcro; aparentemente la dedicación se hizo coincidir con el aniversario del hallazgo de la Cruz. Los persas robaron más tarde las reliquias de la Vera Cruz y el emperador Heraclio las recuperó en 614:  desde entonces, una fiesta en honor de la cruz  celebra también  esta recuperación. 



Pero más allá de sus orígenes históricos, esta fiesta nos permite contemplar a la Cruz de Cristo como signo e instrumento de nuestra redención, emblema de la victoria del Señor sobre el mal,  y símbolo de nuestra fe y de nuestra esperanza.

Ilustramos esta entrada con fotos que tomé en enero en la puerta principal de la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos, en el barrio de Almagro.  Ambas hojas de la puerta exhiben en sus vitrales un mismo diseño colorido que adopta la forma de una cruz latina; en una hoja la cruz está acompañada por la frase "In hoc signo vinces", y en la otra, por la frase "Ave Cruz spes unica". 

Ambas expresiones resumen el significado de la Cruz de Cristo que celebramos en la fiesta de hoy:  signo de victoria y  de esperanza.

Es conocido el origen de la primera: a punto de emprender una batalla decisiva, Constantino ve en el cielo una cruz (o un crismón) junto con la frase "In hoc signo vinces" ("En este signo vencerás"), lo que lo decide a adoptar el símbolo cristiano, obteniendo así la victoria.  En nuestro blog "Heráldica en la Argentina" hemos publicado en 2010 esta hermosa imagen, que muestra el lema junto a una cruz:



La segunda frase procede de un célebre y hermoso himno a la Cruz compuesto por Venancio Fortunato en el siglo VI, el Vexilla Regis,  una de cuyas  estrofas comienza diciendo: "O crux, ave, spes unica!": "¡Salve, oh Cruz, esperanza única!".

En la última foto vemos el vitral de una de las hojas de la puerta, reflejado a su vez sobre el cristal que cierra el acceso al templo salesiano, en una toma que permite ver el altar mayor y parte del interior de la bella basílica porteña.


Próxima entrada: 17 de septiembre, Santa María en Sábado

9 de marzo de 2016

9 de marzo: Santo Domingo Savio

«En Mondonio, en el Piamonte, Santo Domingo Savio, que, dulce y jovial desde la infancia, todavía adolescente consumó con paso resuelto el camino de la perfección cristiana»: así reza una de las entradas del Martirologio para hoy, 9 de marzo.



Cuando Don Bosco empezó a preparar a algunos jóvenes para el sacerdocio, con el fin de que lo ayudaran en su trabajo en favor de los niños desposeídos en Turín, Domingo Savio fue recomendado por su párroco. Don Bosco, al conocerlo, se sintió muy impresionado por la personalidad del muchacho. Domingo ingresó en octubre de 1854 en el Oratorio de San Francisco de Sales, de Turín, a los doce años de edad. A lo largo de tres años mostró allí su piedad, su alegría y su espíritu de servicio. Pero su salud era muy débil, por lo que fue enviado a Mondonio para "cambiar de aire". Sin embargo, su enfermedad no amainó. Domingo Savio murió el 9 de marzo de 1857, antes de cumplir los 15 años. Fue beatificado en 1950 y canonizado en 1954.



Compartimos una imagen de Santo Domingo Savio que se exhibe en una ubicación un tanto extraña en la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos, en Almagro: dentro de una de las capillas laterales cerradas, destinadas a confesionarios; cuando tomé las fotos, hace unos días, el cuadro estaba torcido y apoyado en el suelo.

En otro altar, Domingo Savio es representado como un alumno salesiano "moderno" junto a la beata Laura Vicuña.




Próxima entrada: 17 de marzo,   San Patricio