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23 de diciembre de 2024

Adviento: 23 de diciembre

Antífonas "O"


23 de diciembre


 O Emmanuel, Rex et legifer noster,

exspectatio Gentium, et Salvator earum:

veni ad salvandum nos, Domine, Deus noster.



Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro,

esperanza de las naciones 

y salvador de los pueblos:

¡ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro!

22 de diciembre de 2024

Adviento: 22 de diciembre

Antífonas "O"


 22 de diciembre


O Rex Gentium, et desideratus earum,

lapisque angularis, qui facis utraque unum:

veni, et salva hominem,

quem de limo formasti.

Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos,

Piedra angular de la Iglesia, 

que haces de dos pueblos uno solo:

¡ven y salva al hombre,

que formaste del barro de la tierra!


21 de diciembre de 2024

Adviento: 21 de diciembre

Antífonas "O" 


21 de diciembre


O Oriens,

splendor lucis aeternae, et sol Iustitiae:

veni, et illumina sedentes in tenebris, 

et umbra mortis.



Oh Oriente,

esplendor de la luz eterna y sol de justicia:

¡ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas 

y en sombras de muerte!

20 de diciembre de 2024

Adviento: 20 de diciembre

Antífonas "O"


20 de diciembre


 O Clavis David, et sceptrum domus Israel;

qui aperis, et nemo claudit;

claudis, et nemo aperit:

veni, et educ vinctum de domo carceris,

sedentem in tenebris, et umbra mortis.


Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel,

que abres y nadie puede cerrar,

cierras y nadie puede abrir:

¡ven y libra a los cautivos

que viven en tinieblas y en sombra de muerte!

19 de diciembre de 2024

Adviento: 19 de diciembre

Antífonas "O"


19 de diciembre

 

O Radix Iesse, qui stas in signum populorum,

super quem continebunt reges os suum,

quem Gentes deprecabuntur:

veni ad liberandum nos, iam noli tardare.



Oh Raíz de Jesé, 

que te alzas como un signo para los pueblos;

ante quien los reyes enmudecen,

y cuyo auxilio imploran las naciones:

¡ven a librarnos, no tardes más!

18 de diciembre de 2024

Adviento: 18 de diciembre

Antífonas "O"


18 de diciembre


O Adonai, et Dux domus Israel,

qui Moysi in igne flammae rubi apparuisti,

et ei in Sina legem dedisti:

veni ad redimendum nos in brachio extento.



Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel,

que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente

y en el Sinaí le diste tu ley:

ven a librarnos con el poder de tu brazo.

17 de diciembre de 2024

Adviento: 17 de diciembre

Del 17 al 23 de diciembre, es decir, en los últimos días del Adviento, con el Magnificat del Oficio de Vísperas  se rezan las antífonas «O». Son siete llamados al Mesías recordando las ansias con que era esperado por todos los pueblos antes de su venida, y también son una manifestación del sentimiento con que todos los años, de nuevo, lo espera la Iglesia en los días que preceden a la Solemnidad del Nacimiento del Salvador.

Se llaman así porque todas empiezan en latín con la exclamación «O», es decir «Oh». También se llaman «antífonas mayores».

Compuestas hacia los siglos VII u VIII, son un magnífico compendio de la cristología más antigua de la Iglesia, y a la vez, un resumen expresivo de los deseos de salvación de toda la humanidad. Se trata de breves oraciones dirigidas a Cristo, que condensan el espíritu del Adviento; todas empiezan por la exclamación «Oh», seguida de un título mesiánico tomado del Antiguo Testamento; todas  terminan con variantes de la misma súplica: «ven» ¹.

En cada uno de estos siete días, compartiremos la antífona correspondiente, junto con una imagen que, de una u otra manera, evoca la súplica expresada en ella. Las imágenes, como es norma en este blog, son fotos propias tomadas en templos argentinos o de los países limítrofes. 

Para los textos, usamos las versiones en castellano y latín publicadas en el sitio web de la Universidad Pontificia de México, en Liturgia Papal y sobre todo (porque en sus páginas conocimos las antífonas "O" hace más de 55 años) en el Misal Diario para América del padre Azcárate (Ed. Guadalupe, Buenos Aires, 1946).


17 de diciembre


O Sapientia, quae ex ore Altissimi prodiisti,

attingens a fine usque ad finem,

fortiter suaviterque disponens omnia:

veni ad docendum nos viam prudentiae.

 



Oh Sabiduría, 

que brotaste de los labios del Altísimo,

abarcando del uno al otro confín,

y ordenándolo todo con firmeza y suavidad:

ven y muéstranos el camino de la salvación.



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¹    Texto adaptado de la obra de José Laldazábal: "Enséñame tus caminos 1 - Adviento y Navidad día tras día - Comentarios al leccionario ferial" (Barcelona, CPL, 1996)

1 de diciembre de 2024

Domingo I de Adviento

¡Feliz Año Nuevo! Hoy damos comienzo a un nuevo Año Litúrgico para alabanza de  nuestro Señor Jesucristo, el que era, el que es y el que viene. Al Señor del tiempo y de la historia, honor y  gloria por los siglos de los siglos.



En este nuevo año, seguiremos teniendo 13 entradas cada mes, e incluso 14 en alguna ocasión; es decir, globalmente, habrá más entradas en este Año Litúrgico que las que venimos publicando hasta ahora. Ello se debe a que en pocos días comienza el Año Santo 2025, y el Jubileo amerita un despliegue mayor que los años ordinarios.

El Año Litúrgico comienza con el tiempo de Adviento. Compartimos a continuación uno de los himnos propuestos para Laudes, junto con una imagen alegórica que hemos fotografiado hace casi seis años en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de Santos Lugares


Preparemos los caminos
-ya se acerca el Salvador-
y salgamos, peregrinos,
al encuentro del Señor.

Ven, Señor, a libertarnos,
ven, tu pueblo a redimir;
purifica nuestras vidas
y no tardes en venir.

El rocío de los cielos
sobre el mundo va a caer,
el Mesías prometido,
hecho niño, va a nacer.




De los montes la dulzura,
de los ríos leche y miel,
de la noche será aurora
la venida de Emmanuel.

Te esperamos anhelantes
y sabemos que vendrás;
deseamos ver tu rostro
y que vengas a reinar.

Consolaos y alegraos,
desterrados de Sión,
que ya viene, ya está cerca,
él es nuestra salvación.

20 de diciembre de 2023

Adviento: 20 de diciembre

«Las ferias del 17 al 24 de diciembre, inclusive, se ordenan más directamente a la preparación de la Navidad», dicen las Normas Universales del Año Litúrgico aprobadas mediante la Carta Apostólica Motu Proprio data «Mysterii Paschalis». 

En la feria de hoy se lee el relato de la Anunciación (Lc 1, 26-38), tantas veces representado en el arte y que muchas veces también hemos mostrado en este blog. Hoy lo hacemos mediante tres fotografías tomadas en sendas ocasiones, separadas entre sí por varios años, y desde ángulos distintos, para permitir apreciar la imagen más plenamente.





16 de diciembre de 2023

Sábado de la Semana II de Adviento



La Primera Lectura de hoy, Sábado de la Segunda Semana de Adviento, se toma del libro del  Eclesiástico   (48, 1-4. 9-11) y dice:

Surgió como un fuego el profeta Elías, su palabra quemaba como una antorcha. Él atrajo el hambre sobre ellos y con su celo los diezmó. Por la palabra del Señor, cerró el cielo, y también hizo caer tres veces fuego de lo alto. ¡Qué glorioso te hiciste, Elías, con tus prodigios! ¿Quién puede jactarse de ser igual a ti?

Tú fuiste arrebatado en un torbellino de fuego por un carro con caballos de fuego. De ti está escrito que en los castigos futuros aplacarás la ira antes que estalle, para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos y restablecer las tribus de Jacob.

¡Felices los que te verán y los que se durmieron en el amor, porque también nosotros poseeremos la vida!


La imagen de Elías en el carro con caballos de fuego preside el retablo mayor de la iglesia porteña de Nuestra Señora del Carmelo.

13 de diciembre de 2023

Miércoles de la Semana II de Adviento



En la misa de hoy se lee este hermoso fragmento del Evangelio de San Mateo (11, 28-30):

Jesús tomó la palabra y dijo:

«Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana».

Dos fragmentos de estos dichos de Jesús están transcriptos en el arco de uno de los ábsides laterales de la Basílica del Espíritu Santo, junto a una imagen del Sagrado Corazón.


10 de diciembre de 2023

Domingo II de Adviento

El Evangelio de la misa de hoy, Segundo Domingo de Adviento del Ciclo B, nos presenta la figura de Juan Bautista, que proclamaba «un bautismo de conversión para el perdón de los pecados» vestido «con una piel de camello y un cinturón de cuero».

En el frente de la iglesia de la Santa Cruz, junto a dos profetas del Antiguo Testamento, se encuentra San Juan Bautista caracterizado justamente con esas dos notas que presenta el texto que se lee hoy (Mc  1, 1-8): su peculiar vestimenta y un cuenco para bautizar en la mano derecha.

Tomé las fotos en febrero de 2022.

20 de diciembre de 2022

Adviento: 20 de diciembre

A partir del 17 de diciembre, el Evangelio de las misas de los días feriales van recogiendo, en orden cronológico, después de la genealogía que trae Mateo (17 de diciembre) los hechos inmediatamente anteriores al nacimiento de Jesús. El texto que corresponde al 20 de diciembre es el de la Anunciación (Lucas 1, 26-38):



El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».

María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».

El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».

María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho».

Y el Ángel se alejó.

Infinitamente representado en el arte, el episodio lo vemos hoy en la fachada de la iglesia de Santa María, en el barrio de Caballito.

4 de diciembre de 2022

Domingo II de Adviento

 

El Evangelio del Segundo Domingo de Adviento en el Ciclo A (Mateo   3, 1-12) nos describe la figura de San Juan bautista y nos presenta su predicación,  que anuncia al Salvador:


 

En aquel tiempo, se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca». A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.

Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.

Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo:

«Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversión, y no se contenten con decir: "Tenemos por padre a Abraham". Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego.

Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible».

La imagen del Bautista que ilustra esta entrada -con las vestimentas descriptas en la perícopa y en actitud de predicar-  se  venera en el templo mercedario dedicado al santo en la ciudad de Salta.

20 de diciembre de 2021

Adviento: 20 de diciembre


En el Museo de Calcos de la Nación se exhibe esta réplica de la hermosa Annunciazione de Andrea della Robbia, obra del siglo XV.

En la última semana de Adviento, a partir del 17 de diciembre, se proclaman en forma continua, en la misa, los textos evangélicos que relatan los acontecimientos que precedieron inmediatamente al Nacimiento de Jesús. Hoy, 20 de diciembre, se lee el episodio de la Anunciación (Lc 1, 26-38):

El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.

12 de diciembre de 2021

Domingo III de Adviento

El Evangelio de la misa de hoy, Tercer Domingo de Adviento del Ciclo C, es el siguiente:

«Dios dirigió su palabra a Juan Bautista, el hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Este comenzó a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.

La gente le preguntaba: «¿Qué debemos hacer entonces?».

Él les respondía: «El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto».

Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?».

Él les respondió: «No exijan más de lo estipulado».

A su vez, unos soldados le preguntaron: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?».

Juan les respondió: «No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo».

Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, él tomó la palabra y les dijo: «Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible».

Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia».

En las imágenes vemos fotos de una magnífica puerta que se exhibe en el Museo Isaac Fernández Blanco, decorada con momentos significativos de la vida de San Juan Bautista.  

En uno de los paneles se ve una escena que corresponde al texto evangélico: Juan el Bautista se encuentra anunciando «al pueblo la Buena Noticia»; frente a él hay diversas categorías de personas, como en la perícopa.


6 de diciembre de 2020

Domingo II de Adviento


En este Segundo Domingo de Adviento del Ciclo B se lee en la misa un fragmento del  Evangelio  según San Marcos (1, 1-8) que comienza así : 
Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
Como está escrito 
en el libro del profeta Isaías: 
'Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti 
para prepararte el camino.  
Una voz grita en el desierto
Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos', 
así se presentó Juan el Bautista en el desierto, 
proclamando un bautismo de conversión 
para el perdón de los pecados. 
Toda la gente de Judea 
y todos los habitantes de Jerusalén 
acudían a él, 
y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, 
confesando sus pecados (1, 1-5).


En los vitrales de la puerta interior de la iglesia porteña dedicada de San Isidro Labrador aparecen los cuatro evangelistas; Marcos es representado con un libro en que se leen las palabras que destacamos con negrita:  «Vox clamantis», es decir «Una voz grita» o «Una voz que clama»... 

Dice San Remigio (en Super Marcum,  como se puede leer en la Catena Áurea):  a Marcos «se le representa por un león, porque así como éste hace resonar su terrible voz en el desierto, así San Marcos empieza clamando en el desierto: "Voz que clama en el desierto" (Mc 1,6)».

Próxima entrada: 7 de diciembre (Santa Fara)

3 de diciembre de 2019

Martes de la Semana I de Adviento

En la misa de hoy se proclama esta Primera Lectura, del Profeta Isaías (11, 1-10):   

«Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor -y lo inspirará el temor del Señor-.
Él no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.


El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá; la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey.
El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar.
Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada».

La presencia de Isaías, el retoño que brota de la raíz de Jesé, el Niño pequeño sobre el que reposa el Espíritu del Señor, hacen que el hermoso relieve (de un altar lateral del "templo inferior" del Santuario de Lourdes) evoque, de algún modo, el texto bíblico que acabamos de compartir.

24 de diciembre de 2017

Domingo IV de Adviento

Hoy, IV Domingo de Adviento del Ciclo B, se lee este fragmento del Evangelio de Lucas (1, 26-38):

En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: 
«¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!».

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Ángel le dijo: 
«No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».

María dijo al Ángel: 
«¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».

El Ángel le respondió: 
«El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».

María dijo entonces: 
«Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». 
Y el Ángel se alejó.

El vitral que vemos junto a estas líneas, que representa el episodio de la Anunciación relatado en la perícopa, pertenece a la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria.

Próxima entrada:  25 de diciembre (Natividad del Señor)

19 de diciembre de 2017

Adviento: 19 de diciembre

En las ferias de Adviento a partir del 17 de diciembre, se leen en la misa, en orden, los episodios que precedieron inmediatamente al Nacimiento de Jesús. Hoy, 19 de diciembre, se lee un fragmento del Evangelio según San Lucas   (1, 5-25), que reproducimos parcialmente aquí (1, 5-20):

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase sacerdotal de Abías. Su mujer, llamada Isabel, era descendiente de Aarón. Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada.

Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía el incienso.

Entonces se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo. 

Pero el Ángel le dijo: 
«No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. El será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto».

Pero Zacarías dijo al Ángel: «¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada».

El Ángel le respondió: «Yo soy Gabriel , el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo».


El momento en que el Ángel Gabriel se le aparece a Zacarías, que está con el incensario en sus manos,  es representado en esta pintura ubicada en una capilla lateral de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.


Próxima entrada: IV Domingo de Adviento (24  de diciembre)