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4 de abril de 2022

4 de abril: San Isidoro de Sevilla

En el día de la Memoria de San Isidoro, compartimos casi en su totalidad  la catequesis del papa Benedicto XVI en su audiencia del 18 de junio de 2008, mientras mostramos dos fotos (la primera tomada en 2021 y la otras en 2015) de la imagen del santo que se venera en la iglesia parroquial de San  Antonio de Areco.

«Hoy voy a hablar de San Isidoro de Sevilla. Era hermano menor de San Leandro, obispo de Sevilla, y gran amigo del Papa San Gregorio Magno. Este detalle es importante, pues permite tener presente un dato cultural y espiritual indispensable para comprender la personalidad de San Isidoro. En efecto, San Isidoro debe mucho a San Leandro (...) 

La casa de San Leandro y San Isidoro contaba con una biblioteca muy rica en obras clásicas, paganas y cristianas. Por eso, San Isidoro, que se sentía atraído tanto a unas como a otras, fue educado a practicar, bajo la responsabilidad de su hermano mayor, una disciplina férrea para dedicarse a su estudio, con discreción y discernimiento.

Así pues, en el obispado de Sevilla se vivía en un clima sereno y abierto. Lo podemos deducir por los intereses culturales y espirituales de San Isidoro, como se manifiestan en sus obras, que abarcan un conocimiento enciclopédico de la cultura clásica pagana y un conocimiento profundo de la cultura cristiana. De este modo se explica el eclecticismo que caracteriza la producción literaria de San Isidoro, el cual pasa con suma facilidad de Marcial a San Agustín, de Cicerón a San Gregorio Magno.

El joven Isidoro, que en el año 599 se convirtió en sucesor de su hermano Leandro en la cátedra episcopal de Sevilla, tuvo que afrontar una lucha interior muy dura. Tal vez precisamente por esa lucha constante consigo mismo da la impresión de un exceso de voluntarismo, que se percibe leyendo las obras de este gran autor, considerado el último de los Padres cristianos de la antigüedad. Pocos años después de su muerte, que tuvo lugar en el año 636, el Concilio de Toledo, del año 653, lo definió: «Ilustre maestro de nuestra época y gloria de la Iglesia católica ».

San Isidoro fue, sin duda, un hombre de contraposiciones dialécticas acentuadas. En su vida personal, experimentó también un conflicto interior permanente, muy parecido al que ya habían vivido San Gregorio Magno y San Agustín, entre el deseo de soledad, para dedicarse únicamente a la meditación de la palabra de Dios, y las exigencias de la caridad hacia los hermanos de cuya salvación se sentía responsable como obispo. Por ejemplo, a propósito de los responsables de la Iglesia escribe: «El responsable de una Iglesia (vir ecclesiasticus), por una parte, debe dejarse crucificar al mundo con la mortificación de la carne; y, por otra, debe aceptar la decisión del orden eclesiástico, cuando procede de la voluntad de Dios, de dedicarse al gobierno con humildad, aunque no quisiera hacerlo» (Sententiarum liber III, 33, 1: PL 83, col. 705 B).

Un párrafo después, añade: «Los hombres de Dios (sancti viri) no desean dedicarse a las cosas seculares y gimen cuando, por un misterioso designio divino, se les encargan ciertas responsabilidades. (...) Hacen todo lo posible para evitarlas, pero aceptan lo que no quisieran y hacen lo que habrían querido evitar. Entran en lo más secreto del corazón y allí tratan de comprender lo que les pide la misteriosa voluntad de Dios. Y cuando se dan cuenta de que tienen que someterse a los designios de Dios, inclinan el cuello del corazón bajo el yugo de la decisión divina» (Sententiarum liber III, 33, 3: PL 83, col. 705-706).


Para comprender mejor a San Isidoro es necesario recordar, ante todo, la complejidad de las situaciones políticas de su tiempo (...): durante los años de su niñez experimentó la amargura del destierro. A pesar de ello, estaba lleno de entusiasmo apostólico: sentía un gran deseo de contribuir a la formación de un pueblo que encontraba por fin su unidad, tanto en el ámbito político como religioso, con la conversión providencial de Hermenegildo, el heredero al trono visigodo, del arrianismo a la fe católica.

Sin embargo, no se ha de subestimar la enorme dificultad que supone afrontar de modo adecuado problemas tan graves como los de las relaciones con los herejes y con los judíos. Se trata de una serie de problemas que también hoy son muy concretos, sobre todo si se piensa en lo que sucede en algunas regiones donde parecen replantearse situaciones muy parecidas a las de la península ibérica del siglo VI. La riqueza de los conocimientos culturales de que disponía San Isidoro le permitía confrontar continuamente la novedad cristiana con la herencia clásica grecorromana. Sin embargo, más que el don precioso de la síntesis, parecía tener el de la collatio, es decir, la recopilación, que se manifestaba en una extraordinaria erudición personal, no siempre tan ordenada como se hubiera podido desear.

En todo caso, es admirable su preocupación por no descuidar nada de lo que la experiencia humana había producido en la historia de su patria y del mundo entero. San Isidoro no hubiera querido perder nada de lo que el hombre había adquirido en las épocas antiguas, ya fueran paganas, judías o cristianas. Por tanto, no debe sorprender que, al perseguir este objetivo, no lograra transmitir adecuadamente, como hubiera querido, los conocimientos que poseía, a través de las aguas purificadoras de la fe cristiana. Sin embargo, de hecho, según las intenciones de San Isidoro, las propuestas que presenta siempre están en sintonía con la fe católica, sostenida por él con firmeza. En la discusión de los diversos problemas teológicos percibe su complejidad y propone a menudo, con agudeza, soluciones que recogen y expresan la verdad cristiana completa. Esto ha permitido a los creyentes, a lo largo de los siglos hasta nuestros días, servirse con gratitud de sus definiciones.

Un ejemplo significativo en este campo es la enseñanza de San Isidoro sobre las relaciones entre vida activa y vida contemplativa. Escribe: «Quienes tratan de lograr el descanso de la contemplación deben entrenarse antes en el estadio de la vida activa; así, liberados de los residuos del pecado, serán capaces de presentar el corazón puro que permite ver a Dios» (Differentiarum Lib. II, 34, 133: PL 83, col 91 A).

Su realismo de auténtico pastor lo convenció del peligro que corren los fieles de limitarse a ser hombres de una sola dimensión. Por eso, añade: "El camino intermedio, compuesto por ambas formas de vida, resulta normalmente el más útil para resolver esas tensiones, que con frecuencia se agudizan si se elige un solo tipo de vida; en cambio, se suavizan mejor alternando las dos formas" (o.c., 134: ib., col 91 B).

San Isidoro busca en el ejemplo de Cristo la confirmación definitiva de una correcta orientación de vida y dice: «El Salvador, Jesús, nos dio ejemplo de vida activa cuando, durante el día, se dedicaba a hacer signos y milagros en la ciudad, pero mostró la vida contemplativa cuando se retiraba a la montaña y pasaba la noche dedicado a la oración» (o.c. 134: ib.). A la luz de este ejemplo del divino Maestro, San Isidoro concluye con esta enseñanza moral: «Por eso, el siervo de Dios, imitando a Cristo, debe dedicarse a la contemplación sin renunciar a la vida activa. No sería correcto obrar de otra manera, pues del mismo modo que se debe amar a Dios con la contemplación, también hay que amar al prójimo con la acción. Por tanto, es imposible vivir sin la presencia de ambas formas de vida, y tampoco es posible amar si no se hace la experiencia tanto de una como de otra» (o.c., 135: ib., col 91 C).

Creo que esta es la síntesis de una vida que busca la contemplación de Dios, el diálogo con Dios en la oración y en la lectura de la Sagrada Escritura, así como la acción al servicio de la comunidad humana y del prójimo. Esta síntesis es la lección que el gran obispo de Sevilla nos deja a los cristianos de hoy, llamados a dar testimonio de Cristo al inicio de un nuevo milenio».

12 de marzo de 2022

12 de marzo: San Gregorio Magno

El Martirologio Romano trae hoy el piadoso recuerdo de San Gregorio Magno, cuya Memoria litúrgica se celebra en toda la Iglesia en el mes de septiembre: «En Roma, en la Basílica de San Pedro, sepultura de San Gregorio I, papa, de sobrenombre Magno, cuya memoria se celebra el día tres de septiembre, aniversario de su ordenación (604)».

San Gregorio I está representado en una de las bellas pinturas que embellecen el templo dedicado a San Antonio de Padua, en Areco.

Nació en Roma hacia el año 540. Desempeñó primero diversos cargos públicos, y llegó luego a ser prefecto de la Urbe. Más tarde, se dedicó a la vida monástica, fue ordenado diácono y nombrado legado pontificio en Constantinopla. El día 3 de septiembre del año 590 fue elegido papa, cargo que ejerció como verdadero pastor, en su modo de gobernar, en su ayuda a los pobres, en la propagación y en la consolidación de la fe. Escribió muchas obras sobre teología moral y dogmática. Murió el 12 de marzo del año 604.


Responsorio

R. Sacando de la fuente de la sagrada Escritura enseñanzas morales y místicas, hizo llegar hasta el pueblo las corrientes del Evangelio; * Y, después de muerto, aún sigue enseñando.

V. Como un águila que recorre el mundo, cuida de mayores y pequeños con magnánima caridad.

R. Y, después de muerto, aún sigue enseñando.


Oración

Oremos:

Oh Dios, que cuidas a tu pueblo con misericordia y lo gobiernas con amor, concede el don de sabiduría, por intercesión del papa San Gregorio Magno, a quienes confiaste la misión del gobierno en tu Iglesia, para que el progreso de los fieles sea el gozo eterno de sus pastores. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

2 de octubre de 2021

2 de octubre: Santos Ángeles Custodios



«Queridos hermanos y hermanas, invoquemos con confianza (...) la protección de los ángeles custodios (...). La presencia invisible de estos espíritus bienaventurados nos es de gran ayuda y consuelo: caminan a nuestro lado y nos protegen en toda circunstancia, nos defienden de los peligros y podemos recurrir a ellos en cualquier momento. Muchos santos mantuvieron con los ángeles una relación de verdadera amistad, y son numerosos los episodios que testimonian su ayuda en ocasiones particulares. Como recuerda la carta a los Hebreos, los ángeles son enviados por Dios "a asistir a los que han de heredar la salvación" (Hb 1, 14), y, por tanto, son para nosotros un auxilio valioso durante nuestra peregrinación terrena hacia la patria celestial». 

Son palabras de Benedicto XVI en Castelgandolfo, el 29 de septiembre de 2008. Con ellas, y con dos imágenes de ángeles "músicos", en fotos que tomamos en la iglesia de San Antonio, en Areco, en enero de este año, celebramos la Memoria de hoy.

18 de agosto de 2021

18 de agosto: Santa Elena

 


El Martirologio Romano recuerda hoy a esta santa, unida a la veneración de la Cruz redentora, con estas palabras: «En Roma, en la vía Labicana, Santa Elena, madre del emperador Constantino, que tuvo un interés singular en ayudar a los pobres y acudía a la iglesia piadosamente confundida entre los fieles. Habiendo peregrinado a Jerusalén para descubrir los lugares del Nacimiento de Cristo, de su Pasión y Resurrección, honró el pesebre y la cruz del Señor con basílicas dignas de veneración (c. 329)».

La imagen es de la iglesia de San Antonio, en Areco, y la foto del Introito y la Colecta de la misa del día corresponde al Misal Diario del padre Azcárate, en el apéndice «Misas Propias de América»:



En ediciones del Misal Romano de 1962 (es decir en la Forma Extraordinaria del Rito Romano) aparece en el apartado  de las  misas propias «pro aliquibus locis»: «de algunos lugares».

19 de junio de 2021

Santa María "en sábado"

 


Renovó el Excelso de este mundo las leyes

cuando vino a habitar en la Tierra.

Germinando en un Seno incorrupto

lo conserva intacto cual era.

Asombrados por este prodigio

a la Santa cantamos:


  Salve, Azucena de intacta belleza;

  Salve, Corona de noble firmeza.

  Salve, la suerte futura revelas;

  Salve, la angélica vida desvelas.

  Salve,  Frutal exquisito que nutre a los fieles;

  Salve, Ramaje frondoso  que a todos cobija.

  Salve, llevaste en el Seno a Quien guía al errante;

  Salve, al mundo entregaste a Quien libra al esclavo.

  Salve, Plegaria ante el Juez verdadero;

  Salve, Perdón del que tuerce el sendero.

  Salve, Atavío que cubre al desnudo;

  Salve, del hombre supremo deseo.

  Salve, ¡Virgen y Esposa!


Con  fotos tomadas en la iglesia de San Antonio de Areco (una en 2015, la otra en enero de este año) y un fragmento (#13)  del himno Akathistos, celebramos la Memoria sabatina de la Virgen María.

14 de septiembre de 2017

14 de septiembre: Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz





Un bello Crucifijo que se venera en la iglesia parroquial de San Antonio de Areco ilustra nuestra entrada de hoy, dedicada a la Exaltación de la Cruz. Se trata de una réplica de la imagen del Señor de los Milagros de Mailín,  cuya historia y detalles pueden ver en el siguiente  enlace:  

Aunque tiene su origen en hechos históricos de los primeros siglos, en la fiesta de hoy, según el Martirologio actual,  la Cruz de Cristo "es ensalzada y venerada como trofeo pascual de su victoria y signo que aparecerá en el cielo, anunciando a todos la segunda Venida".

"Salve, Cruz, portadora de vida,
invencible trofeo de piedad,
puerta del cielo, amparo de los fieles,
baluarte de la Iglesia:
por ti la corrupción ha sido vencida
sojuzgado el poderío de la muerte,
y nosotros somos elevados;
arma invencible,
pavor de los infiernos,
gloria de los mártires y ornato de los santos,
puerto seguro de la salvación;
tú traes a nuestro mundo la gran misericordia"
("Apostika" de la fiesta en al Liturgia Bizantina)


Próxima entrada: 15 de septiembre (Nuestra Señora de los Dolores)

13 de julio de 2017

13 de julio: San Enrique

Hoy se recuerda a San Enrique II, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico , quien murió el 13 de julio de 1024.  El Martirologio refiere que «según la tradición, de acuerdo con su esposa Cunegunda puso gran empeño en reformar la vida de la Iglesia y en propagar la fe en Cristo por toda Europa, donde, movido por un celo misionero, instituyó numerosas sedes episcopales y fundó monasterios».


Una bella imagen de San Enrique se venera en la iglesia parroquial de San Antonio de Areco, en la provincia de Buenos Aires.

Oración Colecta de hoy:

Dios nuestro,
que con la abundancia de tu gracia ayudaste a San Enrique
y lo elevaste del reino terreno
a la contemplación de las realidades eternas;
te pedimos, por su intercesión,
que en medio de la inestabilidad del mundo presente
caminemos hacia ti con un corazón puro.


Próxima entrada: 15 de julio, San Buenaventura

13 de junio de 2017

13 de junio: San Antonio de Padua

Honramos hoy a San Antonio de Padua, presbítero y Doctor de la Iglesia, gran predicador y taumaturgo; sin dudas, uno de los santos más populares de todos los tiempos.

Para celebrar hoy su fiesta tomamos un fragmento del antiguo libro "Flos Sanctorum de la familia cristiana", del P. Francisco De Paula Morell sj, que relata una conocida anécdota de la vida de San Antonio de Padua:


"Una vez, disputando con un hereje
llamado Bonibillo,
que negaba la presencia de Cristo 
en la Eucaristía, 
hizo que la mula del hereje, 
a pesar de haber estado 
tres días sin comer, 
dejase la cebada 
que le ponían delante, 
para arrodillarse 
delante del Santísimo Sacramento;
con este milagro se convirtió
aquel principal maestro 
de los herejes".


El episodio es representado en la pintura que vemos junto a estas líneas, la cual se exhibe en la iglesia parroquial de San Antonio de Areco, consagrada justamente al santo de Padua.

Próxima entrada:  Corpus Christi (18 de junio)

8 de mayo de 2017

8 de mayo: Solemnidad de Nuestra Señora de Luján

Como es lógico tratándose de la Patrona de la República, en prácticamente todas las iglesias argentinas hay una imagen de la Virgen de Luján. 

Las imágenes que hemos visto y fotografiado en tantos templos son de muy diversas características y méritos artísticos.   Hoy queremos compartir una que nos parece particularmente bella.


Se encuentra en uno de los altares laterales del templo dedicado a San Antonio de Padua en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco.


Al pie de la imagen pueden verse los escudos de las naciones del Plata de las que es Patrona.


"¡Dios te salve, María, llena de gracia, Madre del Redentor!
Ante tu imagen de la Pura y Limpia Concepción,
Virgen de Luján, Patrona de Argentina,
me postro en este día aquí, en Buenos Aires,
con todos los hijos de esta patria querida,
cuyas miradas y cuyos corazones convergen hacia Ti;
...
Haz que Argentina entera sea fiel al Evangelio,
y abra de par en par su corazón
a Cristo, el Redentor del hombre,
la Esperanza de la humanidad"

(De la Consagración de San Juan Pablo II a la Virgen de Luján, en Buenos Aires, 12/4/1987)


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16 de abril de 2017

Domingo de Pascua de Resurrección


La Resurrección del Señor en un hermoso  relieve policromado. Se halla en un altar lateral de la iglesia dedicada a San Antonio de Padua en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco.

Oración Poscomunión de hoy:

Señor Dios, protege paternalmente,
a tu Iglesia con amor incansable,
para que, renovada por los misterios pascuales,
llegue a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


31 de mayo de 2016

31 de mayo: Fiesta de la Visitación de María


Hoy se celebra la fiesta de la Visitación de María a su prima Santa Isabel. La escena es representada en este hermoso relieve policromado que encontramos en la iglesia de San Antonio, en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco.  Tomé las fotos en enero de 2015.


"En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: 
«¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor»".

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17 de abril de 2016

Domingo IV de Pascua

El Cuarto Domingo de Pascua suele llamarse "Domingo del Buen Pastor", porque en él se leen fragmentos del capítulo 10 del Evangelio de San Juan, en que Jesús afirma "Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas". Este año se leen los versículos 27 a 30:

«Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.
Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.
Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos 
y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.
El Padre y yo somos una sola cosa».

Ilustramos la celebración de este domingo, que evoca  la bella metáfora del Buen Pastor, con una maravillosa imagen que puede apreciarse en la iglesia parroquial de San Antonio de Areco. 



Tomé la foto en febrero de 2015.

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