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25 de julio de 2023

25 de julio: Fiesta de Santiago Apóstol

Por primera vez en la vida de este blog nos convoca la iglesia dedicada al apóstol Santiago el Mayor. Es lógico que esta primera visita tuviera lugar justamente en la fiesta del gran Patrono de España. 


Leemos en el libro "El año litúrgico", de J. Pascher:

«Santiago, el Mayor, como se le llama, es hijo de Zebedeo y de Salomé, y fue llamado por Cristo juntamente con su hermano Juan (Mt 4,21). Por su celo demasiado impetuoso los apellidó el Señor "Hijos del trueno" (Mc 7,17). Eran sus preferidos. Juntamente con Pedro fueron testigos de la transfiguración en el monte y de la agonía del huerto (Mc 9,1; 14,33). Antes de la Pascua del 42 lo mandó decapitar Herodes Agripa en Jerusalén. Según la tradición antigua, su actividad misionera se limitó a la Palestina.

Que trabajara también en España es una leyenda tardía que influyó fuertemente en la piedad medieval. Los grandes españoles de la Iglesia antigua, de Prudencio a Isidoro, no saben nada de ello (…)

Sólo el Breviarium Apostolorum sabe de su predicación en España,  pero no pone su sepulcro en Jerusalén ni en España (…).  Aldhelm de Sherborne († 709) compuso un poema sobre Santiago, en que califica al apóstol de primer misionero o evangelizador de España: 

Primitus Hispanas convertit dogmate gentes

Así, pues, tampoco hacia el 700 se habla de lugar de culto. Sólo hacia el 830 fue descubierto un sepulcro por el obispo Teodomiro de Iria y fue tenido por del apóstol, lo que, a partir del siglo XII, es tradición constante en España. El Martyrologium Romanum habla de una traslación del cuerpo del apóstol de Jerusalén a Galicia».


«Santiago el Mayor gozó en la Edad Media de extraordinaria devoción. Su supuesto sepulcro en Santiago de Compostela fue término de una gran peregrinación de todas las partes de Europa, que floreció sobre todo del siglo X al XV y fue equiparada por Sixto IV (1471-84), con la de Jerusalén. En el camino de Santiago surgieron hospederías, iglesias y conventos de Santiago. En la misma España, Santiago fue patrono especial en la lucha contra los moros, y para ella se fundó una orden de caballería que lleva su nombre. En poemas y numerosas leyendas se cantó por todo lo ancho y largo del país sus alabanzas. No sólo países y obispados sino también muchas ciudades lo escogieron por patrono (...). Numerosas profesiones se gloriaban de su patronazgo, aunque no siempre se vea el motivo: boticarios y drogueros, sombrereros y cargadores y calceteros. De la lucha contra los sarracenos derivan los caballeros una relación especial con Santiago, sobre todo, naturalmente, los peregrinos. Que sea también invocado contra el reumatismo y se le pida buen tiempo depende también, sin duda, de las necesidades y sufrimientos de los peregrinos.

Los artistas, desde los siglos XIII y XIV, lo representan con sombrero de peregrino, báculo y mochila, con conchas en el sombrero. Las conchas de los peregrinos se deben a una leyenda: Un príncipe gallego fue sorprendido cerca de las sagradas reliquias por una súbita lluvia de conchas y oyó que se le mandaba que, en lo futuro, los peregrinos de Santiago llevaran conchas. Numerosos son otros tipos de imagen: Entregando coronas a un peregrino y a una peregrina, como un viejo en hábito de peregrino (sombrero, bastón, calabaza y espada o arco de los sombrereros), jinete sobre caballo blanco en la batalla de Clavijo (843), con la cruz de Santiago, que termina en forma de cruz en un lirio o incluso lleva lirios en sus cabos y ostenta conchas en la empuñadura (...). El 25 de julio es tenido por día de dicha, fiesta para los pastores y día de mudanza de criados, en los países de los Alpes».


Muy cerca del templo, en una plazoleta vecina, se encuentra el pequeño monumento cuyas fotos también ilustran esta entrada.

25 de julio de 2020

25 de julio: Fiesta de Santiago Apóstol

Celebramos la fiesta de Santiago Apóstol con la catequesis de Benedicto XVI el 21 de junio de 2006, y una imagen que tomamos hace varios años en la iglesia de San Gabriel de la Dolorosa de Vicente López.

«Proseguimos la serie de retratos de los Apóstoles elegidos directamente por Jesús durante su vida terrena. (...)  Hoy hablamos del apóstol Santiago.

Las listas  bíblicas de los Doce mencionan dos personas con este nombre:  Santiago, el hijo de Zebedeo, y Santiago, el hijo de Alfeo (cf. Mc 3, 17-18; Mt 10, 2-3), que por lo general se distinguen con los apelativos de Santiago el Mayor y Santiago el Menor. (...)  Hoy dedicamos nuestra atención al primero de estos dos personajes homónimos.

El nombre Santiago es la traducción de Iákobos, trasliteración griega del nombre del célebre patriarca Jacob. El apóstol así llamado es hermano de Juan, y en las listas a las que nos hemos referido ocupa el segundo lugar inmediatamente después de Pedro, como en el evangelio según San Marcos (cf. Mc 3, 17), o el tercer lugar después de Pedro y Andrés en los evangelios según San Mateo (cf. Mt 10, 2) y San Lucas (cf. Lc 6, 14), mientras que en los Hechos de los Apóstoles es mencionado después de Pedro y Juan (cf. Hch 1, 13). Este Santiago, juntamente con Pedro y Juan, pertenece al grupo de los tres discípulos privilegiados que fueron admitidos por Jesús a los momentos importantes de su vida.

(...) Quisiera abreviar y mencionar ahora sólo dos de estas ocasiones. Santiago pudo participar, juntamente con Pedro y Juan, en el momento de la agonía de Jesús en el huerto de Getsemaní y en el acontecimiento de la Transfiguración de Jesús. Se trata, por tanto, de situaciones muy diversas entre sí:  en un caso, Santiago, con los otros dos Apóstoles, experimenta la gloria del Señor, lo ve conversando con Moisés y Elías, y ve cómo se trasluce el esplendor divino en Jesús; en el otro, se encuentra ante el sufrimiento y la humillación, ve con sus propios ojos cómo el Hijo de Dios se humilla haciéndose obediente hasta la muerte.

Ciertamente, la segunda experiencia constituyó para él una ocasión de maduración en la fe, para corregir la interpretación unilateral, triunfalista, de la primera:  tuvo que vislumbrar que el Mesías, esperado por el pueblo judío como un triunfador, en realidad no sólo estaba rodeado de honor y de gloria, sino también de sufrimientos y debilidad. La gloria de Cristo se realiza precisamente en la cruz, participando en nuestros sufrimientos.

Esta maduración de la fe fue llevada a cabo en plenitud por el Espíritu Santo en Pentecostés, de forma que Santiago, cuando llegó el momento del testimonio supremo, no se echó atrás. Al inicio de los años 40 del siglo I, el rey Herodes Agripa, nieto de Herodes el Grande, como nos informa San Lucas, "por aquel tiempo echó mano a algunos de la Iglesia para maltratarlos e hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan" (Hch 12, 1-2). La concisión de la noticia, que no da ningún detalle narrativo, pone de manifiesto, por una parte, que para los cristianos era normal dar testimonio del Señor con la propia vida; y, por otra, que Santiago ocupaba una posición destacada en la Iglesia de Jerusalén, entre otras causas por el papel que había desempeñado durante la existencia terrena de Jesús.

Una tradición sucesiva, que se remonta al menos a San Isidoro de Sevilla, habla de una estancia suya en España para evangelizar esa importante región del imperio romano. En cambio, según otra tradición, su cuerpo habría sido trasladado a España, a la ciudad de Santiago de Compostela.  Como todos sabemos, ese lugar se convirtió en objeto de gran veneración y sigue siendo meta de numerosas peregrinaciones, no sólo procedentes de Europa sino también de todo el mundo. Así se explica la representación iconográfica de Santiago con el bastón del peregrino y el rollo del Evangelio, características del apóstol itinerante y dedicado al anuncio de la "buena nueva", y características de la peregrinación de la vida cristiana.

Por consiguiente, de Santiago podemos aprender muchas cosas:  la prontitud para acoger la llamada del Señor incluso cuando nos pide que dejemos la "barca" de nuestras seguridades humanas, el entusiasmo al seguirlo por los caminos que él nos señala más allá de nuestra presunción ilusoria, la disponibilidad para dar testimonio de él con valentía, si fuera necesario hasta el sacrificio supremo de la vida. Así, Santiago el Mayor se nos presenta como ejemplo elocuente de adhesión generosa a Cristo. Él, que al inicio había pedido, a través de su madre, sentarse con su hermano junto al Maestro en su reino, fue precisamente el primero en beber el cáliz de la pasión, en compartir con los Apóstoles el martirio.

Y al final, resumiendo todo, podemos decir que el camino no sólo exterior sino sobre todo interior, desde el monte de la Transfiguración hasta el monte de la agonía, simboliza toda la peregrinación de la vida cristiana, entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios, como dice el Concilio Vaticano II. Siguiendo a Jesús como Santiago, sabemos, incluso en medio de las dificultades, que vamos por el buen camino».

Próxima entrada: 27 de julio (San Pantaleón) 

25 de julio de 2018

25 de julio: Fiesta de Santiago Apóstol



"Jacobus Maior totius Hispaniae Defensor atque Patronus":  así reza el pergamino que sostiene en su mano derecha la imagen de Santiago Apóstol en la antigua iglesia porteña dedicada a San Ignacio. "Santiago el Mayor, Defensor y Patrono de toda España".


El Martirologio lo menciona así: «Santiago, hijo del Zebedeo y hermano de San Juan Evangelista, que con Pedro y Juan fue testigo de la transfiguración y de la agonía del Señor. Decapitado poco antes de la fiesta de Pascua por Herodes Agripa, fue el primero de los apóstoles que recibió la corona del martirio».  Además de estos datos bíblicos, la Escritura nos ofrece un puñado de datos más acerca de Santiago; la tradición, por su parte, lo hace Apóstol de España, y afirma que sus restos reposan en Compostela. El escudo de Galicia en la parte superior del retablo hace alusión a esta presencia y a la singular devoción que le profesa el pueblo gallego, así como el español en general. Veremos más abajo que el prefacio propio de Santiago menciona el «cáliz» que bebió el apóstol, y justamente el elemento principal del escudo de Galicia (y probablemente el origen de su nombre) es un cáliz


Tomé las fotos de esta entrada en dos ocasiones distintas entre 2012 y 2015.
Para el Calendario General es una Fiesta, pero en España tiene la categoría de Solemnidad y cuenta con prefacio propio:

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso, Pastor eterno.

Porque Santiago, testigo predilecto,
anunció el Reino que viene por la Muerte y Resurrección de tu Hijo,
y, el primero entre los apóstoles, bebió el Cáliz del Señor.

Con su guía y patrocinio
se conserva la fe en España y en los pueblos hermanos
y se dilata por toda la tierra,
mientras tu Apóstol alienta a los que peregrinan
para que lleguen finalmente a Ti, por Cristo, Señor nuestro.

Por eso, Señor,
con todos los ángeles
te alabamos ahora y por siempre,
diciendo con humilde fe:
Santo, Santo, Santo...