Por primera vez en la vida de este blog nos convoca la iglesia dedicada al apóstol Santiago el Mayor. Es lógico que esta primera visita tuviera lugar justamente en la fiesta del gran Patrono de España.
Leemos en el libro "El año litúrgico", de J. Pascher:
«Santiago, el Mayor, como se le llama, es hijo de Zebedeo y de Salomé, y fue llamado por Cristo juntamente con su hermano Juan (Mt 4,21). Por su celo demasiado impetuoso los apellidó el Señor "Hijos del trueno" (Mc 7,17). Eran sus preferidos. Juntamente con Pedro fueron testigos de la transfiguración en el monte y de la agonía del huerto (Mc 9,1; 14,33). Antes de la Pascua del 42 lo mandó decapitar Herodes Agripa en Jerusalén. Según la tradición antigua, su actividad misionera se limitó a la Palestina.
Que trabajara también en España es una leyenda tardía que influyó fuertemente en la piedad medieval. Los grandes españoles de la Iglesia antigua, de Prudencio a Isidoro, no saben nada de ello (…)
Sólo el Breviarium Apostolorum sabe de su predicación en España, pero no pone su sepulcro en Jerusalén ni en España (…). Aldhelm de Sherborne († 709) compuso un poema sobre Santiago, en que califica al apóstol de primer misionero o evangelizador de España:
Primitus Hispanas convertit dogmate gentes
Así, pues, tampoco hacia el 700 se habla de lugar de culto. Sólo hacia el 830 fue descubierto un sepulcro por el obispo Teodomiro de Iria y fue tenido por del apóstol, lo que, a partir del siglo XII, es tradición constante en España. El Martyrologium Romanum habla de una traslación del cuerpo del apóstol de Jerusalén a Galicia».
«Santiago el Mayor gozó en la Edad Media de extraordinaria devoción. Su supuesto sepulcro en Santiago de Compostela fue término de una gran peregrinación de todas las partes de Europa, que floreció sobre todo del siglo X al XV y fue equiparada por Sixto IV (1471-84), con la de Jerusalén. En el camino de Santiago surgieron hospederías, iglesias y conventos de Santiago. En la misma España, Santiago fue patrono especial en la lucha contra los moros, y para ella se fundó una orden de caballería que lleva su nombre. En poemas y numerosas leyendas se cantó por todo lo ancho y largo del país sus alabanzas. No sólo países y obispados sino también muchas ciudades lo escogieron por patrono (...). Numerosas profesiones se gloriaban de su patronazgo, aunque no siempre se vea el motivo: boticarios y drogueros, sombrereros y cargadores y calceteros. De la lucha contra los sarracenos derivan los caballeros una relación especial con Santiago, sobre todo, naturalmente, los peregrinos. Que sea también invocado contra el reumatismo y se le pida buen tiempo depende también, sin duda, de las necesidades y sufrimientos de los peregrinos.
Los artistas, desde los siglos XIII y XIV, lo representan con sombrero de peregrino, báculo y mochila, con conchas en el sombrero. Las conchas de los peregrinos se deben a una leyenda: Un príncipe gallego fue sorprendido cerca de las sagradas reliquias por una súbita lluvia de conchas y oyó que se le mandaba que, en lo futuro, los peregrinos de Santiago llevaran conchas. Numerosos son otros tipos de imagen: Entregando coronas a un peregrino y a una peregrina, como un viejo en hábito de peregrino (sombrero, bastón, calabaza y espada o arco de los sombrereros), jinete sobre caballo blanco en la batalla de Clavijo (843), con la cruz de Santiago, que termina en forma de cruz en un lirio o incluso lleva lirios en sus cabos y ostenta conchas en la empuñadura (...). El 25 de julio es tenido por día de dicha, fiesta para los pastores y día de mudanza de criados, en los países de los Alpes».
Muy cerca del templo, en una plazoleta vecina, se encuentra el pequeño monumento cuyas fotos también ilustran esta entrada.
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