21 de noviembre de 2025

21 de noviembre: Nuestra Señora de la Presentación de Quinche

 


En la cripta de la Basílica de Luján, en diciembre de 2018, tomamos las fotos que ilustran nuestra entrada en este día en el cual, en Ecuador, se celebra a Nuestra Señora de la Presentación de Quinche.


«La tradición dice que los que habían encargado esta imagen no pudieron o no quisieron pagar por ella, por eso el escultor se la ofreció a los indios oyacachis a cambio de unos tablones de fino cedro. La Virgen se les había aparecido a esos indios para prometerles librarlos de los osos que devoraban a los niños. Los caciques se admiraron cuando vieron llegar al escultor con la imagen. Quince años permaneció la Virgen con los indios y luego fue trasladada al poblado del Quinche.

Descripción: La imagen es de madera de cedro de unos 62 cm de altura y se halla cuidadosamente tallada y adornada. Su rostro es moreno, lleva un cetro en la mano derecha y con la izquierda sostiene al Niño en actitud de bendecir, mientras sostiene una esfera coronada por una cruz».

La Virgen del Quinche es Patrona del Ecuador.

17 de noviembre de 2025

17 de noviembre: Santos Mártires Rioplatenses

 

La Iglesia honra hoy a los tres primeros mártires de América que alcanzaron el honor de los altares: Roque González,  Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo, que murieron por Cristo en 1628.

Los dos primeros están consignados en el Martirologio el 15 de noviembre y el tercero en el día de hoy; pero en la Liturgia propia de las naciones rioplatenses se los celebra conjuntamente a los tres en el día de la fecha.

Fueron beatificados en 1934 y canonizados el 16 de mayo de 1988 en el Paraguay por el papa Juan Pablo II.  De su homilía en el rito de canonización entresacamos los párrafos que siguen:

«Como Sucesor del Apóstol Pedro, tengo la dicha de celebrar esta Eucaristía, en la que son elevados a los altares un hijo de esta querida ciudad de Asunción, el padre Roque González de Santa Cruz –primer santo de este queridísimo Paraguay–, y sus dos compañeros, los padres Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo, nacidos en tierras de España, en Zamora el primero y en Belmonte (Cuenca) el segundo, los cuales, por amor a Dios y a los hombres, vertieron su sangre en tierras americanas.

Todos ellos gastaron su vida en cumplir el mandato de Cristo de anunciar su mensaje “hasta los confines de la tierra” (Hch 1, 8). La fuerza salvadora y liberadora del Evangelio se hizo vida en estos tres abnegados sacerdotes jesuitas que la Iglesia en este día presenta como modelos de evangelizadores. Su inquebrantable fe en Dios, alimentada en todo momento por una profunda vida interior, fue la gran fuerza que sostuvo a estos pioneros del Evangelio en tierras americanas. Su celo por las almas les llevó a hacer cuanto estuvo en sus manos por servir a los más pobres y abandonados. Todos sus encomiables trabajos en favor de aquellas poblaciones –tan necesitadas de ayuda espiritual y humana–, todas sus fatigas y sufrimientos tuvieron como único objetivo el transmitir el gran tesoro de que eran portadores: la fe en Jesucristo, salvador y liberador del hombre, vencedor del pecado y de la muerte».  (...)



«Sabiéndose responsables en cuanto a la necesidad de custodiar la dignidad humana en aquel momento de la historia, el padre Roque González, el padre Alfonso Rodríguez, el padre Juan del Castillo y tantos otros cristianos, afrontaron el tremendo desafío que había supuesto el descubrimiento del llamado Nuevo Mundo. Convencidos de que el Evangelio es mensaje de amor y de libertad, procuraron dar a conocer “la verdad en Cristo Jesús” (Ef 4, 21)  a lo largo y a lo ancho de estas tierras. Respondiendo al llamado del Señor que los invitaba a hacer discípulos en todas las naciones, quisieron repetir a los pueblos recién conocidos las palabras de San Pablo a los Efesios: “Dejad que el espíritu renueve vuestra mentalidad, y vestíos de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas” (Ibíd. 4, 24). 

En su afán de ganar almas para Cristo, el padre Roque y sus compañeros recorrieron todas estas tierras desde el estuario del Plata hasta las nacientes de los ríos Paraná y Uruguay, y hasta las sierras de Mbaracayú en el Alto Paraguay, afrontando todo tipo de incomodidades y peligros. Infatigables en la predicación, austeros en su vida personal, el amor a Cristo y a los indígenas les llevó a abrir caminos nuevos y levantar reducciones que facilitaran la difusión de la fe y aseguraran condiciones de vida dignas a sus hermanos».

La imagen de los Mártires Rioplatenses se venera en la iglesia Regina Martyrum, donde tomamos las fotos en 2017.

15 de noviembre de 2025

15 de noviembre: San Alberto Magno

En 2016 nos referimos a San Alberto Magno mostrando una imagen en la que el santo tenía una mitra a sus pies, lo que alude al hecho de que fue Obispo de Ratisbona, pero renunció a sus sede al poco tiempo pues quería dedicarse "a enseñar y  escribir", como relata la nota hagiográfica del "Misal Romano Diario y Devocionario" del padre Natalio Díaz que copiamos más abajo. Pero en la imagen de hoy, en cambio, aparece tocado de mitra y portando báculo; en la mano izquierda, además, lleva una esfera armilar, que indica la preocupación del santo por el estudio del cosmos.


La imagen de hoy pertenece a la Basílica de Santo Domingo  de San Miguel de Tucumán; tomamos  la foto en 2019. San Alberto aparece allí junto a Santo Tomás de Aquino, que está en la hornacina central; del otro lado está San Vicente Ferrer.

San Alberto Magno «era alemán y nació en el castillo de Bollstädt. En su juventud es aficionado  a la caza. Noble y rico, quiere ser también sabio, y se pone a estudiar con pasión. Estando en la universidad de Padua estudiando, oye predicar a Jordán de Sajonia, y decide ser, además de sabio, santo. Tenía treinta años cuando ingresó en la Orden de Santo Domingo recién fundada. Su alma cándida fué reciamente combatida, ya por el orgullo, ya por la humildad misma: unas veces el no poder igualar en el estudio a sus condiscípulos hería su amor propio; otras, un pensamiento de su inutilidad le movía a abandonar una Orden cuyo principal empleo es la adquisición de las ciencias. Pero dedicándose Alberto no menos a la oración que al estudio, adquirió la ciencia humana por medio de la sabiduría de Dios. Su inteligencia privilegiada le hace poseer el gusto de las bellas artes y descollar en las ciencias naturales, pero sobre todo en la especulación filosófica y la sagrada teología. La universidad de París, la más célebre entonces de todas las del mundo, oyó con admiración a este sabio, como derramando de su elocuente boca un río caudaloso de ciencia y de doctrina. Tuvo por discípulo a Santo Tomás de Aquino. En 1260 es nombrado Obispo de Ratisbona, y entra de noche y ocultamente en la ciudad, esquivando toda pompa y aplauso; pero a los dos años renuncia para dedicarse a enseñar y escribir, y cumplir algunas legaciones pontificias.

Considerando el catálogo de las numerosas obras que escribió, sorprende ver a un hombre que es al mismo tiempo teólogo, filósofo, escriturario, fisiólogo, médico, naturalista, filólogo, literato, moralista, orador, matemático y artista.

Murió en el año 1280, a los ochenta y siete de edad. El Papa Pio XII le nombró celestial Patrono de los que se dedican al cultivo de las ciencias naturales».

13 de noviembre de 2025

13 de noviembre: San Diego de Alcalá


San Diego de Alcalá «murió el 12 de noviembre y los franciscanos celebran su memoria el 13 del mismo mes»Aquí tomamos en esta ocasión esta última fecha, y lhonramos con fotos que tomamos en la restaurada Basílica de San Francisco de Asís al día siguiente de su reapertura, en septiembre del año pasado. Todos los textos entrecomillados proceden textualmente del "Año Cristiano Franciscano".

«Nació en San Nicolás del Puerto (Sevilla) hacia 1400, de familia humilde. Muy joven abrazó la vida eremítica en la serranía de Córdoba, entregándose a la oración y al trabajo. 

A la edad de 30 años ingresó en la Orden franciscana como hermano laico; era analfabeto y se dedicó a los oficios más humildes como hortelano, enfermero, portero. Residió en varios conventos de su Provincia, promoviendo con su ejemplo el movimiento de la observancia. 

En 1441 partió como misionero a las islas Canarias, donde evangelizó, enseñó a cultivar la tierra y defendió los derechos de los nativos; lo nombraron superior del convento de Fuerteventura, pero se vio abrumado de dificultades. 

En 1450 se trasladó a Roma, donde atendió a apestados, a pobres y enfermos, curando con su oración a muchos. 

Pasó sus últimos años en Alcalá de Henares (Madrid), edificando a todos con su santidad y sabiduría evangélica. También es famoso por los milagros que Dios obró por su medio. 

Murió en Alcalá el 12 de noviembre de 1463».


El mismo sitio franciscano de donde tomamos su biografía aporta también esta oración en honor de San Diego:


Dios omnipotente, 
que derribas del trono a los poderosos 
y enalteces a los humildes, 
concédenos imitar la humildad 
de san Diego de Alcalá, 
para hacernos partícipes de su gloria en el cielo. 
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Como dijimos, se le atribuyeron milagros en vida, pero también después de muerto. El rey Felipe II  (1527-1598, Rey de España desde 1556), que obtuvo un milagro por intercesión del hermano Diego en favor de su hijo, solicitó su canonización. Diego de Alcalá fue declarado santo por Sixto V  el 2 de julio de 1588, lo que dio motivo a grandes  fiestas en España. 


12 de noviembre de 2025

12 de noviembre: San Josafat

 

Incorporamos hoy un nuevo santo a la amplísima lista de bienaventurados que, "al rirmo del Año Litúrgico", han aparecido en este blog. Hoy por primera vez nos referiremos a San Josafat, obispo y mártir. Lo hacemos a través de una reliquia de su cuerpo, que se conserva en la Basílica del Espíritu Santo de la ciudad de Buenos Aires

De este modo lo menciona el Martirologio: «Memoria de San Josafat (Juan) Kuncewicz, obispo de Polotsk, en Rutenia, y mártir, que con ardor incesante impulsó a su pueblo hacia la unidad católica, cultivó con piadosa dedicación el rito bizantino-eslavo en Witebsk, que entonces estaba bajo la jurisdicción de Polonia, y, cruelmente perseguido por una chusma enemiga, murió por la unidad de la Iglesia y la defensa de la verdad católica»

Decía el Misal Diario para América del padre Andrés Azcárate: «Josafat, de noble familia polaca, abrazó la vida monástica a los 20 años en un monasterio basiliano. Fué nombrado archimandrita de Vila y después arzobispo de Polok. Trabajó infatigablemente por la unión de los cismáticos y su vuelta a Roma. Su celo por la causa romana concitó los odios de los herejes rutenos, que lo asesinaron en 1623, alcanzando con su muerte la conversión de sus asesinos. San Josafat es el gran mártir de la unión de las iglesias».

Del mismo libro, publicado en 1956, tomamos la Oración Colecta:



Te rogamos, Señor, que excites en tu Iglesia aquel Espíritu lleno del cual tu Mártir y Pontífice San Josafat dio su vida por sus ovejas, a fin de que, movidos y fortalecidos por el mismo Espíritu, no temamos dar nuestra vida por los hermanos.

8 de noviembre de 2025

Santa María "en sábado"

Celebramos esta Memoria de Santa María "en sábado" con una imagen de una advocación que se ha hecho popular en los últimos años en la Argentina: la Virgen Desatanudos.

Esta devoción ("Maria Knotenlöserin") comenzó en Alemania.  La pintura original, de comienzos del siglo XVIII, se encuentra en la iglesia de San Peter am Perlach, en Augsburgo. Es obra de Johann Melchior Georg Schmittdner.

La pintura nos muestra a la Virgen María rodeada de ángeles que la asisten; a su izquierda un ángel le alcanza una cinta enredada y llena de nudos, y a su derecha otro recoge la cinta ya desatada por María.

La Virgen Desatanudos fue entronizada en la iglesia de San José del Talar el 8 de diciembre de 1996.  El ocho de cada mes numerosos peregrinos acuden al lugar.  

Nosotros también publicamos esta entrada un día 8, y justamente al comienzo del Mes de María.

6 de noviembre de 2025

6 de noviembre: Beato Juan Pérez Rodríguez

Se conmemoran litúrgicamente en esta fecha todos los mártires, santos y beatos, que en España, en el siglo XX, dieron su testimonio de fe. 

Entre ellos hay que mencionar especialmente al Beato Juan Pérez Rodríguez, presbítero agustino que entre 1912 y 1918 fue párroco de la iglesia de San Miguel Arcángel en la ciudad de Paraná y murió mártir durante la persecución a la Iglesia Católica en ocasión de la Guerra Civil Española.


En la mencionada iglesia paranaense se exhibe la imagen del beato, junto a la silueta del templo. Tomamos la foto en 2018.

Juan Pérez Rodríguez fue beatificado en 2007 junto a otros 497 mártires de la Guerra Civil Española. En la ceremonia de beatificación dijo el cardenal Saraiva Martins:

(...) El Catecismo de la Iglesia católica afirma: "El martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe" (n. 2473). En efecto, seguir a Jesús significa seguirlo también en el dolor y aceptar las persecuciones por amor del Evangelio (cf. Mt 24, 9-14; Mc 13, 9-13; Lc 21, 12-19): "Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre" (Mc 13, 13; cf. Jn 15, 21). Cristo nos había anticipado que nuestras vidas estarían vinculadas a su destino.

(...) 

Los mártires no consiguieron la gloria sólo para sí mismos. Su sangre, que empapó la tierra, fue riego que produjo fecundidad y abundancia de frutos. Así lo expresaba, invitándonos a conservar la memoria de los mártires, el Santo Padre Juan Pablo II en uno de sus discursos: "Si se perdiera la memoria de los cristianos que han entregado su vida por confesar la fe, el tiempo presente, con sus proyectos y sus ideales, perdería una de sus características más valiosas, ya que los grandes valores humanos y religiosos dejarían de estar corroborados por un testimonio concreto inscrito en la historia" ¹ (...)



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¹ Juan Pablo II: Discurso a los participantes en la VIII sesión pública de las Academias pontificias, 3 de noviembre de 2003, n. 2: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 21 de noviembre de 2003, p. 6