18 de septiembre de 2025

Jueves de la Semana XXIV Durante el Año

Este es el texto evangélico que se lee hoy, Jueves de la Semana XXIV del Tiempo Ordinario:

Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume.

Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!».

Pero Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte».

«Di, Maestro!», respondió él.

«Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos amará más?».

Simón contestó:

«Pienso que aquel a quien perdonó más».

Jesús le dijo: «Has juzgado bien».

Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: 

«¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor».

Después dijo a la mujer: «Tus pecados te son perdonados».

Los invitados pensaron: «¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?».

Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz».


La escena está bellamente representada en un vitral (sin luz exterior) de la Basílica de la Merced, el cual además recoge dos frases del Maestro en la perícopa: "Los pecados te son personados"; "Tu fe te ha salvado".

17 de septiembre de 2025

17 de septiembre: San Roberto Belarmino

Este gran obispo y Doctor de la Iglesia, considerado como uno de los principales ejecutores de la Contrarreforma, nació en 1542 en Montepulciano (Toscana), de noble familia. 

Era sobrino del papa Marcelo II. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1560. Fue el primer profesor jesuita de la Universidad de Lovaina, donde impartió clases de teología durante seis años.

Trasladado a Roma como director espiritual del Colegio Romano, pasó después a ser rector del mismo. En 1594 fue nombrado provincial de los jesuitas. 

Fue llamado a ser teólogo particular del papa y consultor del Santo Oficio. Durante este tiempo no sólo fue hombre de curia, sino que compuso sus famosos catecismos: el Gran Catecismo y el Pequeño Catecismo, obras de influencia en la educación cristiana junto al catecismo del Concilio de Trento.

Nombrado cardenal en 1599, vivió prácticamente al servicio de la Iglesia el resto de sus días como teólogo oficial de la Congregación del Santo Oficio, desarrollando una intensa actividad de escritor, de diplomático y hasta de político.

De Belarmino se dijo «que no había otro hombre igual a él en la doctrina». Hoy se lo reconoce como el gran defensor de la Iglesia de Roma frente al protestantismo. Su obra principal, Disputationes de Controversiis Christianae Fidei (1586-1593), lo  hace uno de los grandes teólogos de la escolástica tardía. De vida intachable, fue un teólogo sincero y ejemplar, sin miedo a expresar sus convicciones. 

Retirado en 1621 a la casa noviciado de los jesuitas, falleció el 17 de septiembre del mismo año después de recitar el Credo de los Apóstoles. Fue canonizado en 1930 y declarado Doctor de la Iglesia al año siguiente. 


Las imágenes que vemos en esta entrada corresponden a una imagen suya que se venera en la porteña iglesia del Salvador. Tomamos la primera foto en 2015 y la segunda en 2022.

14 de septiembre de 2025

14 de septiembre: Fiesta de la Exaltación de la Cruz

 


La Exaltación de la Cruz, por ser fiesta del Señor, prevalece sobre el domingo del Tiempo Ordinario. 

La celebramos con fotos del hermoso crucifijo que preside la capilla Nuestro Señor de la Salud, ubicada en Anchorena al 1500  de la ciudad de Buenos Aires, templo que hoy visitamos por primera vez en este blog. Las fotografías son de septiembre del año pasado.



Completamos esta entrada con un himno a la Cruz, del Himnario Armenio, que tomamos de un boletín del Grupo de Oración "Nuestra Señora de Narek" de la parroquia armenia católica de Buenos Aires, publicado en 1991.

DIOS DE NUESTROS PADRES, 
    hoy, con tu venerable Cruz, diste Vida a tu pueblo. 
    Ella es Cetro de Poder y Árbol de Vida. 

DIOS DE NUESTROS PADRES, 
    por medio de este Árbol   nos diste la inmortalidad, 
    librándonos del fruto de la muerte. 
    Te alzaste en medio de la iniquidad, 
    mirando hacia la Ciudad Santa. 

DIOS DE NUESTROS PADRES, 
    Tú, Cristo, te elevaste voluntariamente sobre la Cruz, 
    y abriste tus brazos 
    para acoger a la humanidad alejada de Ti.

DIOS DE NUESTROS PADRES, 
    bendecid al Señor, glorificadle más y más aún. 
    Hoy el Hijo Unigénito tendió sus brazos inmaculados 
    sobre la Santa Cruz. 

GLORIFICADLE MÁS Y MÁS AUN, 
    porque venció la muerte con su poder maravilloso, 
    dándole al mundo la salvación y la Vida Eterna. 
GLORIFICADLE MÁS Y MÁS AUN. 
    
Madero, cuna de muerte, 
    te transformaste en Árbol de Vida 
    y fructificaste en Cristo. 
PROTEGE Y CONSERVA LA ALIANZA CON TU PUEBLO. 

Madero que abriste para nosotros el camino 
    hacia el 'Árbol de Vida' custodiado por los serafines. 
    
Árbol Redentor, que libraste a la humanidad caída, 
    te adoran todos tus fieles.
PROTEGE Y CONSERVA LA ALIANZA CON TU PUEBLO. 


13 de septiembre de 2025

13 de septiembre: San Juan Crisóstomo

A la extraordinaria figura de San Juan Crisóstomo nos hemos referido en las entradas de los años 2017, 2021 y 2023.

Hoy nos limitaremos a transcribir uno de los numerosos textos de su autoría que se lee en la Liturgia de las Horas: De las homilías sobre la primera carta a los Corintios (Homilía 4,3.4: PG 61,34-36):


«El mensaje de la cruz, anunciado por unos hombres sin cultura, tuvo una virtud persuasiva que alcanzó a todo el orbe de la tierra; y se trataba de un mensaje que no se refería a cosas sin importancia, sino a Dios y a la verdadera religión, a una vida conforme al Evangelio y al futuro juicio, un mensaje que convirtió en sabios a unos hombres rudos e ignorantes. Ello nos demuestra que lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

¿En qué sentido es más fuerte? En cuanto que invadió el orbe entero y sometió a todos los hombres, produciendo un efecto contrario al que pretendían todos aquellos que se esforzaban en extinguir el nombre del Crucificado, ya que hizo, en efecto, que este nombre obtuviera un mayor lustre y difusión. Ellos, por el contrario, desaparecieron y, aun durante el tiempo en que estuvieron vivos, nada pudieron contra un muerto. Por esto, cuando un pagano dice de mí que estoy muerto, es cuando muestra su gran necedad; cuando él me considera un necio, es cuando mi sabiduría se muestra superior a la suya; cuando me considera débil, es cuando él se muestra más débil que yo. Porque ni los filósofos, ni los maestros, ni mente humana alguna hubiera podido siquiera imaginar todo lo que eran capaces de hacer unos simples publicanos y pescadores.

Pensando en esto, decía Pablo: Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Esta fuerza de la predicación divina la demuestran los hechos siguientes. ¿De dónde les vino a aquellos doce hombres, ignorantes, que vivían junto a lagos, ríos y desiertos, el acometer una obra de tan grandes proporciones y el enfrentarse con todo el mundo, ellos, que seguramente no habían ido nunca a la ciudad ni se habían presentado en público? Y más, si tenemos en cuenta que eran miedosos y apocados, como sabemos por la descripción que de ellos nos hace el evangelista, que no quiso disimular sus defectos, lo cual constituye la mayor garantía de su veracidad. ¿Qué nos dice de ellos? Que, cuando Cristo fue apresado, unos huyeron y otro, el primero entre ellos, lo negó, a pesar de todos los milagros que habían presenciado.

¿Cómo se explica, pues, que aquellos que, mientras Cristo vivía, sucumbieron al ataque de los judíos, después una vez muerto y sepultado, se enfrentaran contra el mundo entero, si no es por el hecho de su resurrección, que algunos niegan, y porque les habló y les infundió ánimos? De lo contrario, se hubieran dicho: "¿Qué es esto? No pudo salvarse a sí mismo, y ¿nos va a proteger a nosotros? Cuando estaba vivo, no se ayudó a sí mismo, y ¿ahora, que está muerto, nos tenderá una mano? Él, mientras vivía, no convenció a nadie, y ¿nosotros, con sólo pronunciar su nombre, persuadiremos a todo el mundo? No sólo hacer, sino pensar algo semejante sería una cosa irracional".

Todo lo cual es prueba evidente de que, si no lo hubieran visto resucitado y no hubieran tenido pruebas bien claras de su poder, no se hubieran lanzado a una aventura tan arriesgada».

Un bello vitral de la Basílica de Nuestra Señora de Luján representa a Juan Crisóstomo con paramentos episcopales. 

10 de septiembre de 2025

10 de septiembre: San Nicolás de Tolentino

 

En 2018 y en 2021 nos ocupamos de este santo presbítero, religioso de la Orden de Ermitaños de San Agustín, nacido hacia 1245 y muerto en 1305.

Hoy nos centraremos en un elemento iconográfico típico del santo: la estrella con la que es representado, y que en la imagen que vemos junto a estas líneas aparece sobre su pecho.

Para ello recurrimos a un sitio oficial de los Agustinos Recoletos:

«San Nicolás de Tolentino siempre es representado con una estrella. Tiene que ver con una historia ocurrida los últimos meses de vida del santo agustino. En el día de su festividad, recordamos esta anécdota que le hace ser el ‘Santo de la Estrella’.

(...) 

Una noche, tras haber estado orando varias horas, mientras se encontraba en un duermevela místico, observó en el cielo una estrella muy brillante. Según relata la leyenda, se encontraba justo sobre su pueblo natal: Sant’Angelo in Pontano (Italia). Impresionado por lo que estaba presenciando, vio cómo la estrella descendía hacia el pueblo, a la vez que aumentaba su brillo. Tras posarse sobre el pueblo, ascendía de nuevo y continuaba su trayectoria hasta el convento de Tolentino, donde se encontraba. Así ocurrió varias noches. San Nicolás seguía todas las noches el curso de la estrella, siempre el mismo.

Intuía que lo que veía cada noche se trataba de un signo importante, aunque no era capaz de interpretarlo. Al fin se decidió a consultar a un religioso de la comunidad de Tolentino, quien le respondió: «La estrella es símbolo de tu santidad. En el sitio donde se detiene se abrirá pronto una tumba; es tu tumba, que será bendecida en todo el mundo como manantial de prodigios, gracias y favores celestiales». No obstante, no se atrevía a dar credibilidad a lo que escuchaba.

A partir de ese día dejó de ver la estrella durante la noche y la veía durante el día, con la claridad del sol. Cuando iba a celebrar la eucaristía, la encontraba esperándole a la puerta del oratorio. Lo precedía al altar y allí, sobre los candelabros, se mantenía toda la misa. Cuando el santo, tras la acción de gracias, se levantaba para salir, la estrella desaparecía.

La estrella marcaba el final en el Señor, hecho Eucaristía. Nicolás estaba llegando a la meta. «A los veinte años de la muerte del santo –diría su primer biógrafo–, el día del aniversario aún se hacía visible sobre el altar la estrella, y miles de peregrinos acudían a contemplarla».

Es por eso que en la iconografía y en la fe del pueblo, San Nicolás de Tolentino es el Santo de la estrella. Desde entonces, este signo celeste de su santidad ha orientado hacia Dios muchas miradas, y hacia el cielo muchas vidas».

La imagen de la entrada de hoy se encuentra en la iglesia  de Nuestra Señora del Carmen de la localidad de Chivilcoy y la fotografiamos en septiembre de 2023.

8 de septiembre de 2025

8 de septiembre: Nuestra Señora del Socorro

Honramos a Nuestra Señora del Socorro en la fecha que le asigna el cartel ubicado junto a la iglesia que la tiene como Titular en la localidad bonaerense de San Pedro.


El templo de Nuestra Señora del Socorro está situado en la Plaza Constitución, en el casco histórico de la ciudad de San Pedro. 

La Virgen María en esa advocación fue declarada Patrona de la ciudad en el año 1763.


En la página de la parroquia se informa lo siguiente:

Su imagen es antiquísima, pequeña, “de vestir”.

Tiene el Niño Jesús en sus brazos y se halla sentada en una sillita de madera, la que en un tiempo luciera ornamentos de plata labrada.

Fue traída de Oruro (Bolivia) por el hermano de la Orden Franciscana, Fray Alonso del Pozo, en 1760, con la expresa condición de ser Patrona de la nueva iglesia.

Las muchas alhajas y ofrendas con que contara la Patrona fueron robadas por los portugueses en la oportunidad en que asaltaron, saquearon e incendiaron, en 1813, el pueblo de San Pedro.

Esta imagen fue retirada, para restaurar, el 13 de octubre de 1985. Fue llevada a Buenos Aires, donde especialistas realizaron el trabajo en la Virgen y en el Niño.

Se terminó la tarea encomendada el 20 de diciembre de ese mismo año y se reentronizó el 24 de diciembre.

El vestido que lució el día de la consagración del Templo, fue confeccionado en 1940.

5 de septiembre de 2025

5 de septiembre: Nuestra Señora de los Scouts

 

Innumerables son las advocaciones con las que es conocida la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios.

Entre ellas se encuentra la que compartimos hoy: Nuestra Señora de los Scouts.

La historia de esta imagen se remota a una visión que en 1937 tuvo el padre Reginaldo Farías, por entonces capellán del grupo scout "Cadetes de San Martín", de la ciudad de Mendoza. En la visión se presentaba la Virgen llevando en sus brazos al Niño Jesús y siendo venerada por un grupo de scouts.

Inspirada en esa visión, la hermana Margarita Toro Aguirre, de la Congregación Educativa Compañía de María, también de Mendoza, pintó en 1943 la imagen original, en un cuadro lleno de simbolismos.

La obra está dividida en dos espacios. Desde la mitad hasta la parte superior, se evoca el mundo espiritual y sobrenatural destacándose la Virgen María con el Niño Jesús, y los jóvenes scouts que la rodean en actitud orante.

En la parte inferior, la religiosa pintó un lago en calma y una barca que representa a la Iglesia; también está representada la naturaleza como obra de Dios confiada a los hombres. Hay árboles de diferentes regiones geográficas, para representar a los scouts presentes en todo el mundo.

Toda la obra se enmarca en una noche de campamento con la luna llena que ilumina la escena, y es también un símbolo mariano.

Al costado superior izquierdo aparece un scout luchando contra el dragón, para representar la lucha contra el mal así como la leyenda de San Jorge, patrono mundial de los scouts. En esta lucha el joven utiliza el pañuelo,  el estandarte que trae dibujada la flor de lis,  y su bordón. 

En el cuadro también aparecen otros dos elementos: el fuego, que evoca al Espíritu Santo y el Guía de Patrulla, que es el "Buen Pastor" que orienta a la tropa, es decir a las ovejas que se le han encomendado.

La imagen se hizo más conocida a partir de 1980, cuando durante el Año Mariano Nacional los scouts católicos se consagraron a la Virgen de los Scouts.

En 2019 nos ocupamos de esta advocación, pero en una memoria sabatina mariana. Sin embargo, según las fuentes ahora consultadas, la memoria de Nuestra Señora de los Scouts se celebra hoy, en coincidencia con el Día del Scout. La imagen que vemos hoy se venera en la iglesia de la Inmaculada Concepción, donde la fotografiamos en 2023.