15 de mayo de 2016

Solemnidad de Pentecostés



Fotos que tomé en la iglesia castrense de Nuestra Señora de Luján, sobre la avenida Cabildo, ilustran el contenido de la Solemnidad de Pentecostés, que celebramos hoy.



Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.

De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban.

Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos.

Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.

Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo.

Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.

Con gran admiración y estupor decían: 

«¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos?
¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua?
Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor,en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma,  judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios».


Próxima entrada: 16 de mayo (María, Madre de la Iglesia)

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