El Martirologio Romano registra hoy el tránsito -en Palermo, ciudad de Sicilia-, de «San Benito Massarari, denominado el «Negro» por el color de su piel. Fue primero eremita, y entró después en la Orden de los Hermanos Menores. Se mostró siempre humilde en todo y lleno de fe en la divina Providencia».
Benito nació hacia 1526 en un pueblito cerca de Messina, en Sicilia. Sus padres habían nacido en África y eran esclavos de un rico propietario, cuyo apellido adoptaron, conforme la costumbre de la época. Su amo les había prometido la libertad de Benito, que era el hijo mayor.
Ya de niño, por su piedad y amabilidad, Benito era llamado «il moro santo» (el negro santo), apodo que conservó toda su vida.
Cuando contaba alrededor de 21 años, Benito vendió sus escasas posesiones y fue a reunirse con un grupo de ermitaños que procuraban imitar a San Francisco. Los ermitaños cambiaron varias veces de residencia y finalmente se establecieron en Montepellegrino, cerca de Palermo. Benito llegó a ser superior de la comunidad.
Cuando Benito tenía más o menos 38 años, el Papa ordenó a los ermitaños que se dispersasen o se uniesen a alguna de las órdenes religiosas ya existentes. Por ese motivo, Benito entró como hermano lego en el convento franciscano de Santa María, cerca de Palermo.
En 1578, los Frailes Menores de la Observancia decidieron transformar el convento de Santa María en un monasterio reformado, y eligieron superior a Benito, quien -pese a ser lego y no saber leer ni escribir- ejerció el cargo de un modo excepcional. Pronto se divulgó por toda Sicilia la fama de su santidad. Más tarde, Benito fue nombrado vicario del convento y maestro de novicios, cargos en que también se distinguió. Sin embargo, fue para él una alegría que sus superiores lo relevaran del cargo y lo enviaran de nuevo a la cocina, su primer destino. Sus últimos años, sin perder la austeridad que lo caracterizaba, estuvieron signados por las numerosas visitas que recibía: pobres, enfermos, atribulados...
San Benito murió en 1589, a los 63 años. Fue beatificado en 1743 y canonizado en 1807. Su nombre dio denominación a uno de los principales barrios porteños.
La imagen que vemos se venera en la Basílica del Pilar.
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