San Ángelo, San Ángel de Sicilia, Santo Ángel o San Ángel el Carmelita: se trata de uno de los primeros miembros de la Orden del Carmelo, que conquistó la palma del martirio en Licata, localidad de Sicilia, en el siglo XIII.
Según la tradición, los padres de Ángel eran judíos originarios de Jerusalén, pero se convirtieron al cristianismo gracias a una aparición de la Santísima Virgen. Ángel ingresó al Carmelo y vivió como ermitaño durante cinco años, «al cabo de los cuales se le apareció Jesucristo y le mandó ir a Sicilia, donde le esperaba la corona de un glorioso martirio». En la isla «convirtió a numerosos pecadores con su predicación y milagros. Sólo en Palermo se convirtieron más de 200 judíos. En Licata consiguió un éxito parecido, pero se ganó la enemistad de un tal Berengario, cuyos vicios había denunciado con libertad apostólica. Un día que se hallaba predicando a la multitud, una banda de malhechores, encabezados por Berengario, se abrió paso entre la muchedumbre y le apuñaló. Herido de muerte, san Ángel cayó de rodillas y oró por todo el pueblo, y particularmente por Berengario» (→Fuente).
El culto a San Ángel se difundió entre los carmelitas. Él y San Alberto de Trápani son considerados «padres» de la Orden del Carmelo por ser sus dos primeros miembros en recibir culto como santos.
La iglesia parroquial de San José del Talar, donde obtuvimos la imagen del santo, fue antes un templo de la orden carmelita. «Los primeros Padres de la Orden de los Carmelitas Descalzos habían arribado a Buenos Aires el 10 de febrero de 1899 luego de varios asentamientos y/o fundaciones en el país. En 1905 una bienhechora del Carmelo, Benita Zabala de Bendahán, donó los terrenos donde se construiría el Convento de San José junto con la iglesia del mismo nombre»; en esa época era una zona periférica de Buenos Aires. «Originalmente fue una capilla provisoria cuya fundación se realizó el 26 de septiembre de 1927».
Luego se encaró la construcción de una iglesia y un convento. La piedra fundamental del futuro edificio bendecida por el Cardenal Copello el 16 de julio de 1938 y exactamente un año más tarde, en la fiesta de Nuestra Señora del Carmen de 1939, tuvo lugar la inauguración y bendición del nuevo templo y convento de los Carmelitas Descalzos, levantado en honor a la Virgen del Carmen. Debido a la situación política española, por algún tiempo los superiores de la orden en Andalucía decidieron enviar a Buenos Aires a sus estudiantes.
«Durante sus diez primeros años fue casa de los estudiantes de filosofía y teología. Luego de un tiempo en que ya no había formados, la casa se destinó en abril de 1946 para Colegio Teresiano». El colegio fue trasladado más tarde a Rosario, por lo cual se decidió levantar la fundación y el conjunto edilicio fue vendido a las Hermanas Pías Discípulas del Divino Maestro, a quienes, posteriormente, les fue pedido el templo por la Arquidiócesis de Buenos Aires para convertirlo en sede parroquial
Esta historia explica por qué el templo de San José del Talar tiene tantos símbolos e imágenes carmelitas. Allí tomé las fotos en noviembre de 2017.
Próxima entrada: 8 de mayo - Nuestra Señora de Luján
Próxima entrada: 8 de mayo - Nuestra Señora de Luján
No hay comentarios:
Publicar un comentario