El 15 de enero de 1909, en la aldea de Steyl, en los Países Bajos, murió Arnoldo Janssen, presbítero, quien, para difundir la fe, a través de las misiones "ad gentes", fundó en 1875 la Sociedad del Verbo Divino.
Había nacido en Goch, Alemania, en 1837, segundo entre diez hermanos. Vivió en un hogar donde se vivía una profunda religiosidad.
El 15 de agosto de 1861 fue ordenado sacerdote para la diócesis de Münster y fue asignado a enseñar Ciencias Naturales y Matemáticas en una escuela secundaria.
Por su profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue nombrado director diocesano del Apostolado de la Oración. Poco a poco crecieron su conciencia de las necesidades espirituales de aquellos que estaban más allá de los límites de su propia diócesis, y su preocupación por la misión universal de la Iglesia. Decidió dedicar su vida a despertar en la iglesia alemana la conciencia de su responsabilidad misionera. Con este objetivo en mente, en 1873 renunció a su cargo docente y fundó «El pequeño mensajero del Corazón de Jesús». En esta revista mensual ofrecía noticias misionales y animaba a los católicos de lengua alemana a hacer más por las misiones. Eran tiempos difíciles para la iglesia en Alemania, a causa del «Kulturkampf» («batalla por la cultura»), que implicaba una serie de leyes anti-católicas, la expulsión de sacerdotes y religiosos y el encarcelamiento de varios obispos. Arnoldo Janssen sugirió que tal vez algunos de los sacerdotes expulsados podrían ser enviados a las misiones o ayudar en la preparación de misioneros. Poco a poco, Arnoldo fue descubriendo que era él el llamado a cumplir esa difícil tarea.
El 8 de septiembre de 1875, Arnoldo inauguró la casa misional en Steyl (Holanda): esa es la fecha fundacional de la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino. Menos de cuatro años después, en marzo de 1879, partieron los dos primeros misioneros hacia China: Juan Bautista Anzer y José Freinademetz.
En 1889 decidió fundar una congregación femenina, las Siervas del Espíritu Santo. Las primeras Hermanas misioneras tuvieron como destino la Argentina en 1895.
En 1896, San Arnoldo eligió a algunas de las Hermanas para formar una rama de clausura, las Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua. Su servicio a la misión sería rezar día y noche por la Iglesia y especialmente por las otras dos congregaciones misioneras, manteniendo un servicio ininterrumpido de adoración al Santísimo Sacramento.
A la muerte de Arnoldo, su obra ya había cobrado una dimensión inimaginable. Hoy, más de 6.000 misioneros del Verbo Divino trabajan en 63 países; las misioneras Siervas del Espíritu Santo son más de 3.800 hermanas y más de 400 las Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua.
Fue beatificado en 1975 por Pablo VI y fue canonizado en 2003 por Juan Pablo II.
La imagen que elegimos corresponde a una bella estatua que se venera desde 1975 en la Basílica del Espíritu Santo, sede de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, atendida "ad nutum Sanctae Sedis" por los Misioneros del Verbo Divino.
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