La tradición les asigna los nombres de Joaquín y Ana a los padres de la Virgen María; varios textos apócrifos dan detalles de sus vidas que, aunque legendarios, alimentan piadosamente la devoción popular.
Honramos a San Joaquín y Santa Ana con una foto que tomé hace ya varios años en la iglesia porteña dedicada al Patrocinio de San José. Un hermoso mosaico muestra a la Virgen con el Niño, flanqueada por sus padres, y ambos lados sendos ángeles.
Del libro "Santos del Calendario Romano", de Enzo Lodi, transcribimos a continuación el Prefacio del Misal Ambrosiano (II, 374) para esta celebración de hoy:
Nosotros te ensalzamos en la gozosa memoria
de san Joaquín y santa Ana,
adorando el amoroso designo con que tu misericordia
ejecutó la redención del género humano.
Tú elegiste con predilección singular
a un pueblo para que fuese tuyo
y estableciste con él desde los tiempos más antiguos
una estrecha alianza,
figura de aquella otra, nueva y perfecta,
ofrecida a todos los pueblos de la tierra.
Y cuando llegó la plenitud de los tiempos
diste a los cónyuges que hoy veneramos
una hija purísima y santa,
la virgen María,
que por tu gracia engendraría
al Salvador para la humanidad perdida.
Próxima entrada: 30 de julio (Santa María en Sábado)
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