27 de junio de 2017

27 de junio: San Cirilo de Alejandría

Cirilo de Alejandría es una de las grandes figuras de la Iglesia de los primeros siglos.

Nacido seguramente en Alejandría en el último tercio del siglo IV, fue elegido para la sede de esa ciudad en 412. Era un hombre firme, imperativo, de acción, pero también un gran pensador y escritor. 

En 428, Nestorio, elegido Patriarca de Constantinopla, comenzó a suscitar polémicas porque -en palabras de Benedicto XVI- "en su predicación prefería para María el título de "Madre de Cristo" (Christotokos), en lugar del de "Madre de Dios" (Theotokos), ya entonces muy querido por la devoción popular. El motivo de esta decisión del obispo Nestorio era su adhesión a la cristología de la tradición antioquena que, para salvaguardar la importancia de la humanidad de Cristo, acababa afirmando su separación de la divinidad. De este modo no era ya verdadera la unión entre Dios y el hombre en Cristo y, por tanto, ya no se podía hablar de 'Madre de Dios".

Cirilo se opuso rotundamente a Nestorio, y tras años de desavenencias doctrinales sobre este punto, el Papa decidió convocar un Concilio Ecuménico en Éfeso, que comenzó en el año 431.

El Concilio de Éfeso, suscribiendo la postura de Cirilo de Alejandría, proclamó la Maternidad Divina de María. 

Cirilo murió el 27 de junio del 444. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1882. 

En su encíclica "Orientalis Ecclesia", emitida con ocasión del XV centenario de la muerte del santo, Pío XII lo llama "auténtica gloria de la Iglesia oriental". Por su parte, en una de sus catequesis dedicadas a los Padres de la Iglesia en 2007, Benedicto XVI evoca los títulos de "custodio de la exactitud" y "sello de los Padres" con que honró a San Cirilo de Alejandría el Oriente griego; también lo llama "un incansable y firme testigo de Jesucristo".


La imagen que ilustra esta entrada puede verse en una de las pechinas de la Basílica de Nuestra Señora del Socorro, en Buenos Aires. Tomé la foto en diciembre de 2015.

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