Visitamos hoy nuevamente, como lo hicimos anteayer, la iglesia porteña dedicada a la Santísima Trinidad (en avenida Cabildo 3680).
El magnífico cuadro ubicado detrás del altar mayor del templo ilustra la entrada de la solemnidad de hoy. La pintura muestra una representación clásica de la Trinidad: el Padre, anciano de larga barba blanca, con cetro real y el mundo en su mano, indicando que es Creador; el Hijo con su rostro tradicional, sosteniendo la Cruz redentora; en medio de ellos, la Paloma que representa al Espíritu santificador.
El magnífico cuadro ubicado detrás del altar mayor del templo ilustra la entrada de la solemnidad de hoy. La pintura muestra una representación clásica de la Trinidad: el Padre, anciano de larga barba blanca, con cetro real y el mundo en su mano, indicando que es Creador; el Hijo con su rostro tradicional, sosteniendo la Cruz redentora; en medio de ellos, la Paloma que representa al Espíritu santificador.
De entre tantos santos especialmente devotos de la Santísima Trinidad, elegimos en esta ocasión a San Arnoldo Janssen; una de sus oraciones preferidas nos ayuda a vivir la solemnidad de hoy.
Sea conocido, amado y adorado por los hombres
Dios uno y trino:
la omnipotencia del Padre,
la sabiduría del Hijo
y el amor del Espíritu Santo.
Amén.
Próxima entrada: 13 de junio, San Antonio de Padua
No hay comentarios:
Publicar un comentario