Los apóstoles Simón y Judas son celebrados juntos en la misma fiesta porque, según la tradición, sufrieron el martirio al mismo tiempo en Persia, en donde se encontraban predicando el Evangelio. Sin embargo, no tenemos ningún dato histórico acerca de ninguno de los dos: de Simón, ni siquiera una intervención en el Evangelio; de Judas Tadeo, sólo una, rescatada en el Martirologio:
«Judas -no el Iscariote- le dijo: "Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?" Jesús le respondió: "El que me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él, y habitaremos en él».
En el ábside de la Basílica del Espíritu Santo -en el barrio de Palermo- se hallan representados los Doce Apóstoles con sus atributos iconográficos habituales; Simón y Judas, curiosamente, no están juntos, sino en puntos opuestos del ábside.
El primero lleva un serrucho en alusión al supuesto elemento de su martirio: la tradición refiere que "lo habrían aserrado los adoradores del sol en Persia".
Judas Tadeo, en tanto, "es caracterizado actualmente con preferencia por una maza"; lleva también un libro, en alusión a la epístola cuya autoría se le atribuye.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro,
que nos llevaste al conocimiento de tu nombre
por la predicación de los Apóstoles,
te rogamos que, por intercesión de San Simón y San Judas,
tu Iglesia siga siempre creciendo
con la conversión incesante de los pueblos.
Próxima entrada: 2 de noviembre (Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos)
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