5 de septiembre de 2025

5 de septiembre: Nuestra Señora de los Scouts

 

Innumerables son las advocaciones con las que es conocida la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios.

Entre ellas se encuentra la que compartimos hoy: Nuestra Señora de los Scouts.

La historia de esta imagen se remota a una visión que en 1937 tuvo el padre Reginaldo Farías, por entonces capellán del grupo scout "Cadetes de San Martín", de la ciudad de Mendoza. En la visión se presentaba la Virgen llevando en sus brazos al Niño Jesús y siendo venerada por un grupo de scouts.

Inspirada en esa visión, la hermana Margarita Toro Aguirre, de la Congregación Educativa Compañía de María, también de Mendoza, pintó en 1943 la imagen original, en un cuadro lleno de simbolismos.

La obra está dividida en dos espacios. Desde la mitad hasta la parte superior, se evoca el mundo espiritual y sobrenatural destacándose la Virgen María con el Niño Jesús, y los jóvenes scouts que la rodean en actitud orante.

En la parte inferior, la religiosa pintó un lago en calma y una barca que representa a la Iglesia; también está representada la naturaleza como obra de Dios confiada a los hombres. Hay árboles de diferentes regiones geográficas, para representar a los scouts presentes en todo el mundo.

Toda la obra se enmarca en una noche de campamento con la luna llena que ilumina la escena, y es también un símbolo mariano.

Al costado superior izquierdo aparece un scout luchando contra el dragón, para representar la lucha contra el mal así como la leyenda de San Jorge, patrono mundial de los scouts. En esta lucha el joven utiliza el pañuelo,  el estandarte que trae dibujada la flor de lis,  y su bordón. 

En el cuadro también aparecen otros dos elementos: el fuego, que evoca al Espíritu Santo y el Guía de Patrulla, que es el "Buen Pastor" que orienta a la tropa, es decir a las ovejas que se le han encomendado.

La imagen se hizo más conocida a partir de 1980, cuando durante el Año Mariano Nacional los scouts católicos se consagraron a la Virgen de los Scouts.

En 2019 nos ocupamos de esta advocación, pero en una memoria sabatina mariana. Sin embargo, según las fuentes ahora consultadas, la memoria de Nuestra Señora de los Scouts se celebra hoy, en coincidencia con el Día del Scout. La imagen que vemos hoy se venera en la iglesia de la Inmaculada Concepción, donde la fotografiamos en 2023.

4 de septiembre de 2025

4 de septiembre: Nuestra Señora de la Consolación


Hoy se celebra la Memoria de Nuestra Señora de Consolación. Pese a que en muchas entradas de este blog nos ocupamos de la iglesia porteña consagrada a esa advocación, es la primera vez que nos abocamos directamente a esta denominación mariana especialmente venerada por los agustinos.


Del sitio de la Orden de San Agustín en la Argentina tomamos la siguiente información:

La advocación en el seno de la Orden es antigua. Recordamos la leyenda para centrar luego el interés en los pocos datos que poseemos con carácter histórico. Santa Mónica derramaba muchas lágrimas ante Dios en favor de su hijo Agustín, desviado de la fe que ella le transmitiera en su infancia. La Virgen le habría consolado en su oración ferviente anunciándole la vuelta de su hijo a la Iglesia y le exhortó a expresar su penitencia vistiendo hábito negro y ciñéndose con una correa del mismo color. Hasta aquí la leyenda. Según los datos históricos, en su origen, ningún lazo especial relaciona a esta advocación con la Orden Agustiniana.

Consta que a mediados del siglo XV los agustinos veneraban en el norte de Italia una imagen de María, invocada bajo este nombre. En 1575 la cofradía fundada en Bolonia para dar culto a la Virgen de Consolación se unió a la de los Cinturados de San Agustín. La archicofradía adoptó el título de «Cinturados de San Agustín y de Santa Mónica» bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Consolación. A partir de entonces la devoción y el culto se propagaron constantemente, favorecidos por los Papas y por el celo de los agustinos.

La iconografía tradicional nos muestra a la Virgen con el Niño en brazos, ofreciendo la correa del hábito agustino a San Agustín y su madre Santa Mónica, ambos arrodillados a sus pies. (...)



La fiesta de hoy nos recuerda, como dice la Constitución Dogmática Lumen Gentium (n०. 68), que «la Madre de Jesús, de la misma manera que, glorificada ya en los cielos en cuerpo y en alma, es imagen y principio de la Iglesia que habrá de tener su cumplimiento en la vida futura, así en la tierra precede con su luz al peregrinante Pueblo de Dios como signo de esperanza cierta y de consuelo hasta que llegue el día del Señor (cf. 2 Pe 3,10)».