4 de marzo de 2018

Domingo III de Cuaresma

Hoy, Tercer Domingo de Cuaresma del Ciclo B, se lee un fragmento, tomado del Evangelio según San Juan (2, 13-25), que transcribimos parcialmente aquí (sólo hasta el versículo 21): 

«Se acercaba la Pascua de los judíos. 
Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas.

Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas  y dijo a los vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio».

Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: "El celo por tu Casa me consumirá".

Entonces los judíos le preguntaron: «¿Qué signo nos das para obrar así?». 
Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar».

Los judíos le dijeron: «Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». 
Pero él se refería al templo de su cuerpo».

Una pintura en el techo de la Iglesia del Salvador (Callao y Tucumán) representa este episodio, también recogido en los sinópticos.


Próxima entrada: 7 de marzo (Beata María Antonia de Paz y Figueroa)

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