Hoy se puede celebrar la memoria de Santa María en sábado. Lo hacemos con esta hermosísima imagen que se venera en la Basílica del Santísimo Sacramento. Justamente está representada la Virgen con la advocación de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento (el Niño que está en sus brazos sostiene un cáliz y una hostia), y publicamos esta foto precisamente hoy, ya que mañana se celebra la Solemnidad de Corpus Christi.
“En cierto sentido, María ha practicado su fe eucarística antes incluso de que ésta fuera instituida, por el hecho mismo de haber ofrecido su seno virginal para la encarnación del Verbo de Dios. La Eucaristía, mientras remite a la pasión y la resurrección, está al mismo tiempo en continuidad con la Encarnación. María concibió en la anunciación al Hijo divino, incluso en la realidad física de su cuerpo y su sangre, anticipando en sí lo que en cierta medida se realiza sacramentalmente en todo creyente que recibe, en las especies del pan y del vino, el cuerpo y la sangre del Señor.
Hay, pues, una analogía profunda entre el fiat pronunciado por María a las palabras del Ángel y el amén que cada fiel pronuncia cuando recibe el cuerpo del Señor. A María se le pidió creer que quien concibió «por obra del Espíritu Santo» era el «Hijo de Dios» (cf. Lc 1, 30.35). En continuidad con la fe de la Virgen, en el Misterio eucarístico se nos pide creer que el mismo Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, se hace presente con todo su ser humano-divino en las especies del pan y del vino”.
(San Juan Pablo II, Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 55)
“Esta maternidad suya ha sido comprendida y vivida particularmente por el pueblo cristiano en el sagrado Banquete —celebración litúrgica del misterio de la Redención—, en el cual Cristo, su verdadero cuerpo nacido de María Virgen, se hace presente. Con razón la piedad del pueblo cristiano ha visto siempre un profundo vínculo entre la devoción a la Santísima Virgen y el culto a la Eucaristía; es un hecho de relieve en la liturgia tanto occidental como oriental, en la tradición de las Familias religiosas, en la espiritualidad de los movimientos contemporáneos incluso los juveniles, en la pastoral de los Santuarios marianos. María guía a los fieles a la Eucaristía”.
(San Juan Pablo II, Encíclica Redemptoris Mater, n. 44)
Próxima entrada: 27 de junio, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
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