En esta nueva conmemoración sabatina de la Santísima Virgen compartimos una foto que tomamos en Asunción del Paraguay el 31 de diciembre de 2017.
Se trata de una imagen de la Madre de Dios en una advocación recientemente aprobada: la Virgen María Ama de Casa. En un comunicado oficial de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción, fechado el 8 de marzo de 2016, se informa que aproximadamente desde 2013 «un grupo de mujeres devotas se reunían, encomendaban sus tareas domesticas y sus familias a la Virgen María y tuvieron la necesidad de contar con la advocación de la Virgen María Ama de Casa. El Arzobispo Metropolitano, Monseñor Edmundo Valenzuela a pedido de este grupo de personas aprueba la advocación y la imagen, que tiene a la Virgen con un niño en brazos, una bolsa llena de productos típicos del Paraguay, un cántaro de agua y está vestida con un traje típico de ñanduti que simboliza a las mujeres amas de casa del Paraguay».
Una imagen de esa advocación quedó en aquel momento «a la exposición de todos los fieles a la entrada de la Catedral Metropolitana hasta que el crecimiento de la devoción y la piedad popular permitan su traslado a un futuro oratorio o capilla no definido actualmente». Sin embargo, la imagen que ilustra esta entrada es de otro templo asunceno: el consagrado al Niño Jesús de Praga, de cuyo altar vemos a continuación una foto tomada el mismo día:
«Esta expresión de la religiosidad popular -sigue diciendo el comunicado- goza de la aprobación eclesiástica desde el momento de su bendición», la que tuvo lugar el 7 de marzo de 2016 en una celebración presidida por el Arzobispo Emérito monseñor Pastor Cuquejo. Poco más tarde, según leemos en un sitio de un particular, fue aprobada esta oración a la Virgen María Ama de Casa
Señora: discípula y misionera de tu Hijo Jesús, frente a ti y a tus pies pongo mis tareas, las repetidas, diarias y necesarias labores de la casa, dentro y fuera de ella, y las responsabilidades que tengo con mi familia.
Deseo me ayudes a realizarlas con amor y alegría como tú las hacías para tu Divino Hijo y tu Santo Esposo.
Ayúdame a admirar en cada tarea bien hecha, el brillo del rostro de Dios en las cosas cotidianas.
Ayúdame a mejorar cada día mi vida y la de los que amo, a fin de que el Padre, y Tu Hijo Amantísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, a través de tu mediación, me bendigan hoy y siempre. Amén.
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