El Salmo Responsorial de hoy, Lunes III de Cuaresma, es el bellísimo salmo 41:
Mi alma tiene sed del Dios viviente:
¿cuándo contemplaré el rostro de Dios?
Como la cierva sedienta
busca las corrientes de agua,
así mi alma suspira
por ti, mi Dios.
Mi alma tiene sed de Dios,
del Dios viviente:
¿Cuándo iré a contemplar
el rostro de Dios?
Envíame tu luz y tu verdad:
que ellas me encaminen
y me guíen a tu santa Montaña,
hasta el lugar donde habitas.
Y llegaré al altar de Dios,
el Dios que es la alegría de mi vida;
y te daré gracias con la cítara,
Señor, Dios mío.
La primera estrofa del salmo ("Sicut cervus desiderat ad fontes aquarum ita desiderat anima mea ad te Deus") ha sido representada en numerosas ocasiones en el arte cristiano: uno o dos ciervos beben de una fuente, generalmente de siete chorros, que brota de la cruz o de la Eucaristía. En este caso se trata de un altar de la Basílica de la Merced, en Tucumán. Tomé las fotos en julio de 2019.
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