El 27 de agosto la iglesia ortodoxa venera al «Santo, Glorioso y Gran Mártir Fanurio».
«San Fanurio es uno de los santos más queridos por pueblo griego, que cada año honra y celebra su memoria el 27 de agosto. El conocimiento de este tan querido santo podría describirse sin lugar a dudas como un don de Dios, porque fue desconocido por muchos siglos. Se hizo conocido a partir del descubrimiento accidental del icono en el siglo XIV d.C. en Rodas. Mientras excavaban sobre unas antiguas casas para reforzar el lugar en la parte sur de la antigua muralla, descubrieron una iglesia muy hermosa, que estaba parcialmente enterrada en ruinas. Continuaron excavando hasta el suelo del templo, y encontraron muchos iconos sagrados, todos en muy mal estado, pero un icono de San Fanurio estaba completo y muy bien conservado; de hecho, parecía como si hubiera sido pintado ese mismo día. Y cuando este templo fue descubierto junto con sus sagrados iconos, el entonces Metropolita de Rodas Nilo II el Diasporinos (1355 - 1369 d.C.), un hombre de gran santidad y conocimiento, vino y leyó la inscripción del icono, que decía: "El Santo Fanurio".
En el icono, el santo estaba representado como un joven soldado, sosteniendo en su mano derecha una cruz, sobre la cual había una vela encendida, rodeada de doce imágenes de la vida del santo. Alrededor del perímetro del icono había doce escenas, que mostraban al santo siendo interrogado ante el magistrado; luego en medio de los soldados, que lo golpeaban en la boca y la cabeza con piedras; luego se tendió en el suelo mientras los soldados lo azotaban; luego, desnudo mientras ellos rasgaban su carne con ganchos de hierro; luego encarcelado en una mazmorra; y otra vez de pie ante el tribunal del tirano; luego siendo quemado con velas; luego atado a un poste; luego arrojado en medio de bestias salvajes; luego aplastado por una gran roca; luego de pie frente a ídolos sosteniendo brasas en sus manos, mientras un demonio cercano lloraba y se lamentaba: Y finalmente se le muestra erguido en medio de un horno de fuego, con sus manos elevadas hacia el Cielo. A partir de estas doce escenas representadas en el icono, el metropolita dedujo que se trataba de un gran mártir» y solicitó a los gobernantes de ese lugar que le dieran ese templo para su restauración; como no lo logró, viajó a Constantinopla «y allí obtuvo un decreto que lo facultaba para reconstruir la iglesia», lo que se hizo. Se verificaron allí numerosos milagros.
Esta nota biográfica procede del sitio ortodoxo "La Ortodoxia es la Verdad", que remite a un himno akathisto en honor de San Fanurio, cuyos fragmentos iniciales compartimos:
Condaquio I
Defensor de la Fe Ortodoxa, Gran Mártir Fanurio, llenos de alegría y con el corazón lleno de gratitud por los grandes milagros que Dios obra por medio de tu intercesión, e iluminados por tus martirios te decimos:
Regocíjate, San Fanurio, gran taumaturgo.
Icos I
Una innumerable multitud de creyentes, da testimonio de las maravillas de tus innumerables milagros con los cuales humillaste a los herejes haciendo resplandecer la fe ortodoxa y llenos de regocijo espiritual te dicen:
Regocíjate, gran Mártir de Cristo el Salvador.
Regocíjate, pues innumerables son los que buscan tu intercesión.
Regocíjate, defensor de la Fe Ortodoxa.
Regocíjate, ayuda de los que te suplican.
Regocíjate, tú que derrotas los oscuros razonamientos de los paganos.
Regocíjate, tú que haces resplandecer la verdadera Fe.
Regocíjate, ornamento de los soldados cristianos.
Regocíjate, guerrero victorioso.
Regocíjate, vencedor del maligno.
Regocíjate, maestro de los cristianos.
Regocíjate, tú que iluminas nuestra ignorancia.
Regocíjate, San Fanurio, gran taumaturgo.
Condaquio II
Aunque pobres sean nuestras alabanzas y no seamos capaces de ensalzarte como es debido, acepta las suplicas de aquellos que con el corazón lleno de humildad y amor te dicen: ¡Aleluya!
Icos IILa imagen se venera en el templo ortodoxo griego de Buenos Aires dedicado a la Dormición de la Virgen.
Ninguno de nosotros los pecadores podemos decir que no hayas recibido nuestras oraciones, pues conoces nuestra debilidad intercediendo por nosotros ante Cristo; por ello, agradecidos te decimos:
Regocíjate, tú que fuiste elegido por Dios.
Regocíjate, pues sin el conocimiento filosófico desbarataste los errores de los filósofos.
Regocíjate, tú que nos muestras el tesoro de los mandamientos divinos.
Regocíjate, tú que enseñas las leyes a los legisladores.
Regocíjate, alabanza de padres y maestros.
Regocíjate, ornamento de la Iglesia de Cristo.
Regocíjate, tú que pones en evidencia a los herejes.
Regocíjate, tú que te mostraste lleno de la sabiduría divina.
Regocíjate, tú que resplandeces como luminaria del Espíritu Santo
Regocíjate, valiente luchador del ejército de Cristo.
Regocíjate, ayuda del pueblo ortodoxo.
Regocíjate, San Fanurio, gran taumaturgo.
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