En la fiesta de San Marcos, compartimos esta imagen de un vitral que lo representa -junto a los demás Evangelistas- en la puerta de la iglesia de San Isidro Labrador.
Marcos sostiene su propio Evangelio, señalando la profecía que se lee en las primeras líneas del libro: «Vox clamantis», aludiendo a la frase «Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos».
La Catena Áurea recoge estas palabras de San Jerónimo:
«Marcos evangelista, levita según su linaje, siendo sacerdote en Israel, convertido al Señor, escribió el Evangelio en Italia. En él mostraba lo que Cristo debía a su linaje. Señalaba el principio del orden de la elección levítica, al decir: "Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios". Y comenzaba el Evangelio con una exclamación profética sobre Juan, hijo de Zacarías».
Y San Remigio en la misma obra:
«Se le representa por un león, porque así como éste hace resonar su terrible voz en el desierto, así San Marcos empieza clamando en el desierto: "Voz que clama en el desierto" ( Mc 1,6)».
Oración Colecta:
Dios nuestro, que enalteciste al evangelista San Marcos
con la misión de anunciar la buena noticia de la salvación,
concédenos recibir de tal modo sus enseñanzas
que sigamos fielmente las huellas de Cristo.
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