La Primera Lectura (Hech 2, 36-41) de la Misa de hoy, Martes de la Octava de Pascua, comienza con estas palabras pronunciadas por San Pedro el día de Pentecostés:
«Todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías».
La contraposición crucifixión/glorificación señalada por Pedro en este discurso también aparece en la Secuencia de Pascua, como veremos más abajo, y está plásticamente representada en este "díptico" de vitrales de la iglesia de Lourdes en Santos Lugares.
La muerte y la vida se enfrentaron
en un duelo admirable:
el Rey de la vida estuvo muerto,
y ahora vive.
(Secuencia "Victimae Paschali Laudes")
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