Añadimos una oración que pronunció al final de su homilía, en la misa de beatificación, el cardenal Tarsicio Bertone, Legado del Papa Benedicto XVI. Esa celebración tuvo lugar en Chimpay, diócesis de Viedma, el 11 de noviembre de 2007.
¡Beato Ceferino, nos encomendamos ahora a tu poderosa intercesión: ayúdanos en nuestro camino, para que podamos avanzar también por las sendas de la santidad, fieles a las enseñanzas de Don Bosco.
Tú has alcanzado la cumbre de la perfección evangélica cumpliendo bien los deberes cotidianos. Tú nos recuerdas así que la santidad no es algo excepcional, reservada a un grupo de privilegiados: la santidad es la vocación común de todos los bautizados y la meta laboriosa de la vida cristiana ordinaria.
Ayúdanos a comprender que, por encima de todo, una sola cosa es importante: ser santos, como él, el Señor, es santo.
Beato Ceferino, guíanos con tu mirada sonriente y muéstranos el camino del cielo. Acompáñanos a todos al encuentro de tu amigo Jesús. Amén.
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