En la Iglesia Presbiteriana San Andrés, ubicada en el centro porteño, hay un atril en la forma tradicional de águila, como vemos en la foto.
Cuando visitamos ese templo, el 3 de agosto de 2023, el libro de la Palabra de Dios se encontraba abierto en el comienzo del libro del Eclesiastés. Precisamente un fragmento del primer capítulo de ese libro (1, 2; 2, 21-23) se lee hoy en la liturgia católica:
¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet;
vanidad de vanidades, todo es vanidad!
Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto,
y tiene que dejarle su porción
a uno que no ha trabajado.
También esto es vanidad y grave desgracia.
Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos
y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol?
De día su tarea es sufrir y penar,
de noche no descansa su mente.
También esto es vanidad.