1 de mayo de 2017

1° de mayo: San Peregrino Laziosi

Hoy se recuerda a San Peregrino (Pellegrino) Laziosi "religioso de la Orden de los Siervos de María, que desde su dedicación a la Madre de Dios se distinguió por su amor a Jesucristo y por su solicitud para con los pobres", en palabras del Martirologio. Nació en la ciudad italiana de Forlí en 1265 ó 1266. En su juventud ingresó en un movimiento que se oponía al papa Martín IV. Durante los enfrentamientos conoció a San Felipe Benizi, del bando opuesto, a quien golpeó en el rostro con su puño. Felipe ofreció la otra mejilla y esto impresionó mucho a Peregrino; inició entonces un proceso de conversión que hizo que finalmente, a los 30 años,  ingresara en la misma orden que San Felipe: la Orden de los Servitas, en Siena.


Según la tradición, eligió como penitencia el estar de pie en tanto no fuere necesario estar sentado. Quizás por ese motivo, al cabo de unos años, desarrolló venas varicosas y después cáncer en un pie. La noche anterior a la cirugía para amputarle la pierna, pasó mucho tiempo en oración y se quedó dormido. Cuando se despertó, las llagas estaban curadas, al igual que su pie y su pierna, por lo que no fue necesaria la amputación. Por esta razón, es considerado por algunos como patrono de los enfermos de cáncer, como vemos en la segunda imagen de esta entrada; sin embargo, la Iglesia Católica no lo ha proclamado oficialmente en ese patronazgo.



Murió en Forlí el 1° de mayo de 1345;  actualmente, su cuerpo se conserva incorrupto en la iglesia de los Siervos de María en esa ciudad.  Peregrino fue canonizado por el papa Benedicto XIII en el año 1726.

Los dos cuadros que vimos en esta entrada se exhiben en la bonita capilla dedicada a Nuestra Señora de Fátima en la localidad de ese nombre, ubicada en las cercanías de Pilar, en la provincia de Buenos Aires.




Próxima entrada: 2 de mayo, San Antonino de Florencia

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