En la Basílica del Santísimo Rosario, contigua al Convento de Santo Domingo, se venera esta imagen de San Antonino de Florencia, de la Orden de Predicadores.
Dice el Martirologio: "En Florencia, en la región de Toscana, en Italia, san Antonino, obispo, que después de llevar a cabo una labor de reforma en la Orden de Predicadores, se consagró con diligencia al ministerio pastoral de su diócesis, donde resplandeció por su santidad y por su provechosa y constante predicación".
Aunque se llamaba Antonio, sus compañeros lo llamaron desde niño «Antonino», a causa de su corta estatura. A los 15 años pidió la admisión en la Orden de Santo Domingo. "El beato Juan, juzgándole demasiado débil para ese género de vida, trató de desalentarle, mandándole que aprendiese de memoria el «Decretum Gratiani». Un año más tarde, recitó todo el decreto y fue admitido al punto". "Fue el primer postulante que tomó el hábito en el nuevo convento que el beato Juan había construido en Fiésole". Luego fue enviado al noviciado de Cortona. "Pronto demostró Antonino sus excepcionales dotes de hombre de estudios y de gobierno". Siendo aun joven, fue elegido Superior del convento de la Minerva en Roma; después fue, sucesivamente, prior en Nápoles, Gaeta, Cortona, Siena, Fiésole y Florencia. "Además del desempeño de sus deberes oficiales, san Antonino predicaba frecuentemente, y las obras que escribió le hicieron muy famoso. Recibía consultas de Roma y de toda la cristiandad, particularmente sobre puntos de derecho canónico". Asistió al Concilio de Florencia, invitado por el Papa, quien más tarde lo nombró Arzobispo de Florencia. No deseaba el cargo, pero fueron vanas sus súplicas al Pontífice. Fue consagrado en marzo de 1446, para alegría de los florentinos. Fue un gran Pastor, además de consejero de los Papas. Murió en 1459 y fue oficialmente canonizado en 1523.
(En lo que antecede, los párrafos entrecomillados y en cursiva han sido tomados de la biografía del santo en el sitio El Testigo Fiel).
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Aunque se llamaba Antonio, sus compañeros lo llamaron desde niño «Antonino», a causa de su corta estatura. A los 15 años pidió la admisión en la Orden de Santo Domingo. "El beato Juan, juzgándole demasiado débil para ese género de vida, trató de desalentarle, mandándole que aprendiese de memoria el «Decretum Gratiani». Un año más tarde, recitó todo el decreto y fue admitido al punto". "Fue el primer postulante que tomó el hábito en el nuevo convento que el beato Juan había construido en Fiésole". Luego fue enviado al noviciado de Cortona. "Pronto demostró Antonino sus excepcionales dotes de hombre de estudios y de gobierno". Siendo aun joven, fue elegido Superior del convento de la Minerva en Roma; después fue, sucesivamente, prior en Nápoles, Gaeta, Cortona, Siena, Fiésole y Florencia. "Además del desempeño de sus deberes oficiales, san Antonino predicaba frecuentemente, y las obras que escribió le hicieron muy famoso. Recibía consultas de Roma y de toda la cristiandad, particularmente sobre puntos de derecho canónico". Asistió al Concilio de Florencia, invitado por el Papa, quien más tarde lo nombró Arzobispo de Florencia. No deseaba el cargo, pero fueron vanas sus súplicas al Pontífice. Fue consagrado en marzo de 1446, para alegría de los florentinos. Fue un gran Pastor, además de consejero de los Papas. Murió en 1459 y fue oficialmente canonizado en 1523.
(En lo que antecede, los párrafos entrecomillados y en cursiva han sido tomados de la biografía del santo en el sitio El Testigo Fiel).
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