Prefacio de la Memoria de
Santa María junto a la Cruz:
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Para restaurar al género humano,
con misericordiosa
y sabia determinación
tú asociaste la Virgen María
a tu Hijo único,
y ella, que por la acción fecundante del Espíritu Santo,
se convirtió en la Madre de Cristo,
por un nuevo don de tu bondad
llegó a ser su colaboradora
en la redención,
y la que no había conocido sufrimientos al dar a luz a tu Hijo,
para hacernos renacer en ti,
al pie de la cruz,
padeció un profundísimo dolor.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles,
y con todos los coros celestiales
cantamos un himno a tu gloria,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor
Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
La imagen se venera en la iglesia de la Santísima Cruz
Próxima entrada: Viernes Santo (19 de abril)
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