19 de abril de 2019

Viernes Santo

La sepultura de Cristo tuvo lugar en la tarde del Viernes Santo.  «Era el día de la Preparación de la Pascua. (...) José de Arimatea, que era discípulo de Jesús –pero secretamente, por temor a los judíos– pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a retirarlo. Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo una mezcla de mirra y áloe, que pesaba unos treinta kilos. Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas, agregándole la mezcla de perfumes, según la costumbre de sepultar que tienen los judíos. En el lugar donde lo crucificaron había una huerta y en ella, una tumba nueva, en la que todavía nadie había sido sepultado. Como era para los judíos el día de la Preparación y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús» (Jn 19, 31. 38-42).


La impactante escena que vemos en el cuadro corresponde al momento del traslado del cuerpo de Jesús a la tumba. La imagen se venera en la iglesia de San Juan Bosco.

Próxima entrada: Domingo de Pascua de Resurrección (21 de abril)

No hay comentarios:

Publicar un comentario