Miles de cristianos españoles, durante la terrible persecución religiosa de los años 30 del siglo pasado, «fueron matados por odio a la fe, solo porque eran católicos, porque eran sacerdotes, porque eran seminaristas, porque eran religiosos, porque eran religiosas, porque creían en Dios, porque tenían a Jesús como único tesoro, más querido que la propia vida». Esos mártires «no odiaban a nadie, amaban a todos, hacían el bien a todos»; «a la atrocidad de los perseguidores, no respondieron con la rebelión o con las armas, sino con la mansedumbre de los fuertes» ¹.
Entre ellos hay numerosos salesianos, y uno de ellos es recordado especialmente en la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos, en Almagro: el Beato Esteban Vázquez Alonso.
«Nació en Carrizo de la Ribera, León, el 27 de junio de 1915. Huérfano desde pequeño, fue acogido y educado por un tío sacerdote, que le puso a estudiar en el colegio de los jesuitas de La Coruña. Su vida de sencilla y sentida piedad, unida a la pureza, fueron terreno abonado en el que germinó su vocación al estado religioso. Tras estar cuatro años en el seminario de los capuchinos de El Pardo, se sintió llamado a la Congregación Salesiana a través de un hermano suyo, Vicente, que ya era aspirante salesiano».
«Esteban ingresó como aspirante coadjutor en el colegio salesiano de La Coruña, en el que permaneció hasta su entrada en el noviciado de Mohernando (Guadalajara) en 1935. Cuantos le conocieron alaban la pureza y bondad de su alma, la serenidad de su rostro y la nobleza de su corazón. Los fervores de su año de noviciado culminaron con su generosa y alegre profesión como salesiano coadjutor el 23 de julio de 1936». Ese mismo día fue hecho prisionero por las milicias anticatólicas, junto con todos sus compañeros. «Esteban, con todo, irradiando calma y serenidad, animaba a su hermano Vicente: “Tú no te separarás de mí. Si tenemos que morir, hagámoslo juntos”» ². Sin embargo, los designios de Dios fueron otros para Vicente, que salvó su vida y pudo participar, muchos años después, de la beatificación de Esteban.
Pocos días después de ser tomado prisionero, Esteban fue enviado a la cárcel de Guadalajara, con otros cinco jóvenes salesianos compañeros suyos y su director, don Miguel Lasaga. Todos fueron fusilados allí el 6 de diciembre de 1936.
La beatificación de un total de 498 mártires españoles de la Guerra Civil, entre los cuales se encontraba Esteban, tuvo lugar el 28 de octubre de 2007.
La fecha de hoy «litúrgicamente agrupa a todos los mártires de la misma persecución que no son celebrados en otra fecha, lo que hace que de los 1523 mártires elevados a los altares entre 1987 y 2013, la mayor parte (más de mil), sean conmemorados hoy» ³.
Oración (publicada en un sitio web dedicado a los beatos mártires de la familia salesiana):
Oración (publicada en un sitio web dedicado a los beatos mártires de la familia salesiana):
Oh Dios, que enviaste a tu Hijo,
para que muriendo y resucitando
nos diese su Espíritu de amor.
Nuestros hermanos,
(...)
mártires del siglo XX en España,
mantuvieron su adhesión a Jesucristo
de manera tan radical y plena
que les permitiste derramar su sangre por Él.
Danos la gracia y la alegría de la conversión
para asumir las exigencias de la fe;
ayúdanos, por su intercesión,
y por la de María, Reina de los mártires,
a ser siempre artífices de reconciliación en la sociedad
y a promover una viva comunión
entre los miembros de tu Iglesia en España;
enséñanos a comprometernos,
con nuestros pastores,
en la nueva evangelización,
haciendo de nuestras vidas testimonios eficaces
del amor a Ti y a los hermanos.
Te lo pedimos por Jesucristo,
el Testigo fiel y veraz,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
¹ Homilía del Card. Ángelo Amato durante la beatifiicación de 522 mártires de España, 13 de octubre de 2013
² Página web dedicada a los mártires salesianos de España
³ El Testigo Fiel
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