San Luis Gonzaga «es el santo patrón de la juventud; por esta razón, me gusta recordar algunos temas que he extraído de la historia de este gran santo y que me parecen muy actuales. En primer lugar, quiero recordaros que Luis Gonzaga pudo tomar decisiones importantes para su vida, sin dejarse llevar por el carisma y el dios del dinero. ¡Hay una gran necesidad de jóvenes que sepan cómo actuar de esta manera, anteponiendo el bien común a los intereses personales! Para tener éxito en esto es necesario cuidar la propia interioridad, a través del estudio, la investigación, el diálogo educativo, la oración y la escucha de la conciencia.
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De San Luis es conocida la capacidad de amar con un corazón puro y libre. Solo aquellos que aman llegan a conocer a Dios. En la vida afectiva, dos dimensiones son esenciales: la modestia y la fidelidad. El amor con modestia, no descaradamente. Y permanecer fieles en el amor. El amor no es un juego: el amor es lo más hermoso que Dios nos ha dado, la capacidad de amar. «Dios es amor», dice la Biblia, y Dios nos dio esta habilidad. No la ensuciéis con la falta de modestia e infidelidad. Amar de manera limpia, pero a lo grande. Amar con un corazón agrandado todos los días: esa sabiduría para ensanchar el corazón, no hacerlo pequeño, duro como la piedra. Ensancharlo.
Y Dios dijo a su pueblo, como una gran promesa, que le quitaría su corazón de piedra y le daría un corazón de carne. Agrandar el corazón de carne: esto es amar. Con fidelidad y modestia. El sentido de modestia se refiere a una conciencia vigilante que defiende la dignidad de la persona y el amor auténtico, precisamente para no trivializar el lenguaje corporal. La fidelidad, junto con el respeto por el otro, es una dimensión esencial de toda relación de amor verdadera, ya que no se puede jugar con los sentimientos. Pero amar no es solo una expresión del vínculo afectivo de una pareja o una amistad fuerte, hermosa y fraterna. Una forma concreta de amor también está dada por el compromiso de solidaridad con los demás, especialmente con los más pobres. El amor al prójimo se alimenta de la imaginación y siempre va más allá: las cosas se inventan para ayudar, para avanzar... La fantasía del amor. No tengáis miedo de esto. El amor va más allá de las paredes, más allá de las diferencias, más allá de los obstáculos. También en esto San Luis es un modelo, porque murió consumiéndose al servicio de los pacientes de la peste, es decir, de personas que estaban al margen de la sociedad y rechazadas por todos. El amor lo llevó más allá, más allá... La fantasía del amor. No olvidéis esta palabra: la fantasía del amor. El amor es creativo y siempre va hacia adelante».
(Palabras del papa Francisco I a los estudiantes del instituto "Visconti" de Roma, con ocasión del Año Jubilar Aloisiano (en recuerdo de los 450 años del nacimiento de San Luis Gonzaga) en el Aula Pablo VI, el sábado 13 de abril de 2019)
En otras dos ocasiones nos referimos a San Luis: aquí y aquí.
La imagen que ilustra esta entrada se venera en la iglesia porteña dedicada al santo.
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