«Tota pulchra es, Maria;
macula originalis non est in te»
Eres toda hermosa, Maria
y en ti no hay mancha de pecado original
y en ti no hay mancha de pecado original
«...el mensaje que recibimos aquí, a los pies de María Inmaculada ... es un mensaje de confianza para cada persona de esta ciudad y de todo el mundo. Un mensaje de esperanza que no está compuesto de palabras, sino de su misma historia: ella, una mujer de nuestro linaje, que dio a luz al Hijo de Dios y compartió toda su existencia con él. Y hoy nos dice: este es también tu destino, el vuestro, el destino de todos: ser santos como nuestro Padre, ser inmaculados como nuestro hermano Jesucristo, ser hijos amados, todos adoptados para formar una gran familia, sin fronteras de nacionalidad, de color, de lengua, porque existe un solo Dios, Padre de todo hombre.
¡Gracias, oh Madre Inmaculada, por estar siempre con nosotros! Vela siempre sobre nuestra ciudad: conforta a los enfermos, alienta a los jóvenes, sostén a las familias. Infunde la fuerza para rechazar el mal, en todas sus formas, y elegir el bien, incluso cuando cuesta e implica ir contracorriente. Danos la alegría de sentirnos amados por Dios, bendecidos por él, predestinados a ser sus hijos.
Virgen Inmaculada, Madre nuestra dulcísima, ¡ruega por nosotros!».
(Palabras del papa Benedicto XVI en el acto de veneración a la Inmaculada en la Plaza España de Roma,
8 de diciembre de 2010)
Las fotos fueron tomadas en la iglesia de Balvanera.
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